Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos
Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos
Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos
Libro electrónico110 páginas2 horas

Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Profesor: Wilo Vazquez
Ha dedicado ms de 25 anos en el trabajo con ninos depresivos y disturbios de la comunicacin. Ha completado post-grados en varias Universidades; Indiana University, University of North Texas y en el Instituto Carl Jung de la Autnoma de Mxico. Actualmente trabaja como Especialista en Salud Mental y Terapista Clnico en un Centro de la conducta en Anchorage Alaska. Wilo tambin hace clinicas en el Centro Familiar Bautista en Anchorage, Alaska. Wilo es miembro de la Sociedad Honorfica PHI SIGMA IOTA a nivel mundial.


Artista: Orlando Isacc Soto
Estudi artes plsticas y grficas en la Primera Universidad Autnoma de la Repblica Dominicana. Fu articulista para el peridico Listin Diario, peridico ms viejo de su pas. Ha escrito muchas poesas y ha hecho esposiciones de dibujo y pinturas tanto en la Repblica Dominicana como fuera de sta. Sus ltimas dos exposiciones fueron en Anchorage Alaska donde actualmente reside.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento27 ene 2014
ISBN9781463376499
Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos
Autor

Wilo Vazquez

Wilo Vazquez, Master y Post-grados en Disturbios de la Comunicación. Wilo ha trabajado con niños autistas y con disturbios emocionales por más de 25 años. Es amante de la escritura y le gusta tener amigos para platicar y rejuvenecer su alma. Actualmente trabaja en dos centros de conducta donde hace clínicas y goza dando amor y consuelo aquellas niñas que lo necesitan.

Relacionado con Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos

Libros electrónicos relacionados

Autosuperación para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Dios Y El Hombre De Carne Y Huesos - Wilo Vazquez

    Gracias especiales

    Q uiero darle gracias al Dios Todopoderoso por haber puesto en mi camino una de las inspiraciones más esperanzadoras de mis tiempos, Dr. Angel M. Matos. Dr. Matos, gracias por haberme inspirado desde la edad de diez años. Usted y el Coro de Bayamón hicieron un tremendo trabajo en mí. Fuistes una luz que alumbró el camino de este hombre de carne y huesos. Me enseňastes a superarme aùn dentro de mi pobreza. Tus consejos fueron, son y serán joyas que decoran mi existencia.

    Gracias, gracias, gracias…

    Prólogo

    S e ha dicho que la mayor Universidad es la vida. Y cuando se escribe lo que se ha vivido, a eso llaman memorias. Pero cuando esas memorias sólo rememoran lo que ha hecho Dios en nuestras vidas, entonces le llaman testimonios en el argot evangélico.

    Este es un libro de testimonios, de vivencias propias del autor, y de otras personas. Recomendamos que lea éste libro con una mente abierta, y también le instamos a que saque sus propias conclusiones.

    Usted tiene todo derecho a aceptar o rechazar lo que no va de acuerdo a sus principios, a su moral, y a su formación cristiana. Deje que su conciencia sea el juez al leer el material que tiene en sus manos. Espero que sea de gran provecho para cada uno de los lectores. Ese es nuestro propósito y meta.

    Orlando I. Soto

    Introducciòn

    N osotros los seres humanos somos bien complicados. Unas veces nos sentimos bien emocionalmente y otras veces nos sentimos desesperanzados y tristes. Constantemente andamos buscando algo que nos complemente y nos haga sentir tranquilos. Venimos tocando puertas o mejor dicho buscando un oasis de amor y comprensión. Seguimos caminos de distracción, cosas que nos distraigan temporarmente. Distracciones temporales ya que las permanentes no pertenecen a este mundo. En nuestras soledades lloramos, nos desesperamos y nos decimos a nosotros mismos: ¿Qué puedo hacer? Unos acuden a distracciones nocivas como drogas, alcohol y otros se envolven tanto en sus trabajos que terminan siendo adictos a éstos. Otros buscan en los ejercicios físicos respuestas a sus preguntas y otros sencillamente se suicidan. No podemos excluir a ciertas personas e incluir a otras porque todos pasamos por ahí. Recuerdo una de mis hermanas me comentó que todos somos víctimas de nuestra propia existencia. Lo único que hace la diferencia es cuán allegados estamos al Poder Superior. Nos olvidamos que somos seres espirituales y estamos aquí por un corto período de tiempo. Através de los años he venido tratando de explicar lo inexplicable, los cambios de conducta de los individuos. Todos andamos buscando ser comprendidos, ser amados y apapachados. La falta de perdón trae al mundo desbalanciado. Nuestra gente anda nerviosa, desesperada y desconfiada. Juzgamos en base a nuestras expectativas. Si mis expectativas y mi manera de pensar son diferentes a las tuyas tendremos dificultades. Què bonito sería si nos aceptaramos tal y como somos. No tenemos que pensar y actuar de la misma manera para podernos comprender. Es todo cuestión de aceptación.

    El año pasado me encontraba dando una Conferencia en la Universidad de Alaska cuando se acercó uno de los jovenes y me preguntó cuál es el secreto de la felicidad. Aunque muy rápidamente le pude contestar preferí platicar con él sobre esa pregunta. Nuestros jóvenes hacen preguntas porque algo les preocupa. Recuerdo que comenzó a hablarme de su relación con sus familiares y cuanto dolor le había causado el suicidio de su hermano mayor. Todos los miembros de su familia estaban bajo tratamientos psiquìatricos. Su hermano habia dejado una carta donde acusaba a cada uno de ellos de su suicidio. Mientras hablaba conmigo comenzó su ansiedad a ser presencia. Así como éste caso, se presentan miles diariamente. Siempre creemos tener respuestas, sin embargo continuamos fracasando porque estamos desconectados de la única y verdadera verdad que es Jesucristo. La situación del hombre no va a cambiar porque nosotros busquemos alternativas externas que nos ayudaran en el momento. Nuestros desbalances son existenciales, son del alma. Cada médico se especializa en un organo del cuerpo. Unos son cardiòlogos y su órgano es el corazón; otros neuròlogos y su órgano es el cerebro y otros, ortopedas, que se encargan de los huesos. Así, el alma también tiene su mèdico, Jesus de Nazaret. Hoy por hoy estamos enfrentando sinsabores, desprecios, resentimientos, envidias, odios y rencores que tratamos de eliminar y se nos hace imposible.

    Acudimos a médicos que no se han especializado en el alma. Es bien necesario entender que fuimos creados con propósitos específicos. Cada uno de nosotros estamos aquí por una razón. Una vez nacemos comenzamos a trabajar en el propósito que Dios tiene para nosotros. Es de suma importancia saber porqué estás aquí. Siempre recuerda que el no autorrealizarte de acuerdo al plan de Dios, traerá desconsuelo y muchos desalientos a tu vida.

    Hace muchos años un compañero de estudios en la Universidad de Indiana me comento: Sabes, no soy feliz, siempre estoy haciendo algo para complacer a otras personas sin pensar en mí. Hace unos días acabo de complacer a mis padres. Voy a estudiar medicina así mis padres se sentirán orgullosos de mí. No quiero desfraudarlos. Así como mi compañero de estudios hay mucha gente, triste, amargada y desbalanceadas emocionalmente. Es importante entender que nacimos para triunfar. Nos consideraremos triunfadores si hacemos lo que nos gusta y nos satisfice. Es muy importante que leamos a Filipenses 2:13:

    Porque Dios es el que en vosotros produce asi el querer como el hacer por su buena voluntad.

    Cuando obedecemos ese deseo del corazón estamos complementando el propósito que Dios tiene para nosotros. Recordemos que somos seres espirituales creados para triunfar. Posiblemente al oir estas palabras te sentirás molesto. ¿Te preguntas porqué continúo haciendo lo que no quiero?. Nacemos, vivimos y morimos. Unos autorrealizados, otros sin nunca llegar a la meta mueren en el intento. Todos adquirimos experiencias diferentes antes de dejar la forma visible o corpórea. Es muy necesario que conozcamos nuestras habilidades y nuestras facultades divinas que la mayoría de las veces no sabemos que poseemos. Dios creó al hombre y se usó así mismo como modelo para su creación. Génesis 1:2:

    Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.

    Quiere decir que el creador nos hizo capaces de adquirir lo que deseamos de nuestra madre naturaleza. Y lo más maravilloso es que nos creó a su imagèn, a imagèn de Dios lo creo varón y hembra, (Génesis 2:27.) Esto nos revela que somos seres capaces de alcanzar lo que querramos en este planeta tierra. Partiendo de esta realidad tú y yo podemos considerarnos capaces de hacerlo. Es necesario que cada uno de nosotros entendamos que esta realidad de ser creados a imagèn de Dios va perdiendo valor a medida que vamos creciendo. Si crecemos conectados al Creador no tenemos ninguna dificultad. Pero por lo general crecemos y nos vamos separando de esta imagèn de creación que se compara o mejor dicho iguala a la imagèn de Dios. Esto ocurre porque el pecado llega como dice el salmista en el Salmo 51:5: He aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre.

    La intención del Creador era que fueramos perfectos, pero el pecado llegó y nos contaminó. Por eso tenemos que irnos renovando. La renovación de nuestras vidas tiene que ser entendida por cada individuo que ama la vida y que quiere agradar a Dios con sus buenas acciones. Muchas veces o mejor dicho siempre, el esfuerzo humano no es suficiente para alcanzar la superación. El pecado que mora en nosotros es tan fuerte que opaca cualquier intento de superación. Lo que nos lava y nos purifica es la sangre redentora de Cristo.

    No importa cuanto esfuerzo o sacrificios hagas nunca podrás borrar esa mancha de pecado. Por eso tenemos una lucha espiritual constante. Quiero hacer lo bueno pero el pecado natural me obliga hacer lo contrario. Para que entiendas mejor este escrito es bueno que juntos vayamos al libro de los Romanos, capítulo 7: 15-17:

    "Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1