Melodrama
ha pasado tiempo y perdí la cuenta de cuándo fue la última vez que salí con alguien en plan amoroso. La monotonía de las redes sociales, el calentamiento global y el conflicto bélico no nos da chance de mirar al de enfrente, entender qué nos quiere decir con un gesto, una caricia o undicta una canción de mi . La prisa de esta ciudad en un día de San Valentín solo me lleva a un recuerdo que, con añoranza, cargo; recordar es saber que nos pasaron cosas buenas y uno las extraña. Ese día llegó Andrés por mí a la puerta de la escuela, esperando a que saliera de mis clases de actuación para ir a comer y al cine, todavía no lo sabía pero sería el mejor fin de semana de mi vida; luego de sobrevivir a relaciones tóxicas y dependientes esto era lo más parecido a mi idea del amor. Había visto videos de Paulina Rubio, telenovelas de Thalía y películas de Julián Hernández, entonces creía que amar se conjugaba entre hacerlo mío, meterle drama a una acinturada silueta y combinarlo con erotismo, pero ¿realmente sabía de qué se trataba? No. Estaba viviendo ese momento sin sospechar lo feliz que me haría. Andrés me llevó a un lugar de comida asiática donde nos dieron una galleta de la suerte, pero mi suerte ya la tenía con cenar a su lado. Después fuimos a ver , me provocaba ver vestidos de Vera Wang y a Anne Hathaway organizando una boda, a una de ellas en la película le dieron el anillo en una galleta de la suerte, y Andrés me preguntó si había revisado bien mi galleta, quizá pediría mi mano ese día, nos reímos y seguimos viendo la peli. Luego fuimos a una expo de David La Chapelle y a ese instante de vida le llamé plenitud, paz y armonía, era 14 de febrero y no sabía que Andrés había hecho todo esto para festejarlo. ¿A qué le tenemos miedo? El egoísmo de la gente es mediático, estamos a la defensiva, abusamos cada vez más de nosotros. Soy un experto en citas, pues con el tiempo aprendí –mas sigo sin entender– por qué no tienen el valor de decir que no y ya, nos ahorraríamos tantas cosas. Mientras ando en bici escucho la discografía de Erick Mendoza y recuerdo a los hombres que han pasado por mi vida, desde mi padre hasta el último que conocí en Instagram, todos han dejado una huella. Este tiempo me he dedicado a satisfacerlos, pero ¿y yo? En ese punto pienso que merezco ser feliz y para eso tengo a alguien que lo va a lograr para mí: YO. Tenemos la fuerza para hacerlo, nos conocemos al 100%, así que agradezcan, escriban sus sueños y tengan la convicción de que hoy es ahora y ahora es el mejor día. Qué privilegio poder tenernos, porque sin nosotros quién más podría estar para mí.
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