Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Aferrándome a Dios
Aferrándome a Dios
Aferrándome a Dios
Libro electrónico118 páginas1 hora

Aferrándome a Dios

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Mi motivo para escribir este libro fue porque he visto a muchas personas que las circunstancias de la vida le han hecho rendirse y se dejan caer, dejan que su autoestima se baje tanto, al grado que enferman de depresión y otras cosas, que son el producto de que tuviste que pasar por mucho dolor. Pero yo quiero compartir contigo que un rayo de esperanza y una chispa de fe es lo único que necesitas para continuar y seguir. ¡Sigue adelante! Que nada impida que brilles como Dios quiere.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 may 2022
ISBN9781662491566
Aferrándome a Dios

Relacionado con Aferrándome a Dios

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Aferrándome a Dios

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Aferrándome a Dios - María Solis

    Derechos de autor © 2022 Maria Solis

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2022

    ISBN 978-1-66249-154-2 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-66249-156-6 (Versión electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Índice

    Introducción

    Hacer la voluntad de nuestro creador Dios

    Drogas

    Creencias

    Buenos cimientos

    Poder de decisión

    Buscando en el lugar equivocado

    Sometiéndonos a la voluntad de Dios

    Tu individualidad

    Pretextos=Excusas

    El ahora

    Ahora

    Valora tu preciado tiempo

    Valorando todo

    Bautizándonos

    Incertidumbre

    Ilumina nuestra vida

    Hablando con Dios

    La voluntad de Dios

    Amando y actuando

    Sanación para el alma

    Mira tus acciones

    El tiempo está aquí

    Vivir en mentira

    Contigo todo; sin ti nada

    Naciendo de nuevo

    Agradecimientos

    Sobre el Autor

    Introducción

    Yo fui una niña que, desde muy pequeña, tuve que pasar por mucho dolor. No quiero pasar como víctima, nunca me ha gustado ese papel. Creo que la vida es como una gran telenovela, en la que todos interpretamos ciertos personajes, pero el de la víctima no es el mío. ¿Por qué dolor? Pues, porque vengo de una familia disfuncional en la que existía violencia doméstica, viendo como mis padres se golpeaban uno al otro, hasta que mi padre se fue definitivamente y abandonó a mi madre y a mí. Mi madre no tuvo para pagar la renta del apartamento y nos echaron las cosas para afuera. Entonces mi madre, sin saber qué hacer, me lleva a casa de mi abuela, la madre de ella. Allí hubo un tiempo largo que no sabíamos nada de ella y mi abuela pensó que tal vez mi madre no regresaría nunca. Habló conmigo, yo solo tenía 6 años, me dijo: mira, tenemos tiempo que no sabemos nada de tu mamá y no se comunica, no manda dinero para tu manutención. Yo soy vieja y viuda, yo no tengo para sostenerte, y continuó diciendo: te llevaré con una familia buena y decente que tienen una monja de hija; allí tendrás una buena familia que te darán buena educación. Allí estarás segura, tendrás comida, un cuarto privado y buen cuidado, y terminó afirmando: yo vendré a visitarte seguido, pero no fue así, me dejó allí y no volvió. Creo que mi abuela lo hizo con buena intención, porque en realidad en casa de ella no había comida. Es verdad, en esa casa, con esa familia, yo tenía un cuarto, comida y una familia decente que cuidaba de mí, pero yo extrañaba a mi familia biológica. Hasta que mi madre aparece y le exige a mi abuela que me entregue, o si no llamará a la policía. Entonces mi abuela apareció y dijo: vine por ti. Pero mi madre me rescata, solo para después volver a dejarme. Con mi madre viví una vida completamente inestable, viviendo con familiares lejos de ella y de mi padre que jamás volvió. Mi abuela tenía razón al decir que al lado de mi madre yo sufriría mucho, así fue. Yo en realidad no conocía bien a mi madre por todas la veces que estuve fuera de su vida, no sabía qué clase de persona era, hasta que después de muchos años, cuando me convertí en una madre soltera, porque decidí divorciarme y vine en busca de apoyo, allí fue cuando realmente supe la clase de persona que era mi madre; una persona egocéntrica incapaz de pensar en alguien más. Ella odiaba a mi padre por todo lo que Él le hizo y yo ya había pasado a ser solo la hija de ese hombre y nada más. Es triste y lamentable que las familias biológicas, donde existen lazos de sangre, haya tanto dolor. En el núcleo familiar es donde hay de todo, pero más mal que bien. Es lamentable que las personas no han aprendido a vivir como Dios manda, eso es lo que me ha ayudado a resistir el dolor y el abandono, la soledad a la que ya no le tengo miedo, aprendí a ser amiga de ella. No necesito a nadie que me diga que me quiere, porque yo me quiero y también allá en las alturas alguien me ama.

    Él es mi creador, el que me mandó a este mundo a cumplir una misión de amor. Por esa razón yo te digo: ¡no te venzas! Que ninguna experiencia ni circunstancia te saqué de lo que tú quieres lograr, sigue adelante. Vales mucho, como para que cosas tan insignificantes te saquen de tu propósito, de eso que tú viniste a ser en este mundo. Lo bueno que saqué de todas mis experiencias dolorosas fue que me acercaron más a Dios, mi fe se aumentó y me aferré a Él como al único que podía salvarme. Él me dio la fuerza interior que necesitaba para no rendirme, por eso ahora yo puedo decirte: ¡No te rindas! Nada en este mundo vale la pena, todo es pasajero, todo va y viene. Si tienes hijos ¡ámalos! ¡Cuida de ellos! No confíes en manos extrañas lo que es de gran valor, más que tesoros. Tu familia vale mucho, pero si no la tienes, te tienes a ti mismo y a tu creador. Todas las cosas fueron hechas por Él y para Él. Yo tengo tiempo que leo la biblia; pero no la entiendo, solo sé que Dios es real y verdadero, que su libro es un plan de vida para vivir bien, y que, al fin de cuentas, todo vuelve. Da bien, tarde o temprano recibirás lo que tú diste. Ni más ni menos, no estamos aquí en este mundo para hacer lo que nos venga en gana o hacer todo lo que nos plazca. Así no es, he notado y visto que hay personas a las que se les lastimó y dañó, pasaron por una experiencia de abuso y esas personas continúan abusando de ellos mismos, esas personas cargan con un sentimiento de culpa por lo que les ocurrió que se castigan ellas mismas, por decir, toda su vida; mientras el agresor sigue dañando personas a su alrededor.

    Cuanta ingratitud hay en este mundo, no hay respeto ni amor, debemos de rendirnos al amor y dejar que ese noble sentimiento nos inunde nuestro ser. Porque hay escasez de amor, de ternura y sobre todo de respeto.

    Pensemos que venimos a este mundo a cumplir con una misión de amor, porque nuestro creador hizo todo por amor a nosotros.

    No es que nuestro planeta sea un lugar tenebroso, Dios lo hizo todo perfecto, solo que nuestro libre albedrío nos permite hacer bien o hacer mal. Escoger entre ayudar o lastimar. Muchas personas escogen lo segundo y es muy lamentable, porque las personas cometen un error. Dios no nos hizo para eso.

    Yo perdono a todos los que me hicieron daño, porque yo no vine a este mundo a estancarme o a terminar con mi vida solo porque hubo personas incapaces de amar y respetar, personas que no

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1