Monsiváis (una N. de la R.)
“Ya que no tuve niñez, déjenme tener currículum”, escribe Carlos Monsiváis, una vez que, en su evocación de 1943, emigra con su familia de La Merced a la colonia Portales en busca del prometido Templo presbiteriano. Instalado en la soledad de la minoría que ve en Juan Diego al primer fan del , reconoce que su familia es como cualquier otra: Edipo es el gentil griego que mantiene unida a la familia mexicana. En los libros bíblicos, en los cómics y en el voyerismo del California Dancing Club adquiere por igual la devoción como memorización sonora y el estremecimiento espiritual del ruego: “Otros tres de pollo, por favor”. La tragedia griega la lee como novela policiaca, antes de que cundan las telenovelas. Sin aliento para competir en la natación de la Y (Guay) contra Alberto Isaac, decide experimentar la Ciudad de México como se vive una descripción y a las descripciones como todo lo
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