TORRENTE DE DENUNCIAS DE PEDERASTIA LA IGLESIA ESPAÑOLA, EN EL BANQUILLO
MADRID.- Durante un vuelo a Chipre, el pasado 2 de diciembre, el Papa Francisco recibió un informe de 385 páginas con testimonios y pormenores de 251 casos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia española. Daniel Verdú, corresponsal de El País en Roma, le entregó ese primer informe de una investigación periodística que el diario inició en 2018.
Ese año, la directora de El País, Soledad Gallego, pidió a sus periodistas investigar los abusos cometidos por religiosos, tema del que poco se hablaba en España y que siempre se ocultaba tras los muros de la Iglesia Católica.
El Papa entregó el informe a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que atiende estos abusos. Luego el documento fue entregado al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, quien lo sometió a un tribunal eclesiástico.
Pero la repercusión que tuvo la publicación del informe y los testimonios y casos individuales, rebasaron los altos muros de la Iglesia, provocando que nuevas denuncias se hicieran públicas, que otros medios retomaran el tema y que se visibilizara el escándalo.
Uno de esos testimonios es el de Fernando García-Salmones, portavoz de la plataforma Infancia Robada, quien en entrevista con denuncia que “en
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos