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Tú también puedes conocer a Dios
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Libro electrónico81 páginas1 hora

Tú también puedes conocer a Dios

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Información de este libro electrónico

¿Debería leer este libro? Esa es tu decisión, pero si deseas encontrar respuestas a muchos ¿Por qué? de tu vida y del alocado mundo que nos toca vivir, ¡te diría SI!
Muchas cosas pueden cambiar a tu alrededor, crecerás como persona en todos los aspectos y tendrás la posibilidad de alcanzar aquello que ni siquiera imaginaste.
Este pequeño libro es simplemente un gran desafío para el ser humano ¡ANIMATE!

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 abr 2016
ISBN9789895164523
Tú también puedes conocer a Dios
Autor

Araceli Janczarek

Araceli Janczarek es argentina, se crio y vivió en la hermosa ciudad de Mar del Plata. Allí se desarrolló como mujer y madre de dos hermosos y dulces hijos, Ayelén y Mauro. Situaciones de la vida la llevó a dejar todo lo que aún ama y venir a la tierra de sus abuelos maternos. Aquí en Barcelona lejos de todos, pero muy cerca de Dios como nunca antes, sintió la necesidad de compartir y dar a conocer la persona de Dios, ¿su deseo? Que todos vivan la experiencia de un “Dios vivo y real”.

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    Tú también puedes conocer a Dios - Araceli Janczarek

    Agradecimientos

    Este libro no hubiera sido posible sin el ánimo y el apoyo incondicional de mis amadas amigas, por lo que quiero agradecerles de corazón a todas por igual, gracias Susana Galeta, Jesica Silvoso MacNaughton, Silvina Abbiate y Graciela Arana de Olier.

    Gracias Clau por tu amor, por acompañarme en este nuevo desafío para mi vida.

    Gracias a mis hijos y mi familia que desde muy lejos me sostienen y me alientan.

    Agradecer a la Editorial Chiado por la posibilidad de compartir este sentir de mi corazón

    Y por último, pero en primer lugar a Dios, porque este libro es fruto de las más hermosas vivencias juntos, gracias por todo lo vivido y por lo que aún nos queda por vivir. También quiero agradecerte por esta hermosa persona que está leyendo y por todo lo que ella vivirá en tu presencia.

    Gracias.

    Introducción

    Si este libro a llegado a tus manos es porque en realidad tu crees en Dios, lo admitas o quizás no, no se como será tu Dios, para algunos es un ser superior, para otros una fuente de energía, o quizás alguien con quien puedes contar y saber que nos librará de los embrollos en que nosotros mismos nos metemos.

    ¿Pero quién es Dios en realidad?

    ¿Podríamos conocerlo? ¿Saber como piensa? ¿Saber lo que siente? ¿Saber lo que quiere? ¿Saber que anhela en su corazón? Y la respuesta es muy simple: SI!!! Si puedes conocer a Dios y esto seguramente te llevará a otra pregunta

    ¿Cómo puedo conocerlo?

    Y la respuesta también es simple El que busca, encuentra. Es la búsqueda sincera de nuestro corazón la que nos lleva a conocerlo, lo encontraremos en el momento menos pensado y tal vez en el lugar que nunca imaginaste o a través de alguien que nunca hubieras creído, muchos son los medios que Él usa.

    El problema radica en que no lo buscamos, en el ritmo acelerado de la vida muy pocas veces nos permitimos detenernos a pensar en estas cosas, la casa, la familia, el estudio, el trabajo, los hijos, los padres, los amigos, el futbol, mi programa favorito, etc. Y todo ese stress que nos alejan cada día más de Él.

    Yo siempre creí en Dios, crecí en un hogar que nunca se hablo de Él como tema de conversación o de debate, solo los mas comunes comentarios que solemos escuchar o decir, Dios te ayudará Pedile a Dios Dios siempre tira una soga Dios ahorca, pero no aprieta Dios tiene el control etc. Etc. Etc. Quizás tu sabes muchos mas dichos acerca de El de acuerdo al lugar del planeta que vivas, pero en resumidas cuentas son mas o menos lo mismo. Piensa y recuerda cada uno de ellos, aún puedes escribirlos en una hoja de papel y meditar sobre ellos, pero en verdad y con la mano en tu corazón ¿Cuan de cierto piensas que son?

    Así que mi base en el conocimiento de Dios sólo se limitaba a creer en Él, a pedirle en los momentos difíciles y nada mas, tan solo eso, es decir como el común de las personas, como tu tal vez.

    Pero hoy quiero decirte y comunicarte algo muy importante Tú puedes conocer a Dios porque es el deseo de Él que así sea

    ¿Quieres conocer a Dios?

    No respondas todavía, quiero que te detengas en esta pregunta antes de dar tu respuesta, que mires hacia tu interior y puedas ver la verdad y la sinceridad de ella, si tu respuesta es que no o que te da lo mismo, mi consejo es que cierres este libro y no pierdas tu tiempo, no llegarás a ningún lado, por favor se sincero contigo mismo, tal vez no es tu tiempo, ciérralo ahora y cuando sea el momento justo lo buscarás, no me detuve a escribir para ti o para los curiosos, solo para aquellos que desean conocerlo, solo para estos deseo en mi corazón mostrar el camino y como Él dijo

    Yo soy el camino, la verdad y la vida

    A este camino, a esta verdad y a esta vida quiero humildemente llevarlos a conocer.

    CAPITULO I

    "Nuestra vida hasta hoy"

    Fui bautizada y tomé la comunión según la tradición y costumbres de mis padres, pero sin una conciencia real de estos actos religiosos, como en general, realizamos actos sin conocimiento sólo por inercia o por el común denominador social de donde vivimos, sin la esencia fundamental de lo que esto significa. Así vamos marcando y estructurando nuestras vidas.

    Tuve la oportunidad en mi adolescencia de compartir momentos religiosos con amigas que estudiaban en escuelas de monjas y compartir otros con amigos que asistían a colegios de curas. Vi, escuché y viví cosas dentro de esos núcleos y lugares que marcaron mi vida de tal manera, que mi enojo y rebeldía me alejó totalmente, al punto de no casarme por iglesia como normalmente se hacía, se que fue una gran desilusión y causó malestar en mis padres pero mi desilusión pudo más.

    Cuando tenemos la posibilidad de pasar tiempo con personas que dicen ser siervos de Dios o con otros que se llenan la boca hablando todo el día de Dios y sus actos y vidas muestran lo contrario de lo que predican, produce en nosotros incredulidad, nuestra pobre fe desaparece al punto que muchos llegan a decir Dios no existe, es un invento del hombre, y puedo entender este pensamiento porque muchas veces así lo había pensado.

    Pero más allá de mi mala experiencia en el catolicismo romano seguí en la búsqueda de ese ser superior, estuve indagando en el ocultismo, espiritismo, diferentes formas del cristianismo, etc., etc., etc. En todos estos lugares se hablaba de Dios, pero también de mil pequeños dioses mas muchas veces llamados santos, mas en ninguno de ellos me encontré con Él.

    Vive una juventud alocada, después me casé, vinieron entonces dos seres totalmente hermosos (mis amados hijos), y viví momentos buenos y también malos, muy malos y siempre en estos últimos buscaba a Dios desesperadamente, aún desafiándolo a que si existía en verdad viniera a mi vida de alguna manera, y fue en uno de éstas búsquedas que me encontré con Él (ya

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