Desde los 5 años Dana es bailarina, convirtiendo esta disciplina en su gran pasión. Inició bailando ballet para posteriormente incursionar en el jazz lírico, estilo de baile que la llevó a participar en diversos concursos nacionales y regionales. Cuando se estaba preparando para una de sus competencias, tiene un accidente que la tuvo varios meses en silla de ruedas llevándola a vivir una realidad inesperada. Esta experiencia la sensibilizó de tal manera que se dijo a sí misma: “algún día haré algo con personas que estén en silla de ruedas”. 10 años después esa inspiración se convierte en lo que hoy conocemos como “Dance on Wheels”: un estudio de baile para personas que están en silla de ruedas donde a través de sus clases rehabilitan los músculos y el corazón con el objetivo de romper paradigmas y estereotipos acerca de la discapacidad y así promover una sociedad más inclusiva. Dana sabe que el baile es vida y por medio de esta gran pasión ha comprobado que los sueños sí se hacen realidad Una historia de baile, empatía y compromiso.

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