Ontologia y Devenir en Deleuze

Por Adolfo Sagastume

Básicamente nos interesa indagar en los textos de Deleuze sobre su ontología del devenir y para esto tenemos que remontarnos a la filosofía de los presocráticos y a las propuestas de Aristóteles. Sin embargo, para enganchar este tema con la concepción del tiempo el devenir nos vimos necesitados de incurrir en las propuestas de Nietzsche y Henry Bergson. La filosofía de Deleuze debe ser pensada como una subversión del platonismo. Platón inscribe el devenir en el mundo sensible, es decir, en el mundo que para él no es el verdadero ser, sino mera copia. El ser verdadero sigue siendo en Platón tan estático como el de la escuela eleática. Lo que Parménides y Platón niegan, Deleuze lo afirma.

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 24 jun 2012
• ISBN: 9781476498867

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Tabla de Contenido

Introducción

Ontología Deleuziana

El Devenir

Libro de Obsequio

Antropología y Arte en Gilles Deleuze

Introducción

Básicamente nos interesa indagar en los textos de Deleuze sobre su ontología del devenir y para esto tenemos que remontarnos a la filosofía de los presocráticos y a las propuestas de Aristóteles. Sin embargo, para enganchar este tema con la concepción del tiempo el devenir nos vimos necesitados de incurrir en las propuestas de Nietzsche y Henry Bergson.

La filosofía de Deleuze debe ser pensada como una subversión del platonismo. Platón inscribe el devenir en el mundo sensible, es decir, en el mundo que para él no es el verdadero ser, sino mera copia. El ser verdadero sigue siendo en Platón tan estático como el de la escuela eleática. Lo que Parménides y Platón niegan, Deleuze lo afirma.

Su filosofía es algo así como una gaya ciencia de la afirmación. Es afirmación de la diferencia, en contra de la monótona mismidad de lo mismo que es el ser parmenídeo, es decir que en el plano de la inmanencia donde coloca el pensar, ser y pensar son lo mismo, dice: Hemos estado siempre bajo el yugo del principio de identidad.

En ese sentido, el del ser, la de Deleuze es una ontología del devenir, de la movilidad de todo lo real, allá donde Parménides negaba el cambio y se refugiaba en la permanencia estática del ser. Para Deleuze el ser se dice del devenir. El mundo trascendente del platonismo es negado en favor de una completa inmanencia.

Deleuze elogia a Spinoza como el filósofo de la pura inmanencia. Y lo mismo afirma de Nietzsche. Ningún escape al mundo de las ideas. Ningún topus uranos, ninguna idea innata, ningún alma que preexiste y sobre existe, nada de metafísica, nada de religión, él es pura inmanencia y devenir.

La inmanencia espinosista es la de la Naturaleza, y Deleuze mantiene un vigoroso naturalismo sin concesiones al idealismo. La inmanencia nietzscheana es la de las relaciones de fuerza, y todo es relación de fuerza. La inmanencia nietzscheana es la del eterno retorno y el eterno retorno es la repetición no de lo mismo, sino de lo otro: Los platónicos decían que el no-Uno se distingue del Uno pero no a la inversa, puesto que el Uno no se hurta a lo que se le hurta; y en el polo opuesto, la forma se distingue de la materia, o del fondo, pero no a la inversa, puesto que la distinción como tal es ya una forma... arrancar a la diferencia de su estado de maldición parece ser entonces el proyecto de la filosofía de la diferencia.

Deleuze pone todo el énfasis de su apropiación nietzscheana en exorcizar las pésimas interpretaciones que han malogrado el verdadero pensamiento Nietzsche. Sin duda, todo son relaciones de fuerza. Pero en las relaciones de fuerza hay que saber ver y solucionar algunas dicotomías: 1. las fuerzas afirmativas vs. las fuerzas reactivas. 2. Las fuerzas activas vs. las fuerzas pasivas. Del mismo modo, en la voluntad de poder es necesario distinguir la voluntad