Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Un vacío llamado papá
Un vacío llamado papá
Un vacío llamado papá
Libro electrónico263 páginas4 horas

Un vacío llamado papá

Calificación: 3.5 de 5 estrellas

3.5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Existe un vacío en tu corazón que se llama papá?

Cada hija sabe lo importante que es la palabra "papi". Cuando el padre nos desilusiona podemos ser afectados profundamente por el resto de nuestra vida.

Ya sea que tu papá abusó de ti o te abandonó, el resultado es un vacío que necesita ser llenado. Aquí encontrarás ayuda para soportar la herida y encontrar la sanidad. Algunos de los temas que se incluyen son: perdiendo al padre por causa del divorcio, muerte o abandono; viendo la negación tal y como es y cómo ésta negación no te deja avanzar; descubriendo cómo mejorar la relación con tu papá; encontrando al Padre celestial, real y perfecto.

Utilizando las Escrituras, testimonios reales y la percepción que comparte Norman Wright por medio de su experiencia de muchos años como consejero, este libro puede llevarte del sufrimiento y dolor a un gozo renovado, mientras descubres que tu Padre celestial siempre ha estado a tu lado.

IdiomaEspañol
EditorialThomas Nelson
Fecha de lanzamiento16 dic 2006
ISBN9781418583156
Un vacío llamado papá
Autor

H. Norman Wright

H. Norman Wright is a well-respected Christian counselor who has helped thousands of people improve their relationships and deal with grief, tragedy, and more. A licensed marriage, family, and child therapist and certified trauma specialist, he has taught at Biola University and the Talbot School of Theology, given seminars, developed curriculum, and worked as a private practitioner. The author of more than ninety books, he resides in Bakersfield, California.

Autores relacionados

Relacionado con Un vacío llamado papá

Libros electrónicos relacionados

Relaciones para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Un vacío llamado papá

Calificación: 3.4444444444444446 de 5 estrellas
3.5/5

9 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Un vacío llamado papá - H. Norman Wright

    Un

    vacío

    LLAMADO

    PAPÁ

    H.NORMAN WRIGHT

    Un_vacio_llamado_papa_FINAL_0003_003

    Editorial Betania es una división de Grupo Nelson

    © 2006 por Grupo Nelson

    Una división de Thomas Nelson, Inc.

    Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América

    www.gruponelson.com

    Título en inglés: A DadShaped Hole in My Heart

    © 2005 por H. Norman Wright

    Publicado por Bethany House Publishers

    Una división de Baker Publishing Group

    Grand Rapids, Michigan, 49516, EUA.

    A menos que se señale lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la

    Versión Reina-Valera 1960 ©1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.

    Usadas con permiso.

    Reservados todos los derechos.

    ISBN-10: 0-88113-074-5

    ISBN-13: 978-0-88113-074

    Traducción: Carla Dongo Palacios

    Tipografía: Grupo Nivel Uno, Inc.

    Diseño de la portada: studiogearbox.com

    Imagen de la portada: Meredith Heuwer / Photonica

    Reservados todos los derechos.

    Prohibida la reproducción total o parcial

    de esta obra sin la debida autorización

    por escrito de la editorial.

    Impreso en Estados Unidos de América

    CONTENIDO

    Introducción

    Capítulo 1

    Problemas del corazón

    Capítulo 2

    La perspectiva de un padre

    Capítulo 3

    Recuerdos de papá

    Capítulo 4

    Hijas sin padre

    Capítulo 5

    Hijas del divorcio

    Capítulo 6

    Mi papá murió

    Capítulo 7

    Aflicción por los padres ausentes

    Capítulo 8

    No estoy negando nada… ¿ o sí?

    Capítulo 9

    Cambia tu relación con tu papá

    Capítulo 10

    Dale tu mente a Dios

    Capítulo 11

    ¿Fácil? ¡No! ¿Redentor? ¡Sí!

    Capítulo 12

    ¿Quiénes tu verdadero Padre?

    Epílogo

    Acerca del autor

    Notas

    INTRODUCCIÓN

    Tu padre le dio forma a la persona que eres hoy. Él sigue influyendo en ti. Puede que haya sido una parte central de tu vida, o que haya estado ausente. Podría existir sólo en tu mente o puede que hables con él todos los días. Puede que estés buscándolo, o a su sustituto, en otros hombres. Pese a tu edad, es importante que entiendas la influencia de tu padre en tu vida.

    Según como lo veo, tomar este libro es un acto de valor de tu parte. Ya sea debido a problemas del corazón con tu propio padre, o a conflictos que alguien por quien te preocupas enfrenta con el suyo, tú estás buscando respuestas, y sé que eso puede ser un proceso potencialmente atemorizante y doloroso. Abrir viejas heridas y limpiarlas no es nada divertido. Pero este libro está diseñado para ofrecerte todo lo que necesitas para hallar sanidad y un nuevo comienzo con Dios.

    No estás sola. Muchas personas luchan con problemas —tanto físicos como emocionales— que se relacionan directamente con su vínculo con su padre terrenal. En esta obra leerás testimonios de otras mujeres que han experimentado muchos de los sufrimientos que tienes y que todavía padecen con la decepción de una relación fracasada con su padre. También oirás de algunas victorias ganadas sobre sus situaciones emocionalmente aplastantes.

    Tendrás la oportunidad de abrirte paso a través de tus propios problemas particulares en los ejercicios que se brindan en algunos de los capítulos. Recomiendo que te tomes el tiempo para considerar cuidadosamente y luego poner en palabras tus experiencias de carácter único. Te asombrarás de lo útil que es articular tus sentimientos y poner en práctica algunas de las sugerencias que siguen. Si no pasas por encima de estos ejercicios de gran ayuda, sé que tu sanidad se dará con mucha mayor rapidez.

    Como terapeuta cristiano he presenciado la destrucción que viene como resultado de las relaciones humanas fracasadas. Esta es la razón por la que escribí este libro. Quiero verte a ti y a muchas otras personas como tú liberadas del dolor de todo aquello. A lo largo de los años he llegado a comprender lo importante que es estar dispuestos a enfrentar las cosas que ni siquiera queremos admitir que están en nosotros. Quiero ayudarte a entender el impacto que tu papá tuvo en tu vida (bueno o malo) y mostrarte cómo las experiencias que tuviste con él influyen en algunas de las elecciones que haces como adulta. Incluso la manera en que ves la vida es en gran parte el resultado de las interacciones y experiencias en tu familia.

    En mi práctica como consejero también he tenido la oportunidad de observar cómo Dios, nuestro Padre celestial, ha tocado el corazón de cada persona que tuvo el valor suficiente para enfrentar su dolor. Lo he visto restaurar lo que parecía una situación imposible con Su poder y gracia especiales. E incluso cuando la relación entre la mujer y su padre no pudo restaurarse, he visto a Dios satisfacer las necesidades más profundas de ella y sanar el dolor en su corazón de una manera que ella jamás habría podido prever.

    Algunas veces, es una batalla larga y solitaria que tienes que librar. Pero no pierdas las esperanzas. Puedes encontrar una vida mejor a pesar de todos y cada uno de los problemas que tal vez tu padre terrenal te haya ocasionado en la vida. La clave está en descubrir que todo el tiempo tu Padre celestial estuvo al tanto de ti y anhelando reemplazar lo que se había perdido. Nunca es demasiado tarde. Una nueva vida te llama más allá del dolor que sientes hoy. No dejes que tus decepciones pasadas echen a perder el resto de tu vida.

    Espero que los siguientes capítulos no sólo te permitan dar un vistazo a los tipos de problemas que pueden surgir cuando tu padre terrenal te falla, sino que también te den una ayuda concreta para vencerlos. La buena noticia es que no hay dolor o decepción que pueda derrotarnos si ponemos nuestra confianza en alguien más que es perfecto y que nos ama de manera incondicional: nuestro Padre celestial. Mi oración genuina por este libro es que te lleve a Él.

    CAPÍTULO 1

    PROBLEMAS DEL CORAZÓN

    Me gustaría comenzar este primer capítulo con la historia de June. De muchas maneras, la misma refleja el lamento de incontables hijas como tú, que luchan con los efectos de un papá que no estuvo presente para ayudarlas. Año tras año gimen: Papito, ¿dónde estás? ¿Quiéneres?

    Mi hijo nació hace cinco años. Es un niño saludable y lleno de energía. Al menos, parecía estarlo al momento de su nacimiento. Pero unos días después descubrimos que tenía un defecto. No era visible. Nadie podía verlo. Pero estaba allí, y era grave. Tenía un «vacío» en el corazón, es decir, una comunicación interventricular congénita. Así ació. Como a la semana luego de descubrirlo, los doctores le abrieron el pecho y repararon ese vacío en su corazoncito. Así que pudo continuar con su vida de manera normal. Ni siquiera está consciente de que alguna vez tuvo un vacío en su corazón.

    Desearía poder decir lo mismo. Mi hijo y yo nos parecemos. Ambos tuvimos vacíos en nuestro corazón. Él nació así y su corazón fue reparado. Yo no nací con un vacío en el corazón, pero a lo largo de los años de mi niñez el vacío se creó y creció más jun junto conmigo. No ha sido reparado, aun cuando lo he intentado. Este vacío tiene una forma diferente al de mi hijo. El vacío en mi corazón tiene la forma de mi padre. La cirugía física no reparara ese vacío. Se requeriría de algo así como cirugía o sanidad emocional para que cerrara lentamente. No estoy segura de cómo voy en el proceso. Estoy confundida. ¿Acaso depende de cómo mi padre entra en mi vida y de alguna manera deshace lo que hizo o hace lo que no hizo hace años? Sólo quiero un corazón completo. Qué malo que no haya transplantes de corazón para este tipo de desorden.

    Hay muchas hijas que andan con un vacío en su corazón con la forma de su padre. Les falta algo que debieron haber recibido de él. O él les respondió de maneras que fueron mucho más allá de lo que cualquier hija debió haber soportado. O simplemente desapareció un día de sus vidas y no volvió a aparecer. Cualquiera de esas experiencias puede crear un vacío que aparentemente no puede ser llenado por ninguna otra cosa. Si crees que estás sola, que tu dolor es único para ti y tu familia, espero que este libro te muestre que no es así. Escucha a otras hijas adultas compartiendo cómo sus papás influyeron en ellas —algunas veces de manera positiva, y otras de manera negativa— más allá de sus años infantiles.

    Mi relación con mi padre fue incompleta, controlada, confusa y triste. Era un hombre inteligente, divertido, profundo y de personalidad agradable cuando estaba sobrio, y una caricatura de hombre explosivo, impredecible, maltratador, iracundo, patético y destructivo cuando tomaba, lo cual se hizo más frecuente con el pasar del tiempo.

    Mi padre y yo siempre hemos tenido una buena relación. Siempre ha mantenido estándares elevados, pero estos nunca han sido irrazonables. Yo sostengo esos mismos estándares hoy: las expectativas de que las personas siempre deben tratar de hacer lo mejor que puedan, ser amables, comportarse y hacerse de un porvenir pero, además, no dejar que la ambición se interponga en la felicidad. Puedo hablar con mi padre acerca de cualquier cosa y sentirme muy cómoda pidiéndole su consejo sobre cosas relacionadas con las finanzas, la política y la vida en general. Nos hemos acercado más a medida que me hice mayor porque compartimos el mismo amor por la historia y la buena conversación sobre cosas importantes, además que ambos crecimos espiritualmente a lo largo de los últimos cinco a diez años. Nunca he sentido que nuestra relación en general sea mala, aunque por supuesto hubo veces cuando puede que no hayamos estado de acuerdo, como en cualquier relación padrehija.

    Mi padre no estuvo conmigo desde el punto de vista emocional. No recuerdo haber tratado alguna vez con él acerca de luchas o problemas, o haber buscado su consejo. Recuerdo que le pedí su consejo acerca de un novio una vez cuando estaba en la Universidad. Tomé la decisión de ofrecerle la oportunidad de aconsejarme porque pensé que tal vez no me había dado consejo alguno porque nunca se lo requerí. Recuerdo que me contestó que en realidad no podía responder a la pregunta y que yo tendría que tomar la decisión, porque se trataba de mi vida. (Era evidente que no se sentía cómodo dándome consejos.) No estuvo conmigo para ayudarme con las tareas del colegio o para darme consejo sobre cualquier cosa como elegir cursos, opciones para actividades extracurriculares, posibilidades de carreras, mis intereses o metas en la vida, decisiones morales, opciones para universidades, reparaciones del automóvil, compras para la casa. Aunque me fue bien en la escuela (siempre aparecía en los cuadros de honor con calificaciones A y B) era y soy extremadamente responsable, no recuerdo que mi padre me alabara o reconociera mis logros sino en muy raras ocasiones, y sólo a instancias de mi madre. (Desde un punto de vista positivo, sé que está orgulloso de mí como adulta, y que me ama. Observo que pregunta acerca de mi vida y está tratando de llegar a conocerme. Estas cosas me conmueven.)

    Mi padre biológico estuvo presente desde mi nacimiento hasta que cumplí unos seis años y medio. Yo llegué cinco años después de que mis padres perdieran a una hija de dos años de edad. Mi papá me engreía, me llevaba en sus brazos o en sus hombros. Era amable, amoroso, consentidor y, oh, tan fuerte. A mis seis años y medio de edad, mi papá tuvo una crisis nerviosa, y no lo volví a ver sino hasta que cumplí los catorce. Para entonces ya no lo conocía y tenía temor.

    De hecho, la brecha entre mi padre y yo sigue creciendo a medida que envejecemos. Estoy comenzando a ver cuán irrespetuoso e hiriente puede ser y fue en el pasado con mi mamá. Me está costando reconciliar al papito que amaba cuando niña con el hombre que reconozco en él hoy. Me avergüenzan algunas de las cosas que hace, pero aun así quiero defenderlo hasta la muerte. Es doloroso.

    Mi padre no «estuvo conmigo». Hasta que cumplí los trece años, él se iba desde temprano en la mañana, después del desayuno, hasta la hora de la cena… mayormente para trabajar. Cuando estaba en casa, se enfrascaba en algún libro o encendía la radio. Los niños estábamos para ser vistos pero no para hacer ruido alguno. Él escuchaba música o las noticias durante las comidas. Luego, el verano en que cumplí trece años, nos dejó a pedido de nuestra mamá. Ella dijo después que no podía aguantar sus críticas y su silencio. Yo me sentí aliviada. Mi hermano se enfureció. Dijo que eso ponía fin a su esperanza de tener un papá como todos los demás. Yo estaba feliz de no tener que fingir que dormía hasta tarde los fines de semana para evitar la ira de él. Cuando me comprometí y llevé a mi novio a conocerlo, papá se negó a estrecharle la mano. Estuvo allí con los brazos cruzados sobre el pecho y le dijo a mi prometido que algunas personas trabajaban, y que aquellos que no podían trabajar eran maestros. Mi novio era maestro.

    Debido a que mi padre era alcohólico, era casi como tener dos padres. Cuando estaba sobrio, era amoroso y divertido. Cuando estaba ebrio yo me convertía en la adulta, ya que él se convertía en el que necesitaba que lo cuidaran.

    Era una relación maravillosa e íntima. Su amor y respeto por mi madre era el mayor regalo que un hombre le puede dar a su familia. Aunque crecí durante la época de la Depresión, nunca dudé que él cuidaría de mí. Era muy respetado en nuestra comunidad, y yo sentía que era un privilegio ser su hija.

    Padre, una palabra poderosa. Una palabra positiva para algunos y dolorosa para otros. ¿Qué es un padre? ¿Quiénse supone que sea, y qué se supone que deba hacer? Algunas veces, en mi práctica como consejero he escuchado a mujeres describir lo que desearían que sus padres fueran o hubiesen sido, y mi única respuesta es: «Eso no existe en ninguna parte». Sonaba como superpadre, que podía saltar de un edificio a otro. Algunas personas crean padres a la imagen de lo que quieren que sea en vez de lo que alguna vez podría ser. A menudo también hacemos esto con Dios, nuestro Padre celestial.

    Al trabajar con esas personas que sufren y padecen traumas, a menudo se me abre una ventana para mirar a través de la teología de ellas. Lo que creemos acerca de Dios realmente pasa al frente cuando estamos sufriendo. Y lo que escucho muy a menudo es lo que estas personas desearían que Dios fuera en vez de quién es según las Escrituras. Pero no podemos crear a Dios a la imagen de lo que queremos que sea a fin de satisfacer nuestras necesidades. Él es quien es, ya sea que eso cuente con nuestra aprobación o no.

    Del mismo modo, algunas mujeres nunca tendrán el padre que quieren, no debido a alguna deficiencia en su papá sino a que lo que desean es algo irrealista e inalcanzable. Para otras, lo que quieren es algo razonable, y sería más saludable para su papá si él fuera así. Pero algunos padres enfrentan retos emocionales o de desarrollo tan grandes que tomaría años de trabajo —tal vez incluso terapia— para que su sanidad llegara a ocurrir. Sólo entonces podría su hija esperar ver el cambio que preferiría en su relación padrehija.

    The Wonder of Girls: Understanding the Hidden Nature of Our Daughters [La maravilla de las muchachas: Entienda la naturaleza oculta de nuestras hijas] por Michael Gurian,¹es uno de los mejores libros que he visto sobre este tema. De una manera muy sucinta, el autor describe el impacto de un padre sobre su hija. Dice:

    El padre que es sincero con su hija en cuanto a sus propias fallas se convierte en su confidente. El padre que permanece estoico se convierte en un enigma que ella tiene que resolver. El padre que se distancia demasiado de su hija se convierte en una carga que ella lleva por la vida. Si el padre siempre encuentra tiempo para abrazar a su hija, escucharla, lanzarla al aire, bailar con ella, correr a su lado, prepararla, consolarla y protegerla, le dará el mejor regalo de la vida con que fue equipado para dar. Si el padre no se inhibe, y le enseña a su hija las habilidades que ella necesita para vivir, comparte un tipo activo de respeto por la variedad en el desarrollo de la muchacha. Si el padre compite con su hija en los juegos, la deja ganar una cantidad razonable de veces, cuando ella es pequeña, le muestra tanto su propia humildad como el potencial que ella tiene. Y cuando el padre ayuda a la hija a entrar en el mundo de la sexualidad, el romance y luego el matrimonio, el hombre se convierte en más que un brazo del cual caminar hacia el altar: se convierte en la mente de su hija, en alguien intrépido…

    Cómo lo vi

    Es probable que entiendas el impacto que tu padre tuvo sobre ti si puedes recordar cómo lo veías en diferentes etapas de tu niñez. ¿Recuerdas lo que pensabas y sentías acerca de tu padre en las siguientes edades?

    3 años __________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________

    6 años __________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________

    9 años __________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________

    12 años ________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________

    He visto a una serie de personas y amigos a lo largo de los años con una variedad de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1