El primer amor

Por Agustín Elipe

«Descubre las pasiones humanas en este libro.»

Éxito o fracaso, amor, odio, deseo, ganas de vivir, etc. Las pasiones nos impulsan, incluso en ocasiones nos arrastran. ¿Somos meros títeres del destino, efecto de las circunstancias? ¿Cómo se produce la singular historia de cada uno?

Según ejercen su función los padres condiciona en gran medida el desarrollo, el futuro e incluso la patología de los hijos. La mayoría hace lo que puede, pero no siempre disponen de información suficiente para realizar su función.

Desde el nacimiento, nuestra existencia se basa en un continuo aprender. Hemos de aprenderlo prácticamente todo, a manejarnos con el cuerpo, con el lenguaje, con las relaciones, con el trabajo.

Y ¿A vivir?, ¿Es esta una sabiduría sólo asequible a golpe de experiencia?, y, en todo caso, para esa experiencia, ¿de qué ayuda podemos disponer?

Tener en cuenta algunas cosas nos puede ayudar a decidir, a elegir,a encontrar otra salida. También a comprender lo que nos pasa y por qué.

Espero que este libro pueda ayudarte en tu andadura.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 10 mar 2016
• ISBN: 9788491124085

Agustín Elipe

Agustín Elipe, de origen manchego, emigra a Madrid donde, para pagarse los estudios universitarios, trabaja como profesor titulado de E.G.B. en colegios de dicha localidad. Periodo de intenso rendimiento universitario en el que obtiene el título de licenciado en Psicología por la Universidad Complutense, así como el de Filosofía en la misma universidad. También en esta disciplina, pero en la especialidad de Antropología, se licencia en la Universidad de Comillas. Tras licenciarse, da clases en instituto privado y trabaja posteriormente como psicólogo en educación especial, tiempo en el que obtiene el título de Pedagogía Terapéutica. Los interrogantes que le suscita su experiencia laboral propician su encuentro con el psicoanálisis, que le ocupa los siguientes años de estudio, aprendizaje y análisis personal. Ya como psicoanalista colabora en la creación de la Escuela Europea de Psicoanálisis, de la que se hace miembro. Asiste a congresos, presenta ponencias, publica artículos. Cofundador de la asociación cultural Analytica, trabaja en la difusión y conocimiento del psicoanálisis. A través de esta institución da conferencias, imparte cursos, seminarios, etc. En la actualidad, recopila su dilatada experiencia publicando libros con la intención de aportar su granito de arena a la cultura que siempre lo ha cobijado.

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Título original: El primer amor

Primera edición: Marzo 2016

© 2016, Agustín Elipe

© 2016, megustaescribir

Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

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Contenido

Prólogo

Introducción

Puerta de entrada al mundo de los humanos.

Capítulo: 1 Las funciones parentales.-

1.1. Ley del deseo.

1.2. Erogenización.-

1.3. Acceso a la palabra. -

Capítulo: 2 La Madre, amor y desamor.-

2.1. Un poder que puede llegar a ser perverso.

2.2. Un goce que pretende la completud.-

2.3. Una primera puerta al deseo.-

Capítulo: 3 Somos en lo que elegimos.

3.1. Pulsión de vida (Eros).-

3.1.1. Las ganas de vivir

3.2. Pulsión de muerte (Thánatos).-

3.3. La sublimación

Capítulo: 4 Madres, no sólo hay una.

4.1. ¿A todos por igual?

4.2. Rechazo de la maternidad.

4.3. Deseo de ser madre.

Capítulo:5 El padre.

5.1. Las tres dimensiones del padre.

5.2. El amor del padre.

5.3. El padre ausente.

5.3.1. Ausencia de padre simbólico

5.3.2. Ausencia del padre real

5.3.3. Ausencia del padre imaginario

Epílogo.

Patologías de la posición.

7.1. ¿Se hereda la locura?.

PASIONES DE VIDA

PRÓLOGO

Tras el título genérico de: Las pasiones aglutino varios libros. Comenzando por cómo se fragua el sujeto en la encrucijada existencial entre la vida y la muerte abordo en primer lugar las Pasiones de vida (amor, odio y deseo de saber) en los libros: El primer amor, El amor frustrado y El amor al saber.

Un segundo bloque va dirigido más directamente a la inevitable pregunta por el ¿quién soy? En él se abordan temas tan cruciales para el sujeto como: La Identidad, autonomía, subjetividad… El yo, el narcisismo, la alienación…, reunidos en un bloque con la denominación de las Pasiones del ser.

Un estudio particular requiere un tema tan controvertido como El poder (La antítesis del amor Pasión de dominio), al que considero una suplencia pasional. Es decir una seudopasión, por lo que es pertinente lo incluyamos también en el ámbito temático de las pasiones humanas, ya que si propiamente no es una pasión sí suele funcionar como tal. Por otro lado su importancia lo requiere. Se puede afirmar sin reparo que, a nivel social, el poder ha constituido el principal condicionante en la historia del ser humano y no sin consecuencias.

También dentro del bloque de las Pasiones del ser podemos hacernos la reflexión de que en todo recorrido por las pasiones humanas nos encontramos de forma inexorable con requerimientos sociales y condicionantes existenciales, además de las consabidas servidumbres pasionales y los sometimientos pulsionales. Si a ello le añadimos limitaciones e incapacidades personales y las inadvertidas determinaciones inconscientes, parece lógico preguntamos por el margen de autonomía personal. ¿Estamos condenados a un destino inevitable?

En Condenados a la libertad planteo que la libertad no sólo es posible sino que por el contrario es obligada, pues constituye la esencia del ser del sujeto. A pesar de la existencia de los condicionantes citados estamos condenados a ser libres porque, se quiera o no, resulta inevitable tener que elegir. Sea de forma consciente o inconsciente todo sujeto elige y en lo que elige fragua su destino.

Si, como les propongo, aceptamos que la clave del ser del sujeto es la libertad, su avatar es la forma en la que resuelve el dilema de sus elecciones ineludibles. En La bolsa o la vida les invito a que se interroguen sobre las principales elecciones a las que cada sujeto se suele enfrentar y las consecuencias que sus decisiones pueden comportarle.

Más, no entenderíamos propiamente la dinámica de las subjetivas posiciones personales, ni de las pasiones que la impulsan sin una necesaria reflexión sobre El cuerpo sexuado. Nuestro cuerpo biológico no es nuestro cuerpo psíquico, pero ambos están profundamente unidos. El cuerpo es el portavoz sintomático de la verdad íntima, el continente de padecimiento y placer.

Por último quisiera dirigir nuestra atención (la de ustedes y la mía) al amor, ya que como habrán advertido en la enumeración de las publicaciones, todas tienen como trasfondo el amor. En realidad todo lo que afecta al ser humano tiene relación de forma directa o indirecta con el amor. ¡Se hablado tanto del amor!, de su afección y fuerza o de su fracaso. Demasiados fracasos, a pesar de lo cual el amor insiste.

Y, si insiste, ¿en qué consiste? Un análisis nos puede permitir entender algo de su necesidad y de su fracaso. El amor de alteridad planteo un amor como alternativa al inevitable fracaso del amor ideal, o al falso engaño del amor intencionado, o a los sucedáneos amorosos como el amor pulsional, el de conveniencia, el posesivo…

En todo caso, más allá de las pasiones, las pulsiones, las motivaciones, condicionantes y determinaciones que afectan al sujeto, las claves para comprender a cada sujeto singular están en él mismo. Es decir, cada sujeto es singular y único, por lo que lo que suele afectar a todos solo sirve para mejor comprender la diferencia de cada uno. Aunque permanezcan desconocidas en su inconsciente, las claves de cada sujeto están en su verdad íntima.

Para concluir, he de decir que la intención de estos libros es divulgativa y su propósito suscitar alguna reflexión sobre determinados aspectos que, a mi modo de ver, pueden coadyuvar a paliar el padecimiento personal que nos hace más infelices.

¿Cómo vivir? sigue siendo una asignatura pendiente que cada cual ha de cursar, para lo que no está demás saberes que orienten.

INTRODUCCIÓN

Puerta de entrada al mundo de los humanos.

Cuando se evoca el primer amor, se suele hacer referencia a la primera relación amorosa que se tuvo a partir de la adolescencia. Sin embargo, no es esta la primera experiencia de amor ya que anteriormente se suele dar una relación verdaderamente primera, la relación con los padres (o con quien ocupe su lugar). Es así que la primera experiencia de amor se produce habitualmente en la relación con quien ejerce la función materna.

Las relaciones parentales, por primeras en la historia de todo sujeto, lo condicionan y determinan especial y señaladamente. De esta condición no quedan excluidos los huérfanos de nacimiento, ya que se trata de las funciones independientemente de quien las encarne en cada caso. Estas funciones parentales hemos de considerarlas en su diferencia como la función materna y la función paterna. Propiamente, la primera de ellas es la relación con la madre ya que se da en primer lugar.

Con frecuencia alguien pregunta ¿por qué los psicoterapeutas le dan tanta importancia a la madre? Muy sencillo, porque la tiene. Y no solo porque el cachorro humano no puede subsistir sin los cuidados de la función materna; ni tan siquiera porque esta función encarna la primera relación y por primera determinante; sino, aún más importante, porque esta función constituye la primera puerta de entrada al mundo en el que vivimos, la vía de acceso a la condición humana, que ya les adelanto es el deseo.

Como la vida del ser humano no se reduce a su condición biológica, sino que también es preferentemente psíquica, en ese más allá de la necesidad (ámbito del reino animal), el deseo es para el humano su espacio y la libido su energía. Es decir que, a diferencia del resto de los animales, el cachorro humano se habrá de desenvolver en su mundo más determinado por su deseo que por su biología y se comportará más impulsado por su libido que por su instinto.

Es así que su comportamiento y su razón están en consonancia con lo que verdaderamente lo motiva y determina. Por tanto, para conocer a un sujeto humano debemos comprender y entender lo singular en él de su deseo y de su libido. Es decir, su elegida posición ante la condición que lo determina (su posición deseante) y la particularidad con la que se desenvuelve en él su energía psíquica (su particularidad libidinal).

Pues bien, el deseo y la libido no están de entrada en el recién nacido, sino que este accederá a ellos a través de sus relaciones primarias, a través de las relaciones