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Siseos
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Libro electrónico299 páginas3 horas

Siseos

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Una mirada particular a los «siseos» del alma; esos ruidos perturbadores que nos tambalean los huesos y nos erizan la piel.

Siseos es una antología formada por trece textos que llevan como tema central los «temores del alma», precisando una diferencia clara entre el terror, acción que se siente en el cuerpo; el miedo, una acción que perturba la psicología; y el temor, que tiene que ver con un acto del espíritu, es decir: el temor nace aparejado con el enfrentamiento ante uno mismo.

El terror de estos textos es una mirada particular a los «siseos» del alma; esos ruidos perturbadores que nos tambalean los huesos y nos erizan la piel.

Los autores de Siseos somos un grupo de autores mexicanos enamorados del teatro y la dramaturgia:

Alejandro Licona, autor de más de 100 obras, ganador de premios en México y el extranjero, guionista, novelista y maestro.

Aileen Martínez es Doctora en Lingüística por el Colegio de México y escritora desde hace más de 15 años; ha ganado premios de teatro por sus obras El patético final del cuervo en su museo barroco y El Grillo.

Mariluz Suárez Herrera, es traductora y escritora; ha impartido talleres y conferencias, forma parte del Seminario de Cultura Náhuatl en la UNAM y es miembro de la Unión Latinoamericana de Escritores.

Halima Kherroubi Nouar es lingüista, profesora y escritora; ha publicado tanto narrativa como teatro.

Rosa Helena Ríos es escritora, guionista, dramaturga y actriz; ha dirigido y puesto en escena en diversos espacios teatrales y ha sido jurado en diversos concursos de teatro y cine.

Martha Leticia Martínez de León es Hermeneuta en libros Sagrados, maestra en Ciencias Bíblicas y Hebreo Antiguo y licenciada en Ciencias Religiosas. Es conferencista a nivel nacional e internacional y catedrática.

Y Rosa Elena Velasco Ortiz es periodista y escritora, ganadora de premios de guion de largometrajes y dramaturgia y asesora en Laboratorios de cine. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y cine.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento24 abr 2017
ISBN9788491129134
Siseos
Autor

Siete actores mexicanos

Alejandro Licona, autor de más de 100 obras, ganador de premios en México y el extranjero, guionista, novelista y maestro. Aileen Martínez es Doctora en Lingüística por el Colegio de México y escritora desde hace más de 15 años; ha ganado premios de teatro por sus obras El patético final del cuervo en su museo barroco y El Grillo. Mariluz Suárez Herrera, es traductora y escritora; ha impartido talleres y conferencias, forma parte del Seminario de Cultura Náhuatl en la UNAM y es miembro de la Unión Latinoamericana de Escritores. Halima Kherroubi Nouar es lingüista, profesora y escritora; ha publicado tanto narrativa como teatro. Rosa Helena Ríos es escritora, guionista, dramaturga y actriz; ha dirigido y puesto en escena en diversos espacios teatrales y ha sido jurado en diversos concursos de teatro y cine. Martha Leticia Martínez de León es Hermeneuta en libros Sagrados, maestra en Ciencias Bíblicas y Hebreo Antiguo y licenciada en Ciencias Religiosas. Es conferencista a nivel nacional e internacional y catedrática. Y Rosa Elena Velasco Ortiz es periodista y escritora, ganadora de premios de guion de largometrajes y dramaturgia y asesora en Laboratorios de cine. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y cine.

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    Siseos - Siete actores mexicanos

    Siseos

    filigrana

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Título

    Primera edición: marzo 2017

    ISBN: 9788491127895

    ISBN e-book: 9788491129134

    © del texto

    Rosa Elena Velasco Ortiz

    Alejandro Licona

    Mariluz Suárez Herrera

    Halima Kherroubi Nouar

    Rosa Helena Ríos

    Martha Leticia Martínez de León

    Aileen Martínez

    © de esta edición

    , 2017

    www.megustaescribirlibros.com

    info@ megustaescribirlibros.com

    Impreso en España – Printed in Spain

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@megustaescribirlibros.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    Siseos

    PRÓLOGO

    El Ser Humano no es más que el murmurar del tiempo

    ¿Quién ha dicho que lo que vemos con los ojos abiertos no está desnaturalizado y que, por el contrario, esta de aquí no es la verdadera imagen de las cosas? - Aminoró el paso ante una puerta. - ¿No has oído a los viejos murmurar: «Ah, la vida no es más que un sueño»?

    Ismaíl Kadaré

    El vocablo teatro deriva del griego theátron, que significa lugar para contemplar, y encuentra su experiencia de vida en la actuación, donde las historias trazadas por los dramaturgos se personifican, pero, ¿quiénes son los dramaturgos?, dramatourgós, es una palabra griega dividida en drama, y ergon, tarea, por lo cual, dramaturgo, es un escritor que tiene como tarea, propiamente, tejer el drama. Trazarlo.

    El teatro más allá de un espacio donde se represente lo escrito, tiene su historia dentro del Cronos humano. Cada día, nos vestimos para representar un personaje dentro del mundo y caminamos entre la farsa, la pieza, el melodrama, la tragedia, la comedia, el monólogo, para así llegar a nuestro hogar físico o interior, soltando el recorrido diario en el tan anhelado soliloquio, donde el alma entabla un diálogo con el espíritu, las emociones y la razón. Es así como el teatro del mundo nace en el yo, a partir de un breve Siseo, tal como lleva por nombre esta antología de teatro realizada por seis dramaturgas Rosa Elena Velasco, Halima Kherroubi, Mariluz Suárez, Rosa Helena Ríos, Aileen Martínez Ortega, Martha Leticia Martínez de León y uno de los maestros de la dramaturgia, Alejandro Licona.

    Esta antología formada por trece textos lleva como tema central los temores del alma, precisando una diferencia clara entre el terror, acción que se siente en el cuerpo; el miedo, una acción que perturba la psicología; y el temor, que tiene que ver con un acto del espíritu, es decir: el temor nace aparejado con el enfrentamiento ante uno mismo.

    Francisco de Quevedo escribió, El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar, y esto es esencial dentro de las obras que estos dramaturgos muestran a través de diversos géneros literarios y sobre todo a través de su personalidad, la cual lleva a preguntarnos si realmente debemos temer a lo narrado en los textos, o temer a la esencia de quien escribe, esa esencia que nos hace percibir la diversidad de formas y sentimiento con la cual se capta la realidad, aunque la pregunta concreta debiera ser si no es realmente a nosotros mismos a quienes debemos temer al percibir como temor del alma lo que quizá es una simple experiencia. De hecho, aquí se origina la esencia que da sentido a la perturbación, saber que el temor nace de una maltrecha realidad.

    Aileen Martínez, en su texto Y eso cómo te hace sentir, deshoja entre palabras la violencia, la muerte, la violación, y hace sentir la impotencia humana ante el poder y el abandono, nos pone frente a todo ese mundo corrompido por los propios actos, uno que sostiene a una humanidad podrida donde el otro se convierte en un estorbo y ya no importan las emociones, la razón ni la fe; donde la compañía es necesaria para ser pisoteada. Los personajes de esta obra son seres vacíos, tanto que caemos en su abismo y de alguna manera nos encontramos reflejados.

    Rosa Helena Ríos muestra en esta antología tres obras: Sin retorno, Nomás pasaba y Frijoles. En la primera, la relación entre madre e hija perturba al sacarnos del sentimiento común que se nos inculca, donde el amor de una hija a su madre debe ser incondicional. El diálogo entre estos dos personajes hace percibir que el amor no tiene relación con la sangre sino con la aceptación del otro, acto que si no sucede se convierte en el más terrorífico infierno. Mientras que en su obra Nomás pasaba, la autora afirma que los fantasmas interiores adquieren siempre más presencia en la vida cotidiana que la propia humanidad. En Frijoles, la soledad dialoga con el rededor. Se muestra perdida.

    Martha Leticia Martínez de León entrega tres monólogos, Ol Habibin (Oh amado), Gulkada (lugar de flores), y Tusbihu ´ala Khayr (Buenas noches); en el primero narra el horror de la guerra entre dos pueblos hermanos, el pueblo judío y el musulmán a través de una relación de amor. El segundo texto nos acerca a ese Silencio (sustancia preferida también en otros ámbitos por la pluma de esta autora) donde el alma dialoga con el cuerpo. En el tercero, Tusbihu ´ala Khayr, estamos ante el miedo y la soledad que surge sólo en las noches, cuando el ser humano se encuentra completamente vulnerable y sin la protección que brindan el otro y el ruido cotidiano.

    Mariluz Suárez en sus obras Tiempo de rémora habla de dos tipos de soledades, la que se siente al no tener a alguien físico alrededor y la que se vive cuando se está en compañía y en Animales de hermosa piel muestra la diversidad de la muerte.

    Rosa Elena Velasco, con sus textos Cabeza hueca y Moléculas de Ruido, nos introduce al miedo que se esconde en la soledad y que al contrario del temor, surge en compañía, cuando la conversación opaca el silencio externo haciendo de ese momento el mayor temor y donde de alguna manera todos alguna vez hemos preguntado ¿qué hacer cuando es imposible deshacerse del ruido?

    Halima Kherroubi en Cielo verde, crea una atmósfera donde la sinestesia surge a través de las preguntas interiores. Así, conforme vamos leyendo, sus palabras se convierten en una suerte de escalera que nos lleva directamente hacia lo que regularmente anhelamos dejar de ser.

    Alejandro Licona con su obra Muchacha imperfecta busca, trata de relatarnos la locura, pretendiendo llevarnos por un laberinto en el que el tiempo puede volverse locura para quien no lo toma en cuenta y alucinación para quien se enfrasca en los detalles.

    Así, las obras reunidas en esta antología nos recuerdan, desde la perspectiva de los autores, que el cuerpo es sólo un espectador y nuestros pensamientos bien pueden ser esos siseos que perturban, pues provienen de un lugar desconocido. De hecho, pienso que quizá sea eso lo que más perturba: saber que existen diversas ventanas en nuestro interior por donde dichos siseos se introducen.

    Por más que cerremos esas ventanas y procuremos alejar el ruido angustioso, quizá nunca podremos saber si ellos aún viven en nuestro interior. Quizá al morir, la paz encontrada tenga que ver con que, finalmente, lograremos acallar esos persistentes Siseos.

    Eduardo Limón

    ¿Y ESO CÓMO TE HACE SENTIR?

    Aileen Martínez

    Personajes

    Alejandra Pesqueira, de 10, 17 y 25 años.

    Dr. Timoteo Buenrostro, de 40 años, su psiquiatra.

    Lic. Verónica Saldaña, de 60 años, su jefa.

    César Castañeda, de 19 y 27 años, su exmarido.

    Chabela de la Garza, de 60 y 85 años, su abuela.

    LA SOMBRA, ser asexuado y atemporal ataviado de negro de pies a cabeza, su rostro también es negro y lo único que se le ve es la boca, de labios rojos y dientes afilados. Su voz es áspera, ronca. Ninguno de los personajes reaccionará ante los diálogos y acciones de LA SOMBRA, a menos que se indique.

    Invitados, edades varias, vestidos de gala. Un par de invitados serán los padres de ALEJANDRA.

    MAURICIO Alcocer, judicial y espectador de 45 años.

    El escenario estará divido en dos planos. El primer plano estará en la orilla derecha del proscenio. Es un consultorio psiquiátrico con un par de sillones uno de ellos reclinable, allí se sientan los pacientes a desahogar sus cuitas. Al fondo del consultorio hay un closet.

    El resto del escenario es el segundo plano, que variará según la escena. Los títulos de cada escena serán proyectados en ciclorama al inicio de las mismas.

    Escena primera

    La jefa hijaeputa

    El primer plano está a oscuras. No obstante, se nota que el Dr. TIMOTEO Buenrostro está sentado en su sillón tomando notas en una tableta electrónica que le ilumina el rostro. El segundo plano está iluminado. Es una oficina con un escritorio y una silla ejecutiva detrás del escritorio y un par de sillas convencionales al frente. El escritorio tiene varios papeles, cuadernos y libros, una laptop y una emblemática balanza de derecho decorativa, la cual está desbalanceada hacia uno de sus lados. La licenciada VERÓNICA Saldaña está sentada detrás del escritorio en la silla ejecutiva. VERÓNICA revisa simultáneamente un libro y un cuaderno de notas. En una orilla del escritorio está ALEJANDRA, tomando notas en la computadora. ALEJANDRA tiene sobre el escritorio un tetrapack de leche con un popote del que bebe constantemente. En un rincón en ciclorama está LA SOMBRA, atenta e inmóvil. LA SOMBRA muy paulatina e imperceptiblemente, se irá acercando a ALEJANDRA, hasta quedar atrás de ella.

    VERÓNICA: El señor Juan José Alcocer Domínguez, de 24 años de edad, iba con su hermano MAURICIO Alcocer Domínguez. Ambos circulaban en la motocicleta propiedad de mi cliente, por Doctor Vértiz, a la altura del Viaducto. Vio a la mujer, Karla Mata, de 20 años, su novia…

    ALEJANDRA: La parte acusada declara que no había visto en su vida a ninguno de los dos hermanos Alcocer (Da un traguito a su leche).

    MAURICIO, el espectador, hace una trompetilla.

    VERÓNICA: (con enfado) No me interrumpas. El señor Alcocer refiere que su hermano y la acusada tenían dos años de noviazgo. Mi cliente declara que la señorita Mata subió por su propia voluntad a la moto, porque ella y su hermano se habían quedado de ver en el punto mencionado.

    ALEJANDRA: En la declaración de Karla Mata la acusada denuncia que la amenazaron con una navaja.

    MAURICIO, el espectador, abuchea.

    VERÓNICA: No me interrumpas. Karla Mata por su propia voluntad ingresó al Hotel Senador, ubicado en Doctor Erazo número treinta y tres, junto con Juan José Alcocer, hermano de nuestro cliente, Mauricio Alcocer, quien los dejó allí y regresó a su domicilio en la calle de Doctor Martínez del Río número sesenta y tres, en la colonia Doctores. A ese domicilio llegó el señor Juan José Alcocer con seis puñaladas en la zona abdominal y una tajada en el cuello.

    ALEJANDRA: ¿A qué hora?

    VERÓNICA: (molesta) A las seis de la tarde. No me interrumpas.

    ALEJANDRA: La acusada fue encontrada a las 16:25 en una farmacia de la zona, eso puede resultar relevante. Además estaba desnuda y con evidentes rastros de violación y contusiones múltiples (Da otro traguito a su leche).

    MAURICIO, el espectador, estornuda diciendo zorra.

    VERÓNICA: ¿De qué lado estás tú? Nuestro cliente es el señor Alcocer.

    ALEJANDRA se encoge los hombros, da un sorbo a su leche y prosigue escribiendo en la laptop.

    VERÓNICA: Nuestro cliente, el señor Mauricio Alcocer, llamó por teléfono a una ambulancia, pero cuando la unidad llegó, su hermano ya había fallecido. El señor Mauricio Alcocer acude a las oficinas del Ministerio Público en la delegación Cuauhtémoc, donde levanta la acusación en contra de Karla Mata por asesinato en primer grado con premeditación, alevosía y ventaja y con lujo de violencia. El móvil del asesinato es evidentemente pasional.

    ALEJANDRA: (con un dejo de incredulidad) ¡Pobre mujer! (Da un traguito más a su leche).

    VERÓNICA: ¿Pobre? ¡Es una asesina!

    ALEJANDRA: Viéndolo desde la perspectiva de la señora Karla Mata, se puede alegar legítima defensa. ¿Qué tal que el señor Alcocer en realidad fuera un secuestrador?

    VERÓNICA: Si tal fuera el caso, sería de todos modos violencia excesiva… De hecho, eso es un agravante más en contra de la presunta homicida Karla Mata.

    ALEJANDRA: Este es un típico caso de dos versiones totalmente distintas. Según leí tanto la declaración de Karla Mata como algunas notas periodísticas en apoyo a ella, la señorita Mata podría ser la víctima de secuestro y violación.

    VERÓNICA: Karla Mata es una vulgar prostituta. En cambio nuestro cliente es un ciudadano respetable.

    ALEJANDRA: ¿Ah sí, a qué se dedica? (Da otro traguito a su leche).

    VERÓNICA: Es judicial.

    LA SOMBRA, que ya ha llegado a la espalda de ALEJANDRA, la toma de los hombros y la sacude.

    LA SOMBRA: ¡Díselo! Esta pinche vieja está defendiendo de nuevo a un hijo de puta y va a refundir en la cárcel a una inocente que se supo defender. Cómo chingados un cabrón judicial puede ser un ciudadano respetable en este país corrupto de mierda. ¡Díselo! ¡No te quedes callada!

    ALEJANDRA mira con odio a VERÓNICA, quien no se da cuenta pues sigue estudiando los documentos y el libro. ALEJANDRA tiene una crisis silenciosa. Jadea, se tensa, parece que se va a levantar de la silla y se va abalanzar sobre VERÓNICA. LA SOMBRA reacciona de la misma manera que ALEJANDRA. En el rostro de ALEJANDRA la ira se trasmuta a terror. Luego de un suspiro, ALEJANDRA se derrumba discretamente en su silla. ALEJANDRA da un sorbo largo a su leche. LA SOMBRA tumba la balanza al suelo con furia. Luego retrocede y se retira a su rincón inicial.

    ALEJANDRA: (con voz queda pero llena de dolor) ¡Pobre mujer!

    VERÓNICA: (sin prestar atención) Necesito que vengas mañana porque viene Alcocer con sus testigos para que les tomes sus datos y su testimonio.

    ALEJANDRA: Pero es domingo.

    VERÓNICA: Este es un trabajo de tiempo completo.

    ALEJANDRA: Te había comentado que es mi cumpleaños.

    VERÓNICA: ¡Por favor! ¡No seas infantil! Vienes mañana, que para eso te pago.

    ALEJANDRA: Okey.

    El primer plano se oscurece. Sólo queda una tenue luz cenital sobre ALEJANDRA, quien se levanta y camina derrotada hacia la parte trasera del clóset del consultorio. La luz cenital se extingue.

    Escena segunda

    Consultorio, primer round

    Se ilumina el consultorio, donde el doctor TIMOTEO Buenrostro continúa escribiendo notas en su tableta electrónica.

    TIMOTEO: ¿Alejandra?

    Silencio. TIMOTEO deja su tableta sobre la mesa.

    TIMOTEO: ¿Alejandra, estás bien?

    TIMOTEO se levanta y abre la puerta del closet. Allí se encuentra ALEJANDRA sentada, abrazando sus rodillas, meditabunda.

    ALEJANDRA voltea a ver a su psiquiatra y asiente. TIMOTEO le tiende la mano. ALEJANDRA acepta la mano y se levanta lentamente. ALEJANDRA se sienta en el sillón reclinable, en cuyo respaldo pende su bolsa de mano. TIMOTEO regresa a su sillón y a su tableta.

    TIMOTEO: Me llama la atención tu compulsión por tomar leche…

    ALEJANDRA: Aaah… (Insegura, evasiva) Es por la gastritis.

    TIMOTEO: (incrédulo) Mmmm… ¿Quieres seguir compartiendo tu experiencia conmigo?

    ALEJANDRA: (suspira) Sin que mi jefa se enterara investigué a los hermanos

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