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Los que son hijos peligrosos
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Libro electrónico150 páginas2 horas

Los que son hijos peligrosos

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Este libro es otro regalo del pluma de Dag Heward-Mills a todos los ministros que se molestarían en leer. Este libro responderá a las preguntas sobre cómo manejar las complicadas relaciones entre padres e hijos.
A través de la enseñanza de este libro, vas a evitar una maldición sobre su vida y traer sobre ti mismo una bendición. Los padres son personas especiales que crían hijos y protegidos. Sin padres no habría niños a continuar el ministerio a otras generaciones.
El llamado de Dios prospera o muere con su capacidad de relacionarse con los padres. Lee este libro y evitar la maldición asociada a deshonrar, desobedecer y tener malas relaciones con los padres.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 may 2018
ISBN9781683980599
Los que son hijos peligrosos
Autor

Dag Heward-Mills

Bishop Dag Heward-Mills is a medical doctor by profession and the founder of the United Denominations Originating from the Lighthouse Group of Churches (UD-OLGC). The UD-OLGC comprises over three thousand churches pastored by seasoned ministers, groomed and trained in-house. Bishop Dag Heward-Mills oversees this charismatic group of denominations, which operates in over 90 different countries in Africa, Asia, Europe, the Caribbean, Australia, and North and South America. With a ministry spanning over thirty years, Dag Heward-Mills has authored several books with bestsellers including ‘The Art of Leadership’, ‘Loyalty and Disloyalty’, and ‘The Mega Church’. He is considered to be the largest publishing author in Africa, having had his books translated into over 52 languages with more than 40 million copies in print.

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    Los que son hijos peligrosos - Dag Heward-Mills

    Capítulo 1

    Cómo identificar a un padre

    Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, NO TENDRÉIS MUCHOS PADRES; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

    1 Corintios 4:15

    El don de un «padre» es un don inusual. No todo hombre de Dios es padre. No todos los que enseñan la Palabra de Dios son padres. No todos los predicadores y maestros que nos visitaron fueron padres.

    No todo profeta es padre, y Pablo lo hizo notar a los corintios.

    Un padre es un don inusual

    Habrá muchas personas que aportarán algo a tu vida. Los instructores y maestros abundan, pero son distintos a los padres. El aporte de un padre es integral. Un padre te da un paquete completo que va más allá de una buena enseñanza. A un maestro le preocupa darte una buena lección. A un profeta le preocupa ministrar el poder de Dios a través de visiones, sueños y palabras de conocimiento. Pero a un padre le preocupa tu bienestar total.       

    En vista de que ser un padre implica mucho más, ¡no hay muchos padres! Es más fácil recorrer las notas que se prepararon que ofrecer un cuidado total. Las personas pueden ser tan difíciles y tan desagradecidas que solo los padres pueden tolerarlas a largo plazo.

    Hay muchos, muchos pastores, evangelistas y profetas, pero un profeta que sea padre, ¿quién lo puede encontrar? Por esta razón Pablo dijo: «Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, NO TENDRÉIS MUCHOS PADRES». 

    La característica clave de un padre no es su edad, sino su habilidad para engendrar personas de su mismo género. Contrario a algunas opiniones, hay muchas personas jóvenes que tienen corazón de padre. Por naturaleza, es frecuente que la gente se hace padres a temprana edad. La prueba de paternidad está en los hijos que el padre engendra. Se requiere de amor, compromiso y paciencia para formar a los hijos. Al final, los hijos avalan tu paternidad.  

    Si comparas los ministerios de Elías y Eliseo, por ejemplo, encontrarás las diferencias entre un profeta que es padre y un profeta que no lo es. Estas diferencias se vuelven bastantes claras cuando estudias sus ministerios. Al comparar los ministerios de Elías y Eliseo, rápidamente ves las diferencias entre un hombre que tiene corazón de padre y uno que no lo tiene.

    Tanto Elías como Eliseo fueron profetas excelentes. Pero Elías tuvo el don adicional de ser padre. Por esta razón tuvo un sucesor. Eliseo no tuvo sucesor. Maldijo a Giezi quien era el que le seguía en la línea de sucesión. Maldijo a Giezi cuando cometió un error con el dinero. El corazón de un padre no maldice a su único hijo.

    El espíritu de paternidad es lo que hace que un hombre de Dios produzca personas iguales a él en el ministerio. Planteado de una manera muy simple, el don de la paternidad es una manifestación del amor de Dios. Se requiere de amor para formar a quienes no comprenden lo que se hace por ellos.

    Se requiere de mucho amor para formar personas que no te comprenderán durante muchos años. Verdaderamente, Dios envía muchos, muchos maestros que ministran nuestras vidas. Ellos nos darán las lecciones y los puntos que conforman la doctrina. Pero un padre irá muchos pasos más allá. Además de darte enseñanzas, suministrará el amor y la paciencia que se necesitan para introducirte en la voluntad perfecta de Dios.

    El idealismo de un ministro hace que todo el tiempo busque perfección. Los idealistas y perfeccionistas generalmente no son buenos padres. Es frecuente que no valoren que la gracia de Dios está obrando paulatinamente en la vida de alguien. Todo el tiempo insisten en la perfección, y esto no es posible con los seres humanos.  

    Puedes recibir a un hombre de Dios como maestro. También puedes recibirlo como pastor. Puedes recibir a un hombre de Dios como profeta o evangelista; también es posible recibirlo como padre.

    ¡Que encuentres un padre en esta vida! ¡Que recibas la capacidad de amar y convertirte en un padre tu mismo!

    Capítulo 2

    Cómo reconocer y aceptar a diferentes padres en diferentes épocas de la vida

    Dios te enviará distintos padres en distintos momentos.

    Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

    1 Corintios 4:15

    Dios va a enviarte varias personas distintas para que sean tus padres. La primera de ellas es tu padre terrenal a quien debes aceptar apropiadamente. No debes ver a tu padre terrenal como un «anciano de días» que no está en contacto con las realidades de la vida moderna. Ver a tu padre biológico como alguien pasado de moda te impide recibir su gran sabiduría.

    Este padre biológico tendrá sus limitaciones en cuanto a su paternidad. Pronto la carrera de relevos tendrá que empezar, y la próxima persona que el Señor envíe para ser tu padre entrará en escena. A través de su ministerio, recibirás el cuidado paternal que necesites para atravesar la siguiente etapa de tu vida. Posteriormente es posible que surja otra persona que desempeñe un papel paternal en tu vida. ¡Cierto tipo de carrera de relevos de padres está en marcha! La batuta de la paternidad ha pasado de una persona a otra.         

    Hay muchas cosas de las que tu padre biológico no habla contigo. Tal vez debería hablar de todo, pero no lo hace. A muchos de nosotros, nuestros padres no nos dieron consejos minuciosos respecto a la elección de nuestro esposo o esposa. La mayoría de los padres biológicos solamente hicieron algunos comentarios respecto a distintas cosas del matrimonio.    

    Frecuentemente esto es lo más lejos que su consejería matrimonial llega. Gracias a Dios por los pastores que frecuentemente asumen ese papel y guían a nuestros hijos cuando llega la hora de casarse. En la carrera de relevos es frecuente que los pastores se conviertan en el siguiente padre  

    Un día mi hija me hizo una pregunta:

    ―Papá, ¿cómo se embarazan las personas?

    La pregunta me desconcertó pero respondí:

    ―Dios hace que queden embarazadas.

    Pero ella insistió:

    ―Sé que Dios hace que queden embarazadas, pero ¿cómo sucede?

    Di algunas respuestas balbuceando y me las arreglé para cambiar el tema. Más tarde mi esposa me dijo:

    ―Tienes que hablar con tus hijos sobre sexo.

    A lo que yo respondí:

    ― ¿Por qué debería hacerlo yo? Habla tú con ellos sobre esto.

    Empezamos a discutir y ella dijo:

    eres la cabeza de la familia así que tú eres el que debe hablar con ellos.

    Pero yo contesté:

    eres su madre y tú siempre estás hablando con ellos, así que ¿por qué no hablas con ellos también sobre esto? 

    ― ¡Es tu obligación y debes desempeñar tu papel! ―ella prosiguió.

    Pero yo no estuve de acuerdo. Así que recurrí a mi autoridad como cabeza de familia y le delegué la responsabilidad de hablar con nuestros hijos sobre todas estas cosas. 

    Como puedes ver, habíamos llegado al punto en el que nuestras habilidades de padres estaban tambaleantes. Deseábamos que Dios enviara a otros a ministrar a nuestros hijos como nosotros habíamos ministrado a los hijos de otras personas. Estábamos orando para que el siguiente padre de la carrera de relevos apareciera en escena y ayudara a guiar a nuestros hijos a un lugar seguro.  

    Entre los cientos de instructores y maestros, siempre es importante reconocer quiénes son los padres. El interés de los padres en tu vida tiene un alcance más amplio. Sus aportes van más allá de lo que incluso ellos dicen. Descubrirás que su ministerio se interesa en ti por completo. Su ministerio tiene un efecto misterioso de gran alcance en tu vida.  

    Una de las claves para reconocer a un padre es reconocer que el amor, cuidado y dirección de nuestro Padre Celestial están siendo transmitidos a tu vida a través de él. 

    Muchas personas erróneamente piensan que el versículo dice que tienes diez mil maestros pero solo un padre. Las Escrituras dicen que no tienes muchos padres. En otras palabras dice que tienes algunos padres.

    Jesús dijo: "No llames a nadie padre.

    Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.

    Mateo 23:9

    Esto se debe a que ningún ser humano podría verdaderamente ser todo lo que se supone que un padre debería ser. Ninguno de los hombres cumple con en este rol y solamente el Padre Celestial ejemplifica verdaderamente lo que es un padre.

    ¿No has notado cómo los padres terrenales frecuentemente compiten y combaten a sus hijos? Aun los padres biológicos pueden causar mucho dolor y sufrimiento a sus hijos.   

    Muchas personas odian a sus padres. Y hay muchos cuyas vidas están trastornadas a causa de sus padres. Esto es amplia evidencia de que la paternidad ejercida por el hombre natural está llena de imperfecciones.

    Por eso hay necesidad de lo que yo llamo «la carrera de relevos de los padres».

    La carrera de relevos implica que Dios envía a una persona tras otra en las diferentes fases de tu vida y ministerio. Es importante reconocer a las distintas personas conforme estas entran en tu vida.

    Esto es lo que Jesús ilustraba con la parábola de Mateo 21. Efectivamente seremos juzgados por la forma en que recibamos a los distintos padres que Dios nos envía.

    Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, ENVIÓ SUS SIERVOS a los labradores, para que recibiesen sus frutos. Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. ENVIÓ DE NUEVO OTROS SIERVOS, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.

    Mateo 21:33-39

    Es frecuente que no reconozcamos a los distintos padres que Dios envía a nuestra vida. ¡Incluso la gente combate a sus padres! Debemos aprender a aceptar a los padres que Dios envía a nuestra vida.

    ¿Cuál es la diferencia entre aceptar a un padre y aceptar a un instructor?

    Aceptar a un instructor implica aceptar las lecciones que él te da sobre la Palabra. Aceptar a un padre implica aceptar a alguien de tal forma que a ti vendrá un ministerio vital y vigorizante. 

    En lo natural, tu padre biológico influye en ti de muchas formas. Te enseña a comer, a vestirte y a vivir. Te da sabiduría, consejos y lecciones pequeñas para la vida. Te pone el ejemplo a seguir y sirve como una fuente de inspiración y dirección.   

    Compara esto con los maestros de tu escuela. Es frecuente que estos instructores no te guíen de manera tan integral como lo hacen los padres. Cuando te topes con alguien que tenga una influencia de gran

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