A despecho
Por Armando Uribe
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Los poemas reunidos en A despecho constituyen una selección de textos inéditos por el hijo del poeta, Pedro Uribe E., a partir de cuadernos escritos entre 2008 y 2010.
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A despecho - Armando Uribe
Uribe, Armando / A despecho
Santiago de Chile: Ediciones Universidad Diego Portales, 2022, 1ª edición, 214 pp., 18,5 x 26,5 cm.
Dewey: Ch861
Cutter: L727
Colección Poesía
Materias:
Poesía Chilena. Siglo XX.
Poetas chilenos.
Uribe, Armando, 1933-2020
A DESPECHO
ARMANDO URIBE
© Herederos de Armando Uribe, 2022
© Ediciones Universidad Diego Portales, 2022
Primera edición: noviembre de 2022
ISBN: 978-956-314-536-6
ISBN digital: 978-956-314-562-5
Universidad Diego Portales
Dirección de Publicaciones
Avenida Manuel Rodríguez sur 451
Teléfono (56) 226 762 136
Santiago – Chile
www.ediciones.udp.cl
Diseño y diagramación: Carlos Altamirano
Edición: Pedro Uribe Echeverría
Fotografía de portada: © Alvaro de la Fuente
Diagramación digital: ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com
info@ebookspatagonia.com
Índice
Notas sobre este texto
A despecho
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Doy gracias
Nota sobre este texto
Las poesías aquí reunidas vienen de doce cuadernos, escritos entre 2008 y 2010, conservados en Chile. Estos cuadernos son distintos de otros diez (también fechados de 2008 a 2010) que sirvieron para la selección de poesías inéditas publicadas póstumamente con el título En tierra ignota, en diciembre de 2021.
Se trata aquí también de una selección de textos inéditos. El título A despecho fue tomado de un verso del autor. El uso de mayúsculas, guiones y tildes, además de los comentarios entre paréntesis o corchetes dentro del texto, siguen fielmente los manuscritos. Sólo las pocas notas a pie de página son de mi responsabilidad.
Pedro Uribe Echeverría
A DESPECHO
No es el tamaño de mi pena
sino el del corazón que apena
la psique y el espíritu y la carne
medio siglo después de darme
pena porque ella vive apenas
en mi memoria y en mis penas.
*
Pues no faltaba más, sobró
la voluta contradictoria
en la fachada neo-clásica.
Me molestaba la prudencia básica
que en esos tiempos era obligatoria
(fue en los tiempos del dictador).
*
El no llamado surge de quién sabe
qué profundísima caverna
llena de ropa de etiqueta.
Hay que confiar en él como en un ave
que entra a la pieza y desconcierta
para siempre la métrica eterna.
*
Me hizo pasar por muchas rabias.
Para mi fuero interno, «máquina,
la llamé, de dolores»;
nervios encabritados por mi labia
echaron a perder la máquina
y rechinamos juntos sin amor.
*
¿En qué consistes? No me acuerdo.
No soy loco ni cuerdo.
Soy la mediocre goma de borrar
los recuerdos y la memoria.
Ni siquiera busco la gloria.
Mi única pretensión es que me borren.
*
Me provoca los celos más tremendos
después de muerta, más que viva,
me la imagino rediviva
durante sueños y en engaños
que me hacen muchos daños
porque han durado muchos años
y me han dejado a la deriva
con mis celos mis sueños y sus amores de remiendos.
*
Tuve toda la culpa de nacer
cometiendo pecado original
pues todopoderoso quise ser
pero imperfecto soy el criminal
que intenta hacerse Dios siendo animal
y al echarse la culpa un Cristo ser cabal.
*
No tenemos destino,
Providencia tenemos.
¿Pero cómo sabríamos
su nombre sin tenerlo
de antemano? No es digno
quejarse de los premios
que nos trae la suerte, dinos
tú que todo lo sabes sin saberlo.
*
Sumido en egoísmo tengo
dificultades para mantener
tranquilidad nerviosa, y menos
aún hay pájaros amenos
que nos canten arpegios sin tener
vergüenza ajena y propia, que es lo que yo mantengo.
*
Me da vergüenza usar medicamentos
para vivir más años, tratamientos
para pasarlo yo mejor. Vergüenza
de estar, querer estar (paciencia)
vivo a despecho de la muerte inmensa
que es mi país, el que me dio presencia
es el país de mi inconsciencia.
*
Terminaré maldiciendo su raza
por no poder hablar mal de ella,
persistiendo en llamarla bella
sin perjuicio del odio póstumo
que me obsesiona y no soporto.
Es una caja su presente casa.
*
Una misma novela contenía
toda su vida, y la leía
y releía todo el día,
y de noche en sus sueños hacía
cuestión de cosas todavía
no leídas y de otras muy antiguas,
y la novela se ponía ambigua.
*
La risa abunda en boca de las tontas
que la cultivan creyéndose diosas
felices de contentas y amorosas
todavía de nadie pero prontas
a ser amadas y endiosadas
por un imbécil de épocas pasadas,
cabizbajo.
Pero eso cuesta mucho trabajo.
*
Medí mi cuerpo con los mismos ojos
con que miraba otros ajenos,
y me di cuenta que era frágil
pero a la vez espeso, sus despojos
demorarían en hacerse cieno,
más vale que se queme como imagen.
*
¿Entiendes, en mis sueños, tu postura
de pájara del paraíso
que cometió adulterio con el diablo?
¿Y la mía, de la que te hablo,
parte ofendida, que nada hizo
para perder el nervio, la natura?
*
El ingenioso uribe de mal genio
pero poco frecuente, pierde el pelo
a manos llenas noche a noche,
porque sueña disputa y boche,
y escapa calvo en coche,
la ocasión de pecado, enarbolando tarropelo,
de genio pésimo, y pésimo ingenio.
*
Vivir tan sólo para dar
cualquiera cosa, lo que sea,
la camisa arrugada y fea,
o nueva y bien planchada, por lo bajo.
No hacer un teatro del trabajo
ni del ocio o del sueño. Y no caracolear.
*
Saludo a ustedes, con los que he tenido
por muchos años relaciones serias,
sea de parentesco o de amistad,
sin excluir haber reído
mucho también, y otras materias
o espíritus conjuntos sin maldad.
Disculpen, por favor, esta facundia,
que cesará para siempre, iracunda.
*
Mis gustos son promiscuos, pero busco
la pureza de la belleza
sin encontrarla desde luego.
No hay que jugar con fuego
ni ser cosmopolita que se mezcla,
y a las piedras prefiere los pedruscos.
*
Se escondió de mis sueños, en las partes
donde al día siguiente no hay memoria.
¿Qué hacía en esos escondites?
Sólo me queda imaginar sus artes
de engaño y de disfraz; no me emociona
–porque mi fantasía ya no me lo permite.
*
Con lo que nos quedaba de alto
nuestra bajeza diminuta
se humilló por si acaso como puta
pordiosera picada de viruelas.
Aquí estoy, duro como suela
de zapatos, y me humillo.
*
Pasado el día con sus ruedas
de carreta locomotora
me solazo con la demora
sin que llegue la medianoche.
La cual viene en su carricoche
no menos loco y automóvil,
que sufre pana de bencina fósil,
pana de tontos y de no te muevas.
*
Estos asuntos no dejan dormir
porque son pesadillas en vigilia
con personajes obsesivos.
No quieren ser quemados vivos
por seres de familia
donde no duerme nadie sin morir.
*
Los pensamientos tenebrosos
acerca de la muerte próxima
de los miembros de la familia,
son desechos de pesadilla
no recordada pero crónica
de la cual se conservan trozos.
*
¿Cómo voy a saber, si me pregunto,
quién me quiso? Nada me consta
de la vida pasada en el unto
(porque eso fue el pasado, junto
con