CARTA ABIERTA A UNA CHICA MODERNA
o es lo que se suele contar, pero hay algo mágico en ser madre soltera de un niño muy pequeño, como dirán muchas mujeres que se encuentran en esa situación. A pesar de las dificultades, la soledad y la preocupación por no ser suficiente, puede ser una experiencia que forja un vínculo inquebrantable y único entre una madre y su bebé, donde se encuentran totalmente protegidos, sin nada más que el uno al otro. Cuando la modelo y magnate del cuidado de la piel Miranda Kerr, de 38 años, habla de su época de madre soltera con su primer hijo, Flynn, tiene la sensación de que así fue para ellos. Kerr se separó del padre de Flynn, Orlando Bloom, cuando este solo tenía dos años, y Flynn y su madre formaron una pareja muy unida durante muchos años, la mayor parte de los cuales los pasaron en la casa de Kerr
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