Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?
Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?
Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?
Libro electrónico432 páginas4 horas

Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En este libro encontraremos las historias de mujeres científicas de tiempos y lugares tan diferentes como Hipatia de Alejandría, filósofa del siglo V, y madame Curie, la primera mujer en recibir un premio Nobel de Ciencias. Asimismo, protagonizan esta antología pioneras de la informática como Ada Lovelace; matemáticas e ingenieras como Alexandra Elbakyan; y astrónomas y geógrafas como Mary Somerville. Aunque la historia le negó a estas mujeres los reconocimientos y honores que se merecieron en su época, sus nombres no se borraron para siempre, y hoy las reconocemos y reivindicamos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 may 2024
ISBN9786073089975
Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?

Relacionado con Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?

Libros electrónicos relacionados

Ciencias sociales para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves?

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Antología de mujeres en la ciencia. ¿Cómo ves? - Paula Ximena García Reynaldos

    Capítulo 1

    Las que formaron

    la vanguardia

    HIPATIA

    Por Luci Cruz Wilson

    Ilustraciones Rapi Diego

    HAY PERSONAJES HISTÍRICOS QUE POR SU IMPACTO SOCIAL, POLÍTICO O CULTURAL HAN SIDO MOTIVO DE INTERPRETACIONES QUE SALEN DE LOS LÍMITES DE LA HISTORIA Y ENCAJAN MÁS EN LOS DE LA FICCÍON. ÉSTE, EN PARTE, ES EL CASO DE HIPATIA DE ALENJANDRÍA, QUIEN VIVÍO DURANTE EL SIGLO IV DE NUESTRA ERA.

    Hipatia nació y murió en Alejandría, Egipto, entre los años 370 y 415. Símbolo en el ámbito científico y manantial de inspiración para muchos relatos, ella formó parte de la herencia de la ciencia y la filosofía griegas. Su actitud desafió a una sociedad plena de contradicciones, que empezaba a ser marcada por el cristianismo.

    LA ALEJANDRÍA DE HIPATIA

    Hasta el año 332 antes de nuestra era, Atenas fue el centro cultural griego; sin embargo, con la entrada de Alejandro Magno a Egipto y la fundación de la ciudad de Alejandría en la desembocadura del río Nilo, la sede de la comunidad científica se trasladó a este lugar, donde se realizaba el proyecto cultural más ambicioso hasta entonces: la Biblioteca, Instituto y Museo de Alejandría. La idea surgió de Ptolomeo, un general de Alejandro que gobernó Egipto y dio nombre a la larga dinastía de gobernantes egipcios conocida como los Tolomeos. Por vez primera en la historia humana existió un esfuerzo deliberado por organizar y apoyar el desarrollo científico desde el Estado. Fue en este recinto donde se gestaron las más grandes aportaciones de la cultura helénica en el ámbito científico. Aquí la ciencia griega se mantuvo en contacto con los problemas de la técnica y las viejas culturas asiáticas. Euclides, Teofrasto, Epicuro, Apolonio, Arquímedes, Cicerón, Plinio, Claudio Ptolomeo, Galeno, Diofanto y muchos más formaron parte de la élite científica de Alejandría. Desafortunadamente, hacia el siglo II antes de nuestra era el imperio helénico sucumbió ante el poderío de Roma. Un siglo más tarde, también se presentó el primer tropiezo del Museo, cuando Julio César invadió Alejandría y lo incendió parcialmente. El advenimiento romano provocó que la ciencia decayera, en una sociedad que empezaba a orientarse, de nuevo, hacia el misticismo y la religión.

    La existencia de Hipatia, la más reconocida científica del mundo antiguo, está documentada en muy pocas fuentes originales, pero son muchas las secundarias que la tienen registrada, ya sea por el momento histórico en el que se desarrolló, la relevancia de su actividad, la fuerza de su carácter o el dramatismo de su muerte. Entre las principales fuentes directas de información de la vida y obra de Hipatia se encuentran las cartas de uno de sus discípulos y amigos, Sinesio de Cirene, la enciclopedia del siglo décimo Suda o Suida Lexicon, y los escritos de un historiador del siglo V llamado Sócrates Escolástico.

    En la época de Hipatia, la ciudad de Alejandría se encontraba en un renacimiento científico (véase el recuadro) que fue determinante para esta singular mujer, sobre todo por la forma subversiva en que decidió vivir.

    Ya que hasta hace relativamente poco tiempo la historia relató sobre todo el desempeño masculino en el quehacer científico, en torno a Hipatia se hace el recuento del cuidado y empeño que Teón, su padre, matemático y astrónomo que trabajaba en el Museo de Alejandría, puso en su educación, así como de la relación e influencia que tuvo sobre ella.

    Los escritos hablan sobre Hipatia como una joven excepcional que viajó por Grecia e Italia como parte de su educación y que en sus andares causó admiración por su inteligencia y habilidad en la resolución de problemas matemáticos. A su regreso a Alejandría, Hipatia se incorporó a la actividad científica como matemática y filósofa. Nunca se casó, y al parecer poseía influencia sobre Orestes, prefecto romano en Egipto.

    Hipatia fue una persona que dividió a la sociedad en dos partes: aquellos que la consideraban como un oráculo de luz y aquellos que la veían como una emisaria de las tinieblas.

    Elbert Hubbard (1856-1915), editor y ensayista estadounidense

    Cuida tu derecho a pensar, porque aun estar equivocado es mejor que no pensar nada.

    Enseñar supersticiones como verdades es una cosa terrible.

    Frases atribuidas a Hipatia de Alejandría

    Científica, maestra y divulgadora

    Se dice que Hipatia fue oficialmente nombrada para explicar las doctrinas de Platón y Aristóteles, y que su casa se transformó en recinto abierto para todo aquel dispuesto, independientemente de su credo, a discutir cuestiones científicas y filosóficas. Los estudiantes llegaban de diferentes puntos del imperio romano a recibir lecciones de matemáticas, astronomía, mecánica y filosofía. Se reporta que el trabajo más importante de Hipatia se dio en álgebra, área sobre la cual escribió comentarios sobre seis libros de la Aritmética de Diofanto (véase el recuadro); trabajó soluciones alternativas y nuevos problemas, de tal manera que sus comentarios fueron incorporados a lo que se conoce como Manuscritos diofantinos. Asimismo, escribió sobre la geometría de las cónicas de Apolonio (véase el recuadro); sus textos eran un esfuerzo por volver accesible la obra de este matemático, escrita en el año 220 antes de nuestra era. Este tema fue retomado más de 1 000 años después, cuando los científicos se percataron de que muchos fenómenos naturales, como las órbitas de los planetas, se describían mejor por medio de las curvas formadas por secciones cónicas.

    CUATRO MATEMÁTICOS GRIEGOS

    Diofanto fue un matemático griego que vivió entre el 200 y el 290 de nuestra era. Escribió La aritmética, obra en 13 libros, de los cuales sobrevivieron sólo los seis primeros. En ellos se plantean y resuelven 189 problemas de álgebra que hoy resolveríamos utilizando ecuaciones de primer y segundo grado, y sistemas de ecuaciones. Por este hecho se le conoce como el padre del álgebra y a las ecuaciones de primer grado se les llama ecuaciones diofantinas.

    Euclides vivió en el siglo tercero antes de nuestra era, y fundó una escuela de geometría en Alejandría. Su principal obra es Elementos de geometría, 13 volúmenes sobre geometría plana, proporciones en general, propiedades de los números, magnitudes inconmensurables y geometría del espacio. Los Elementos de geometría se utilizaron durante 2 000 años, e incluso hoy una versión modificada de sus primeros libros constituye la base de la enseñanza de la geometría plana en las escuelas secundarias.

    Apolonio nació en Pérgamo (hoy Bergama,Turquía), y desarrolló sus conocimientos entre el 220 y 250 de nuestra era. Se educó siguiendo la tradición de Euclides y escribió un tratado de ocho libros, de los que se conservan los siete primeros, sobre las figuras cónicas. Se considera que Apolonio es el más profundo y original de todos los matemáticos griegos, después de Arquímedes. Se le atribuye la invención del reloj solar y es uno de los precursores de los descubrimientos astronómicos. Sólo dos obras de Apolonio han llegado hasta nuestros días, Secciones en una razón dada (no se conserva el original sino una traducción al árabe) y Las cónicas (sólo se conserva el original de la mitad de la obra, el resto es una traducción al árabe). Algunos matemáticos consideran que Las cónicas de Apolonio es una de las obras más importantes de matemáticas.

    Claudio Ptolomeo nació en el año 100 de nuestra era en Tolemaida Hermia, Egipto, y murió en el 170 en Alejandría. A partir de sus propias observaciones, las de Hiparco de Nicea, y de la recopilación de los conocimientos científicos de su época, conformó una obra de 13 volúmenes de carácter matemático y astronómico escrita en lengua griega. Esta obra llegó a Europa a través de su versión en árabe, conocida con el nombre de Almagesto. En ella Claudio Ptolomeo considera que la Tierra esférica estaba en el centro del Universo, alrededor del cual se movían en órbitas circulares (epiciclos) el Sol, la Luna y los demás planetas. A esta descripción del Universo, que duró más de 1 000 años, se le conoce como sistema ptolemaico. Después fue sustituida por el sistema heliocéntrico formulado por Nicolás Copérnico. Otra de las obras de Ptolomeo es la Introducción a la geografía. Se trata de una obra cartográfica que recoge la latitud y longitud de aproximadamente 8 000 poblaciones. Claudio Ptolomeo también presentó el primer panorama completo del progreso cartográfico logrado hasta su tiempo. Publicó un método acerca de la determinación de coordenadas a base de meridianos y paralelos. Con la obra de Ptolomeo se iniciaba la oportunidad de conocer el mundo de una nueva manera, a través de los mapas. Asimismo, Claudio Ptolomeo creó nuevas fórmulas matemáticas y descubrió las leyes de la refracción de la luz.

    Hipatia también realizó trabajo científico junto a su padre. Se tiene noticia de al menos un tratado sobre Euclides y probablemente también trabajó con Teón en la revisión de Los elementos de geometría y en los comentarios sobre la obra de Claudio Ptolomeo (véase el recuadro). En sus investigaciones describió el movimiento de los cuerpos celestes a través de unas tablas llamadas Canon astronómico.

    El diseño de instrumentos también fue de interés para Hipatia; en las cartas de Sinesio de Cirene se incluyen los diseños de un instrumento para medir la posición de los objetos celestes y medir el tiempo: el astrolabio plano. También diseñó aparatos para destilar agua y determinar la densidad de los líquidos.

    El ocaso de Hipatia y de la ciencia antigua

    En el año 412, un cristiano fanático de nombre Cirilo tomó posesión como patriarca de Alejandría e inició una guerra sin tregua hacia los neoplatónicos (quienes creían en un principio divino, pero también eran politeístas) y hacia cualquier otro que pusiera en duda los preceptos cristianos. Orestes, prefecto romano en Egipto, se opuso. En este ambiente y ante la negativa de Hipatia para convertirse al cristianismo, en el año 415 y según el recuento de Sócrates Escolástico:

    ... algunos atolondrados, impetuosos y violentos cuyo capitán era Pedro, un lector de iglesia cristiana, vieron a esa mujer cuando regresaba a su casa de algún lado, la arrancaron de su carruaje; la arrastraron a la iglesia llamada Cesárea; la dejaron totalmente desnuda; le tasajearon la piel y las carnes con caracoles afilados, hasta que el aliento dejó su cuerpo. Después llevaron los pedazos a un lugar llamado Cinaron y los quemaron hasta convertirlos en cenizas.

    El asesinato de Hipatia quedó impune, Orestes solicitó su jubilación y a Cirilo se le canonizó tiempo después. El santoral tiene registrado el 29 de mayo como día de San Cirilo obispo. La Biblioteca de Alejandría continuó su operación por algún tiempo más, pero los libros considerados herejía fueron sustituidos por aquellos con temas eclesiásticos, historias de santos y literatura sacra.

    Aunque la vida de Hipatia acabó trágicamente, su obra permaneció y después René Descartes, Isaac Newton y Gottfried Leibniz, entre otros, estudiaron su trabajo. No es de extrañar que viendo los logros extraordinarios obtenidos por Hipatia, los filósofos la consideraran una mujer de gran conocimiento y una maestra excelente. Tampoco es de extrañar que actualmente sea un símbolo en el mundo de la ciencia, y menos aún que sea fuente de inspiración para los aficionados a la ficción.

    Publicado en ¿Cómo ves? núm. 55, junio 2003.

    Luci Cruz Wilson estudió biología en la UNAM; se ha dedicado a la divulgación de la ciencia tanto en televisión como en medios impresos. Es autora de varios libros para niños y jóvenes y fue asesora de ¿Cómo ves?

    Híja de un célebre poeta, escríbíó el prímer programa ínformátíco de la hístoría.

    En 2009 la periodista inglesa Suw Charman-Anderson decidió hacer algo para protestar por la falta de mujeres entre los ponentes y asistentes de las conferencias científicas a las que acudía, así que puso en marcha una iniciativa en la que invitaba a blogueros y periodistas de todo el mundo a escribir sobre mujeres que hubieran jugado un papel destacado en la historia de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Aquella primera convocatoria, el 24 de marzo de 2009, fue un éxito inesperado. Casi 2 000 personas publicaron entradas en blogs y artículos en periódicos en los que daban a conocer el trabajo de muchas mujeres. Después de aquello, esta iniciativa se ha repetido anualmente con una participación cada vez mayor. Es una forma de animar a niñas y jóvenes a que estudien ciencias.

    Como símbolo de este esfuerzo, Suw Charman escogió a Ada Lovelace, la hija del famoso poeta inglés Lord Byron y pionera de la informática 100 años antes de que se inventara la primera computadora. Hoy la conmemoración mundial iniciada por Charman se celebra el segundo martes de octubre y se conoce como el Día de Ada Lovelace.

    Alas para Ada

    Augusta Ada Byron nació el 10 de diciembre de 1815 en Londres, hace poco más de 200 años. Su padre, George Byron, más conocido como Lord Byron, era ya por entonces una figura destacada de la poesía de su país. Su madre, Annabella Milbanke, baronesa de Wentworth, fue una mujer religiosa e inteligente, de ideas progresistas para la época, a la que le apasionaban las matemáticas. George y Annabella se habían casado en enero de 1815, pero el matrimonio nunca llegó a funcionar. Se separaron un mes después de nacer Ada, de quien se hizo cargo su madre.

    A principios del siglo XIX las posibilidades educativas para una niña eran muy reducidas. En el mejor de los casos, se limitaban a aprender lo necesario para desempeñarse en el ámbito doméstico. La madre de Ada, sin embargo, no estaba dispuesta a conformarse con eso. Como antídoto a la falta de disciplina y el exceso de imaginación que les achacaba a los Byron, Annabella le impuso a Ada una educación estricta, con especial énfasis en las matemáticas. El ambicioso programa incluía también ortografía, geografía, historia, dibujo, francés, latín y música.

    El plan de la madre, sin embargo, no se cumplió por completo. El espíritu libre y creativo de los Byron se materializó en una idea que llegó a obsesionar a Ada durante su adolescencia: la posibilidad de volar. La chica dedicaba sus ratos de soledad a disecar alas de pájaros y a estudiar la posibilidad de un aparato volador.

    Todo esto quedó en un segundo plano cuando, a principios de 1829, sufrió un grave caso de sarampión que estuvo a punto de costarle la vida. Ada se pasó varios meses postrada en cama, tardó dos años en volver a caminar y no se recuperó del todo hasta que pasaron más de tres. Durante ese tiempo, se volcó de lleno en los estudios y abandonó para siempre sus sueños adolescentes.

    En 1833 Ada conoció a Mary Somerville, científica escocesa extraordinaria y autodidacta que cultivó las matemáticas y la astronomía, entre otras disciplinas. Mary Somerville le presentó a Charles Babbage (véase ¿Cómo ves? núm. 47 y núm. 175) en junio de ese mismo año, en una fiesta de sociedad. La amistad que surgiría entre ellos iba a cambiar el rumbo de la vida de Ada.

    Científico excéntrico

    Charles Babbage era ingeniero e inventor. Hijo de un rico banquero, tenía dinero suficiente para llevar una vida desahogada y dedicar su inmenso talento a asuntos científicos de lo más diverso. Entre otras cosas, inventó un aparato para medir la velocidad de un tren, y el oftalmoscopio, el primer aparato para examinar el interior del ojo humano. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Astronómica en 1820, y entre 1828 y 1839 ocupó la cátedra lucasiana en la Universidad de Cambridge (su más famoso antecesor fue Isaac Newton y su más célebre sucesor Stephen Hawking). Durante su vida Babbage escribió sobre temas tan diversos como ajedrez, geología, eclipses, economía, estadística y criptografía (véase ¿Cómo ves? núm. 59).

    Réplica de la Máquina Diferencial No. 1 de Charles Babbage

    Foto: Hugh Taiman / Smithsonian Libraries.

    Réplica de la Máquina Diferencial No. 1 de Charles Babbage.

    Foto: Hugh Talman / Smithsonian Libraries

    Cuando conoció a Ada Byron, Babbage llevaba más de 10 años trabajando en la llamada Máquina Diferencial, un artefacto único en su tiempo, capaz de sumar, restar y resolver algunas ecuaciones polinómicas de la forma 0 = a + bx + cx2 + dx3... (como la conocida ecuación cuadrática que nos enseñan a resolver en secundaria). Hasta contaba con una impresora para poner el resultado en papel una vez terminado el cálculo. Y todo esto sin intervención humana más allá de mover la manivela que impulsaba el mecanismo.

    El diseño de la máquina era extraordinariamente complejo, con miles de engranes fabricados a mano según especificaciones muy rigurosas. Era un proceso muy lento y caro para la industria de la época. A pesar de que había recibido una subvención del estado británico de 17 500 libras —cantidad suficiente para fabricar 25 locomotoras de vapor—, Babbage apenas logró construir un prototipo que realizaba algunos cálculos sencillos. El aparato estaba hecho de bronce y acero y contaba con sólo 2 000 piezas, frente a las 25 000 del diseño original. El científico inglés lo conservaba en la sala de su casa y disfrutaba mucho enseñándolo a las visitas. Una de ellas fue Ada Byron, invitada con su madre en junio de 1833. Ambas quedaron profundamente impresionadas.

    Por desgracia, en 1834, Babbage tuvo que abandonar la construcción de la Máquina Diferencial por falta de fondos. Hoy en día se exhibe en el Museo de la Ciencia de Londres una réplica construida en el año 2000 siguiendo los planos de Babbage, y funciona tal y como previó su inventor.

    Encrucijada

    En los años posteriores, Ada siguió el camino que se esperaba de una joven de su tiempo: conseguir marido y tener hijos. En julio de 1835 se casó con William King, conde de Lovelace, y la descendencia no tardó en llegar: Byron nació en 1836, Anabella en 1837 y Ralph en 1839. Fueron años muy felices para Ada, aunque, con el paso del tiempo, empezó a sentir la necesidad de ejercitar su inteligencia. Consiguió hacer un hueco en sus quehaceres diarios, contrató a un profesor particular —el famoso matemático Augustus de Morgan— y se sumergió de lleno en las matemáticas. Impresionado por su talento y sus ansias de aprender, De Morgan llegó a afirmar que tenía el potencial para ser una matemática original y acaso de primer orden.

    Diseño de la Máquina Analítica, 1840.

    Arnold Reinhold (CC BY 4.0)

    Mientras tanto, Babbage se había embarcado en el diseño de una máquina todavía más compleja que la anterior: la Máquina Analítica. Concebido con la intención de resolver problemas generales, este artefacto podría sumar, restar, multiplicar y dividir. La entrada de datos estaría codificada mediante tarjetas perforadas y la salida podría adoptar la forma de una página impresa, como la Máquina Diferencial, o bien una tarjeta perforada.

    En 1842, Babbage dio una conferencia sobre la Máquina Analítica en la Universidad de Turín. Entre los asistentes se encontraba Luigi Menabrea, ingeniero italiano que más tarde llegaría a ser primer ministro de su país. Basándose en las notas que tomó durante la conferencia, Menabrea escribió más tarde un artículo en francés que se publicó en una revista científica suiza.

    Era la oportunidad que Ada estaba buscando. Como buena amiga de Babbage y admiradora de su trabajo, había estudiado en profundidad el funcionamiento de la Máquina Analítica. ¿Quién mejor que ella para traducir el artículo de Menabrea? De esta manera daría repercusión al valioso trabajo de Babbage y, al mismo tiempo, cumpliría su sueño de sentirse intelectualmente activa. Al enterarse, Babbage no sólo le ayudó con la traducción, sino que la animó a que escribiera sus propias notas sobre la Máquina Analítica.

    Una vez terminadas, aquellas notas bastarían para que Ada Lovelace pasara a la posteridad como una visionaria de la computación.

    La traducción del artículo de Menabrea junto con las notas de Ada se publicó en septiembre de 1843 en la revista Scientifiic Memoirs, con el título Esbozo de la Máquina Analítica, inventada por Charles Babbage.

    El algoritmo de Ada

    En efecto, Ada hizo mucho más que traducir el texto de Menabrea: añadió sus propias notas, que ocuparon más del doble que el artículo original, y que a la postre serían también mucho más valiosas. En estas notas ya aparecen algunos conceptos fundamentales de la computación que nos resultan tan familiares en la actualidad. Por ejemplo, la distinción entre el soporte físico —lo que hoy llamamos hardware — y el juego de instrucciones que ejecuta la máquina —el software—. Ada propuso que una misma tarjeta pudiera usarse varias veces seguidas en la solución de un problema; es decir, definió el concepto de bucle, básico en la programación de algoritmos. También explicó que la máquina podría ejecutar o no determinadas instrucciones atendiendo a condiciones del tipo "si ocurre

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1