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La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social: c. 1870-1960
La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social: c. 1870-1960
La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social: c. 1870-1960
Libro electrónico378 páginas3 horas

La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social: c. 1870-1960

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El interés de este libro es el de estudiar la relación del Estado colombiano y la Iglesia católica en un ámbito preciso: la asistencia social, que si bien se encuentra ubicada en las decisiones políticas del Estado colombiano dentro de un marco legal, su exploración nos muestra otro tipo de relación que se encuentra por fuera de las relaciones partidistas e incluso por fuera de las relaciones entre la jerarquía eclesiástica y los poderes políticos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 abr 2014
ISBN9789587654608
La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social: c. 1870-1960

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    La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social - Beatriz Castro Carvajal

    Universidad del Valle

    Programa Editorial

    Título: La relación entre la Iglesia católica y el Estado colombiano en la asistencia social, c. 1870-1960

    Autora: Beatriz Castro Carvajal

    ISBN: 9789587654608

    Colección: Ciencias Sociales

    Primera edición

    Rector de la Universidad del Valle: Iván Enrique Ramos Calderón

    Vicerrectora de Investigaciones: Ángela María Franco Calderón

    Director del Programa Editorial: Francisco Ramírez Potes

    © Universidad del Valle

    © Beatriz Castro Carvajal

    Diseño de Carátula y diagramación: Hugo H. Ordóñez Nievas

    Corrección de estilo: Hernán Toro

    Impreso en: Feriva

    Universidad del Valle

    Ciudad Universitaria, Meléndez

    A.A. 025360

    Cali, Colombia

    Teléfono: (+57) (2) 321 2227. Telefax: (+57) (2) 330 88 77

    programaeditorial@gmail.com

    Este libro, o parte de él, no puede ser reproducido por ningún medio sin autorización escrita de la Universidad del Valle.

    El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión del autor y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad del Valle, ni genera responsabilidad frente a terceros. El autor es el responsable del respeto a los derechos de autor y del material contenido en la publicación (fotografias, ilustraciones, tablas, etc.), razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna responsabilidad en caso de omisiones o errores.

    Cali, Colombia. Abril de 2014

    CONTENIDO

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1

    EL ENCUENTRO DE LA JUNTA GENERAL DE BENEFICENCIA DE CUNDINAMARCA Y LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN

    LA JUNTA GENERAL DE BENEFICENCIA DE CUNDINAMARCA

    LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN

    EL ENCUENTRO

    CAPÍTULO 2

    LAS RELACIONES CONTRACTUALES ENTRE LA JUNTA GENERAL DE BENEFICENCIA DE CUNDINAMARCA Y LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN

    LOS CONTRATOS

    LOS CAMBIOS

    LOS DEBERES

    LAS PETICIONES

    CAPÍTULO 3

    LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN EN COLOMBIA

    LA LLEGADA

    LA EXPANSIÓN

    LA CONSOLIDACIÓN

    CAPÍTULO 4

    LAS ACTIVIDADES DE LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE ASISTENCIA SOCIAL DEL ESTADO COLOMBIANO

    LAS ACTIVIDADES DE ADMINISTRACIÓN

    LAS ACTIVIDADES DE SALUD

    LAS ACTIVIDADES DE PROTECCIÓN

    CAPÍTULO 5

    LA AYUDA HUMANITARIA EN COLOMBIA

    LAS AMBULANCIAS

    LAS DIFICULTADES DE LA NEUTRALIDAD EN LA AYUDA HUMANITARIA DE LAS GUERRAS CIVILES COLOMBIANAS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

    CAPÍTULO 6

    LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEL CUIDADO DEL ENFERMO EN COLOMBIA

    LAS PRIMERAS ESCUELAS DE ENFERMERÍA EN COLOMBIA

    LA CONSOLIDACIÓN DE LA ENFERMERÍA COMO PROFESIÓN EN COLOMBIA

    CAPÍTULO 7

    LAS TENSIONES EN LAS RELACIONES CONTRACTUALES ENTRE LA JUNTA GENERAL DE LA BENEFICENCIA DE CUNDINAMARCA Y LA CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE LA PRESENTACIÓN

    LAS TENSIONES EN LAS ACTIVIDADES DE ADMINISTRACIÓN

    LAS TENSIONES EN LAS ACTIVIDADES DE SALUD

    CONCLUSIONES

    BIBLIOGRAFÍA

    FUENTES PRIMARIAS

    FUENTES SECUNDARIAS

    INTRODUCCIÓN

    I

    Los estudios sobre las relaciones entre el Estado colombiano y la Iglesia católica, como lo ha indicado José David Cortés Guerrero en dos artículos donde presenta balances historiográficos, han despertado el interés de las distintas generaciones de profesionales de la historia¹. Unos han hecho énfasis en las relaciones políticas entre las dos instituciones, sobre todo en cuanto a su participación partidista, y otros más recientes se han consolidado en la idea de indagar sobre la institución eclesiástica, en cuanto a su participación partidista, pero en un marco más amplio, e incluso superando la discusión tendiente a referenciar las relaciones Iglesia-Estado desde lo meramente legal instrumental.

    Ricardo Arias, quien también realiza un balance sobre los estudios realizados sobre la Iglesia católica en Colombia², señala que ha habido una débil atención de los académicos tanto por el estudio de la Iglesia católica propiamente dicha –como institución– como por el estudio de los «fenómenos religiosos», y concluye que existe un enorme vacío historiográfico sobre el tema para el caso colombiano. Aunque admite que a partir de la década de los años 1980 se han ampliado los estudios sobre los fenómenos religiosos y han surgido centros de investigación dedicados al estudio de la cuestión religiosa, lo mismo que algunos grupos especializados de investigación.

    Los dos resaltan los trabajos pioneros de Fernán González sobre la relación de la institución eclesiástica y el Estado colombiano, en los que se muestran las estrechas relaciones entre el clero y la política partidista³. Arias menciona también que han sido abordados diferentes temas, como los aspectos económicos, el papel de los laicos, el trabajo misionero y cuestiones relacionadas con otros movimientos religiosos diferentes al católico. No obstante, señala que poco conocemos acerca del papel de los religiosos diferentes a los miembros de la jerarquía eclesiástica, sobre los intelectuales católicos y laicos militantes, sobre el sindicalismo y la Acción Católica, sobre las prácticas religiosas y la prensa católica⁴. El trabajo recién publicado de Gilberto Loaiza aborda en parte algunos de estos faltantes indicados⁵

    Un reciente balance historiográfico sobre la secularización en América Latina señala como una de las mayores limitaciones de los estudios sobre este tema es la tendencia de investigar de forma separada al Estado y a la Iglesia católica, Y cuando se indagan de manera conjunta, la gran dificultad es lograr contextualizar a las dos instituciones en el mismo universo político, social y cultural compartiendo la «normalidad» de una época⁶.

    Atendiendo a algunos aspectos de estos balances historiográficos, el interés de este trabajo es estudiar la relación del Estado colombiano y la Iglesia católica en un ámbito preciso, la asistencia social, que si bien se encuentra ubicada en las decisiones políticas del Estado dentro de un marco legal, su exploración nos muestra otro tipo de relación que se encuentra por fuera de las relaciones partidistas e incluso por fuera de las relaciones entre la jerarquía eclesiástica y los poderes políticos del Estado colombiano. Nos ha interesado reconstruir el proceso de surgimiento de ciertas formas de la asistencia social e indagar cómo se establecen y construyen las relaciones entre el Estado y la Iglesia católica desde 1870 hasta alrededor de 1960, acudiendo a enfoques que plantean modelos de relación complejos, que permiten avanzar más allá de las explicaciones habituales sobre el control social –un hecho que desde luego no se desconoce–, e indagando sobre la asistencia social como una práctica que para su comprensión exige avanzar en la calificación repetida de paternalismo, para caracterizar un tipo de acción social de gran impacto en toda la sociedad en un periodo determinado.

    La asistencia social la consideramos dentro de los dos grandes tipos de protección que, según el sociólogo Robert Castel, se pueden distinguir en los Estados modernos⁷. Las protecciones civiles que garantizan las libertades fundamentales y la seguridad de los bienes y de las personas en el marco de un Estado de derecho, y las protecciones sociales que cubren los principales riesgos capaces de entrañar una degradación de la situación de los individuos, como la enfermedad, el accidente, la vejez empobrecida, dado que las contingencias de la vida pueden culminar, en última instancia, en la decadencia social.

    En esta investigación nos centraremos en las protecciones sociales garantizadas por el Estado y que buscan poner al individuo a salvo de circunstancias imponderables que podrían degradar su existencia⁸. Ahora bien, la conformación del «Estado social» tiene tras de sí una larga evolución que en Europa cristaliza con la conformación del Estado de Bienestar después de la Segunda Guerra Mundial. En este proceso inicial de conformación del Estado social, el Estado no es una instancia independiente de las otras fuerzas sociales, sino la fuerza que debe introducir los cambios para que se conviertan en una reforma aceptada⁹. Las relaciones del Estado con las otras fuerzas sociales son complejas. Una de esas fuerzas es la Iglesia católica, por lo menos en países como Francia, España, Italia, Irlanda y los países latinoamericanos, dado que la Iglesia asumió responsabilidades de asistencia social acordadas con los Estados. Estas relaciones, sobre todo para el caso francés, han sido estudiadas, mostrando las complejidades del proceso¹⁰.

    En el proceso de la conformación del «Estado social» –o del componente «social» del Estado–, el concepto de asistencia social fue el orientador de las actividades a realizar. La asistencia social es entendida como un conjunto muy diversificado de prácticas que se inscriben en una estructura común, determinada por la existencia de ciertas categorías de población que carecen de lo necesario para vivir y aún para subsistir y por la necesidad de apoyarlas. La asistencia social en sentido amplio comprende ayuda material, pero también ayuda moral y espiritual a las personas más necesitadas. Son objetivos de la asistencia social la ayuda a individuos, familias, comunidades y grupos socialmente en desventaja y a quienes se dedican a labores de asistencia social se les asigna la misión de modificar o reformar determinados aspectos del sistema social y de contribuir a que las personas consigan adaptarse al mismo, en consonancia con sus aptitudes y con las normas y valores de dicho sistema, en una perspectiva que en general ha sido definida como de «control social»¹¹.

    La asistencia social generalmente se aborda de manera simplista y se la califica con mucha facilidad en forma peyorativa como «asistencialismo» y «paternalismo». Recientemente el sociólogo Richard Sennett ha presentado un análisis más complejo de la asistencia social, mostrando que si bien tiene innegables elementos de paternalismo, hay otros elementos que sería importante, al menos, interrogar de otra manera, explorando otras dimensiones que se establecen en los procesos de asistencia social, como los que tienen que ver con la atención personalizada¹².

    Aunque durante el periodo planteado como referente para la investigación encontramos diferentes gobiernos, tanto liberales como conservadores, y algunos importantes cambios en las políticas sociales, creemos que la asistencia pública como una parte del sistema de protección social mantuvo cierta homogeneidad en su modelo, desde 1870 hasta alrededor de 1960, momento en que se iniciarán reformas sustanciales en este campo. Es precisamente este aspecto de la asistencia social que forma parte del sistema de protección social el que queremos indagar, un campo en donde ha sido muy significativa la acción de la Iglesia católica¹³. El interés central es el estudio de la administración y la política alrededor del ámbito de la asistencia social, en donde el Estado colombiano estableció una relación con la Iglesia católica, sobre todo con congregaciones religiosas femeninas de vida activa.

    Sin embargo, tanto para Latinoamérica como para Colombia existen muy pocos trabajos sobre las congregaciones religiosas dedicadas a las actividades de la asistencia social. La mayoría de los textos sobre las órdenes religiosas han sido escritos por miembros de la orden, generalmente con el fin de guardar de manera piadosa la memoria de su comunidad o Congregación. Son pocos los textos escritos por estudiosos de las ciencias sociales con preparación suficiente para abordar los problemas con un enfoque que vaya más allá de la apología o de la polémica. De las congregaciones masculinas dedicadas a actividades de asistencia social tal vez la única que ha merecido más de una reflexión sería la de los Jesuitas. Sin embargo, las publicaciones al respecto se centran en otros aspectos de la vida de esa orden religiosa, por ejemplo lo relacionado con sus varias expulsiones de España y de algunos países de Latinoamérica y su capacidad de reorganización, su relación con las jerarquías eclesiásticas y su actividad misional, pero muy poco se ha precisado lo que tiene que ver con su actividad asistencial¹⁴.

    Recientemente se publicó un singular libro sobre una de las congregaciones masculinas que en América Latina se ha dedicado más a la asistencia social: la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios en México¹⁵. Calificamos este trabajo de «singular» porque la autora misma advierte que el resultado es más bien un «estudio modesto sobre un tema extraído de los limbos en los que tantas historias reposan, cuales sedimentos inertes, en espera de que algún hipotético investigador llegue a devolverles vida, estudio que no merece más que el título de apuntes que adorna su cubierta»¹⁶. Realmente la historiadora aborda esta investigación por solicitud de algunos religiosos de la Orden que querían conmemorar su cuarto siglo de actividad en México con una publicación de la historia de la Congregación. Solange Alberro, la autora que aceptó la solicitud, se vio en la tarea de reconstruir esta historia con una gran escasez de documentos, lo que se constata en la lectura del texto. El libro logra reconstruir tan sólo apartes aislados de los 400 años de la actividad de la Orden, principalmente en el periodo colonial, en México, algunos países de Centroamérica y del Caribe donde tuvo y aún tiene presencia –Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Cuba. Una actividad centrada en el cuidado de los hospitales y de los enfermos, tanto en sus males del cuerpo como del alma.

    Para Colombia, existen igualmente más investigaciones sobre las comunidades religiosas masculinas que sobre las femeninas¹⁷. Recientemente podemos mencionar la investigación sobre las congregaciones masculinas que entre 1850 y 1950 se encontraban en Antioquia, centrada sobre todo en las actividades de educación de los Hermanos Cristianos y en las órdenes que se dedicaron a las actividades misionales¹⁸.

    Sobre congregaciones femeninas a nivel latinoamericano existen algunas investigaciones sobre las órdenes de claustro en el periodo colonial. Los primeros trabajos los realizó Josefina Muriel en 1946¹⁹, seguidos por los de Asunción Lavrin, a finales de 1960, con varios artículos sobre los conventos mexicanos, que trataban no sólo sobre las aspiraciones espirituales de las religiosas, sino también sobre los roles económicos y sociales²⁰. Posteriormente Asunción Lavrin realizó la compilación Las mujeres en Latinoamérica, en donde recoge varios artículos que muestran el papel que jugaron las mujeres como realizadoras y no como individuos pasivos en la historia²¹. En esta compilación se incluyeron dos artículos referentes a las órdenes religiosas femeninas de claustro durante el periodo colonial: uno sobre la participación de las indígenas en el monasterio de Corpus Christi en ciudad de México, de Ann Miriam Gallagher R. S. M., y otro sobre las órdenes religiosas de claustro en Bahía, Brasil, de Susan A. Soeiro, que pone de presente la complejidad de la vida social y económica de los conventos, en donde además coexistían las monjas con mujeres que no lo eran.

    Hace poco varios trabajos han vuelto a indagar sobre las monjas. Kathryn Bruns publicó su trabajo sobre el primer convento fundado en Suramérica, Santa Clara de Cuzco, en donde mostró cómo las monjas a pesar de su enclaustramiento fueron agentes centrales de la vida urbana y financiera, a través de préstamos de dinero, manejo de propiedades, crianza de niñas y controlando las mujeres que «desviaban su camino» de la senda correcta²². Margaret Chowning, en su trabajo sobre un convento mexicano, muestra a través del estudio detallado de los conflictos internos del convento de Purísima Concepción de San Miguel de Allende, las transformaciones del rol de la mujer, concretado en un reclamo de mayor libertad y autonomía dentro de la llamada vida común, que se había impuesto como modelo en la vida de los claustros²³. Sol Serrano hizo la edición de los diarios de religiosas francesas de vida activa que viajaron a Chile como misioneras a mediados del siglo XIX, donde se alcanza a constatar lo que significa para estas religiosas la travesía a lugares desconocidos y su importancia en las labores de educación, la salud y la protección²⁴.

    Para Colombia, el primer acercamiento que conocemos sobre los claustros es el de Pilar Zuleta, quien se interesa, primero en las pinturas de las monjas difuntas del convento de Santa Clara de Bogotá, y luego sobre la propia vida conventual, describiendo los diferentes ámbitos del funcionamiento institucional²⁵. Recientemente el libro de Constanza Toquica nos presenta un estudio amplio y detallado sobre el mismo convento, partiendo del planteamiento de la plurifuncionalidad del mismo en la sociedad colonial, es decir, un espacio de escape y refugio para las mujeres de su único destino social: el espacio doméstico; una institución clave para la economía colonial facilitando créditos en los momentos que el dinero circulante escaseó, un lugar de instrucción, y además, de vida espiritual²⁶.

    Por otro lado, encontramos trabajos sobre las monjas beatas y su espiritualidad, basados más en estudios biográficos de monjas que trascendieron a través de su escritura. El clásico de estos trabajos sería el de Octavio Paz sobre Sor Juana Inés de la Cruz, en donde a través de la biografía de Sor Juana el autor logra adentrarse en el mundo social y económico de la Colonia, como también en el mundo del convento²⁷. Para Colombia se encuentra el trabajo sobre la Madre Castillo del convento de Santa Clara de Tunja, que hace especial énfasis en el ambiente propicio del convento para la escritura mística de las mujeres²⁸.

    Pero sobre las congregaciones femeninas dedicadas a la asistencia son casi inexistentes los trabajos de investigación. Para Colombia existe una publicación sobre las comunidades religiosas femeninas en Antioquia entre 1876 y 1940 que muestra que la mayoría de ellas se dedicó a las labores de asistencia y a la educación, y en donde se puede apreciar la primacía de las Hermanas de la Caridad de la Presentación en las actividades de asistencia. Se trata de un trabajo meritorio, pero aún pensado como un inventario inicial, aunque de utilidad²⁹. Y el trabajo de la Hermana María Cecilia Gaitán sobre los orígenes de la enfermería, que se centra en el caso de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, sería el único texto que, a pesar de ser realizado por una religiosa, apunta a un análisis mesurado que puede servir de base a nuevas investigaciones³⁰. Habría que mencionar que hay textos sobre las Hermanas de la Caridad de la Presentación escritos para las celebraciones conmemorativas, que dan alguna información sobre la Congregación; sin embargo la característica predominante es que son textos apologéticos.

    En general en los trabajos existentes se observa la relevancia económica, social y espiritual de los grandes conventos de la época colonial, por la importancia en las prácticas de crédito y el control sobre una cierta cantidad de propiedades urbanas, como también el control de los conventos en las estrategias hereditarias de las familias. Igualmente la trascendencia de los conventos y congregaciones en las prácticas religiosas, sus contribuciones a las procesiones y ceremonias y en general como foco de las manifestaciones espirituales femeninas. Cuando los conventos se volvieron más pequeños, más sencillos, menos poderosos económicamente y más aislados de la sociedad, han sido de menos interés para los historiadores, lo que ha impedido ver que después de su reforma, las órdenes religiosas femeninas no han hecho más que acrecentar su alcance, sobre todo en el terreno de la asistencia social y en la educación.

    Para los siglos XIX y XX no se encuentran estudios sobre las nuevas congregaciones religiosas femeninas dedicadas a la asistencia social y mucho menos sobre su relación con el Estado. A pesar de que con el Estado establecieron de manera constante un sinnúmero de contratos y acuerdos para la administración de las instituciones y para la realización de las actividades, lo que constituye a las órdenes religiosas femeninas en uno de los principales actores de la política y la práctica de asistencia social en América Latina y de manera muy particular en Colombia. Este hecho ubica a la investigación en un horizonte donde la pregunta general sobre la construcción de la política social en la historia moderna del país encuentre un punto esencial empírico de apoyo en el estudio de la actividad de asistencia social de la que ha sido una de las principales congregaciones católicas femeninas en el país.

    Por otro lado, conocemos que el Estado colombiano a finales del siglo XIX y principios del XX comenzó a diseñar y a poner en marcha políticas de asistencia social centradas en la ayuda institucional, adoptando la decisión de no participar en formas de ayuda domiciliaria, como otros Estados –Inglaterra y Estados Unidos– que sí lo habían hecho y lo hacían³¹. Aspecto característico resaltado por Lauchlin Currie, en el Informe de una Misión a Colombia auspiciado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo en 1950, para el caso colombiano:

    El sistema de beneficencia corresponde, generalmente, a lo que en los Estados Unidos se conoce como servicios de asistencia pública. La diferencia principal entre los dos, es que en Colombia casi la totalidad del presupuesto se dedica al mantenimiento y funcionamiento de varias instituciones, inclusive hospitales generales; mientras que en los Estados Unidos, una parte substancial del presupuesto se suministra en forma de dinero y provisiones para la ayuda individual o familiar y para la protección de niños fuera de las instituciones³².

    La ayuda institucional en Colombia se concentró en la creación y fortalecimiento de instituciones de salud y protección para la atención de los más necesitados. En la realización de las actividades de asistencia pública, particularmente en el manejo de ciertas instituciones como fueron hospitales, hospicios, asilos y orfanatos, las congregaciones religiosas católicas tuvieron un papel fundamental, como responsables de la administración y gestión de tales instituciones.

    En Latinoamérica la mayor parte de los análisis históricos que en principio se relacionarían con nuestra problemática y el periodo que nos interesa se han ocupado sobre todo en procesos de secularización y modernización de la asistencia a los pobres. En su conjunto casi todos los estudios han explorado los conflictos y acuerdos entre la Iglesia católica y las estrategias y programas de asistencia pública puestos en marcha por los Estados³³.

    En Colombia existen estudios recientes sobre la ayuda a los pobres. Algunos de éstos exploran los desarrollos regionales y locales, poniendo su atención sobre los pobres en medios urbanos³⁴. En estos estudios es posible observar que, si bien hay dinámicas regionales y locales diferenciadas, algunos aspectos de la ayuda a los pobres revistieron formas generales, cubriendo al conjunto de la «sociedad necesitada», en los finales del siglo XIX y principios del siglo XX, sobre todo en lo que tiene que ver con la aparición de cierto tipo de asociaciones especializadas en esta actividad –por ejemplo la Sociedad de San Vicente de Paúl–, la importancia dada a la propia tarea de asistencia, el interés de los gobiernos, de las elites y de grupos de nuevos profesionales en la política de ayuda a los pobres, y en cierta complementariedad entre la actividad estatal y privada en estos campos³⁵.

    Otras investigaciones se han detenido en el análisis de ciertas categorías específicas de pobres, como son los vagos y mendigos, o los artesanos y obreros de menores recursos económicos. Los estudios sobre vagos y mendigos enfatizan más en el control social que en los mecanismos de ayuda, y la mayor parte de ellos carece de descripciones sobre las características sociales o las formas de vida de los grupos que pretenden estudiar³⁶. Los estudios sobre los artesanos y los obreros en Colombia tienen ya una cierta tradición. Sin embargo, la mayoría de tales estudios concierne a su participación política más que a sus condiciones sociales y económicas, y mucho menos a su vinculación con mecanismos de ayuda para pobres³⁷, aunque algunos de estos trabajos presentan con alguna amplitud las características sociales y las ayudas que los obreros pudieron recibir, tal como aparece en algunas investigaciones que tienen como objeto los grupos subalternos de la ciudad de Medellín³⁸.

    Existen otras investigaciones que, si bien no tienen como objeto principal la ayuda a los pobres, resultan de interés para esta investigación. Sea el caso de algunas investigaciones sobre el desarrollo de la educación en Colombia que incluyen análisis de programas educativos relacionados con los niños pobres, y con grupos de obreros y trabajadores de servicios³⁹. Existen igualmente trabajos sobre la salud pública, las mejoras higiénicas y las condiciones de vida de los grupos populares en donde encontramos informaciones y análisis acerca de programas que lograron reducir, por ejemplo, la mortalidad infantil dentro de la población, o que muestran la existencia de proyectos de construcción de viviendas para los pobres, en los que la participación de médicos y de nuevos profesionales resultó vital⁴⁰.

    Todas estas investigaciones y trabajos muestran que en la segunda mitad del siglo XIX crece en la sociedad colombiana la preocupación sobre las condiciones de los pobres, en especial en las áreas urbanas, y que en la ayuda a los pobres se encuentran presentes tanto el Estado como muchos otros sectores de la sociedad. Sin embargo, no se presenta con detalle el proceso de consolidación de la asistencia social en el Estado colombiano, como tampoco lo encontramos en los trabajos de referencia clásica de historia política sobre el periodo indagado en este libro⁴¹. Recientemente han aparecido estudios que tienen como tema central de investigación la protección social y hay dos de ellos que tienen perspectivas históricas. Podemos mencionar los de Mario Hernández sobre el sector de la salud en Colombia, en donde se presenta el proceso de transformación del modelo del Estado en la atención en salud en la primera mitad del siglo XX, más centrado en las tensiones con los obreros, pero no se profundiza en la asistencia pública, a la que caracteriza como un modelo caritativo a cargo de la Iglesia católica⁴². Sin embargo admite que a pesar de las contradicciones con los gobiernos liberales, entre 1930 y 1946, la Iglesia y el Estado resultaron funcionalmente complementarios en la asistencia pública e igualmente señala que a pesar de los cambios en los gobiernos no hubo mayores variaciones en el ámbito de la asistencia pública. Los otros trabajos a que nos referimos son los realizados por el grupo de investigación protección social liderado por Oscar Rodríguez, en donde se encuentran reflexiones teóricas sobre los sistemas de protección social, estudios de caso de varios países, sobre todo latinoamericanos y acercamientos históricos para el caso colombiano. Sin embargo en los acercamientos históricos no se profundiza en la caracterización de la asistencia social, ni en la relación Iglesia católica y Estado colombiano en este ámbito⁴³.

    II

    La inspiración metodológicamente proviene del sociólogo francés Robert Castel, en torno al estudio del «Estado social». Alrededor del año 2000 formuló la siguiente pregunta: ¿cuáles son las responsabilidades del Estado, qué papel desempeña, con qué dificultades tropieza como garante de la cohesión social?, interrogante a través del cual buscaba abrirse paso en su reflexión sobre el «Estado social»⁴⁴.

    Al responder ofrece una definición y una opción metodológica. La definición provisional que da del «Estado social» es la de que se trata de una de las instancias susceptibles de intervenir para hacer frente a situaciones en las que son visibles los riesgos de desconexión, de ruptura del lazo social –definición de fuertes antecedentes en la sociología de Durkheim. En esta función de garante de la cohesión social,

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