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Los que te abandonan
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Libro electrónico175 páginas3 horas

Los que te abandonan

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Las personas que lo abandonan pueden destruirlo. Nada puede describir el sentimiento de depresión, confusión y ansiedad que nos embarga cuando una persona nos abandona. Este libro ha sido escrito para ayudarlo a combatir la destrucción que se desencadena cuando alguna persona lo abandona. No se sienta defraudado. El ser abandonado no le sucede solamente a usted y a su ministerio.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 jul 2016
ISBN9781613952115
Los que te abandonan
Autor

Dag Heward-Mills

Bishop Dag Heward-Mills is a medical doctor by profession and the founder of the United Denominations Originating from the Lighthouse Group of Churches (UD-OLGC). The UD-OLGC comprises over three thousand churches pastored by seasoned ministers, groomed and trained in-house. Bishop Dag Heward-Mills oversees this charismatic group of denominations, which operates in over 90 different countries in Africa, Asia, Europe, the Caribbean, Australia, and North and South America. With a ministry spanning over thirty years, Dag Heward-Mills has authored several books with bestsellers including ‘The Art of Leadership’, ‘Loyalty and Disloyalty’, and ‘The Mega Church’. He is considered to be the largest publishing author in Africa, having had his books translated into over 52 languages with more than 40 million copies in print.

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    Impresionante Todo ministro debe leerlo y practicarlo simplemente espectacular!!!! Recomendado al 100 por ciento

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Los que te abandonan - Dag Heward-Mills

Capítulo 1

Por qué Dios permite que la gente te abandone

Quince razones por las que Dios permite que la gente te abandone

Existen varias razones por las que el Señor permite que la gente te abandone e incluso te lastime.

1. El Señor probablemente permita que la gente te abandone para corregir un error fundamental en tu ministerio.

Al principio del ministerio, generalmente estamos llenos de temor al fracaso. Este temor al fracaso ocasiona que tomemos cualquier ayuda que se nos presente. En el proceso de tratar de conseguir ayuda, muchos ministros se asocian con personas equivocadas.

Abraham fue un buen ejemplo de esto. Dios le había dicho que se apartara de su familia y emprendiera un viaje místico a una tierra prometida indefinida.

En lugar de apartarse de su familia como Dios le había dicho, Abraham inició su viaje con algunos miembros de su familia, y entre ellos destacó Lot.

Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y DE TU PARENTELA, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

Génesis 12:1

Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, Y CON ÉL LOT.

Génesis 13:1

Los problemas que Abraham tuvo en su viaje se deben a la presencia de Lot en su vida. Observa los problemas que Abraham tuvo porque Lot estaba con él.

1. Abraham tuvo problemas de contiendas y hubo confusión a causa de Lot. Abram tuvo que apartarse de sus parientes a causa de Lot (Génesis 13:7-8).

2. A causa de Lot, Abraham sostuvo una guerra que nunca hubiera peleado. Abraham tuvo que rescatar a Lot del rey Quedorlaomer (Génesis 14:1-16).

3. Abraham tuvo que interceder especialmente a causa de Lot. Abraham tuvo que salvar a su sobrino de la destrucción que venía sobre Sodoma y Gomorra (Génesis 18:23-33).

Esto es lo que yo llamo un error fundamental en el ministerio. Es un error que cometes al principio de tu ministerio, y generalmente se comete por temor. Estos errores pueden ocasionar que, en todo lo que hagas, la persona equivocada esté atada a ti como un albatros.

A veces, las personas incluso se casan con la persona equivocada cuando están comenzando un ministerio. Dios probablemente quite de la tierra a esa persona equivocada con la que te casaste para que estés libre de esa carga. Si Dios no quita a esta persona de tu vida, tendrás que cargar con este albatros durante todo tu ministerio.

Ciertas personas que fueron parte de mi ministerio cuando este empezó, ya no son parte de lo que hago. Quizás, traje a estas personas conmigo porque tenía temor de no poder tener éxito sin ellos. Su presencia me dio la certeza de que tendría éxito. Dios, por su misericordia, hizo que algunos de ellos me abandonaran. Aun cuando realmente extrañé a algunos de ellos, reconocí que Dios les permitió irse porque en primer lugar fue un error que los trajera conmigo a llevar a cabo mi nueva visión para edificar la iglesia.

2. El Señor probablemente permita que la gente te abandone para hacerte humilde.

Y te acordarás de todo el camino por donde el señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, PARA HUMILLARTE, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.

Deuteronomio 8:2

El hecho de que la gente deserte de tu organización, la abandone o renuncie a ella es una experiencia humillante. Cada abandono te deja un mal sabor de boca. Cada vez que alguien se marcha sin protocolos, deja tras sí una estela de preguntas sin respuestas. La incertidumbre que crean las personas que se van es desestabilizante y verdaderamente humillante.

Después de muchos años de sembrar iglesias, tuve la bendición de tener cientos de pastores leales, de hijos e hijas. También tuve la bendición de tener algunos de mis propios parientes como pastores de la iglesia.

Sin embargo, un día algunos de mis parientes me abandonaron en el ministerio e hicieron lo exactamente opuesto a lo que yo había estado enseñando. Fue muy vergonzoso para mí cuando los miembros de mi propia familia se convirtieron en el foco de rebelión y de deslealtad en la iglesia. Ahora tenía que combatir a mi propia familia. Muchas veces se me vino el pensamiento de que yo había podido inducir lealtad en tantas personas, pero no pude hacerlo con mi propia familia.

Sentía que, a través de este proceso, Dios estaba humillándome. Que Él quería mostrarme que no es con poder ni con fuerza, ni con enseñanzas ni principios, sino solo con Su gracia. Quizás algunas personas te han abandonado. Permite que Dios haga su obra espiritual de humillarte para su servicio.

3. El Señor probablemente permita que la gente te abandone porque tú has permitido que tus miembros sean ignorantes al no enseñarles sobre la lealtad y la deslealtad.

Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales IBAN EN SU SENCILLEZ, sin saber nada.

2 Samuel 15:11

El diablo se alimenta de la ignorancia de la gente. El engaño siempre se multiplica cuando las personas no han sido expuestas a la verdad de la Palabra. Absalón solamente fue capaz de dirigir a doscientos hombres que iban en la sencillez de su mente. Esta «sencillez de la mente» es lo que también llamamos ignorancia.

Es frecuente que en las iglesias no se enseñen los principios de lealtad y deslealtad, ni a ser padres ni a tener memoria de las cosas. No es de extrañarse que los miembros de la iglesia se vuelvan presa fácil de los demonios de engaño que se alimentan de la ignorancia de ellos. Quizás tú has permitido que en tu congregación prolifere la ignorancia de estos temas. Entonces Satanás se ha aprovechado de la ignorancia de ellos y ha hecho estragos entre ustedes.

Sí, es posible que tu congregación sea bendecida con mensajes de prosperidad, matrimonio y sanidad, pero ninguno de estos temas protege tu congregación de manera adecuada contra los demonios de deslealtad y traición.

Un día un pastor me preguntó por qué enseñaba sobre la lealtad y la deslealtad. Hizo esta observación de manera burlona: «La lealtad no es algo que se enseñe. Es algo que tú dominas».

A continuación dijo: «Dominas automáticamente la lealtad de la gente que te rodea, por tu personalidad favorable».

Poco tiempo después de esto, este pastor tuvo la amarga experiencia de ser traicionado por sus propios asociados y no podía creer lo que le estaba sucediendo. Después de esa experiencia, su desprecio por mis libros y enseñanzas se convirtió en admiración. Se convirtió en un admirador del tema de la lealtad y él mismo empezó a promover mis libros. Es posible que nunca sepas la importancia de enseñar hasta que experimentas los efectos de la ignorancia.

4. El Señor probablemente permita que la gente te abandone porque menospreciaste a un ministro colega cuando su iglesia se dividió.

…el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.

Proverbios 17:5

Frecuentemente menospreciamos a la gente que tiene problemas. Como los amigos de Job, parece que sabemos las razones de todas las cosas malas que les suceden a las personas. Despreciamos a la gente que tiene problemas porque pensamos que ellos los causaron. Esta actitud puede abrir la puerta para que Satanás entre a nuestras vidas y ministerios.

Un día me encontré con tres pastores de una iglesia superexitosa. Su equipo formidable estaba formado por dos asociados fuertes y un pastor principal. Con la ayuda de sus dos asociados, el pastor principal había levantado con éxito una de las iglesias más grandes de la ciudad. Parecía que todo el mundo se estaba yendo a sus iglesias. Su nueva iglesia estaba hasta el tope, y tenían múltiples servicios con desbordantes multitudes sentadas afuera. Llenos de la exuberancia de sus éxitos recientes, empezaron a sostener teorías sobre por qué no crecía una iglesia hermana al otro lado de la ciudad.

Ridiculizando al pastor de esa iglesia, decían: «La gente se va de la iglesia solo cuando tiene un mal líder».

«Fue por su mal liderazgo que la gente dejó su ministerio y se unió a nosotros». En ese tiempo, yo ni siquiera sabía que la gente se estaba saliendo de esa otra iglesia y se estaba uniendo a la de ellos. Era la primera vez que oía que esa otra iglesia tenía un «mal» líder. No era difícil percibir un tono de sarcasmo y burla cuando ellos hablaban de esa iglesia y de su «mal» líder.

Sí, no dudo que la gente pudo haber dejado el ministerio debido a su mal liderazgo. Pero tú debes tener cuidado de la manera en que haces juicios y sacas conclusiones.

Un par de años después, estos tres líderes pasaron por otra etapa de su ministerio. Cada nueva etapa puede provocar un cambio en el balance del poder. En esta nueva etapa, los dos asociados abandonaron a su pastor principal lanzándole insultos y acusaciones. Exactamente lo mismo por lo que ellos habían menospreciado al otro pastor, les había sucedido a ellos, pero de una manera más severa.

Cuando me enteré de esa crisis, lo primero que se me ocurrió fue lo que ellos habían dicho de esa iglesia filial y de su pastor. «La gente te abandona solo cuando eres un mal líder». ¿Entonces su pastor principal era un mal líder? No necesariamente. Hay muchas razones por las que la gente puede abandonarte. Pero tú asegúrate de no burlarte de nadie cuando esta persona tenga problemas.

En mi país hay un proverbio que dice algo así: «Cuando veas las barbas de tu vecino arder, no te rías de él». No preguntes cómo pudo permitir que sus barbas comenzaran a arder. Simplemente ve a traer algo de agua y consérvala junto a ti en caso de que las tuyas también comiencen a arder. La Biblia lo plantea de esta manera: «…el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo» (Proverbios 17:5).

5. El Señor probablemente permita que la gente te abandone porque tu destino no los incluye a ellos.

Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. SALIERON DE NOSOTROS, PERO NO ERAN DE NOSOTROS; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

1 Juan 2:18-19

No todos son llamados a ser parte de tu equipo. Con nuestra mente natural, elegimos a las personas que creemos deberían estar con nosotros. Pero Dios ya decidió qué personas son parte de tu destino.

Con el paso de los años he tenido la triste experiencia de dejar ir a personas quienes yo creía estarían conmigo para siempre. También he tenido la agradable sorpresa de conocer a sus reemplazos. Honestamente, yo no habría elegido a muchas de las personas que actualmente están conmigo. Pero Dios los llamó para ayudarme a combatir en el ministerio. No luches en contra de que las personas te sean quitadas. A veces parte de tu destino eterno es que te sean quitadas y sean reemplazadas por otras personas.

6. El Señor probablemente permita que las personas te abandonen con el fin de que tú comprendas cómo se siente nuestro Padre celestial cuando Sus hijos lo abandonan.

También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.

No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.

Lucas 15:11-13

Convertirte en padre implica tener bajo tu cuidado todo tipo de hijos. A veces Dios permitirá que pases ciertas cosas para que madures y te conviertas en padre. No te conviertes en padre por ser mayor. Te conviertes en padre por tener hijos. Te conviertes en padre porque puedes tratar con distintos tipos de hijos y los problemas que presentan.

Trata de recordar a personas como Jacob, quien tuvo demasiados hijos. Cada hijo fue una experiencia distinta. Algunos hijos te abandonan sin ceremonias, como lo hizo el hijo pródigo. Esto es algo que Dios experimenta porque Él es el padre de todos nosotros. En el proceso de convertirte en padre, probablemente experimentes que las personas te abandonan. Parte del proceso de convertirte en padre es caminar con amor y madurez hacia las personas que de repente desertan, te abandonan de manera dolorosa e incluso se vuelven contra ti.

Por esta razón Dios permite a algunas personas abandonarte: para que puedas convertirte en un verdadero padre.

7. El

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