LA MALDICIÓN DEL ÚLTIMO TEMPLARIO EL FUTURO ROBADO DE JACQUES DE MOLAY
Todo estaba dispuesto para que la ejecución del último templario tuviese lugar en la francesa isla de los Judíos, en el Sena. Era el 18 de marzo de 1307 y, de cara a la catedral de Nôtre-Dame por expreso deseo del reo, iba a morir en la hoguera, dejando en manos de Dios la venganza.
Este suceso legendario, cuya veracidad se pone hoy en día en duda, representa, no obstante, uno de los grandes enigmas históricos y, tal vez, la constatación de que los culpables de aquel proceso no quedaron impunes.
EL PRINCIPIO DEL FIN
El principio del fin de los templarios da inicio en 1244, con la caída de Jerusalén. La mayor parte de las clases sociales acomodadas y las clases dirigentes de los reinos europeos vieron en la Orden una amenaza creciente: estructura y la organización de la hermandad, la consideración y prestigio
