JACQUES DE MOLAY EL ÚLTIMO TEMPLARIO
Tras la muerte de Thibaud Gaudin, que había sucedido a a Guillaume de Beaujeau, el maestrazgo de la Orden del Temple le correspondió a Jacques de Molay en 1292. Tenía medio siglo de vida y no pasaba precisamente por ser un genio. ¿Quién era este hombre? Unos ven en él a un soldado, elegido por sus cualidades de jefe militar en una época en que acababa de perderse Tierra Santa, superado por apuestas políticas que no podía comprender.
Para otros, el Gran Maestre era, por el contrario, un administrador al que apelaron porque, después de la pérdida de Palestina, había que asegurar la reconversión de la Orden. En esta segunda hipótesis sería un político que habría fracasado en su misión.
El comienzo de su MAESTRAZGO estuvo marcado por una hazaña. En 1298, sin ninguna ayuda, los templarios lanzaron una expedición contra Egipto, y se apoderaron luego una vez más de Jerusalén tras una verdadera guerra relámpago.
EL COMIENZO DE SU MAESTRAZGO
Había nacido en Molay, en Yvonne (Francia) Los templarios poseían
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