Hablar de la "salvación" en la catequesis de hoy

Por Juan Pablo García Maestro

En la actualidad, las personas se afanan en la búsqueda de la felicidad más que en la esperanza de salvación. ¿Qué salvación cabe esperar en una sociedad en la que Dios es el gran extraño? ¿Se habla de la salvación en la catequesis? Las Bienaventuranzas de Jesús de Nazaret son para los cristianos la carta magna de la felicidad. Desde ellas, podemos afirmar que la originalidad de la ética cristiana se resume en "lograr que en este mundo haya menos sufrimiento y más felicidad".Libro especialmente dedicado  a catequistas y agentes de pastoral.

• Idioma: Español
• Editorial: PPC Editorial
• Fecha de lanzamiento: 2 sept 2013
• ISBN: 9788428825528

Vista previa del libro

Didajé

La Didajé o Enseñanza de los Doce Apóstoles es un breve documento catequético de los primeros cristianos, destinado probablemente a dar la primera instrucción a los neófitos o a los catecúmenos. En él se enumeran de forma clara y asequible a todos las normas morales, litúrgicas y disciplinares que han de guiar la conducta, la oración y la vida de los cristianos.

La Colección Didajé quiere ser un instrumento de ayuda a la iniciación cristiana y a la formación permanente de los cristianos actuales.

Dentro de ella, los Cuadernos AECA, dirigidos por la Asociación Española de Catequetas, abordan diversos temas catequéticos de actualidad que sirvan de orientación y de formación a quienes coordinan y llevan a cabo las tareas de la catequesis.

«No habría final peor

que el que no hubiese

ningún final.»

Johann Baptist Metz

PRESENTACIÓN

Dar respuesta a los interrogantes sobre la salvación

A responder estas cuestiones dedico buena parte de las páginas de este libro. Sé bien que se trata de un tema abierto a múltiples aproximaciones y necesitado de una seria reflexión. Urge traducir a categorías inteligibles por nuestros contemporáneos que se inician en la fe una noción tan rica de contenido como la de salvación. Es, sin duda, uno de los más serios desafíos para la catequesis y para la pastoral de la Iglesia.

La Catequética y la Teología Pastoral son concebidas por algunos como una suerte de recetario aplicado que reciben los contenidos de otras disciplinas teológicas. Desde esta concepción reduccionista, el teólogo sistemático, el fundamental, el biblista, etc. formularían el núcleo temático fundamental y sería misión del catequeta y del pastoralista volcarlos en la catequesis y en la acción pastoral de la Iglesia. A los primeros les correspondería la teoría y a los segundos aplicarla, sin más, en la praxis.

Este fenómeno, que angosta el terreno de dos disciplinas con estatuto propio más que holgado, se detecta también en algunas tesinas o tesis doctorales en Teología Catequética o en Teología Pastoral. Según esta concepción estrecha, en primer lugar vendría el análisis histórico-sociológico, después el bíblico-teológico y, al final, en el último capítulo, se añaden algunas aplicaciones prácticas para la catequesis y para la pastoral de conjunto. Creo que este planteamiento es equivocado y poco respetuoso con la naturaleza de ambas disciplinas.

Desde esta concepción, ambas disciplinas tendrían la función de dialogar con el resto de las disciplinas teológicas para que introduzcan en su logos los grandes interrogantes que el mundo plantea a la fe y, desde luego, el compromiso que conlleva el creer. Se trata de ir de la vida (auténtico locus theologicus) a la reflexión y, de ésta, de nuevo a la vida.

Sin embargo, el gran drama de la Teología es que con frecuencia no se elabora a partir de la vida de las personas, de la vivencia real de la comunidad cristiana, del silencio como espacio habitado por el Misterio y de la praxis de la fe.

Aún no hemos logrado que la Realidad se convierta el lugar hermenéutico. Desde la Realidad de nuestra historia, los lugares teológicos por excelencia (la Escritura, la Tradición y la Iglesia) ayudan a que la teología dé más de sí (Juan Carlos Scannone).

Sin embargo, cabe preguntarse si hay comunidades donde el teólogo pueda elaborar de verdad su teología acompañando y acompañado efectivamente por el Pueblo de Dios y su mística. ¿No seguimos haciendo una teología mucho de mesa y poco de rodillas? (Hans Urs von Balthasar).

Todo esto tiene mucho que ver con el concepto de salvación, sobre todo si queremos que sea experimentado con toda intensidad a los hombres y mujeres a los que iniciamos en la fe mediante el proceso catequético.

En este trabajo hemos pretendido esbozar un intento de respuesta a una serie de interrogantes que muchos creyentes y no creyentes se hacen en torno al tema nada fácil de la salvación. Pienso que la teología y la catequesis deben ser contextualizadas. En otro caso, hablar de la salvación será para muchos retórico: se formula pero no se obtiene respuesta alguna. Esto constituye una tarea que está por hacer. Me pregunto: ¿Qué teología contextual hacemos desde España?

Todavía hay que superar definitivamente el régimen de Cristiandad, desterrar añoranzas y convertir nuestra Iglesia en auténtica comunidad de comunidades. El catequeta, el pastoralista y el teólogo deben iniciar su quehacer teológico en ese lugar. De no ser así, la praxis pastoral, la catequesis y la teología caminarán por senderos diferentes, y la salvación resultará un concepto ininteligible. A hacerlo un poco más fácil hemos dedicado este humilde intento.

INTRODUCCIÓN

¿Qué sentido tiene hablar de salvación en la sociedad actual?

Una de las grandes carencias de la teología actual es la ausencia de una reflexión adaptada al lenguaje de las personas de nuestra sociedad, incluidos los cristianos, sobre el tema de la salvación. Pero es lo que sucede con todos los temas difíciles: se teme abordarlos (cf. G. GUTIÉRREZ: 1990: