Susana es mamá de Susana e Ivana, las niñas que mueven su vida. Cuando le detectan leucemia a su hija mayor a los tres años, Su enfrentó una de las pruebas más grandes que te puede poner la vida. Sacando la fuerza necesaria se mantuvo firme y positiva para acompañar a su hija en esta difícil travesía que duró casi 5 años. Después del primer diagnóstico, tuvo 3 recaídas lo cual la llevó a enfrentar la enfermedad en 4 distintas ocasiones intentando diferentes tratamientos para recuperar la salud. La niña pasó por quimioterapias, tratamientos experimentales, así como dos trasplantes de médula, encontrando a los donantes en su hermana Ivana, la primera vez, y en su papá, la segunda ocasión. A pesar de que no dependía de ella, Su se repetía constantemente que su hija iba a sobrevivir y se aferró a ello con todo su corazón hasta lograrlo, desafiando todas las estadísticas. Ambas Susanas sacaban fuerza una de la otra para no dejarse caer construyendo entre ellas un vínculo inquebrantable de amor, comprobando que nacieron listas para pelear. Una historia de lucha, fe, fuerza, valentía y esperanza que nos invita a siempre dar más.

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