Los asistentes de ventas presenciales son tomadores de pedidos, ya que están en la tienda esperando que llegue el cliente para atenderlo.
En algunos casos se limitan a solamente tomar el pedido y entregarlo.
Un buen vendedor en el modelo de venta asistida presencial, debe atender bien, saludar, sonreír, asesorar al cliente, hacer cross selling, hacer sugerencias, entregar el pedido, etc. Casi todas, son normas de buena educación, nada más. 
¿Qué hacer cuando no hay clientes en la tienda?
Pueden ordenar la mercadería, hacer aseo, aprender de nuevos productos, verificar stock, etc.
En el mundo de los asistentes de ventas virtuales, también ocurre algo similar, especialmente en los casos de venta recurrente para reponer stock.
Los clientes llaman para hacer un nuevo pedido.
He visto que en algunos casos, de acuerdo al modelo de negocios, los asistentes virtuales tienen asignada una cartera de clientes y si estos no llaman para reponer su stock se les debe contactar proactivamente, para preguntarles y asesorarles en sus nuevos pedidos.
Se aconseja un buen modelo de incentivos, para que estas personas, asistentes virtuales, pasen de ser tomadores de pedido y se conviertan en KAM virtuales o ejecutivos de cuentas para una cartera asignada.
Te invito a escuchar este episodio 137 del podcast Ventas B2B