Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad
3.5/5
()
Información de este libro electrónico
Madeleine De Scudéry
Madeleine de Scudéry (El Havre, 1607- París, 1701), autora de enorme prestigio en el siglo XVII, fue una mujer de cultura extraordinaria y una de las primeras escritoras europeas en poder ganarse la vida con su pluma. Aunque comenzó frecuentando el reputado cenáculo de la marquesa de Rambouillet, no tardaría en abrir un salón propio en su residencia del barrio parisino del Marais, donde se sometían a examen cuestiones tan fundamentales como la educación de las niñas o la institución social del matrimonio.
Relacionado con Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad
Títulos en esta serie (31)
El elogio de la sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El elogio de la sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sobre la mejora de la Buena Nueva: El quinto Evangelio según Nietzsche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl elogio de la sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El elogio de la sombra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesChuang-tzu Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Cómo ser europeos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Caminar en un mundo de espejos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin: Una reflexión sobre música culta y modernidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Leer contra la nada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El amor es la felicidad del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de callar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5De profundis Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amor fati. Siete ensayos sobre Bergen-Belsen Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Alpes en invierno: Ensayos sobre el arte de caminar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra el fin de siglo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Breve historia del mito Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un cambio de rumbo: Rosa Luxemburgo y Hannah Arendt Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTacet: un ensayo sobre el silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La orilla celeste del agua: Un ensayo sobre la realidad que está fuera de los mapas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La plata y el Pacífico: China, Hispanoamérica y el nacimiento de la globalización, 1565-1815 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVacío y plenitud: El lenguaje de la pintura china Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesZodíaco: Una historia milenaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBreviario del viejo corredor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHijos de Ápate: Breve filosofía de la verdad, la posverdad y la mentira Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa piel bajo el mármol: Diosas y dioses del mundo clásico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa resquebrajadura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ensayo sobre el gusto: En las cosas de la naturaleza y el arte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSomos un cuerpo herido: Hipatia y Catalina de Alejandría Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
Cartas a su hijo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cultura de la conversación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl año 2440: Un sueño como no ha habido otro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Concierto para libertinos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstilo: Escritos literarios de un opiómano inglés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSuite romántica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl héroe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCaminar en un mundo de espejos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La resistencia íntima: Ensayo de una filosofía de la proximidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tacet: un ensayo sobre el silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5En defensa del error: Un ensayo sobre el arte de equivocarse Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de caminar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pequeño tratado de los grandes vicios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crítica de la víctima Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La felicidad de los pececillos: Cartas desde las antípodas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sócrates y Platón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesApología del arrepentido: y otros ensayos de teoría moral Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMigajas políticas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Yo nací con la infamia: La mirada vagabunda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa actualidad innombrable Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Caminar: (ilustrado) Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Frágiles: Cartas sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Eros: La superproducción de los afectos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConversación Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Perdón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La ética de la crueldad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El anzuelo del diablo: Sobre la empatía y el dolor de los otros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La desgracia de ser griego Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPresencias reales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad
2 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad - Madeleine De Scudéry
Índice
Cubierta
Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad
Prólogo. Ángeles Caso
Sobre la mentira
Sobre el disimulo y la sinceridad
Notas
Créditos
Sobre la mentira, el disimulo y la sinceridad
Prólogo
La préciosité: una cultura femenina
Parece extraño, pero lo cierto es que la gran cultura francesa, esa que durante siglos ha aportado al mundo una brillante línea de pensamiento y una literatura compleja y vibrante, la que ha construido un linaje de intelectuales admirables que han ido creando, sumándose unos a otros, un mundo de reflexión, crítica, racionalidad y libertad, surgió en buena medida en el dormitorio de una mujer.
Se llamaba Catherine de Vivonne y era marquesa de Rambouillet. Había nacido en 1588 en Roma, donde su padre ejercía como embajador del rey Enrique III de Francia y donde su madre, una dama de la nobleza italiana, figuraba en los primeros rangos de la sociedad como viuda de su primer marido, un Orsini. Fue ella quien educó a su hija con una profundidad y una amplitud que, si bien no eran excepcionales entre las muchachas nobles de la aristocracia tanto francesa como italiana, adquirieron en la pequeña Catherine un carácter especial al unificar en su formación lo mejor de la cultura tardorrenacentista de ambos países.
Casada a los doce años con el marqués de Rambouillet e instalada definitivamente en París, la marquesa pronto demostró sus enormes conocimientos, su talento y también su independencia: harta tanto de la corte de Luis XIII, en la que aún dominaban unas ciertas formas caballerescas muy ligadas a lo masculino y a la exaltación del guerrero, como de la exclusión del mundo erudito —protagonizado en exclusiva por hombres—, hacia 1630, la marquesa de Rambouillet inauguró el primer salón literario digno de tal nombre.
Para ello hizo remodelar según sus propios planos su palacete, el Hôtel de Rambouillet, cercano al Louvre, imponiendo de paso un nuevo modelo de vivienda aristocrática, menos solemne y más preocupada por la privacidad de sus habitantes. Y allí instaló su famosísima Chambre Bleue, una habitación forrada de seda azul que era, en realidad, su propio dormitorio y en la que, cada noche, la marquesa de Rambouillet, lejos de los castillos del rey, recibía a los hombres y a las mujeres más cultos e inteligentes del París de la época.
Hombres y mujeres: la presencia femenina, numerosa y brillante, fue una de las claves de aquella nueva experiencia cultural. Las damas que rodeaban a la marquesa aspiraban, como ella, a debatir asuntos políticos, literarios, artísticos, científicos, filosóficos y morales en condiciones de igualdad con los caballeros. Pretendían ser respetadas intelectualmente y, aún más allá, deseaban imponer nuevas formas de sociabilidad, por decirlo así, «feminizadas».
Su principal empeño era el de desarrollar el arte de la conversación. No dialogar con frases manidas sobre guerra, conquistas, torneos y poder —como sucedía en la corte—, ni mucho menos sobre teología y asuntos de fe —como aún ocurría en los círculos de eruditos universitarios—, sino sobre temas que afectaban al conocimiento profundo del mundo y, en particular, a un nuevo universo de indagaciones, reflexión, definición y búsqueda de límites y normas que había ido apareciendo lentamente desde el nacimiento del humanismo: el individuo o, por mejor decirlo, la psique del individuo, y su engarce en la sociedad.
La marquesa de Rambouillet, sus amigas y los hombres que las acompañaban en aquellas veladas hablaban sin límites —y de forma novedosa— sobre los estados de ánimo, los sentimientos, las pasiones, los vicios y las virtudes (en un sentido laico), sobre la relación de cada uno consigo mismo —tema fundamental de la cultura europea moderna— y, por supuesto, con los demás.
Para todo ello, los asiduos de la Chambre Bleue necesitaban un nuevo lenguaje capaz de nombrar los infinitos anhelos humanos, de definirlos, acotarlos, matizarlos y