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A despecho
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Libro electrónico180 páginas1 hora

A despecho

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Información de este libro electrónico

Armando Uribe abandonó la común vía introspectiva que, como señaló La Rochefoucauld, y refrendó el psicoanálisis, tiende apenas a hinchar la egolatría; exploró sus principales temas no en las opiniones de su alma, sino en lo que el poeta brasileño João Cabral llamó "investigación de la materialidad de las palabras"; procuró esas diversas afinidades y repulsiones inherentes al lenguaje; buscó, más que la expresión de un sentido, que sus poemas quedasen físicamente entrelazados. Su método fue una máquina obsesa y libertaria.
Los poemas reunidos en A despecho constituyen una selección de textos inéditos por el hijo del poeta, Pedro Uribe E., a partir de cuadernos escritos entre 2008 y 2010.
IdiomaEspañol
EditorialEdiciones UDP
Fecha de lanzamiento19 jun 2024
ISBN9789563145625
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    A despecho - Armando Uribe

    Uribe, Armando / A despecho

    Santiago de Chile: Ediciones Universidad Diego Portales, 2022, 1ª edición, 214 pp., 18,5 x 26,5 cm.

    Dewey: Ch861

    Cutter: L727

    Colección Poesía

    Materias: 

                  Poesía Chilena. Siglo XX.

                   Poetas chilenos.

                  Uribe, Armando, 1933-2020

    A DESPECHO

    ARMANDO URIBE

    © Herederos de Armando Uribe, 2022

    © Ediciones Universidad Diego Portales, 2022

    Primera edición: noviembre de 2022

    ISBN: 978-956-314-536-6

    ISBN digital: 978-956-314-562-5

    Universidad Diego Portales

    Dirección de Publicaciones

    Avenida Manuel Rodríguez sur 451

    Teléfono (56) 226 762 136

    Santiago – Chile

    www.ediciones.udp.cl

    Diseño y diagramación: Carlos Altamirano

    Edición: Pedro Uribe Echeverría

    Fotografía de portada: © Alvaro de la Fuente

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    Índice

    Notas sobre este texto

    A despecho

    Ítem más

    De error

    Doy gracias

    Nota sobre este texto

    Las poesías aquí reunidas vienen de doce cuadernos, escritos entre 2008 y 2010, conservados en Chile. Estos cuadernos son distintos de otros diez (también fechados de 2008 a 2010) que sirvieron para la selección de poesías inéditas publicadas póstumamente con el título En tierra ignota, en diciembre de 2021.

    Se trata aquí también de una selección de textos inéditos. El título A despecho fue tomado de un verso del autor. El uso de mayúsculas, guiones y tildes, además de los comentarios entre paréntesis o corchetes dentro del texto, siguen fielmente los manuscritos. Sólo las pocas notas a pie de página son de mi responsabilidad.

    Pedro Uribe Echeverría

    A DESPECHO

    No es el tamaño de mi pena

    sino el del corazón que apena

    la psique y el espíritu y la carne

    medio siglo después de darme

    pena porque ella vive apenas

    en mi memoria y en mis penas.

    *

    Pues no faltaba más, sobró

    la voluta contradictoria

    en la fachada neo-clásica.

    Me molestaba la prudencia básica

    que en esos tiempos era obligatoria

    (fue en los tiempos del dictador).

    *

    El no llamado surge de quién sabe

    qué profundísima caverna

    llena de ropa de etiqueta.

    Hay que confiar en él como en un ave

    que entra a la pieza y desconcierta

    para siempre la métrica eterna.

    *

    Me hizo pasar por muchas rabias.

    Para mi fuero interno, «máquina,

    la llamé, de dolores»;

    nervios encabritados por mi labia

    echaron a perder la máquina

    y rechinamos juntos sin amor.

    *

    ¿En qué consistes? No me acuerdo.

    No soy loco ni cuerdo.

    Soy la mediocre goma de borrar

    los recuerdos y la memoria.

    Ni siquiera busco la gloria.

    Mi única pretensión es que me borren.

    *

    Me provoca los celos más tremendos

    después de muerta, más que viva,

    me la imagino rediviva

    durante sueños y en engaños

    que me hacen muchos daños

    porque han durado muchos años

    y me han dejado a la deriva

    con mis celos mis sueños y sus amores de remiendos.

    *

    Tuve toda la culpa de nacer

    cometiendo pecado original

    pues todopoderoso quise ser

    pero imperfecto soy el criminal

    que intenta hacerse Dios siendo animal

    y al echarse la culpa un Cristo ser cabal.

    *

    No tenemos destino,

    Providencia tenemos.

    ¿Pero cómo sabríamos

    su nombre sin tenerlo

    de antemano? No es digno

    quejarse de los premios

    que nos trae la suerte, dinos

    tú que todo lo sabes sin saberlo.

    *

    Sumido en egoísmo tengo

    dificultades para mantener

    tranquilidad nerviosa, y menos

    aún hay pájaros amenos

    que nos canten arpegios sin tener

    vergüenza ajena y propia, que es lo que yo mantengo.

    *

    Me da vergüenza usar medicamentos

    para vivir más años, tratamientos

    para pasarlo yo mejor. Vergüenza

    de estar, querer estar (paciencia)

    vivo a despecho de la muerte inmensa

    que es mi país, el que me dio presencia

    es el país de mi inconsciencia.

    *

    Terminaré maldiciendo su raza

    por no poder hablar mal de ella,

    persistiendo en llamarla bella

    sin perjuicio del odio póstumo

    que me obsesiona y no soporto.

    Es una caja su presente casa.

    *

    Una misma novela contenía

    toda su vida, y la leía

    y releía todo el día,

    y de noche en sus sueños hacía

    cuestión de cosas todavía

    no leídas y de otras muy antiguas,

    y la novela se ponía ambigua.

    *

    La risa abunda en boca de las tontas

    que la cultivan creyéndose diosas

    felices de contentas y amorosas

    todavía de nadie pero prontas

    a ser amadas y endiosadas

    por un imbécil de épocas pasadas,

    cabizbajo.

    Pero eso cuesta mucho trabajo.

    *

    Medí mi cuerpo con los mismos ojos

    con que miraba otros ajenos,

    y me di cuenta que era frágil

    pero a la vez espeso, sus despojos

    demorarían en hacerse cieno,

    más vale que se queme como imagen.

    *

    ¿Entiendes, en mis sueños, tu postura

    de pájara del paraíso

    que cometió adulterio con el diablo?

    ¿Y la mía, de la que te hablo,

    parte ofendida, que nada hizo

    para perder el nervio, la natura?

    *

    El ingenioso uribe de mal genio

    pero poco frecuente, pierde el pelo

    a manos llenas noche a noche,

    porque sueña disputa y boche,

    y escapa calvo en coche,

    la ocasión de pecado, enarbolando tarropelo,

    de genio pésimo, y pésimo ingenio.

    *

    Vivir tan sólo para dar

    cualquiera cosa, lo que sea,

    la camisa arrugada y fea,

    o nueva y bien planchada, por lo bajo.

    No hacer un teatro del trabajo

    ni del ocio o del sueño. Y no caracolear.

    *

    Saludo a ustedes, con los que he tenido

    por muchos años relaciones serias,

    sea de parentesco o de amistad,

    sin excluir haber reído

    mucho también, y otras materias

    o espíritus conjuntos sin maldad.

    Disculpen, por favor, esta facundia,

    que cesará para siempre, iracunda.

    *

    Mis gustos son promiscuos, pero busco

    la pureza de la belleza

    sin encontrarla desde luego.

    No hay que jugar con fuego

    ni ser cosmopolita que se mezcla,

    y a las piedras prefiere los pedruscos.

    *

    Se escondió de mis sueños, en las partes

    donde al día siguiente no hay memoria.

    ¿Qué hacía en esos escondites?

    Sólo me queda imaginar sus artes

    de engaño y de disfraz; no me emociona

    –porque mi fantasía ya no me lo permite.

    *

    Con lo que nos quedaba de alto

    nuestra bajeza diminuta

    se humilló por si acaso como puta

    pordiosera picada de viruelas.

    Aquí estoy, duro como suela

    de zapatos, y me humillo.

    *

    Pasado el día con sus ruedas

    de carreta locomotora

    me solazo con la demora

    sin que llegue la medianoche.

    La cual viene en su carricoche

    no menos loco y automóvil,

    que sufre pana de bencina fósil,

    pana de tontos y de no te muevas.

    *

    Estos asuntos no dejan dormir

    porque son pesadillas en vigilia

    con personajes obsesivos.

    No quieren ser quemados vivos

    por seres de familia

    donde no duerme nadie sin morir.

    *

    Los pensamientos tenebrosos

    acerca de la muerte próxima

    de los miembros de la familia,

    son desechos de pesadilla

    no recordada pero crónica

    de la cual se conservan trozos.

    *

    ¿Cómo voy a saber, si me pregunto,

    quién me quiso? Nada me consta

    de la vida pasada en el unto

    (porque eso fue el pasado, junto

    con

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