MARÍA JOSÉ ÁLVAREZ MEZQUÍRIZ
David Álvarez Díez fue uno de los grandes empresarios hechos a sí mismos de la España del siglo pasado. Nacido en Crémenes, un pequeño pueblo leonés, en 1927, pocos años después su familia se trasladó a Bilbao y allí fundó, en 1962, Central de Limpiezas El Sol. Pionero de la externalización de servicios, esa pequeña empresa se convirtió con el paso del tiempo en el Grupo Eulen, una poderosa multinacional española, que desde 2016 preside su hija María José Álvarez Mezquíriz (Bilbao, 1957). Ella, que creció profesionalmente en la empresa familiar, es la responsable de su modernización e internacionalización. El plan a cinco años que ha puesto en marcha en plena pandemia aspira a aumentar su facturación casi un 18%.
“ES MÁS DIFÍCIL GESTIONAR EL ÉXITO QUE EL FRACASO. DE ÉXITO SE PUEDE MORIR; DE FRACASO, SI ESPABILAS UN POCO, NO. ES MEJOR HACER CINCO OPERACIONES DE 20 MILLONES QUE UNA DE 100; SI DAS UN BOCADO QUE NO PUEDES DIGERIR SE TE ACABA ATRAGANTANDO”.
›› ¿Cómo ha sido la evolución de la pequeña Central de Limpiezas El Sol hasta el actual Grupo Eulen?
Creo que se combinan muchas cosas. Muchas veces inicias algo y eso mismo te va llevando a otras actividades. La verdad es que nosotros siempre hemos sido pioneros y, de hecho, hemos estado durante años prestando servicios que la sociedad todavía no demandaba; así que cuando los llegó a demandar, nosotros ya estábamos preparados.
Por ejemplo, pensábamos que todo el ámbito de la tercera edad, por llamarlo de una forma general, iba a ser un mundo que se iba a desarrollar, puesto que la población cada vez vivía más años y cada vez iba a tener más necesidades y nos pusimos a trabajar en el sector de los servicios sociosanitarios en 1988.
Con la seguridad pasó un poco
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