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De la pobreza al florecimiento humano: Crítica de la economía política de la pobreza
De la pobreza al florecimiento humano: Crítica de la economía política de la pobreza
De la pobreza al florecimiento humano: Crítica de la economía política de la pobreza
Libro electrónico556 páginas6 horas

De la pobreza al florecimiento humano: Crítica de la economía política de la pobreza

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No se descubre nada al decir que la cuestión de la pobreza en el mundo es apremiante. Sin embargo, explicar en qué consiste y cuáles son sus características (dimensiones y escalas) supone un reto más difícil. A esta tarea de medir la pobreza y la desigualdad, así como de mitigar sus efectos y combatir los descontentos que acarrean, se han abocado diversas instituciones financieras a escala internacional desde hace décadas. No obstante, sus resultados no siempre han sido satisfactorios ni convincentes, es más, se podría decir que a la luz de las evidencias actuales son parcos y decepcionantes. Y este fracaso se explica, en parte, debido a que las metodologías empleadas han tendido a minimizar o soslayar ciertas cuestiones que van más allá del enfoque puramente económico.
Frente a dichas clasificaciones oficiales, De la pobreza al florecimiento humano se erige como una fuente analítica y rigurosa que pretende construir un nuevo paradigma de medición de la pobreza y de las necesidades humanas: el del bienestar humano. Para ello, Julio Boltvinik no se detiene ni se regodea en la crítica, antes bien, emprende un trabajo exhaustivo y bimembre, que comienza con un análisis implacable y desemboca en una propuesta esclarecedora.
De la pobreza al florecimiento humano es una investigación que, sin dejar de lado el rigor científico, económico y sociológico, demuestra que la vida humana y sus riquezas se sustentan también en otros elementos fuera de aquellos puramente mercantiles o materiales —por ejemplo, los que se producen a nivel cognitivo, emocional o de crecimiento—. El autor nos entrega una visión holística y dinámica de la pobreza, a través de la cual habrán de transitar, como parada obligatoria, las nuevas reflexiones que se susciten en torno a esta problemática tan acuciante.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 jun 2024
ISBN9786070314056
De la pobreza al florecimiento humano: Crítica de la economía política de la pobreza

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    De la pobreza al florecimiento humano - Boltvinik Julio

    economía y demografía

    Boltvinik, Julio

    De la pobreza al florecimiento : crítica de la economía política de la pobreza / Julio Boltvinik. – México : Siglo XXI Editores, 2024

    XXXV + 321 p. ; 14 × 21 cm. – (Colec. Economía y demografía)

    ISBN: 978-607-03-1407-0

    1. Pobreza 2. Campesinos – Condiciones sociales 3. Pobreza rural I. Ser. II. t.

    LC HD1521 B655 d Dewey 362.5 B6948d

    © 2024, siglo xxi editores, s. a. de c. v.

    isbn 978-607-03-1407-0

    isbn-e 978-607-03-1405-6

    © 2024, el colegio de méxico

    isbn 978-607-564-581-0

    d.r. © el colegio de méxico, a.c.

    carretera picacho ajusco núm 20

    ampliación fuentes del pedregal

    tlalpan, 14110, ciudad de méxico, méxico

    www.colmex.mx

    A mi amada Araceli

    Índice

    Lista de gráficas y cuadros

    Lista de abreviaturas

    Agradecimientos

    Prólogo

    Prólogo a la edición en inglés

    Introducción

    Parte I

    Conceptualización de la pobreza

    1. La lógica de reproducción de los hogares,

    sus fuentes de bienestar, conceptos

    de necesidades y pobreza

    1.1. Esquemas de reproducción de los hogares

    y articulación con empresas y gobierno

    1.2. Las fuentes de bienestar (FBE) y los recursos

    1.3. Definiciones centrales: necesidades y pobreza

    2. Crítica de la economía política de la pobreza ( CEPP ),

    parte 1: diferentes respuestas a la pregunta

    sobre los elementos constitutivos de la vida buena

    2.1. Las críticas de Sen y Rawls al utilitarismo:

    la crítica de Sen a los enfoques de la opulencia y de los bienes primarios

    2.2. Crítica interna y externa de la teoría

    neoclásica del consumidor

    2.3. Los enfoques de las capabilities de Sen

    y Nussbaum: una crítica

    2.4. Síntesis de mi nuevo paradigma de la pobreza

    y el florecimiento humano

    3. Crítica de la economía política de la pobreza, parte 2: mapas conceptuales y definiciones

    3.1. Crítica de las definiciones de pobreza

    dominantes en la EPP: comparación

    con las definiciones de pobreza en mi NP

    3.2. El estrecho mapa conceptual de la EPP

    comparado con el mapa más amplio

    de mi NEPFH o NP

    4. Principios y buenas prácticas de medición multidimensional de la pobreza

    4.1. Introducción

    4.2. Principios y buenas prácticas.

    Un panorama completo

    Parte II

    Medición de la pobreza

    5. Principios y buenas prácticas de medición de la pobreza

    5.1. Medición de la pobreza

    6. Una tipología de MMP : una crítica de los MMP directos e indirectos

    6.1. Una tipología sistemática: comparación

    con las visiones de los MMP de Gordon et al.

    y Ringen

    6.2. Los MMP no normativos

    6.3. Descripción y crítica de los métodos

    normativos (y seminormativos) directos

    e indirectos

    7. Métodos combinados de medición de la pobreza

    7.1. Descripción y crítica de los métodos

    combinados incluidos en la tipología

    7.2. Desacuerdo generalizado sobre el criterio

    de pobreza en métodos combinados

    8. El método de medición integrada

    de la pobreza (MMIP)

    8.1. La génesis del MMIP

    8.2. Descripción general del MMIP

    8.3. Descripción detallada de los indicadores

    de pobreza del MMIP. Primera parte. NBI

    8.4. Descripción detallada

    de los indicadores de pobreza del MMIP.

    Segunda parte. Ingresos y tiempo

    9. Medidas agregadas de pobreza

    9.1. Descripción y crítica

    9.2. Crítica de las medidas agregadas

    sensibles a la distribución entre los pobres

    9.3. Una nueva medida agregada de pobreza

    sensible a la desigualdad social

    9.4. Una nota final

    Epílogo

    Referencias

    Índice analítico

    Lista de gráficas y cuadros

    Cuadro 1.1. Esquemas de circulación y producción por tipo de hogar (hG)

    Cuadro 1.2. Esquemas de circulación y producción en empresas privadas capitalistas y en el Estado

    Cuadro 1.3. Equivalencias entre las fuentes de bienestar (FBE) y los conceptos utilizados en los esquemas de reproducción

    Cuadro 1.4. Recursos considerados por varios autores

    Cuadro 3.1. Definiciones dominantes de pobreza: crítica y comparación con las dos definiciones de pobreza económica en mi NP

    Cuadro 3.2. El proceso económico de satisfacción de n: una visión totalizadora

    Cuadro 4.1. Principios y buenas prácticas de conceptualización

    Cuadro 5.1. Procedimiento para la dicotomización generalizada (cardinalización plena replicable)

    Cuadro 6.1. Tipología de MMP

    Cuadro 6.2. Tipología de Ringen de los enfoques para la medición del bienestar

    Cuadro 7.1. Criterios de pobreza en métodos combinados

    Cuadro 8.1. Matriz de contingencia. Pobreza por LP y por NBI. Perú, 1985

    Gráfica 8.1. Componentes del MMIP

    Cuadro 8.2. Procedimiento básico del MMIP

    Cuadro 8.3. Estratos utilizados en el MMIP

    Cuadro 8.4. Estratificación de la población (%) según el valor de CQEVJ en su V

    J

    Cuadro 8.5. Precios actualizados de bienes durables, agosto de 2020

    Cuadro 8.6. Estándar/umbral de asistencia escolar

    Cuadro 8.7. Costo anual de la AVAS (IMSS) por persona, 2020

    Cuadro 8.7a. Puntajes para LSAIJ y LSSIJ.

    Cuadro 8.8. Componentes y pesos de las NBI

    Cuadro 8.9. NBI estratos integrados de individuos

    Cuadro 8.10. Factores de ajuste a CN de los Y captados por ENIGH, 2020

    Cuadro 8.11. Estructura de las fuentes de Y de los HG con y sin ajuste a cuentas nacionales

    Cuadro 8.12. Algunos descriptores estadísticos de las distribuciones de LYd’

    j

    y CYd’

    j

    Cuadro 8.13. Estratos de ingresos individuales por valores de CYd’

    ij

    Cuadro 8.14. Normas (HRSS) por GE de: TRI, (TTED + TTD + traslados), TE + traslados

    Cuadro 8.15. Una de las combinaciones de ponderadores de NBI, LP y T, para obtener H (MMIP) y su resultado en 2020

    Cuadro 9.1. Resultados de H, q, i y q

    E

    para el MMIP por estratos de pobres en México, 2020

    Gráfica 9.1. Bienestar como función del acceso a los recursos

    Gráfica 9.2. Probabilidad (π) de no enfermarse como función del IMC

    Cuadro 9.2. Requerimientos energéticos de la supervivencia (r) y % del total (RT) con dos previsiones de supervivencia (1.27 y 1.4 TMB), varias ocupaciones

    Cuadro 9.3. Valores de HI, ps, p²

    fgt

    , gpr, pr, psb por estratos de pobres del MMIP, México, 2020

    Lista de abreviaturas

    Agradecimientos

    Este volumen tiene una larga historia que incluye una extensa lista de personas que me ayudaron, me hicieron alguna recomendación, me sugirieron alguna referencia, corrigieron un error, criticaron mi trabajo, alentaron mis esfuerzos. La historia comenzó en 1980. La primera persona que quiero mencionar en esta cronología es al filósofo Arturo Cantú, que me convenció de unirme al equipo de investigación de Coplamar, una oficina adscrita a la Presidencia de México y a cargo de mejorar las zonas rurales pobres del país. En Coplamar encontré mi vocación: estudiar la terrible suerte de los desheredados de la tierra y luchar por paliar su situación. Esos tres años (1980, 1981 y 1982) dieron como resultado una investigación colectiva muy fructífera que involucró a varios investigadores jóvenes; yo también era joven, pero la mayoría lo era aún más, y mi trabajo consistía en guiar y coordinar su trabajo. Unos años después, la suerte me volvió a sonreír: Luis Thais, un visionario oficial peruano a cargo de la oficina del PNUD en Bogotá y del Proyecto Regional para la Superación de la Pobreza en América Latina del PNUD, me persuadió de que era momento de emigrar. Los cuatro años que pasé en Bogotá (1988, 1989, 1990 y 1991), durante los cuales también viajé por toda América Latina e interactué con numerosas mentes brillantes y almas comprometidas, fueron una bendición, tanto en el sentido cognitivo como en el humano. Entre las personas que conocí en ese periodo está Libardo Sarmiento, filósofo y economista colombiano que me abrió una puerta cuya existencia no conocía: la obra de mi más grande mentor, György Márkus. En ese periodo vislumbré el MMIP (método de medición integrada de la pobreza), la pieza central del presente libro, que no hubiera sido posible sin el trabajo previo de Óscar Altimir, Luis Beccaria, Alberto Minujin y Rubén Kaztman. Pero, ante todo, me gustaría expresar mi gratitud a Antonio Suárez McAuliffe, economista mexicano que hizo una crítica devastadora al trabajo desintegrado que se llevó a cabo tanto en Coplamar como, más adelante (1986-1987), en la subsede México del Proyecto Regional del PNUD. Esta crítica me animó a buscar un método de medición integrada de la pobreza, para el cual encontré inspiración en las ricas e innovadoras investigaciones latinoamericanas sobre la pobreza. Cuando regresé a México, tuve la fortuna de incorporarme a El Colegio de México, el mejor lugar para desarrollar el tipo de investigación social que llevo a cabo e interactuar con estudiantes de posgrado muy especiales, no sólo de México, sino de muchos países de América Latina.

    En El Colegio también conocí a Araceli Damián —que en ese entonces llevaba a cabo la investigación de campo para su doctorado en University College, en la Universidad de Londres—, mi amada esposa, a quien dedico este libro. Juntos criamos a un hijo y una hija —ya adultos, ambos con talento artístico: él (León) para el cine y la fotografía, y ella (Ema) para la poesía—, y escribimos numerosos ensayos y libros sobre los temas tratados en este volumen. Araceli y yo compartimos nuestras experiencias en universidades británicas, donde ambos llevamos a cabo estudios de posgrado y hemos sido profesores invitados. Ambos le debemos a la academia británica su rigor y, ante todo, su apertura a la crítica constructiva: nos sorprendió ver con cuánta vehemencia se criticaban entre sí en un seminario para después salir a un pub sin ningún resentimiento. Quiero agradecer a todos los académicos británicos que me recibieron en sus universidades, pero me gustaría hacer mención especial, en primer lugar, de D.G.R. Belshaw (1932-2022), mi profesor más admirado en la Universidad de East Anglia (UEA), donde estudié una maestría en desarrollo rural entre 1972 y 1973, y quien después me recibió como profesor invitado de la UEA en 1996; en segundo lugar, me gustaría extender mi cálido agradecimiento a David Gordon, actual director del Instituto de Pobreza de Bristol (Bristol Poverty Institute) y el Centro Townsend para la Investigación Internacional de la Pobreza (Townsend Centre for International Poverty Research), quien nos recibió a Araceli y a mí, dos veces, como profesores invitados en la Escuela de Estudios sobre Políticas (School of Policy Studies) en la Universidad de Bristol.

    En México tuve una segunda oportunidad de participar en una investigación colectiva sobre pobreza y política social durante el periodo 2008-2012 en Evalúa CDMX, donde fui miembro del consejo de evaluación —un puesto de tiempo parcial compatible con mi trabajo como profesor en El Colegio de México—. Durante esos años tan productivos llevé a cabo investigaciones innovadoras que, sin embargo, se vieron abruptamente truncadas. El equipo se disolvió y el producto de lo que sembramos aún está pendiente. Durante esos años —el segundo sexenio en que la Ciudad de México estuvo gobernada por el PRD—, Pablo Yanes, director de Evalúa CDMX, me brindó todo su apoyo y adoptó el MMIP como el método oficial de medición de pobreza en la Ciudad de México. Desde 2012, Pablo Yanes —quien trabaja en las oficinas de la CEPAL en la Ciudad de México—, junto con Hugo Beteta —director de la oficina—, ha seguido apoyando mi investigación y, sobre todo, mis esfuerzos por hacer del MMIP el método oficial de medición de pobreza de la CEPAL. Esta batalla se perdió a pesar del apoyo de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL en Santiago de Chile en aquel momento. Esto muestra lo poderosas que son las burocracias y cuán difícil es cambiar las prácticas estadísticas, en particular en las organizaciones internacionales intergubernamentales.

    Desde 1997 y hasta su conclusión en 2019, participé en varias tareas en el Programa de Investigaciones Comparativas sobre Pobreza (Comparative Research Programme on Poverty, CROP). Fui vicepresidente de 1997 hasta 2004 y miembro de su comité científico durante varios periodos en este siglo. A lo largo de todo este tiempo, los presidentes de CROP, en especial Else Oyen, Asunción St. Clair y Alberto Cimadamore, me brindaron un enorme apoyo. Un ejemplo de ello fue la organización de un seminario internacional en 2012 en la Ciudad de México sobre pobreza y persistencia del campesinado, que sirvió de base a un libro publicado en la serie Zed-Crop sobre pobreza —en español se encuentra en Siglo XXI Editores bajo el título La pobreza en México y en el mundo. Realidades y desafíos—. Todos ellos mostraron su apoyo al MMIP y a menudo me enviaron a dar conferencias sobre métodos de medición de pobreza a escala internacional.

    Desde 1990-1991, Meghnad Desai (miembro de la Cámara de los Lores en Reino Unido y anteriormente profesor de economía en LSE, cuando escribimos Social Progress Index. A proposal, en colaboración con Amartya Sen) se convirtió en mi colega y amigo. Él y Araceli Damián han sido las dos personas con mayor influencia en el desarrollo del MMIP a lo largo de estos años. Desai, excepcional intelectual y activista cosmopolita, sirvió de puente entre las tradiciones de investigación sobre pobreza británica y latinoamericana. Espero que su prólogo a este libro no sea demasiado severo.

    Cuernavaca, México, marzo de 2023.

    Prólogo

    De la pobreza al florecimiento humano es una obra altamente esperada, que condensa más de cuatro décadas de reflexión, sistematización y evolución del pensamiento de Julio Boltvinik sobre pobreza, desigualdad y propuestas para una sociedad deseable, esto es, la sociedad de la vida plena y el florecimiento humano.

    Estamos frente a una trayectoria intelectual continua, densa, disruptiva que, al mismo tiempo que mantiene un hilo de continuidad de largo aliento, vuelve permanentemente sobre sus pasos, revisa sus premisas, genera nuevos conceptos y aproximaciones, corrige y propone innovaciones abriendo sistemáticamente nuevas líneas de investigación que ayudan a abordar desafíos emergentes.

    Por ello, no es casual que el pensamiento y la obra de Julio Boltvinik sean reconocidos por seguidores y detractores como referente ineludible en el estudio y la medición de la pobreza. La suya es una obra que viene de lejos pero que, sobre todo, apunta lejos. Construida con aportes propios, siempre ha buscado polemizar con otras interpretaciones y mediciones de la pobreza, pues, como el autor mismo señala, entiende la crítica como la apreciación racional de la aproximación de otros autores rechazando lo que es equivocado y recogiendo lo que se considera correcto.

    Sin abandonar para sus reflexiones el marco de la crítica hacia la economía política de la pobreza, en este volumen abundan contribuciones variadas que demandan una lectura cuidadosa y pausada. Es un texto que además de instituirse como una lectura amena, pretende ser objeto de estudio. Puntualizo a continuación algunos elementos sobresalientes.

    Constituye un acierto la separación de capítulos dedicados a la conceptualización y a la medición bajo la premisa fundamental de que la medición de la pobreza no es un tema técnico-metodológico desprovisto de una conceptualización, sea esta explícita o subyacente. En el concepto de pobreza se involucran juicios de valor y hechos, no existe un concepto único y universal de pobreza, sino que éste se encuentra determinado por la mirada teórica y filosófica que se adopte. La concepción determina la medición y no a la inversa. Por ello, las diferencias en la medición son ante todo expresión de las diferencias conceptuales respecto a las carencias y las necesidades humanas, la vida digna, los umbrales de satisfacción y, en última instancia, sobre la sociedad a la que se aspira. Esta es la razón de que el concepto de florecimiento humano ocupe un lugar primordial en la reflexión y propuesta de Julio Boltvinik. Para el autor, debe ser ni más ni menos que el fin último de la política pública. Y debe ser concebido más allá de la satisfacción de déficits, como la plena realización del potencial de todas las personas, el desarrollo de sus capacidades y la expansión de sus necesidades.

    Una distinción crucial que se hace en este libro es entre pobreza económica y pobreza humana. Este volumen está destinado a la primera de ellas, pero de entrada nos hace reparar en que la pobreza económica no es toda la pobreza y, por ende, la pobreza humana incluye la económica. De ahí que también se haga la distinción entre el ser y el estar y se acuñe el neologismo bienserestar.

    Frente a mediciones (y conceptualizaciones) minimalistas de la pobreza, el autor postula la necesidad de un método integrado de medición de la pobreza que parta de seis fuentes del bienestar: ingreso, patrimonio básico, capacidad de endeudamiento, bienes y servicios públicos gratuitos, tiempo libre y habilidades y conocimientos. Estas fuentes confluyen en un método que integra necesidades básicas insatisfechas, ingreso y tiempo.

    En muchos aspectos, este método es innovador y disruptivo con respecto al mainstream. Asimismo, es justo reconocer que es pionero en introducir la dimensión de tiempo y pobreza de tiempo como un componente clave para la comprensión de la pobreza frente a las concepciones y mediciones tiempo-neutrales o insensibles a esta variable fundamental de la vida humana.

    Por otra parte, amplía el espectro de las necesidades básicas: salud, seguridad social, educación, vivienda, condiciones sanitarias, servicios de comunicación, bienes durables y energía, pero sobre todo insiste en que los umbrales de satisfacción deben estar en consonancia con el derecho a una vida digna, que escapen de nueva cuenta a la propensión minimalista o de umbrales de mera supervivencia.

    Por esto mismo, en el texto se postula que, como parte de los principios de conceptualización, se defina a la dignidad humana como el referente para el trazado de los umbrales de satisfacción, cuya consistencia se halle bajo la perspectiva de los derechos humanos. La prueba central de su pertinencia reside en la medida que sean el soporte para la formulación e implementación de políticas públicas óptimas.

    Otro punto sobresaliente es el referente al principio de disminución marginal de bienestar, pues con él se acentúa que la vida plena y el florecimiento humano no requieren una acumulación ilimitada de ingresos, bienes y servicios, o un consumo insaciable, sino que una vez alcanzado un determinado umbral, la pobreza económica queda prácticamente resuelta, con lo que se abren enormes oportunidades para la vida plena, el desarrollo de las capacidades, la expansión de las necesidades y la superación de lo que el autor define como pobreza humana.

    Al partir de la naturaleza compleja del concepto de pobreza y de las limitaciones propias de toda metodología y de las fuentes de información para la medición, en el texto se asume que no existe la posibilidad de una medición exacta, sino que la mejor medición es la que se apega al principio del mínimo error. Por ello las metodologías deben estar en constante revisión y calibración. Las mediciones no pueden ser estáticas y definitivas, sino que deben estar sujetas a un proceso continuo de corrección, ajuste e innovación. De ello, por ejemplo, dan cuenta las sucesivas versiones del método de medición integrada de la pobreza (MMIP) que se refieren en este volumen.

    El corpus teórico y metodológico de este primer volumen permite, en efecto, ampliar la mirada sobre la pobreza y su medición. Pero no solamente, sino que también representa en sí mismo la construcción de un paradigma distinto, que busca redefinir los términos del análisis, la reflexión y la conversación sobre pobreza, desigualdad y políticas públicas. Entonces, no sólo se amplía la mirada, sino, sobre todo, se ensancha el horizonte.

    Pablo Yanes

    Prólogo a la edición en inglés

    La pobreza ha sido un factor relevante en la historia casi desde tiempos inmemoriales. Fue apenas a partir de la Revolución Industrial, a fines del siglo XVIII, cuando la idea del bienestar material masivo se hizo posible. La economía política nació alrededor de esa época en Gran Bretaña, Francia e Italia. En ese entonces, la asistencia a los pobres en Inglaterra era supervisada por la Iglesia en cada parroquia. La asistencia que recibían provenía de impuestos locales cobrados por la Iglesia a los hogares mejor acomodados. Quienes no podían trabajar —los mayores, los discapacitados, las mujeres con hijos— eran al principio los únicos que recibían asistencia y eran llamados paupers, mientras la palabra poor se asignó a los jornaleros que trabajaban sobre todo en el campo y recibían un salario que tradicionalmente bastaba para alimentar al trabajador, su esposa e hijos.

    En la década que siguió a la Revolución Francesa, cuando se dio la inflación en los precios del trigo, se cobraron impuestos locales también para los pobres que trabajaban. Fue entonces cuando Thomas Malthus concibió la idea de que la población crecía geométricamente, mientras que la producción de alimentos lo hacía sólo aritméticamente, por lo cual existía un peligro de sobrepoblación. Su verdadero propósito era decir que los pobres que trabajaban no debían recibir pagos adicionales a su salario, ya que sólo procrearían más hijos y el dinero (pagado en impuestos por los ricos) se desperdiciaría. David Ricardo, el economista más influyente de su tiempo y de siglos posteriores, confirmó el punto de vista de Malthus.

    La economía política se volvió hostil a cualquier idea de paliar la pobreza, como si esto fuera perjudicial para las leyes del mercado. Hizo falta un siglo de lucha democrática para ampliar el derecho al voto, así como la Primera Guerra Mundial para alcanzar el sufragio universal. Fue entonces cuando Arthur Cecil Pigou introdujo la idea de la redistribución del ingreso de los ricos a los pobres (tal como lo examino en mi Poverty of Political Economy, 2023).

    Hizo falta otra guerra mundial para instaurar la idea de que aliviar la pobreza era tarea del gobierno. Esto fue posible en buena medida porque la democracia ya se había extendido por todo el mundo. Se fundaron agencias internacionales y se comenzó a comparar a las naciones. Cobramos conciencia de la oposición entre economías avanzadas y economías emergentes. Para medir el progreso, teníamos que conocer no sólo los ingresos, totales y per cápita, sino también el porcentaje de pobres en un país. Pero el viejo prejuicio de la economía política persistió. La pobreza se medía con base en lo que comían los pobres, considerando si esto era suficiente en términos de calorías. El Banco Mundial, con una enorme prisa por alcanzar una medida única para miles de millones de personas, estableció que un dólar por día sería suficiente para clasificar a alguien como no pobre (esto ajustado adecuadamente hacia abajo usando la paridad del poder adquisitivo). A los gobiernos les encantó la idea, pues querían gastar tan poco como les fuera posible porque tenían temas más prestigiosos en los cuales emplear dinero. Esto bastó para que la economía política se granjeara una reputación peor de la que ya tenía.

    Julio Boltvinik es uno de los pocos economistas que ha dedicado su vida a estudiar la pobreza no como una enfermedad cuya reducción presente un desafío para la economía política, sino para integrar el estudio de la pobreza con el trato a los pobres en cuanto seres humanos, con los mismos anhelos y fuentes de bienestar que todos los demás. Los pobres no son una casta o clase aparte, sino personas iguales a nosotros. Boltvinik ha explorado la idea del bienestar humano en las obras de György Márkus, que son de amplio espectro, antes que minimalistas, y después ha adaptado imaginativamente el esquema de la reproducción de Marx para desarrollar una medida implementable.

    El resultado es uno de los tratamientos más completos no sólo para comprender la noción de bienestar humano en la totalidad de sus aspectos filosóficos y sociológicos, sino también para complementar lo anterior con detalles prácticos de medición que hacen justicia a la riqueza y complejidad de la labor. Julio Boltvinik ha practicado lo que predica en diversos contextos, pero sobre todo en México y Sudamérica. Además, trabajamos juntos en el PNUD, concretamente en el Programa de Desarrollo Humano, allá en la década de los noventa.

    He aprendido mucho de conocer a Julio Boltvinik, así como de leerlo y trabajar con él. En este volumen, presenta su trabajo de toda una vida al público de habla inglesa. Estoy seguro de que los lectores aprenderán tanto como yo lo he hecho.

    Meghnad Desai

    Introducción

    En marzo de 1980, poco más de 42 años antes de escribir esta introducción —una de las últimas tareas en el proceso de preparación de este libro—, comencé

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