Manual 16. Pastoral social

Por Arquidiócesis Primada de México

La diacronía y la caridad de la Iglesia en acción constituyen la Pastoral Social. Implica la opción por los pobres, la promoción humana, la auténtica liberación. Requiere de la formación y el compromiso de los laicos en el campo social.

Aparecida emplea la expresión “Reino de vida” para decirnos cuatro grandes verdades: Jesucristo es la Vida, Jesús inaugura entre nosotros el Reino de Vida del Padre. Este Reino es inclusivo, todos tienen cabida. El Reino es incompatible con situaciones de vida inhumanas.

• Idioma: Español
• Editorial: PPC Editorial - Arquidiócesis de México
• Fecha de lanzamiento: 2 feb 2016
• ISBN: 9786078315925

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PRESENTACIÓN

Evangelización, promoción humana y liberación integral

La diaconía y la caridad de la Iglesia en acción constituyen la Pastoral Social. El papa Benedicto XVI señala la unión de esta pastoral con las otras acciones de la Iglesia porque: La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra. Para la Iglesia, la caridad no es una especie de actividad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia (DC 25). La expresión Pastoral social es una categoría surgida en la Iglesia y actualizada en América Latina. Implica la opción por los pobres, la promoción humana, la auténtica liberación. Requiere de la formación y el compromiso de los laicos en el campo social.

Aparecida emplea la expresión Reino de vida para decirnos cuatro grandes verdades: Jesucristo es la Vida. Jesús inaugura entre nosotros el Reino de Vida del Padre. Este Reino es inclusivo, todos tienen cabida. El Reino es incompatible con situaciones de vida inhumanas.

Las condiciones de miseria, exclusión y dolor de muchos hermanos nuestros contradicen el proyecto del Padre y nos interpelan a un compromiso a favor de la cultura de la vida (cf. DA 358).

En este contexto de opción por la Vida, se ubica la Pastoral social, espacio concreto por el que los discípulos misioneros de Jesucristo, anunciamos el Evangelio de la vida y la solidaridad, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia (cf. DA 400). Se requiere de una Pastoral Social estructurada, orgánica e integral que, con la asistencia, la promoción humana, se haga presente en las nuevas realidades de exclusión y marginación que viven los grupos más vulnerables, donde la vida está más amenazada (DA 401).

La reflexión gira en torno a los grandes desafíos de la Pastoral social: la formación de la conciencia social de los cristianos, la defensa y promoción de la dignidad y los derechos de la persona, el cuidado del medio ambiente, la pastoral del trabajo, de la salud, de la mujer, la penitenciaria, de la movilidad humana... en suma, la atención a todos aquellos ambientes donde hoy la vida está vulnerada. Los temas del Manual nos llevan de la mano por estas tareas.

Objetivo general

Evangelización, promoción humana y liberación integral

La verdadera evangelización conlleva la promoción humana, es liberación integral.

En síntesis

Desarrollo del tema

LA PALABRA

1. Evangelizar es promover al ser humano

Las condiciones de injusticia y pobreza fruto del pecado hacen que millones de hermanos nuestros vivan inhumanamente. Esta situación es un reto para la Iglesia, cuya misión de implantar el Reino de Dios significa promover mejores condiciones de vida en lo económico, político y cultural, a partir del principio de la dignidad humana.

«Evangelizar» es llevar la Buena Nueva a todos los ambientes para transformar a la humanidad, es propiciar criterios de juicio, valores, modos de vida y una visión integral del ser humano (cf. EN 18-19). La tarea de lograr mejores condiciones de vida se denomina promoción humana.

2. Evangelizar es mostrar a Cristo

La evangelización, además de anunciar el evangelio, catequizar y preparar para vivir la doctrina de Jesús, constituye la actividad de la Iglesia, en los ambientes sociales.

Evangelizar es mostrar a Cristo en todos los ambientes; desarrollar, reconocer y promover el respeto de la persona y sus derechos fundamentales; anunciar el Kerigma que favorece la conversión.

3. La promoción humana, dimensión privilegiada de la evangelización

La auténtica evangelización incluye la promoción humana. Es el paso de condiciones de vida menos humanas a condiciones cada vez más humanas hasta llegar al pleno conocimiento de Jesucristo (cf. PP 20-21).

Quien anuncia el Evangelio no puede permanecer indiferente al ámbito social. La promoción humana es consecuencia lógica de la evangelización (cf. DISD 13), una forma de liberación y desarrollo para los pobres y marginados; representa una dimensión de la Nueva Evangelización (cf. DSD 159-163).

La promoción humana que propone la Iglesia se inspira en el Evangelio, busca hacer más digna la vida, excluir la injusticia, la pobreza y toda forma inhumana de relación social.

4. Vínculos entre liberación integral y evangelización

Los vínculos entre liberación integral y evangelización son de diversos órdenes.

  Antropológico. El hombre y la mujer sufren problemas sociales y económicos en circunstancias concretas y reales.

  Teológico. La creación, redención y salvación se relacionan con el combate de situaciones de injusticia.

  Evangélico. La justicia, liberación, desarrollo y paz tienen mucho que ver con el amor al prójimo (cf. EN 31).

5. Liberación en la historia

La liberación se realiza en la historia de cada pueblo y persona, en las dimensiones: social, política, económica, cultural... Todo ello iluminado con la luz del Evangelio que transforma personas y realidades. De lo contrario, la misión de la Iglesia se reduce a una acción humanitaria y pierde su significación más profunda, su mensaje no tiene ya originalidad, se presta para ser acaparado y manipulado por sistemas ideológicos y partidos políticos (cf. DP 483).

La promoción humana posee tareas urgentes: el respeto a los derechos humanos, el uso racional de los recursos, la solidaridad con los pobres e indígenas, el trabajo y la movilidad humana, la renovación del orden económico, político, democrático...

6. Respeto a los derechos humanos

Los derechos humanos son atributos originarios, irrenunciables, universales y relativos a toda persona humana; exigen respetos de todos y protección del Estado.

El origen de los derechos humanos radica en la misma persona humana. Promoverlos es reconocer la dignidad de todos los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios.

La defensa de los derechos humanos es una exigencia de la evangelización, toda violación de los mismos contradice el plan de Dios y es pecado (cf. DSD 164-165).

7. Uso racional de los recursos

Dios dispuso el ambiente para que hombres y mujeres lo habiten como su hogar, para su alimentación, recreo y convivencia.

La explotación irracional de la naturaleza ocasiona que nuestra casa esté en peligro.

La promoción humana busca: el uso racional del ambiente y su conservación; la educación ecológica, el rescate de valores, el diálogo y cooperación; favorecer una ética ecológica y cultivar una espiritualidad que recupere el sentido de Dios, presente en la naturaleza (cf. DSD 169-170).

8. Solidaridad con los pobres e indígenas

Los pobres y marginados son los destinatarios privilegiados del Evangelio. Los cristianos hemos de identificar a quienes sufren y compartir su lucha por salir adelante.

La promoción humana ha de brindarles los medios para lograr mejores condiciones de vida. La solidaridad cristiana consiste en servicio a los necesitados y fidelidad a Dios. Esto es fundamental en la relación entre evangelización y promoción humana (cf. EN 31; DSD 159).

Por su parte, nuestros hermanos indígenas –discriminados, despojados y olvidados– requieren de una evangelización y promoción humana que entienda sus costumbres y tradiciones, respete su cultura.

9. El trabajo y la movilidad humana

El trabajo es fundamental para el desarrollo humano, ha de contribuir a la dignificación de la persona, a su realización con responsabilidad y empeño; pagar salarios justos y dar prestaciones que propicien el verdadero desarrollo.

La migración o movilidad humana se origina por motivos socioeconómicos, políticos o culturales. Los migrantes corren peligros en el desplazamiento, son explotados e incluso asesinados.

10. El orden democrático y económico

La promoción la entendemos como democracia formal y real para la convivencia humana, basada en el diálogo y el respeto. Es obligación del gobierno promover el bien común, atender de manera especial, a grupos vulnerables y a personas