Marcela fue una niña con mucho potencial y mucha energía pero sin la canalización correcta, llevándola a caer en adicciones a muy temprana edad. Empezó con el alcohol a los 11 años y para los 13 ya estaba consumiendo cocaína, permaneciendo 11 años inmersa en este mundo. Lo que encontró estando ahí fueron recursos y soluciones temporales a una problemática emocional que la llevó a no saber dirigir su vida creando una dependencia total a las sustancias. Una vez que logra salir de esto, Marce describe que empezó a saber lo que realmente era vivir, ya que siendo adicta permaneció en un vacío. Para ella la tarea más difícil que tenemos todos los seres humanos es transformarnos, pero a la vez, es la ventaja más grande, pues eso nos hace estar en constante evolución. Hoy Marcela sabe que la misma fuerza que tiene para destruir su vida la tiene para construirla. Este aprendizaje lo llevó más allá de ella misma pues ahora se dedica a ayudar a personas con problemas de adicciones por medio de la asociación que fundó: Motivus Amore. Una historia de transformación y resiliencia que nos invita a no dudar de nosotros mismos abrazando nuestra esencia.

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