—En este libro propone recuperarnos como personas, en caso de que haya desequilibrio en la relación. ¿Cómo comenzó su interés en este tema?
—Empezó hace muchos años, porque atiendo a muchas personas que vienen por problemas derivados del amor. Como he dicho en otras ocasiones, el 60% de las consultas en psicología suelen ser sobre temas relacionados con el amor. Lo que he ido viendo y aprendiendo sobre este tema, me hace pensar que el desequilibrio, en términos de reciprocidad, en términos de democracia emocional –te doy, te cuido y me cuido, me quiero y te quiero– es clave.
El interés está porque es uno de los motivos principales por los cuales la relación no funciona. Cuando están desequilibradas quiere decir que tú eres más importante que yo.
Y eso implica que quererte significa de alguna manera que yo me pueda llegar a anular o simplemente estar a tu sombra, o estar en un segundo plano. Es como alimentar a un narcisista, no tiene que ser así. Es equilibrada en el sentido de que a veces tú, a veces yo, pero siempre tiene que ser recíproca, doy y recibo. Te cuido y me cuido, te quiero y me quiero, somos dos. La ecuación del amor es para dos, no es de uno solo. Si tú quieres estar en un segundo plano en la relación, esa relación va rumbo al fracaso, casi seguro.
—El libro contiene un importante apartado sobre personas de las cuales sería mejor no enamorarnos. Si encontramos a alguien que no esté en los cinco grupos, ¿podríamos pensar que de enamorarnos las cosas irán