No ha existido gobierno en México que no haya prometido reducir la pobreza. Algunos lograron avanzar en la dirección correcta, pero otros definitivamente caminaron hacia el escenario contrario. Durante el tiempo reciente, a pesar de las reiteradas intenciones de corregir el severo atraso, las manecillas de la pobreza apuntan principalmente en dirección negativa en los espacios urbanos, donde se supone existen los elementos suficientes para ofrecer a su población condiciones de vida relativamente mejores.
Como mostraremos enseguida, las principales poblaciones urbanas del país –tomando aquí como muestra a los municipios que son