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Los fondos buitres, capitalismo depredador: Negocios y litigios financieros: de Argentina a Grecia
Los fondos buitres, capitalismo depredador: Negocios y litigios financieros: de Argentina a Grecia
Los fondos buitres, capitalismo depredador: Negocios y litigios financieros: de Argentina a Grecia
Libro electrónico435 páginas7 horas

Los fondos buitres, capitalismo depredador: Negocios y litigios financieros: de Argentina a Grecia

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Tras la gran crisis, los recortes y las políticas de austeridad, así como la devaluación interna de activos físicos y financieros en países de la Eurozona como Irlanda o España, han atraído a los fondos buitre, que hacen pingües negocios con paquetes inmobiliarios de bancos, de la Sareb o hasta con las viviendas sociales. Y, sobre todo, aplican su larga experiencia en la especulación con la deuda pública de los países donde se imponen sobre su soberanía nacional.

Es el capitalismo depredador que se encarna en un tipo de fondos inversores de los que se habla cada vez más pero que apenas se conocen. El experto analista en asuntos político-financieros Juan Hdez. Vigueras, autor, entre otros libros, de El casino que nos gobierna, desgrana en este libro lo que son estos fondos de inversión especializados en expoliar las economías agobiadas por el endeudamiento exterior. Mediante la compra de grandes carteras de deuda con problemas de cobro, buscan obtener la máxima rentabilidad mediante litigios o forzando sin escrúpulos las situaciones del deudor.

Este libro nos descubre cómo desde Argentina hasta Grecia, pasando por los países pobres muy endeudados (PPME), particularmente africanos, los litigios y la presión legal de los fondos buitre son un ingrediente estándar de las crisis de los países sobreendeudados. Y nos revela y denuncia el peso de estos grupos financieros sobre el orden jurídico sesgado que rige el endeudamiento externo de los países, sobre el que recientemente la Asamblea General de la ONU pedía una regulación multilateral.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 nov 2016
ISBN9788494634314
Los fondos buitres, capitalismo depredador: Negocios y litigios financieros: de Argentina a Grecia

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    Los fondos buitres, capitalismo depredador - Juan Hdez. Vigueras

    © Juan Hdez. Vigueras, 2015

    © Clave Intelectual, S.L., 2015

    Paseo de la Castellana 13 - 5.º 28046 Madrid - España

    Tel. (34) 91 781 47 99

    editorial@claveintelectual.com

    www.claveintelectual.com

    Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento sin el permiso escrito de la editorial.

    ISBN: 978-84-945281-9-4

    Diseño de cubierta: Lucía Bajos

    Índice

    Portadilla

    Créditos

    Índice

    Cita

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1. LOS FONDOS BUITRE Y EL NEGOCIO DE LA DEUDA SOBERANA

    Fondos buitre y fondos inversores en deuda deprimida

    La especulación de los fondos de inversiones en deuda en apuros

    El desarrollo de los fondos buitre en acción

    El mercado secundario de la deuda soberana, una innovación de Wall Street

    Los préstamos bancarios se convirtieron en bonos soberanos

    Financiarización y repercusiones sistémicas: oferta y demanda

    Dependencia de los mercados financieros y endeudamiento

    El mercado interconectado de los CDS: la prima de riesgo

    Reestructuración de la deuda soberana y fondos buitre

    ¿Reestructurar o no reestructurar?

    El oportunismo de los fondos buitre

    Los CDS, un negocio adicional

    Los litigios de acreedores discrepantes

    La búsqueda de rentabilidad mediante litigios

    Nueva York y Londres, centros financieros y de litigios internacionales

    Rasgos básicos de los pleitos promovidos por los fondos buitre

    La litigiosidad contra Estados deudores, una cuestión política actual

    CAPÍTULO 2. LA DEUDA LATINOAMERICANA, NEGOCIO DE FONDOS BUITRE

    La crisis de la deuda latinoamericana, una oportunidad para Wall Street

    El Plan Brady para salvar los bancos estadounidenses

    Las deudas soberanas, valores bursátiles

    Todo un plan de reformas económicas y políticas

    Financiarización y fondos buitre

    El declive histórico de la inmunidad soberana vía litigios

    El abandono del principio de cortesía internacional: Costa Rica

    La deuda soberana es actividad comercial de los Estados: Argentina

    La litigiosidad como negocio financiero: los Dart contra Brasil

    La familia Dart de Florida

    Con qué deuda que me quedo

    Brasil se defiende de los Dart

    CIBC Bank and Trust Co. (Cayman) Ltd. versus Banco Central do Brasil

    Perú, una presa de los fondos buitre

    Endeudamiento y reestructuración de deudas: el Plan Brady

    El caso Pravin Banker Associates versus Perú

    Elliot Associates inicia una nueva línea de negocio financiero

    Paul Singer y su equipo de depredadores financieros

    Paul Singer, un personaje de la plutocracia estadounidense

    Depredadores profesionales asociados con Elliot

    De Water Street Bank a Red Mountain Finance Company

    La estrategia de negocio de un fondo buitre

    Demandas contra Panamá

    «Perú pagará íntegramente o será demandado»

    El abandono de la doctrina Champerty

    El actual entorno de la litigiosidad financiera: a la caza de activos

    Litigios de Paul Singer para embargar activos peruanos

    Los intentos de embargo de activos de Ecuador

    El acoso de Nicaragua por el fondo LNC Investments

    NLC Investment versus República de Nicaragua

    El bloqueo de los flujos de pagos internacionales

    La defensa de los activos de los bancos centrales

    CAPÍTULO 3. ARGENTINA AFRONTA EL ACOSO DE LOS FONDOS BUITRE

    El endeudamiento infinito de la etapa neoliberal y del Plan Brady

    Por qué Argentina se declaró en suspensión de pagos en 2001

    La influencia de los factores externos

    La crisis económica e institucional: el corralito

    ¿Deuda ilegítima?

    La complicada reestructuración de 2005 y de 2010

    El problema de los «holdouts»

    Las políticas del FMI y el reembolso de sus créditos

    Los fondos buitre de Paul Singer y Kenneth Dart

    La Elliot Management Corporation de Paul Singer

    El fondo buitre NML Capital Limited

    Los fondos Dart Management y EM Limited

    Kenneth Dart, apátrida voluntario

    El error estratégico de Argentina

    Por qué Argentina acusa a los fondos buitre

    El liderazgo de Paul Singer

    Especuladores con influencia política

    Beneficios sin contrapartidas

    Efectos dañinos para el país

    La agencia ATFA y el lobismo entre los legisladores

    Una agencia profesional de lobby

    Campañas de opinión y de presión internacional

    Los fondos buitre actúan en las cámaras legislativas de los EE.UU.

    Proyectos de ley contra Argentina en el Congreso estadounidense

    Proyectos de ley contra Argentina en la Legislatura del Estado de Nueva York

    Presión internacional: el secuestro de la fragata Libertad y los embargos

    La fragata Libertad, secuestrada por los fondos buitre

    Las batallas de los embargos

    Demandas de arbitraje

    De la sentencia del juez Griesa al «default selectivo o restrictivo»

    Decisiones judiciales antisistema

    La interpretación novedosa de la cláusula pari passu

    Una sentencia de imposible cumplimiento

    Repercusión en el sistema financiero

    Una decisión judicial más que polémica

    Los problemas político-financieros provocados

    La difícil posición del Banco de NY Mellon y la inquietud del mundo financiero

    El apoyo político de la OEA para Argentina y del IIIF para la negociación

    Las respuestas del Gobierno argentino

    El negocio con los CDS soberanos argentinos

    La decisión adoptada por la ISDA

    La intervención desde Argentina

    CAPÍTULO 4. ÁFRICA, PRESA DE LOS BUITRES FINANCIEROS

    La explotación financiera de la pobreza africana

    Las políticas de liberalización y desregulación en África

    Las ayudas internacionales contra la pobreza: los PPME

    El mercado secundario de deuda soberana africana

    Las ayudas internacionales contra la pobreza: los PPME

    El mercado secundario de deuda soberana africana

    El extraño comercio de las deudas de Liberia

    Los efectos devastadores de los litigios internacionales

    Cuatro fondos buitre sobre Camerún

    Elliot Associates y la corrupción del Congo-Brazaville

    Los fondos buitre sobre la cleptocracia del Congo-Kinshasa

    Los fondos Themis y Des Moines

    El fondo FG Hemisphere de Peter Grossman

    La autoimagen del depredador financiero Peter Grossman

    Cómo Peter Grossman «combatió» la corrupción en Zaire

    Los sucesivos intentos de embargo

    El fondo Red Mountain Finance y otros buitres

    El escándalo de Zambia llegó al G-8

    La repercusión internacional

    CAPÍTULO 5. LOS FONDOS BUITRE REBUSCAN BENEFICIOS EN LA CRISIS EUROPEA

    Fondos buitre también sobre Europa

    Por qué a los fondos buitre les atrae la deuda en apuros

    Los fondos especializados ojean la deuda europea

    Objetivos: los bancos, las grandes empresas y la deuda soberana

    Los fondos buitre rentabilizan las deudas de Grecia Y Chipre

    El endeudamiento público griego tuvo otros responsables

    La deuda griega devaluada, oportunidad para buitres financieros

    La reestructuración de la deuda, gran negocio para la gran banca

    Los tratados bilaterales de inversiones, fuente de ganancias privadas

    Especuladores a cuenta de un país en bancarrota: Pôstovà

    Los fondos buitre Dart Management y Elliot Associates

    La crisis de Chipre de rebote de la reestructuración griega

    El Laiki Bank: el grupo financiero Marfin contra el gobierno chipriota

    Demandas actuales: sólo la punta del iceberg

    La Banca financiera-especulativa socializa las pérdidas

    Irlanda: el fondo Fir Tree se lucró con el Anglo Irish Bank

    La nacionalización y venta del Anglo Irish Bank

    La venta del banco nacionalizado

    La venta del banco nacionalizado

    El negocio del fondo buitre Fir Tree Partners

    El fondo Fir Tree Fund hizo caja con los bonos del Anglo Irish Bank

    Los negocios de los fondos buitre en España

    Elliot Management y otros fondos buitre de rebajas por España

    El negocio de las viviendas sociales protegidas

    Los activos seleccionados de la SAREB

    Bancos y plataformas inmobiliarias

    Los fondos especulativos se posicionan en el mercado inmobiliario

    Los litigios internacionales por las energías renovables

    De la especulación a los pleitos de los inversores

    Los inversores demandantes

    La factura la pagarán los contribuyentes españoles

    CAPÍTULO 6. MEDIDAS PREVENTIVAS Y REGULACIÓN MULTILATERAL CONTRA LOS FONDOS BUITRE

    Las iniciativas legislativas contra los fondos buitre

    El proyecto de ley francés ignorado

    La ley belga contra los fondos buitre

    El desinterés del Congreso de EE.UU. por la regulación

    La ley británica de 2010 y 2011 sobre reducción de la deuda

    Medidas contractuales preventivas contra los fondos buitre

    La interpretación polémica de la cláusula pari passu

    Las dos interpretaciones de la cláusula pari passu

    Las recomendaciones del FMI

    Las cláusulas pari passu, instrumento de los fondos buitre

    Reestructuraciones vinculantes: las cláusulas de acción colectiva (CAC)

    No son la panacea para la reestructuración de la deuda soberana

    Acreedores discrepantes, oportunistas y fondos buitre

    ¿Serán eficaces las Euro-CAC para prevenir litigios de acreedores?

    La regulación multilateral pendiente

    El fallido proyecto de reestructuración de la deuda soberana

    La ONU aboga por la regulación multilateral de las quiebras de Estados

    Hacia un verdadero régimen de reestructuración de la deuda

    La ONU asume el problema y la solución impulsada por los países deudores

    Notas

    «Tengo la esperanza de que la política pueda recuperar la primacía sobre la economía y la ética sobre ambas,

    y a través de foros continentales

    y mundiales encontrar respuestas para atender la explosión demográfica, la carestía de recursos, el deterioro ambiental (que ha llevado al cambio climático),

    la pobreza, la violencia y las migraciones, mediante acuerdos para:

    1) Crear un ordenamiento internacional de competencia que garantice la seguridad jurídica

    y un ordenamiento político gobernable.

    2) Vincular los flujos financieros internacionales a objetivos económicos reales de crecimiento

    y ocupación y no de especulación….»

    HANS KÜNG, sacerdote suizo católico y teólogo,

    Ética mundial en América Latina (2008)

    INTRODUCCIÓN

    «Tan grande era la maldad de señores ricos y poderosos que compraban reclamaciones de deudas y que por intermedio de sus altas e influyentes posiciones, infundían temor en los tribunales y con ello garantizaban sentencias injustas y sin fundamento, que se hizo necesario, tempranamente en Inglaterra, promulgar leyes para impedir tales prácticas».

    Con esta cita de un caso judicial ocurrido en el siglo XVI, el juez Sweet de Nueva York apoyaba su fallo en la sentencia del caso Elliot Associates contra Perú, denegándole a este fondo buitre la petición de que le reembolsaran por su valor íntegro los bonos soberanos adquiridos con descuento; luego, este fallo fue anulado por el tribunal de apelación. Sin embargo, recientemente en el caso del fondo NML Capital frente a Argentina, la decisión del juez federal de Nueva York ratificada por el Tribunal Supremo, concedía a este otro fondo buitre estadounidense un beneficio del 1.600 por ciento sobre la inversión que hizo en devaluados bonos viejos de Argentina y que se había negado a canjear en años anteriores.

    Desde que la política de los EE.UU., siguiendo los dictados de Wall Street, convirtió los préstamos de los bancos a los Estados en productos financieros comercializables, las entidades de financieros pocos escrupulosos encontraron una línea de negocio en el endeudamiento de los países en desarrollo, aprovechando la compra de deuda soberana con descuento para reclamar ante los tribunales el cobro del valor nominal íntegro, aunque el país se quedara sin recursos económicos para atender las necesidades básicas de sus gentes.

    Esta es la actividad que ha caracterizado a los fondos dedicados a ese negocio y les ha valido el apelativo de buitre. Y desde los años noventa, a medida que el Estado se vio privado de la inmunidad jurídica histórica ante tribunales extranjeros, se han sucedido los litigios internacionales promovidos por los fondos de inversión especulativa contra países endeudados de América Latina y de África, con la pretensión de conseguir ante los tribunales la rentabilidad que los mercados no les daban (capítulos 2 y 4). El problema es que, como demuestran recientes investigaciones, se ha producido un importante crecimiento de los litigios promovidos por estos fondos en la década de 2000.

    Argentina es el caso paradigmático, porque desde su salida del pozo de endeudamiento en que le dejó la cruenta dictadura militar, sigue afrontando desde hace más de trece años el acoso de un potente grupo de fondos buitre que, además de plantear continuos litigios, dispone de una agencia de lobby propia para, entre otras cosas, degradar internacionalmente la imagen del país del Cono Sur (capítulo 3). Y este caso inacabable ha demostrado cuán vulnerables son los países que toman decisiones soberanas para afrontar una crisis grave de la deuda; porque la sentencia de los tribunales estadounidenses a favor de estos fondos y contra Argentina, como admitía recientemente el FMI, «podría tener consecuencias generalizadas para futuras reestructuraciones de deuda soberana mediante el aumento de influencia de los acreedores discrepantes».

    Este es uno de los problemas que preocupan en Europa ante la posibilidad de reestructuraciones de la deuda soberana.

    Porque, además, la estrategia depredadora de estos fondos calificados como buitres, se ha generalizado actualmente con la expansión de los mercados de deuda en las economías europeas más vulnerables. En especial, los casos de Grecia, Chipre o España, muestran que los gobiernos están siendo demandados por inversores especuladores extranjeros en razón de decisiones que no han tomado libremente sino bajo el imperio de la Troika (FMI, BCE y Comisión Europea). Estos fondos especulativos ignoran también la prerrogativa de cualquier Estado soberano para decidir, por razones de superior interés general en tiempos de crisis, medidas que no pudieron preverse con antelación, independientemente de si son discriminatorias para los inversores extranjeros.

    Con la fuerza de sus posiciones minoritarias de bloqueo, los fondos buitre no aceptaron la reestructuración con quita de la deuda griega y Grecia les ha seguido pagando el 100 por cien del valor nominal de sus bonos. Irlanda ha sido otro terreno para los depredadores financieros internacionales, como muestra el caso del fondo buitre Fir Tree Partners; porque aunque no fuera el país más afectado por la crisis en la periferia de la zona euro, para muchos fondos de inversiones especulativas ofrecía oportunidades de inversión rentables, gracias a la combinación de un grave desastre financiero, un gobierno neoliberal puro y duro, leyes de reestructuración propicias y otros factores favorables.

    Y en España, Elliott Management Corporation, un fondo especulador del multimillonario estadounidense Paul Singer, al que nos referiremos en varios de los casos que hemos analizado en este libro, se ha embolsado ya mil millones de euros de créditos morosos de Bankia y 300 millones de euros del Grupo Santander. En todos estos casos, como ha sucedido en Irlanda, las estrategias de fondos buitre de las firmas de Goldman Sachs y de Blackstone les lleva, incluso, a buscar la rentabilidad de operaciones inmobiliarias no ya por la vía de la venta posterior, cuando la coyuntura haya mejorado, sino como oportunidades de negocios financieros, empeorando de hecho las condiciones contractuales en perjuicio de los inquilinos de las viviendas sociales adquiridas de Comunidades y Ayuntamientos. Y es que en la Eurozona, la aplicación de la opción europea en favor de la gran banca, la denominada consolidación fiscal y la llamada austeridad o empobrecimiento de las poblaciones y del nivel de actividad económica real, han atraído a numerosos fondos de inversión especulativa hacia los países más tocados por la recesión económica y sometidos a la dictadura de la Troika. Y esto se ha producido a medida que ha ido aflorando la devaluación generalizada de toda clase activos, generados por situaciones de gran endeudamiento e insolvencia que, a su vez, dan lugar a nichos rentables para los grandes fondos de inversión especulativa, calificados como fondos buitre, que la ortodoxia financiera prefiere denominar fondos de inversión en deuda deprimida o en apuros. A esos nichos privados se suman las acumulaciones de deuda de los países soberanos más endeudados y vulnerables. Y estos países europeos se han convertido en mercados atractivos para los fondos especulativos con gran capacidad financiera, que están en disposición de acudir allá donde haya coyunturalmente disponibles activos en venta a precios de saldo o necesidad de liquidez, sean de bancos o empresas o hasta de los Estados, porque la comercialización de las deudas privadas o públicas se integran también en los mercados financieros globales (capítulo 5).

    La visión económica dominante la expresa muy bien un analista del Financial Times: «estos fondos no picotean en los cadáveres de las empresas que han muerto sino que tratan de devolverles a la vida… A pesar de que sitúen ante todo sus rendimientos, y a veces se pierdan puestos de trabajo, proporcionan liquidez valiosa cuando otros no lo harán.» Pero esta visión de la doctrina neoliberal dominante, que contempla a los fondos buitre como sanadores de las economías, ignora los costes totales y los efectos sociales nocivos de las experiencias de las últimas décadas y de los casos que analizamos en este libro.

    Todas estas prácticas financieras depredadoras, que se cubren bajo la expresión de fondos buitre, representan la expansión a las áreas más vulnerables de las economías de la estrategia refinada practicada en la reestructuración de la deuda externa impuesta a Grecia por la Troika, de la que han salido ganando Elliot Associates y Dart Management, fondos acreditados como buitres familiares para latinoamericanos y africanos. Y frente al problema actual de estos fondos, que buscan obtener ganancias litigando en las crisis de endeudamiento soberano, tras la crisis del euro y el rescate de Grecia, la Unión Europea acordó la inserción obligatoria de cláusulas contractuales para los nuevos bonos de la Eurozona que hagan posibles las reestructuraciones vinculantes de la deuda. Y el FMI, que abandonó el proyecto de acuerdo multilateral de regulación, recomienda asimismo cláusulas contractuales en las emisiones de bonos que permitan, llegado el caso, un acuerdo de reestructuración por mayoría de los acreedores que prevenga de los acreedores discrepantes (capítulo 6). Son las denominadas soluciones de mercado, basadas en la voluntad de los acreedores, sin abordar la desregulación vigente para las finanzas.

    Aunque los países de la Unión Europea mostraron posiciones divergentes, hemos de esperar que se cumpla la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2014, con el apoyo abrumador del voto de 124 países miembros para la creación de un mecanismo regulador de la reestructuración de la deuda soberana de los países. Una regulación multilateral necesaria que facilite una salida ordenada y justa a las quiebras de los Estados; y que habrá de impedir la obstrucción de los fondos buitre, que pretenden beneficiarse mediante litigios contra el Estado deudor. Un asunto sobre el que los países en desarrollo habían venido abogando durante mucho tiempo con el fin de impedir las acciones de fondos especuladores, que «erosionan las ganancias derivadas de la condonación de la deuda para los países más pobres y hacen peligrar el cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos de estos países», como se denunciaba hace pocos años desde África; y que hoy contemplamos que también afecta a Europa.

    CAPÍTULO 1

    LOS FONDOS BUITRE Y EL NEGOCIO DE LA DEUDA SOBERANA

    Desde hace unos años, los inversores están acudiendo en bandadas sobre la deuda de la Eurozona, especialmente hacia los países más endeudados como Grecia, Italia y España, según apuntaba un análisis en la revista Forbes de septiembre de 2014[1]. «Los fondos buitre se aprovechan del segundo rescate de Grecia» afirmaba tres años antes el periódico británico The Telegraph al dar cuenta de la disposición para hacer fortuna de los gestores de patrimonios, que estaban adquiriendo millones de euros en deuda soberana griega en apuros[2]. Con más amplitud y perspectiva, el Financial Times analizaba la realidad perceptible concluyendo que «los fondos buitre sobrevuelan en círculo sobre la montaña de deuda en Europa»[3]. Y en España, las agencias de prensa y los medios difunden informaciones sobre la nueva realidad económica de las deudas bancarias existentes y los activos inmobiliarios en venta, aplicando asimismo la metáfora de los buitres. Más aún, en junio de 2012 la agencia Reuters difundía en inglés una información bajo el rótulo «Los fondos buitre huelen sangre en los bancos españoles»[4]. Todas estas informaciones constataban la presencia en países europeos de fondos de inversión especializados en hacer negocios en economías agobiadas por el endeudamiento. Y es que tras la crisis financiera global, los mercados financieros han recuperado y superado sus niveles de actividad global, gracias al apoyo de los contribuyentes a la banca, que continúan disfrutando de gran libertad para la innovación financiera de creación de productos e instrumentos y el desarrollo de estrategias de negocio. Con la experiencia acumulada durante más de una década con la deuda de los países latinoamericanos y africanos en desarrollo, los fondos de inversiones especulativas despliegan en Europa sus estrategias como fondos buitre o, en términos más ortodoxos, de fondos especializados en inversiones en deuda con problemas de cobro.

    Al mismo tiempo, en ese período de los dos últimos años, un grupo de fondos buitre ganaba a Argentina la batalla judicial en Nueva York, después de largos años de enfrentamiento a ese tipo de acreedores disconformes con la reestructuración de 2005 y 2010. Pero este caso no es excepcional sino parte de la tendencia general a llevar a los Estados deudores ante los tribunales, según una investigación empírica que analizamos en este capítulo.

    Para llenar uno de tantos vacíos en la arquitectura financiera internacional, este país del Cono Sur lograba llevar con éxito ante la ONU la propuesta un marco regulador que impida la quiebra desordenada de los países endeudados, de la que se aprovechan los depredadores financieros. Y en septiembre de 2014, con el apoyo abrumador de una mayoría de 124 países en Asamblea General de la ONU, quedaba aprobada una resolución para la regulación multilateral de las reestructuraciones de la deuda soberana, de la quiebra de los Estados, que habrá de impedir la obstrucción de los fondos buitre para litigar luego contra el deudor soberano. Un asunto sobre el que los países en desarrollo habían venido abogando durante mucho tiempo para prevenir las acciones de los conocidos como fondos buitre, que «erosionan las ganancias derivadas de alivio de la deuda para los países pobres y en peligro el cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos de estos países», como denunciaba hace pocos años el director del Centro de Apoyo Legal de África, una organización creada por el Banco Africano de Desarrollo[5]. Porque la actividad de estos fondos de inversiones especulativas, especialmente dedicados a negociar con las deudas de los países, de las empresas y de los gobiernos, han adquirido tal amplitud y alcance, que ya el primer ministro británico Gordon Brown condenaba a los fondos buitre como «perversos» en una declaración ante la Asamblea General de la ONU en 2007, sumándose a la serie de protestas públicas que venían denunciando los estragos de los vulture funds, los fondos buitre con la deudas soberana de los países más pobres de África como Zambia o los dos Congos; o años antes, en América Latina con Brasil o Perú junto a muchos otros casos de depredación financiera.

    FONDOS BUITRE Y FONDOS INVERSORES EN DEUDA DEPRIMIDA

    Desde luego, los conocidos como fondos buitre han sido un problema para algunos países en vías de desarrollo con elevado endeudamiento externo, generado por regímenes dictatoriales del pasado, que se veían condenados a reorganizar el pago de su deuda externa. Pero en la actualidad se encuentran en Europa y se evidencia que son un problema en Grecia, Chipre e Irlanda y pueden llegar a serlo en otros países europeos más endeudados, como vislumbran algunos expertos. Lejos de ser algo marginal, se perciben como parte de un sistema financiero globalizado sin control, que amenaza la economía real y hasta la misma democracia. En los últimos años la denominación de fondo buitre se suele aplicar desde una perspectiva crítica o por su atractivo mediático, para designar los fondos de inversión especulativa, sean catalogados como hedge funds o fondos de alto riesgo o firmas de capital riesgo (private equity firms), que practican determinadas estrategias inversoras especializadas en el negocio de las deudas, sean corporativas o soberanas, que pretenden obtener máximas rentabilidades mediante litigios o forzando sin escrúpulos las situaciones del deudor. La realidad es que la expresión se aplica por los medios para designar negocios especulativos muy diversos, propios de la libertad de acción de que gozan hoy las finanzas globales. Para precisar, podríamos decir que la expresión fondos buitre se emplea con dos significados coincidentes:

    a) Un significado más amplio se refiere a fondos de inversión especializados en inversiones en deuda con dificultades de cobro, en apuros o deprimida, fondos que actúan sobre áreas económicas en declive, aprovechando los bajos precios de los activos o la devaluación de los instrumentos de deuda privada o pública. Son los distressed debt funds de la terminología anglófona, que podemos traducir como fondos de inversión en deuda en apuros o en dificultades.

    b) El otro sentido, la expresión fondos buitre (vulture funds) alude a fondos de inversión especulativa que focalizan su actividad inversora en la deuda de los países emitida en moneda internacional, y adquieren esa deuda soberana ya emitida y subastada, pero que circula en el mercado secundario devaluada, con descuento de su valor nominal. Y buscan luego el negocio litigando contra el Estado emisor de los títulos de deuda para recuperar el valor nominal originario, quedando al margen de cualquier reestructuración acordada por la mayoría de los acreedores. Es una práctica sofisticada que no busca la rentabilidad de la inversión en el propio mercado, donde el precio del instrumento de deuda sigue siendo inferior al nominal, sino mediante un pleito complejo que obligue al Estado emisor al reembolso de la cuantía íntegra del valor nominal, a la que han renunciado los demás acreedores. Actualmente, esta litigiosidad es una cuestión política candente por el incremento de los pleitos sobre deuda soberana, con elevado coste y la larga duración, como veremos.

    En la práctica financiera se confunden ambas acepciones porque en realidad responden a meras estrategias de inversiones especulativas, oportunistas y desligadas de la economía real; ya que todas las modalidades de fondos de inversiones de riesgo son un mero instrumento de la especulación financiera mundial y desregulada. Además, tras las experiencias latinoamericanas y africanas que analizaremos, los mercados de deuda privada y pública atraen por igual a los grandes fondos de inversión, aunque veremos que algunos nombres se han hecho famosos por sus agresivas operaciones de buitres financieros sobre la deuda soberana de países en desarrollo; o en años recientes en los países europeos que atraviesan coyunturas complicadas.

    La especulación de los fondos de inversiones en deuda en apuros

    En la situación actual de algunos países europeos que examinaremos en el capitulo 5, resultan novedosas las prácticas de los fondos buitre o fondos de inversiones en deuda en apuros. Actualmente las transformaciones de la economía y los desequilibrios internos generados en el ámbito de los EE.UU. primero, y en Europa después, han generado devaluaciones generalizadas de carteras de activos financieros, propiedades inmobiliarias y empresas, en grandes ciudades o regiones, provocando situaciones de gran endeudamiento e insolvencia, que a su vez dan lugar a nichos rentables en los mercados financieros, puesto que esas deudas acumuladas de empresas, entidades locales y particulares, aparecen como gangas comerciales. Porque la deuda con dificultades de cobro representa riesgos; y es sabido que cuanto mayor es el riesgo mayor puede ser la rentabilidad. A esos nichos en el sector privado, se suman las acumulaciones de deuda de países soberanos muy endeudados. Y todo este endeudamiento corporativo y soberano se integra en los mercados globales de deuda. Por tanto, en el marco de mercados financieros libres e innovadores, ciertos fondos de inversiones de alto riesgo se han especializado en estos nuevos mercados de deuda, es la categoría de distressed debt funds que se confunde con la de vulture funds. Este numeroso grupo de hedge funds o fondos de inversiones de alto riesgo o de cobertura relevantes, especializados en los mercados de deuda en dificultades, superan el número de varios cientos en algunos registros informativos; concretamente, los distressed debt hedge funds alcanzan la cifra de más de 400, según comprobamos en un sitio web dedicado a informaciones especificas de este sector de «la inversión en deuda deprimida» (Distressed Debt Investing)[6]. Catalogados en esa

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