El coraje del matiz: Cómo negarse a ver el mundo en blanco y negro
Por Jean Birnbaum
()
Información de este libro electrónico
Jean Birnbaum pretende reconfortar a todos los hombres y mujeres que se niegan a aceptar el «embrutecimiento» de nuestro debate público y que quieren preservar el espacio para una discusión tan franca como argumentada. Para ello, relee los escritos de una serie de intelectuales y escritores que nunca se contentaron con oponer ideología a ideología, eslogan a eslogan. Reconectar con Albert Camus, George Orwell, Hannah Arendt, Raymond Aron, Georges Bernanos, Germaine Tillion y Roland Barthes no es sólo cuestión de refugiarse en figuras queridas que nos ayuden a mantenernos firmes. Significa, sobre todo, redescubrir la esperanza y la capacidad de proclamar esto: en el barullo de lo obvio, no hay nada más radical que el matiz.
Relacionado con El coraje del matiz
Títulos en esta serie (100)
El privilegio catalán: 300 años de negocio de la burguesía catalana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCien preguntas sobre el islam: Entrevista realizada por Giorgio Paolucci y Camille Eid Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMe desconecto, luego existo: Propuestas para sobrevivir a la adicción digital Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Réquiem por un imperio difunto: Historia de la destrucción de Austria-Hungría Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cine fantástico de Spielberg: Padres ausentes, niños perdidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl islam en el siglo XXI: Entrevista a Samir Khalil Samir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJuan Velarde. Testigo del gran cambio: Conversaciones con Mikel Buesa y Thomas Baumert Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa neutralidad de Franco: España durante los años inciertos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1943) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayos heréticos sobre filosofía de la historia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El reino del hombre: Génesis y fracaso del proyecto moderno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiez horas de Estat Català Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPensamiento y guerra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida ética: ¿Qué quiero realmente? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa posverdad o el dominio de lo trivial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuerra y paz en El Quijote: El antierasmismo de Cervantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿A dónde va la historia?: Dilemas y esperanzas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNuebas mentirosas: Cortés, el Nuevo Mundo y otros episodios de nuestra historia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa filosofía y la personalidad de Max Scheler Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La guerra civil y los problemas de la democracia en España Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi deseo es la ley: Los derechos del hombre sin naturaleza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLecciones preliminares de filosofía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mito de Cortés: De héroe universal a icono de la leyenda negra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El fin de una época: Artículos 1905-1906 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe La Pepa a Podemos: Historia de las ideas políticas en la España contemporánea Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmar con los brazos abiertos: Lactancia materna en la vida real Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El antifaz transparente: Antropología en el cine de superhéroes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesY yo, ¿qué soy?: Entre psicología y educación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProblemas aristotélicos: Lenguaje, dialéctica y hermenéutica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa edad de las nueces: Los niños en el Imperio Romano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos desheredados: Por qué es urgente transmitir la cultura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
Verdades penúltimas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa historia no ha terminado: Ética, política, laicidad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El abismo existencial de Occidente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn primera persona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ritmo de la vida: Variaciones sobre el imaginario posmoderno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCancelado: El nuevo Macartismo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Humano demasiado humano Un libro para espíritus libres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Teoría Metafísica De La Economía Igualitaria. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCrítica de la razón cínica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escritos Pandémicos (2020/21) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFuera de lugar: Conversaciones entre crisis y transformación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas culturas fracasadas: El talento y la estupidez de las sociedades Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ofendiditos: Sobre la criminalización de la protesta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Humanidad ahora: Diez ensayos para un nuevo partidario de lo humano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodo a mil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMigajas políticas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poderes de la abyección: Política y ontología lacaniana I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra la distopía: La cara B de un género de masas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor llevar la contraria: Ejercicios de pensamientos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que todavía vive: Una conversación abierta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl deseo trans Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMeditaciones desde el subsuelo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSer judío en los años setenta: Testimonios del horror y la resistencia durante la última dictadura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ventaja de mirar insistentemente una lata de sopa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTolerancia: Sobre el fanatismo, la libertad y la comunicación entre culturas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Familia. Los debates que no tuvimos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa inteligencia fracasada: Teoría y práctica de la estupidez Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ateísmo ideológico: La ruina de las ideologías Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa guerra cultural: los enemigos internos de España y Occidente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra los tertulianos: Sobre contertulios, intelectuales y conversos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Filosofía para usted
El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 48 Leyes Del Poder: Libro de Robert Greene (The 48 Laws of Power Spanish) - Guide de Estudio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Libro de Enoc Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalión de Hermes Trismegisto: Las 7 Leyes Universales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalion Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Filosofía del rey Salomón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Filosofía para principiantes: Introducción a la filosofía - historia y significado, direcciones filosóficas básicas y métodos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El obstáculo es el camino: El arte inmemorial de convertir las pruebas en triunfo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Príncipe Calificación: 4 de 5 estrellas4/5De la brevedad de la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conócete a ti mismo. La Palabra de Sócrates Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL Hombre Mediocre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Historia Oculta De Cristo y Los 11 Pasos De Su Iniciación - De JESÚS a CRISTO Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIkigai: Los secretos orientales para la longevidad explicados con el cine y la cultura pop Calificación: 4 de 5 estrellas4/5LA REPUBLICA: Platón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas filosóficas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El camino del carácter Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de ser feliz: Explicado en cincuenta reglas para la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jesús y la mujer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Anexo a Un Curso de Milagros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Devocional 365 días para Mujeres :: 20 Mujeres de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo Un Hombre Piensa: Así Es Su Vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sociedad del miedo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de la prudencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLiteratura infantil Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para El coraje del matiz
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El coraje del matiz - Jean Birnbaum
Jean Birnbaum
El coraje del matiz
Cómo negarse a ver el mundo en blanco y negro
Traducción de Fernando Montesinos Pons
Título en idioma original: Le courage de la nuance
© Éditions du Seuil, 2021
© Ediciones Encuentro S.A., Madrid 2024
Traducción de Fernando Montesinos Pons
Este es el segundo título de la colección «Pensar Europa» en colaboración con el IDEE-CEU
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos.
Colección Nuevo Ensayo, nº 145
Fotocomposición: Encuentro-Madrid
ISBN: 978-84-1339-187-8
ISBN EPUB: 978-84-1339-520-3
Depósito Legal: M-8329-2024
Printed in Spain
Para cualquier información sobre las obras publicadas o en programa
y para propuestas de nuevas publicaciones, dirigirse a:
Redacción de Ediciones Encuentro
Conde de Aranda 20, bajo B - 28001 Madrid - Tel. 915322607
www.edicionesencuentro.com
Índice
Introducción
I. Albert Camus, todo en equilibrio
La posibilidad del diálogo
Preocupación por el límite
Un lenguaje estereotipado y un corazón falso
INTERLUDIO. «Palabras libres, para hombres libres»
II. Georges Bernanos, una fulminante lucidez
«Un espectáculo repugnante»
El honor no puede estar exento de tormento
El fanatismo, esa impotencia
INTERLUDIO. «Hay que hablar con franqueza»
III. Hannah Arendt, el genio de la amistad
Tocar la idiotez con las propias manos
El pensamiento, un heroísmo ordinario
Una prudencia todo menos teórica
Interludio. «El chiste es algo esencial»
IV. Raymond Aron, moderado hasta el exceso
Captar la realidad en sus contradicciones
Ética intratable de la duda
Pruebas por las que pasó
Interludio. ¿Ha dicho usted «hacerle el juego a»?
V. George Orwell, la revolución del fair-play (juego limpio)
Libertad crítica
Hacer coincidir la confianza y la exigencia
Lengua libre, memoria larga
Cultura del servilismo
Interludio. «Lo desconocido sigue siendo aún y siempre nuestra alma»
VI. Germaine Tillion, la verdad en el corazón
El rigor y la emoción
Asumir nuestras propias fragilidades
¿El enfrentamiento? Una facilidad horrible
Interludio. La literatura, «maestra de los matices»
VII. Roland Barthes rompe los clichés
Un viaje bajo una alta vigilancia
«Quiero vivir según el matiz»
Acabar con la arrogancia
Lo neutro no es una evasión
Conclusión. Solidaridad de los solitarios
A Émilie, angelus novus
Que cada uno diga con franqueza lo que tenga que decir; la verdad surgirá de estas sinceridades convergentes.
Marc Bloch, La extraña derrota. Testimonio escrito en 1940
Introducción
Todo comienza por un sentimiento de opresión. Si he escrito este libro no es para satisfacer un interés teórico, sino porque he sentido la necesidad íntima de hacerlo. Era necesario poner nombre a esta evidencia: tanto en las controversias públicas como en las discusiones entre amigos, ahora todo el mundo está llamado a asociarse a un campo u otro, los argumentos son cada vez más maniqueos, la polarización ideológica anula, ya de entrada, la posibilidad misma de una posición matizada. Albert Camus dijo una vez: «Nos asfixiamos entre gente que cree tener absolutamente razón», y muchos de nosotros sentimos lo mismo hoy, dado lo irrespirable que se ha vuelto el aire.
Así las cosas, las redes sociales se han convertido en una arena donde el debate ha sido reemplazado por el combate: cada uno, temiendo encontrarse con un contradictor, prefiere acosar a cien enemigos. Incluso más allá de Twitter o de Facebook, el campo intelectual y mediático se confunde con un campo de batalla donde se permiten todos los golpes. En todas partes, los predicadores feroces prefieren atizar los odios a iluminar las mentes.
Yo mismo he experimentado este endurecimiento. Desde hace algunos años, prácticamente he dejado de tener presencia en Twitter, una red cuya preocupante alteración he podido observar, como otra mucha gente. Cuando creé mi primera cuenta, todavía era posible establecer un diálogo e incluso debatir honestamente. Por supuesto, desde el principio ya reinaba una cierta virulencia, y mucha gente tenía en mente otras cosas muy distintas a un debate fecundo, y venía más bien a satisfacer sus pulsiones partidistas y sus deseos de pelea. Pero en aquel tiempo no eran raras las sorpresas buenas: lanzabas un mensaje, una botella al mar, y de repente, por encima de cualquier desacuerdo, podías establecer un vínculo sincero con alguien cuyas posiciones seguían estando abiertas, móviles, y que también era capaz de hacer que se movieran las tuyas.
Pero llegó un momento en que estas sorpresas buenas se convirtieron en verdaderos milagros. La propaganda tomaba la delantera, el insulto se la disputaba a la calumnia, se rogó a cada uno que se mantuviera en el lado del debate que se le había asignado: tras un rápido vistazo a tu perfil, a tu cara, a tu nombre... los que respondían a tus mensajes sabían, de fuente segura, quién eras y a favor de quién estabas. A fuerza de frecuentar este espacio donde triunfaban jaurías vindicativas, soldadas por prejuicios comunes, odios disciplinados, yo también empezaba a desarrollar reflejos detestables. Así que me retiré, o al menos dejé de participar en los «debates» de Twitter, para contentarme con recomendar algún artículo de periódico o algún libro de lectura obligada.
En ese mismo momento, sin embargo, tuve que rendirme a la evidencia: lo que yo había vivido en Twitter, esa crispación generalizada, ese ascenso a los extremos, no se circunscribía al espacio de las redes sociales o a los territorios de la polémica mediática. Era algo con lo que uno podía confrontarse en carne y hueso, a diario, como había tenido la ocasión de comprobar empíricamente, entre 2016 y 2018, cuando efectué dos series de intervenciones y de conferencias vinculadas a la aparición de dos libros que forman un díptico.
Con el primero, Un silence religieux. La gauche face au djihadisme¹, quise mostrar cómo la fe de los yihadistas nos revela, a los europeos secularizados, nuestra certeza de que la creencia religiosa no es nada. O en todo caso nada que fuera muy real, a lo sumo, un adorno que oculta las cosas serias (políticas, económicas, sociales, etc.), un folclore arcaico abocado a ser disipado por el progreso. Lo esencial, en aquel momento, era escuchar lo que decían los yihadistas, dejar de verlos solo como locos, casos sociales o bárbaros; en pocas palabras, tomar, por fin, en serio su impulso. Más tarde, con La Religion des faibles. Ce que le djihadisme dit de nous², tenía yo el objetivo de dar la vuelta al espejo y plantear la pregunta: ¿qué dice de «nosotros», de nuestras propias creencias universalistas, progresistas y feministas... y de su fragilidad, esta esperanza tan poderosa y tan sangrienta que es la de los yihadistas?
En estos dos ensayos, yo ponía las cartas sobre la mesa y no pretendía en modo alguno juzgar desde fuera: la cultura política en cuyos puntos ciegos quería profundizar era la mía, la que yo había heredado. En cada uno de estos dos ensayos había intentado, sobre todo, mantenerme en la cuerda floja, sin asociarme nunca a un campo: era preciso romper algunos presupuestos tácitos, y a veces cortar por lo sano para suscitar el debate, pero sin ocultar tal aspecto de la realidad, tal contradicción. Se trataba, pues, bien que mal, de hacer justicia al matiz. Dispuesto a indisponerme con los espíritus dogmáticos de todas las tendencias.
Así, con un intervalo de dos años, sobre un tema semejante y utilizando un método similar, participé en numerosas reuniones públicas en Francia, Bélgica o Suiza, reuniones organizadas por asociaciones muy diversas: estudiantiles, católicas, anarquistas... Ahora bien, entre 2016 y 2018, el clima había cambiado. En la misma ciudad, a veces con las mismas personas, la atmósfera se mostraba mucho menos abierta. Sin ninguna violencia, ni tampoco verdaderamente agresividad, sino más bien una desconfianza hacia las argumentaciones complejas y los matices «inútiles», y también una especie de impaciencia, la necesidad de saber muy pronto a qué «orilla» pertenece el que habla. Con esa molesta sensación de que lo que uno dice corre constantemente el riesgo de ser utilizado con mala intención, de hacerle cosquillas agradablemente a personas malintencionadas. Sobre todo, con esta acusación que actualmente está volviendo con gran revuelo, y que puede resumirse en cuatro palabras: «hacerle el juego a». Escribir un libro sobre el poder de seducción propio del yihadismo, ¿no es «hacerle el juego a» la extrema derecha? Mostrar que el islamismo no tiene «nada que ver» con el Islam, ¿no es allanar el camino a los predicadores del odio? Se trata de una vieja antífona a la que volveremos en estas páginas: también en tiempos del estalinismo, los escritores que denunciaban el gulag eran acusados de «hacerle el juego» al fascismo.
Ahora bien, el presente ensayo, un breve