Cervantes de La Mancha

Por Fernando Rubio Muñoz

Cervantes y Quijote, vidas paralelas.

He querido titular así mi texto porque quizás en este IV Centenario se hablará más del hijo que del padre, de la rama más que del tronco, del repique más que de las campanas. Y así deberá ser puesto que el centenario es de la obra, no del autor. Pero yo no me quiero olvidar de éste ni quiero desligarle tampoco de su gran obra. Por eso le traigo con su nombre y con el apellido del hidalgo, como una foto del autor en primer plano y con su obra al fondo. A fin de cuentas, de ambos se trata porque son inseparables.

El tono desenfadado solo pretende desdramatizar los verdaderos dramas que fueron las vidas de ambos. Claro, la del hidalgo está más que contada en el texto. La del autor es mucho menos conocida, aunque no menos dramática. Y la única real, por eso me ocupo de ella. Sin entrar en profundidades ni excesivos detalles que complicarían la agilidad de la lectura. Eso sí: mi más absoluto respeto a ambas.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 16 mar 2016
• ISBN: 9788491121107

Fernando Rubio Muñoz

Ingeniero civil, geólogo, deportista. Turista de aventura por treinta países y en la selva amazónica. Conferenciante en varias ciudades españolas o americanas. Recitales poéticos. Fundador de Asociación Cultural en Granada (España), donde nació en 1939. Escritos ya casi veinte libros y sigue en ello. Enamorado de la vida, del planeta en el que vive, ojalá que por muchos años.

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Título original: Cervantes de La Mancha

Imágenes del interior y la contraportada de Fernando Rubio

Primera edición: Marzo 2016

© 2016, Fernando Rubio Muñoz

© 2016, megustaescribir

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Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

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ISBN:   Tapa Blanda           978-8-4911-2109-1

             Libro Electrónico   978-8-4911-2110-7

"…el tiempo es breve, las ansias crecen,

las esperanzas menguan y, con todo esto,

llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir."

Cervantes-Quijote

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Miguel de Cervantes Saavedra

He titulado mi texto Cervantes de La Mancha porque quizás en este Centenario se hable más del hijo que del padre, de la rama más que del tronco, del repique más que de las campanas. Y así deberá ser puesto que el centenario es de la obra, no del autor. Pero yo no me quiero olvidar de éste ni quiero desligarlo tampoco de su gran obra. Por eso lo traigo con su nombre y con el apellido del hidalgo, como una foto del autor en primer plano y con su obra al fondo.

A fin de cuentas, de ambos se trata porque son inseparables.

Mi escrito recoge la biografía de Miguel de Cervantes sin entrar en exhaustivos detalles. Durante el relato hago constantes referencias a la obra diversa del autor, especialmente a los textos del Quijote. Se expone así una relación entre las vidas de ambos que desvela paralelismos indudables en los cuales hago hincapié. No tengo otra pretensión que dar un agradable paseo con el lector por entre los vericuetos de las intensas vidas de ambos.

CERVANTES DE LA MANCHA

Presentemos primero, como corresponde al buen facer que siempre hubo en el diario uso de las gentes de bien, y que en estos turbios tiempos tanto escasean, al celebrado autor y causa de mis palabras. Pero hagámoslo con la descripción que él mismo hizo de sí en el prólogo de sus Novelas Ejemplares:

Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y nariz curva aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño; la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas y no muy ligero de pies…

Y como hay que hablar de su obra, es tópico y típico empezar con aquello de: En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…

Hasta aquí nos lo sabemos todos. Lo que sigue… no tantos. Pues no sigamos…

Cuando quiso Cervantes contarnos las andanzas de Don Quijote dijo que no quería acordarse del nombre de un lugar de La Mancha. Eso de no querer acordarse parece como un rechazo, como si la sola evocación del nombre le trajera un mal recuerdo. Puede que solo fuera para evitar que alguien buscase en un lugar concreto un personaje que nunca existió. O parece que sí existió; pero no como nos lo contó él. El caso es que la frase ahí quedó para ser citada por medio planeta aunque sea lo único que conocen de la obra.

Bueno, decía esto porque si el señor Cervantes no nos quiso dar ese dato de la vida de su personaje tampoco nos dio, ni hasta ahora se tienen pruebas concretas, la fecha de su aparición en el mundo.