El Universo tiene unos 13.800 millones de años. La Tierra tiene una edad de unos 4.600 millones de años. Al principio era una bola incandescente de océanos de magma, cuya superficie alcanzaba los 2.000ºC. Pero cuando aquellos mares se enfriaron, no tardaron en aparecer los primeros indicios de vida microbiana (bacterias y arqueas), hace aproximadamente algo menos de 4.000 millones de años. Sin embargo, hubo que esperar muchísimo tiempo hasta que se produjo la famosa “explosión cámbrica” que, de forma repentina, generó todo tipo de formas de vida pluricelulares que se repartieron por toda la faz de la Tierra… Esto ocurrió hace aproximadamente unos 540 millones de años.
Desde los grandes saurios ya extinguidos, hasta las plantas, pasando por toda la fauna que conocemos hoy día y los seres humanos, todos, absolutamente todos los seres vivos, compartidos un mismo ancestro común. Pero, ¿cuándo y cómo surgió ese primitivo antepasado a partir del cual se generaron todas las formas de vida?
EL ENIGMA QUE DESAFIABA LA TEORÍA DE DARWIN
En (1859), (1809-1882) estableció que todos los seres vivos que pueblan la faz de la Tierra son como ramificaciones de un mismo árbol que, remontándose atrás en el tiempo, convergerían en el tronco común que significa compartir un mismo antepasado: “Todos los seres vivientes tienen mucho en común en su composición química, su estructura celular, sus leyes de crecimiento y en ser susceptibles a las influencias nocivas que existen en su entorno (…). No parece increíble que, tanto los animales