Amaneceres

Por Máximo Olivera Sum

Amaneceres: Un libro repleto de auténtica poesía como en la antigua época de juglares y trovadores. Mucha de ella tiene su base en la vida real.

Esta cuidadosa selección de Amaneceres nos deslumbra con brillantes paisajes, colores por doquier y emociones que toman forma al adquirir vida propia. El rocío de la mañana nutriendo la flora, la brisa acariciando la fauna, el sol bañando los ojos.

Todo en este libro ha sido confeccionado para ser disfrutado. Puede que corra la sangre por el río o destelle el fuego a lo largo del cielo, pero la magia continuará abarcándolo todo.

• Idioma: Español
• Editorial: Máximo Olivera Sum
• Fecha de lanzamiento: 4 may 2024
• ISBN: 9798223021810

Máximo Olivera Sum

Máximo Olivera Sum Nació en Tacuarembó, en 1978. Una vez finalizado el Bachillerato, inició su carrera como Oficial de la Fuerza Aérea Uruguaya en la Escuela Militar de Aeronáutica, graduándose en 2001 como aviador. Posteriormente impartiría clases de Historia Nacional en la Escuela Técnica de Aeronáutica y de Juego de Guerra "Fénix" en la Escuela de Comando y Estado Mayor Aéreo. Es piloto de aeronaves de ala fija y helicópteros. Al día de hoy se encuentra realizando la carrera de Periodismo en el IPEP (Instituto Profesional de Enseñanza Periodística). Es investigador, además de poeta, cuentista y ensayista. Para más información, contáctelo a través de su casilla de correo electrónico: [e-mail]

Vista previa del libro

PRÓLOGO

En el umbral de la poesía, cada verso es un portal hacia un mundo de emociones, pensamientos y sueños.

En este libro, las páginas se convierten en el lienzo sobre el cual a través del lenguaje se dibuja el paisaje de la mente y del corazón. Las palabras entrelazadas tintinean como notas en la sinfonía del alma, resonando con la melodía eterna de la vida.

Desde la suave cadencia de la nostalgia hasta el vibrante eco del amor, estos poemas te invitan a explorar los recovecos más profundos de la experiencia humana dentro de tu mente y tu imaginación.

Adéntrate en este libro y déjate llevar por la magia de la poesía, donde las palabras se convierten en alas que te elevan hacia lo desconocido y te anclan a lo eterno.

––––––––

Melissa Fernández.-

PREFACIO

Cuando tomé la resolución de compendiar algunas composiciones para formar una sola obra, sinceramente pensé que sería pan comido. Una de las razones era que ya los tenía escritos, algunos de ellos desde hacía mucho tiempo, aun desde mi infancia. Otro motivo por el que supuse que sería un trámite, fue que tenía planeado tomar un número determinado de ellos, unirlos y concluiría todo el asunto. Pero cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con el gran desafío de decidir cuál incluiría y cuál omitiría. ¿Quién puede hacer acepción entre sus hijos? Y utilizo la expresión resolución porque publicar poesía es algo así como presentarse desnudo ante un público que, esperando ver un cuerpo escultural, se encuentra con una figura más bien rellenita y un poquito más baja en comparación con los cánones de belleza. El grado de exposición es por momentos inquietante y raya lo vergonzoso.

Comencé a seleccionar los poemas que compondrían este libro entre todos los que había escrito hasta el momento y descubrí que había acumulado más de los que había considerado al principio. Pronto comprendí que no sería una tarea para nada sencilla, sino más bien tediosa y hasta dolorosa en ocasiones, al tener que desprenderme de muchos poemas o, al menos, postergarlos. Así que, de esa forma, comencé a incursionar nuevamente en cada uno de ellos. Fue muy parecido a aventurarse a un mundo de fantasía algunas veces y de cruda realidad en otras ocasiones, todo lo cual, en más de una oportunidad, superó mi capacidad de asimilarlo e incluso mi disposición a revelarlo. Así que, para aquel que crea que tomar un montón de poemas (algunos añejos, otros en proceso de maduración y otro tanto flamantes) y juntarlos todos en un libro, es tan fácil como hacer un guiso de lentejas, tengo que decirle que guardan importantes diferencias y muy poca relación. Más bien se parece a reír con algunos de ellos, a llorar por otros y a temblar por unos cuantos.

Hay poemas que no implican ninguna responsabilidad, son indulgentes, fáciles de echarlos a volar. Pero los hay de aquellos que causan resquemor el solo hecho de considerar darlos a conocer, porque tocan fibras sensibles o pulsan cuerdas que retiñen en los oídos. Visitando aquellas creaciones de otrora, me comentaron que las antiguas heridas recibidas a lo largo de múltiples batallas, las cuales consideraba que habían cicatrizado, quizás aún continuaran abiertas e incluso pudieran estar desangrándome hoy día.

Luego llegarían la nostalgia, las sensaciones olvidadas, los sentimientos vividos en otras épocas, las emociones más íntimas, los recuerdos velados por el tiempo y los olvidos guardados bajo siete llaves. De forma simultánea, se presentaría el desafío de incluir poemas que para mi presente estaban fuera de época, mezclándolos con otros que definen mi hoy. Pero quería ser consecuente conmigo mismo. Supe que, para ser genuino con el lector, antes debía ser fidedigno con mi evolución a través de los años. No podía mentirme a mí mismo. Para ello, debía amalgamar la madurez que se obtiene a través del aprovechamiento de las experiencias vividas gracias a los tropezones y las caídas, con los tiernos años de la juventud tan llenos de inocencia y cercanos a nuestros excelsos