Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Un amor más allá de la razón: Traslade el amor de Dios de su mente a su corazón
Un amor más allá de la razón: Traslade el amor de Dios de su mente a su corazón
Un amor más allá de la razón: Traslade el amor de Dios de su mente a su corazón
Libro electrónico340 páginas5 horas

Un amor más allá de la razón: Traslade el amor de Dios de su mente a su corazón

Calificación: 4.5 de 5 estrellas

4.5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿CÓMO EXPLICAR UN AMOR QUE NO TIENE EXPLICACIÓN?¿Qué sucederá si dejas que este amor conmueva tu corazón?Descubra al Dios que siempre ha deseado encontrar: un Padre que le ama y que está comprometido con su mayor felicidad.En su mundo que llora por ser amado, ¿ha sido impactado por el amor de Dios? En su interior, ¿aún lo ve como una figura autoritaria que demanda que se haga todo de forma correcta o ha vislumbrado a su Padre celestial como realmente está, sonriéndole con gozo indescriptible? John Ortberg descorre las cortinas que cubren este concepto erróneo para revelar lo que siempre usted ha esperado y lo que siempre ha sabido que es verdad: El amor de Dios es un amor que va más allá de la razón. Y está esperando para fluir a su vida con una gracia que puede transformarle a usted y a los que le rodean.
IdiomaEspañol
EditorialZondervan
Fecha de lanzamiento11 may 2010
ISBN9780829781533
Un amor más allá de la razón: Traslade el amor de Dios de su mente a su corazón
Autor

John Ortberg

John Ortberg is teaching pastor of Menlo Church and author of many books, including God Is Closer Than You Think.

Relacionado con Un amor más allá de la razón

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Un amor más allá de la razón

Calificación: 4.666666666666667 de 5 estrellas
4.5/5

3 clasificaciones1 comentario

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 4 de 5 estrellas
    4/5
    el amor de DIOS todo lo puede y todo lo transforma, buen libro

Vista previa del libro

Un amor más allá de la razón - John Ortberg

UN AMOR

MÁS ALLÁ DE

LA RAZÓN

LLEVE EL AMOR DE DIOS

DE SU CABEZA

AL CORAZÓN

UN AMOR

MÁS ALLÁ DE

LA RAZÓN

JOHN ORTBERG

logo1

La misión de Editorial Vida es

proporcionar los recursos necesarios a fin

de alcanzar a las personas para Jesucristo y

ayudarlas a crecer en su fe.

ZONDERVAN

©2004 EDITORIAL VIDA

Miami, Florida

Publicado en inglés bajo el título:

Love Beyond Reason

por The Zondervan Publishing House

©1998 por John Ortberg

All rights reserved under International and Pan-American Copyright Conventions. By payment of the required fees, you have been granted the non-exclusive, non-transferable right to access and read the text of this e-book on-screen. No part of this text may be reproduced, transmitted, down-loaded, decompiled, reverse engineered, or stored in or introduced into any information storage and retrieval system, in any form or by any means, whether electronic or mechanical, now known or hereinafter invented, without the express written permission of Zondervan.

ePub Edition August 2009 ISBN: 978-0-829-78153-3

Traducción y edición:

Elizabeth Fraguela M. y Wendy Bello

Diseño de cubierta: Gustavo Camacho

Reservados todos los derechos

ISBN 08297-3807-X

Categoría: Vida cristiana

04 05 06 07 08 09 2 06 05 04 03 02 01

Contenido

Cover Page

Title Page

Copyright Page

Reconocimientos

1. Un amor más allá de la razón

2. El amor presta atención

3. Dios toca a los intocables

4. El Señor de la segunda oportunidad

5. Jesús, el Maestro

6. La satisfacción de ser amado

7. La ruta indirecta

8. Amor y gracia

9. Ser amado significa ser escogido

10. Seguro en el amor de Dios

11. Dios busca a la gente que se esconda

12. El Dios harapiento

Referencias

About the Publisher

Share Your Thoughts

Este libro

está dedicado

con toda gratitud a

Ian Pitt-Watson,

David Hubbard,

Lew Smedes y

Rich Mouw

Reconocimientos

IAN PITT-WATSON era el primer predicador, de los que yo había oído, que además era poeta y artista. Al escuchar a otros predicadores a menudo me sentí informado, convencido o inspirado. Cuando oía a Ian era como si a veces un velo se abriera, y de pronto yo no estaba seguro de si estaba sentado en un aula en Pasadena o en la Jerusalén del primer siglo.Oír predicar a Ian era amenudo como si de repente uno se encontrara misteriosamente, perdidamente inmerso en la presencia de Dios, para sorpresa de uno mismo más que nada. Dos de los grandes regalos de mi vida fueron: primero, el regalo de su enseñanza y luego, el de su amistad.

Su más grandioso sermón tal vez fuera la historia de dos clases de amor, el amor que busca valor en su objetivo y el amor que crea valor. Ian nunca lo publicó, excepto algunos pedazos que usó para ilustrar el oficio de la predicación. Pero este provee la idea central del primer capítulo, la metamorfosis de una muñeca de trapo. Las historias y experiencias que cuento en el primer capítulo sonmías. Pandy realmente existe y le va muy bien en San Diego. Pero la inspiración viene de Ian.

También quiero dar las gracias a varias personas que leyeron parte o todo este manuscrito: Ruth Haley Barton, Gerald Hawthorne, Rich Mouw, Lauri Pederson, Scott Pederson, Lew Smedes, y Jodi Walli. Jack Kuhatschek de nuevo fue un gran amigo y una gran ayuda como editor, y los esfuerzos diligentes de Jim Ruark agregaron claridad donde más lo necesitaba.

A mi esposa, Nancy, por su candor y estímulo y a Laura, Mallory y Johnny, les debo la deuda impagable de todos los que son amados a pesar de sus harapos.

UNO

Un amor má s allá

de la razón

El amor mata lo que hemos sido

para poder ser lo que no fuimos.

SAN AGUSTÍN

SU NOMBRE ERA PANDY. Había perdido una gran cantidad de pelo, le faltaba uno de sus brazos y, en términos generales, el relleno se le estaba saliendo. Era la muñeca favorita de mi hermana Barbie.

No siempre fue así.Una tía querida fue personalmente a escogerla para su regalo de navidad, luego de andar por muchas tiendas por departamento en el lejano Chicago. Su cara y manos estaban hechas de alguna clase de goma o plástico para que parecieran reales, pero su cuerpo estaba relleno de trapos para que se sintiera suave y se apretara como una bebé de verdad. Cuando mi tía vio la vidriera de Marshall Fields y encontró a Pandy, supo que había encontrado algo verdaderamente bueno.

Pandy era joven y bien parecida y Barbie la quería mucho. La quería con un amor que resultaba demasiado fuerte para el propio bien de Pandy. Si Barbie se acostaba por la noche, Pandy estaba a su lado. Si Barbie iba a almorzar, Pandy comía al lado de ella en la mesa. Cada vez que Barbie se las ingeniaba, Pandy se bañaba con ella. El amor deBarbie por esamuñeca era, desde el punto de vista de Pandy, casi una atracción fatal.

Cuando llegué a conocer a Pandy, ya esta no era una muñeca particularmente atractiva. De hecho, en honor a la verdad debo de-cir que era un desastre. Había dejado de ser una muñeca de mucho valor, ni siquiera estoy seguro de que se hubiera podido regalar.

Pero por razones que nadie podría imaginar, y que a veces son típicas de los niños, mi hermana Barbie todavía amaba a esa muñequita de trapo. La quería tanto ahora que era un harapo como la quiso en los mejores días de Pandy, cuando todavía tenía una gran belleza.

Otrasmuñecas vinieron y se fueron, pero Pandy era de la familia. Si amabas a Barbie, amabas su muñeca de trapo. Eran como dos en una. Una vez salimos de vacaciones desde nuestra casa en Rockford, Illinois, a Canadá. Al regresar, casi llegando a nuestra casa, en la frontera de Illinois, nos dimos cuenta de que Pandy no había regresado con nosotros. Se había quedado en el hotel de Canadá.

Ni siquiera pensamos en otra opción.Mi padre dio una vuelta al automóvil y volvimos a recorrer todo el trayecto desde Illinois hasta Canadá. Éramos una familia devota. Quizás no éramos una familia muy brillante, pero sí muy devota.

Corrimos al hotel y hablamos con el recepcionista que estaba en el recibidor, no apareció Pandy. Corrimos a nuestra habitación, no apareció Pandy. Bajamos corriendo por la escalera, encontramos la lavandería y allí estaba Pandy, envuelta en las sábanas, a punto de que la destruyeran si la metían en la lavadora.

La medida del amor demi hermana por aquella muñeca era tal que viajó todo el camino hasta un país distante por tal de salvarla.

Pasaron los años y mi hermana creció. Pandy quedó atrás. La cambió por un novio llamado Andy (quien, por extraño que parezca, era incluso menos atractivo que la muñeca Pandy).

Durante un buen tiempo Pandy dejó de tener gran valor y por el momento la única cosa lógica que quedaba por hacer era desecharla. Peromimadre no sabía cómo hacerlo. Agarró a Pandy por una última vez, con un cuidado extraordinario la envolvió en unos papeles de seda, la colocó en una caja y la guardó en el ático durante veinte años.

Cuando yo estaba creciendo tenía todo tipo de juguetes y animales rellenos. Mi madre nunca guardó ninguno de ellos. Pero guardó a Pandy. ¿Quiere saber por qué? (De niño yo pensé que tal vez era porque mi mamá quería más a mi insoportable hermana que a mí.)

La naturaleza del amor de mi hermana es lo que hizo que Pandy tuviera tanto valor. Barbie quería a esamuñequita con la clase de amor que hacía que la muñeca fuera preciosa para cualquiera que quisiera a Barbie. Todas esas lágrimas, abrazos y secretos de alguna forma se mezclaron con esos trapos. Si quería a Barbie, era natural que también quisiera a Pandy.

Pasaron más años. Mi hermana se casó (no con Andy) y se mudó lejos.Tuvo tres niños, la última fue una niñita llamada Courtney, que pronto llegó a la edad en que ella quería una muñeca.

Ni siquiera pensó en otra opción. Barbie regresó a Rockford, volvió al ático y sacó la caja. Sin embargo, para entonces ya Pandy era más trapo que muñeca.

Así quemi hermana la llevó a un hospital de muñecas en California (ese lugar existe de verdad) y la hizo pasar a través de una cirugía reconstructiva. A Pandy le hicieron cirugía cosmética o liposucción o lo que sea que le hacen a lasmuñecas, hasta que después de tener treinta años, Pandy volvió a ser tan bella por fuera como siempre fue a los ojos de los que la querían. No estoy seguro si a Barbie le parecía mejor, pero por lo menos ahora a los demás les era posible ver lo que Barbie siempre vio en ella.

Cuando Pandy era joven, Barbie la quería. Le celebraba su belleza. Pero ahora Pandy era vieja y haraposa y todavía Barbie la seguía queriendo.Nosolo quería a Pandy porque era bella, ella la quería con una clase de amor que hacía que Pandy se viera hermosa.

Han pasadomás años. El nido demi hermana pronto se quedará vacío. Ya Courtney es una adolescente, preparándose para ser una mujer adulta; Andy, hijo, ya está en el teléfono. Y, ¿Pandy? Pandy ya se está preparando para otra caja.

Dos vcrdailcs

ACERCA DE LOS SERES HUMANOS hay dos verdades que realmente importan.

Todos nosotros somos como muñecas de trapo. Imperfectos, heridos, quebrados y torcidos. Desde la caída, todos los miembros de la raza humana hemos vivido al borde de ser harapos.Nuestros harapos, en parte, son algo que nos pasa.Nuestros genes pueden prepararnos para ciertas debilidades. Nuestros padres nos pueden decepcionar cuando más los necesitamos. Pero esa no es toda la historia.Cada uno de nosotros hace depósitos en la cuenta de harapos de la raza humana. Decidimos engañar cuando la verdad ruega que se diga. Nos quejamos cuando debemos dar una alabanza generosa. Traicionamos con toda intención cuando estamos atados a un juramento de lealtad.

Todos

nosotros

somos como

muñecas de

trapo.

Imperfectos,

heridos,

quebrados y

torcidos.

Estos harapos penetran todo nuestro ser, como una salpicadura de tinta en un vaso de agua. Nunca nuestras palabras y pensamientos se liberan de estos por completo. No cabe duda alguna de que somos muñecos de trapo.

Pero somos muñecos de trapo deDios. Él conoce todos nuestros harapos, y nos ama de todas formas.Nuestros harapos ya dejaron de ser lo más importante en cuanto a nosotros.

No fuimos creados harapientos. Desde el principio había una maravilla acerca de los seres humanos que hizo que el mismo Dios dijera «Muy bueno» cuando los vio en la vidriera de la tienda por departamento. Había tal maravilla en los seres humanos que motivó que el escritor de Génesis dijera que fueron hechos a la imagen delmismo Dios.Había talmaravilla en los seres humanos quemotivó que el salmista dijera que rivalizaban en gloria y honor con los seres divinos. Todavía la maravilla del ser humano es tal que ni siquiera nuestra caída la podría borrar por completo.

Tal vez seamos

despreciables,

sin embargo,

somos queridos.

Usted es una maravilla. Los harapos no son su identidad. Los harapos no son su destino, ni tampoco el mío. Tal vez seamos despreciables, sin embargo, somos queridos. Y no podemos ser amados sin ser cambiados.Cuando la gente experimenta el amor (y aquí no quiero decir solo sentir cariño hacia otros, lo que quiero decir es el amor que a veces es exigente y desafiante y hasta incluso doloroso), comienza a desarrollar belleza.

Esta es la verdad hasta en el nivel físico. Los sicólogos nos dicen que el entusiasmo de estar enamorado aumenta los latidos del corazón: la cara brilla, los labios parecen más rojos y el círculo debajode los ojos ¡sehacemenos notable! Las grandes emocioneshacen que las pupilas se dilaten, de manera que los ojos se ven más brillantes y claros. Estamos hechos de una manera tal que hasta nuestros cuerpos se hacen más amables cuando nos aman.

Estamos más acostumbrados a un tipo de amor que busca a alguien o algo de gran valor. Este es un amor que celebra la belleza o fortaleza del amado. El amor con el cual estamos más familiarizados siente atracciónpor un objeto porque es caro o atractivo o porque le da categoría a la persona que se asocia con él.

Los griegos tenían una palabra para esta clase de amor. Era la palabra eros. Cuando oímos esta palabra pensamos en el término «erótico », pero eros significa algo más que el amor sexual. En esencia eros describe la clase de amor que yo doy para satisfacermis deseos, ganar mi admiración o satisfacer mis apetitos. Eros es el amor en búsqueda del tesoro. Es el premio que acompaña ganar un concurso de belleza, o ser nombrado por la revista People como el hombre más sexy del año.

Aprendemos temprano acerca de esta clase de amor. Los estudios demuestran que los adultos le sonríen, hacen gorgoritos, besan y carganmás a los bebésbonitos que a losqueno lo son. Lospadres se involucran más con los bebés atractivos que con los que no lo son, según dicen los críticos independientes.

Karen LeeThorp señala que las historias de los niños refuerza esto: «El príncipe no se embelesó por la conversación inteligente de Cenicienta; se sintió cautivado por el vestuario y sus pies tan pequeñitos. Blanca Nieves y la Bella Durmiente pescaron sus hombresmientras estaban en estado comatoso. Rapunzel vivió sola durante veinte años en una torre y nunca tuvo un día problemático con su pelo».

Eros, el amor que proviene de la necesidad y la admiración y el deseo, no es necesariamente una mala clase de amor. Es bueno que un bebé ame a su mamá cuya leche significa vida. Es bueno para un enamorado celebrar la belleza de su ser amado.

Pero eros, y nada más, es un amor demasiado precario sobre el cual edificar su vida cuando usted es un muñeco de trapo. Estará atrapado en un concurso imposible de ganar, intentando probar que usted es lo suficientemente bueno, inteligente, fuerte o espiritual para merecer ser amado. Tendrá temor de mostrar los bordes harapientos de su verdadero ser. No, las muñecas de trapo necesitan un amor más resistente que el de eros.

Existe un tipo de amor, un amor que crea valor en lo que se ama. Hay un amor que convierte las muñecas de trapo en tesoros invaluables. Hay un amor que se agarra a las criaturitas de trapo, por razones que nadie podría ni siquiera imaginar y las hace preciosas y de un valor incalculable. Este es el amor más allá de la razón. Ese es el amor de Dios. Ese es el amor con el que Dios nos ama a usted y a mí.

El amor es la causa por la cual en primer lugar Dios nos creó. Los teólogos hablan del hecho de que Dios lo creó todo con libertad, no por necesidad. Hay una idea muy importante, significa que Dios no nos hizo porque estuviera aburrido, solitario o porque no tuviera nada más que hacer.

Dios no nos creó por necesidad. Nuestra creación surge de su amor. C.S. Lewis escribió: «Dios, que no necesita nada, mediante el amor hace criaturas totalmente superfluas demanera que Él las pueda amar y perfeccionar».

Pero la magnitud del amor deDios no semostró tanto cuando él decidió crearnos sino que se mostró cuando nosotros nos convertimos en pecadores sin atractivos.

Pablo lo expresó así: «A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quienmuera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva amorir por una persona buena. PeroDios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros».

Así que Dios está completamente consciente de nuestro secreto. Él sabe que somos muñecos de trapo. El profeta Isaías lo dijo hace miles de años: «Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia». Cada uno de nosotros se ha convertido en harapos, tan dañados por el pecado y la culpa que hasta parece que lo único lógico sería desechar la raza humana. Botarla y comenzar de nuevo. Pero este Dios no tuvo corazón para hacer eso. Así que Dios propuso una cirugía reconstructiva. Dios propuso llevar la raza humana al lugar donde él podía cambiar los trapos sucios y quitar la culpa y el pecado que pusieron tan poco atractivos a los objetos de su amor. Realmente existe este lugar. Se le llama la cruz.

El amor humano normal a veces puede hacer sacrificios por una persona noble, dijo Pablo. PeroDios fue hasta el último extremo para probar su amor por nosotros. Élmurió por nosotros en el momento preciso, cuando éramos harapos, débiles y pecaminosos.

Los escritores de la Biblia no quisieron usar la palabra eros para describir esta clase de amor. Así que lamayoría de las veces escogieron una palabra bastante descolorida, la palabra ágape. Los griegos no la usaron mucho, pero ahora estaba llena de un nuevo significado. Se usó para describir la clase de amor que le traería esperanza a una muñeca de trapo.

La palabra antigua para esta clase de amor es caridad. Caridad se usaba para expresar amor en la forma de un regalo puro. Ya no se usa mucho, y si se usa, a menudo tiene connotaciones de patrocinio o condescendencia. Nadie quiere ser un «caso de caridad».

Pero al fin de cuentas el máximo amor llega a nosotros como un regalo.

C. S. Lewis escribió:

Todos recibimos caridad, pues en todos nosotros existe algo que no merece ser amado, y nadie tiene la culpa de no amarlo. Solamente los simpáticos pueden ser amados con naturalidad. Sería como pedir a alguien que le gustara el pan podrido o el ruido de un torno eléctrico. Podemos ser perdonados, puede que sientan lástima hacia nosotros, y puede ser que nos amen a pesar de ello, con caridad y de ninguna otra manera. Todos los que tienen buenos padres, buenas esposas, buenos esposos, o buenos hijos, pueden estar seguros de que en ciertos momentos –y quizás siempre en lo que se refiere a una característica o costumbre determinada– están recibiendo caridad, y son amados no porque lo merezcan, sino porque el propio amor mora en los que aman.

Llamados a amar

EN EL NUEVO TESTAMENTO hay dos mandamientos que forman el corazón de nuestra respuesta al amor de Dios. No se pueden separar. El todo de la voluntad de Dios se resume en esto, Jesús dijo: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente» y «Ama a tu prójimo como a ti mismo ». La forma primaria en que la Biblia presenta alDios amoroso es amar a la gente que tan importante es para él. En palabras de Jesús: «Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí».

«Quiéreme, quiere a mis muñecas de trapo», dice Dios. Está todo incluido.

Si tomamos con seriedad el amar a Dios, debemos empezar por las personas, todas las personas. Y especialmente debemos aprender a amar a aquellos que por lo general el mundo desecha.

En los días de Jesús los que más abiertos estaban a su amor, eran los que más conscientes estaban de sus harapos. Un día Jesús estaba comiendo en la casa de un fariseo llamado Simón que luego de considerarlo todo creyó que, incluso desde el punto de vista de Dios, él no era una persona realmente difícil de amar.

Una mujer entró a la casa. Lucas nos dice que era «una pecadora», lo cual es una manera cortés de decir que era una prostituta. No existe duda alguna de que llegó sin ser invitada, escandalizando a todos los que estaban allí excepto al único verdaderamente santo que estaba sentado a la mesa. Ella había perdido su reputación, le faltaba una buena parte de su virtud y hablando en términos generales, había perdido el relleno. Su nombre era Pandy.

Nosiempre fue así.Un día ella fue la niñita de alguien, alguien que quizás tuvo preciosos sueños para ella. Quizás ella también tuvo sus sueños. Pero ya había pasado mucho tiempo desde que ese día quedó atrás. Pasaron años desde que estuvo en público en compañía de alguien respetable. A ella le costó reunir todo su valor para resistir las miradas y las murmuraciones en aquella habitación.

Se detuvo detrás de Jesús, a sus pies (en aquellos días la gente se inclinaba en lugar de sentarse a la mesa). Pero cuando por fin tuvo el valor demirar a los ojos de Jesús, en lugar de desprecio vio amor.

Ella trajo perfume para ungir a Jesús. Por lo general esto se hacía vertiendo el perfume sobre la cabeza de la persona. Pero mientras miraba a Jesús, comenzó a llorar. Tal vez estaba pensando en cómo ganó el dinero para comprar el perfume. Quizás estaba recordando la niñita que fue una vez. Quizás estaba pensando en la brecha entre lo que quería ser y

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1