Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Vivir solo: Experiencias de residentes de hogares unipersonales de la Ciudad de Buenos Aires
Vivir solo: Experiencias de residentes de hogares unipersonales de la Ciudad de Buenos Aires
Vivir solo: Experiencias de residentes de hogares unipersonales de la Ciudad de Buenos Aires
Libro electrónico295 páginas4 horas

Vivir solo: Experiencias de residentes de hogares unipersonales de la Ciudad de Buenos Aires

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Vivir solo investiga el creciente fenómeno de los hogares unipersonales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, abordando teorías demográficas y cambios en la sociedad que lo han generado. Se basa en datos de encuestas y entrevistas, revelando perfiles demográficos y percepciones de los residentes. Se destaca la distinción entre ingreso intencional o accidental a este estilo de vida, valorando aspectos como la libertad y la autosuficiencia. También se analizan las expectativas y proyectos de vida de los residentes respecto a relaciones afectivas y construcción familiar, mostrando diferencias según la edad y situación conyugal. 
En resumen, Vivir solo es una obra valiosa que proporciona una comprensión enriquecedora y detallada de un fenómeno social en constante cambio. La autora brinda una mirada profunda y multidimensional, permitiendo a los lectores explorar las complejidades y matices de la vida en hogares unipersonales en la Ciudad de Buenos Aires.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 sept 2023
ISBN9789878999340
Vivir solo: Experiencias de residentes de hogares unipersonales de la Ciudad de Buenos Aires

Relacionado con Vivir solo

Libros electrónicos relacionados

Ciencias sociales para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Vivir solo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Vivir solo - Paula Daniela Fernández Lopes

    Listado de acrónimos

    BID: Banco Interamericano de Desarrollo

    CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires

    CEI: Comisión de Enlace Institucional

    CELADE: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía

    CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe

    CEPALSTAT: Statistical of Latin America and the Caribbean

    DGEyC: Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

    EAH: Encuesta Anual de Hogares

    EDSA Bicentenario: Encuesta de la Deuda Social Argentina del Bicentenario

    EPH: Encuesta Permanente de Hogares

    GBA: Gran Buenos Aires

    INDEC: Instituto Nacional de Estadística y Censos

    LAT: Living Apart Together

    NE: Nivel de Educación

    NSE: Nivel socioeconómico

    ODSA: Observatorio de la Deuda Social Argentina

    PEA: Población Económicamente Activa

    PIB: Producto Bruto Interno

    PNUD: Programa Naciones Unidas para el Desarrollo

    RIM: Relación Ingresos-Miembros

    SAIMO: Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión

    STD: Segunda Transición Demográfica

    TD: Transición Demográfica

    TGF: Tasa Global de Fecundidad

    Resumen

    En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los hogares unipersonales representan un total del 35,7% al año 2018 según la Encuesta Anual de Hogares (EAH) y un 34,1% según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Cuarto Trimestre del mismo año. Este fenómeno de los hogares unipersonales implica ser abordado a través de diversas rutas teóricas. En la primera emergen las explicaciones asociadas a la Transición Demográfica, envejecimiento poblacional y disminución de la tasa de fecundidad que comienza a producirse entre 1960 y 1970 en los países de América Latina y que pone en evidencia el incremento de personas mayores viviendo solas, especialmente mujeres y que ha llevado a una disminución en el tamaño promedio de los hogares. La individualización y el proceso de desinstitucionalización de las sociedades capitalistas avanzadas han asimismo generado una pérdida gradual en los valores y en las maneras de vivir las relaciones íntimas en familia, la vida conyugal y las relaciones entre géneros de las sociedades tradicionales. El aumento de los hogares unipersonales se vincula así con el estado civil y el aumento de la tasa de divorcios, una mayor edad a la que la gente decide convivir con su pareja y la creciente cantidad de personas que deciden vivir transitoria o permanentemente solas, fenómenos a menudo asociados al proceso de la Segunda Transición Demográfica y las modificaciones que se introducen en la reproducción de las familias, la nupcialidad y la fecundidad. Estos aspectos se reflejan históricamente con mayor celeridad en la Ciudad de Buenos Aires en relación con otras jurisdicciones geográficas y aglomerados urbanos del país debido a sus modernos patrones socioculturales y estructura socioeconómica.

    Esta investigación se propone entonces caracterizar sociodemográficamente a los residentes de hogares unipersonales y comprender las vivencias, las experiencias cotidianas y las percepciones de jóvenes, adultos y adultos mayores de este tipo de hogar que viven en la Ciudad de Buenos Aires. Se pretende describir y analizar desde una dimensión sociocultural, el sentido de la conformación del hogar propio, las percepciones que poseen en torno a las relaciones afectivas, amorosas y eróticosexuales y de construcción de la familia, así como detectar similitudes y diferencias en estas dimensiones de análisis según la edad, género y situación conyugal de los residentes.

    A partir de un diseño mixto cuanti-cualitativo, secuencial y explicativo, se elaboró información a partir de datos secundarios provistos fundamentalmente por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Esto permitió conocer atributos de la población que vive sola en la Ciudad de Buenos Aires: mujeres viudas en los estratos más envejecidos, población mayormente masculina separada o divorciada en los hogares adultos y finalmente un hogar juvenil equilibrado en sexo cuya situación conyugal predominante es la soltería. Estos datos cuantitativos proveyeron el contexto para conformar la muestra cualitativa y las técnicas de producción de datos primarios mediante entrevistas semiestructuradas focalizadas. Dentro de los principales hallazgos, se observan dos grandes rutas de entrada o de ingreso al estilo de vida unipersonal, intencionales o accidentales no elegidos. Si bien se observa que para algunos entrevistados este tipo de hogar es producto de circunstancias o razones externas a la decisión del agente, la disponibilidad del tiempo y del espacio físico, la libertad de acción y la autosuficiencia o preservación afectiva son los aspectos más valorados de este estilo de vida. Esto genera permanencia en el tiempo y una sensación de acostumbramiento. Asimismo, dentro de los entrevistados de este estudio, se detectan características disímiles en torno a la disposición que estos tienen o no a efectuar una convivencia afectiva futura y a la construcción de una familia. Si bien para los jóvenes y para algunos adultos existen diferencias entre quienes se encuentran experimentando su sexualidad y quienes auguran para sí un vínculo afectivo estable, para los adultos mayormente separados o divorciados y para los adultos mayores sus expectativas o proyectos de vida se distancian de la construcción conjunta del hogar. Relaciones y vínculos afectivos, pero en casas separadas; energías canalizadas mediante actividades culturales, artísticas, deportivas, laborales o en el cuidado de nietos, biografías abiertas a la construcción; estos residentes encuentran en este estilo de vida una posibilidad u oportunidad única para reencauzar su vida y significar su espacio propio y lugar en el mundo. El hogar unipersonal es producto entonces de transformaciones en los comportamientos de la familia, institución social que se ve tensionada por deseos, búsquedas de autonomía y elecciones individuales en una sociedad cada vez más igualitaria y dispuesta a la autogestión de las oportunidades.

    Palabras Clave: Hogares unipersonales, experiencias, percepciones, Ciudad de Buenos Aires, cultura.

    Abstract

    In the Autonomous City of Buenos Aires, single-person households represent a total of 35.7% according to the Annual Household Survey (EAH) and a 34.1% according to the Permanent Household Survey (EPH) of the Fourth Trimester of 2018. This phenomenon of one-person households implies being approached through various theoretical routes. In the first, explanations associated with the Demographic Transition, population aging, and the decrease in the fertility rate that began to occur between 1960 and 1970 in Latin American countries highlight the increase in older people living alone, especially women and a decrease in the average size of households. The individualization process and deinstitutionalization of advanced capitalist societies have also generated a gradual loss in values and in the ways of living in family, gender relationships and conjugal life of traditional societies. The increase in single-person households is thus linked to marital status and the increase in the divorce rate, an older age at which people decide to live with their partner and the increasing number of people who decide to live temporarily or permanently alone, phenomena often associated with the process of the Second Demographic Transition and the modifications that are introduced in the reproduction of families, nuptiality and fertility. These aspects are historically reflected more quickly in the City of Buenos Aires in relation to other geographic jurisdictions and urban agglomerates in the country due to their modern sociocultural patterns and socioeconomic structure.

    This research seeks to characterize sociodemographically single-person households’ residents that live in the City of Buenos Aires and to understand daily experiences and perceptions of young people, adults and old adults of this type of household. It is intended to describe and analyze from a sociocultural dimension, the sense of the conformation of their own home, the perceptions they have about affective, loving and erotic-sexual relationships and the construction of the family as well as to detect similarities and differences in these dimensions of analysis according to the age, gender and marital status of the residents.

    Based on a mixed quantitative qualitative, sequential and explanatory design, information was fundamentally prepared from secondary data provided by the Permanent Household Survey (EPH). This allowed us to know the attributes of the population that lives alone in the City of Buenos Aires: widowed women in the oldest strata, mostly separated or divorced males in adult households and finally a single sex-balanced youth household. These quantitative data provided the context for the qualitative sample and the techniques used to produce primary data through focalized semi-structured interviews.

    One of the main findings was that there are two major routes of entry to one-person households: intentional or accidental. Although it is observed that for some interviewees this type of home is the product of circumstances or reasons which are external to their decisions, the availability of time and physical space, freedom of action and self-sufficiency or affective preservation are the most valued aspects of this lifestyle. This generates permanence in time and a feeling of accustoming. Likewise, among the interviewees in this study, dissimilar characteristics are detected regarding the disposition that they have or not have to carry out a future affective coexistence and to build a family. Although for young people and for some adults there are differences between those who are experiencing their sexuality and those who predict a stable affective bond for themselves, for adults who are mostly separated or divorced and for older adults, their expectations or life projects are distanced from a future joint construction of a household. Affective relationships in separate houses; energies channeled through cultural and artistic activities, sports, work, or in the care of grandchildren, biographies open to construction; these residents find in this lifestyle a unique possibility or opportunity to redirect their lives and signify their own space and place in the world. The one-person home is then the product of transformations in the family’s behavior, a social institution that is stressed by desires, searches for autonomy and individual choices in a society that is increasingly egalitarian and willing to self-manage opportunities.

    Key Words: One-person households, experiences, perceptions, City of Buenos Aires, culture.

    Capítulo I. Introducción

    I.I. Construcción y abordaje del objeto de estudio

    ¹

    Esta investigación se inicia a fines del año 2018 en la confección del plan de trabajo para la presentación a Beca Interna de Doctorado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El interrogante de este libro versa en torno al fenómeno de los hogares unipersonales en nuestro país, particularmente en la Ciudad de Buenos Aires, sus dinámicas y características a lo largo del tiempo y los significados que construyen las personas que viven solas en esta gran ciudad. El camino para definir el problema y el objeto de esta investigación no fue sencillo: la lectura de bibliografía sobre la estratificación de la sociedad argentina junto con estadísticas oficiales y de procesos vinculados con los cambios en el modelo de acumulación y una cultura individualista que permea las instituciones sociales, entre ellas la familia, fueron elementales en esta primera etapa de desarrollo del estudio. El proceso de investigación estuvo regido entonces a partir de una perspectiva inspirada en la reflexividad metodológica, es decir, un ejercicio intelectual que implica dar cuenta de la estructura de dicho proceso y de las decisiones fundamentales que orientan el diseño y, consecuentemente, la práctica misma de la investigación (Piovani, 2018:75).

    Ahora bien, ¿qué atributos poseen los hogares unipersonales y porqué resulta fundamental su abordaje dentro del ámbito de la investigación social? La creciente cantidad de hogares o residencias unipersonales, así como estas nuevas formas de vida, estrategias de consumo y dinámicas particulares diferentes a las que caracterizan y utilizan las familias tradicionales (Calero, 2013a; 2013b) constituyen un evento demográfico de posguerra y uno de los indicadores más significativos de cambio social de mediados del siglo XX (Gallego Montes y Villegas Arenas, 2015). Esta sociedad contemporánea ha experimentado innumerables cambios socioeconómicos, tecnológicos, religiosos y políticos, donde la lógica del mercado ha sobrepasado a los Estados proteccionistas de bienestar y el proceso de globalización ha impactado en el trabajo, los procesos de organización de la vida privada, las formas familiares y las de los respectivos hogares (Uribe Díaz, 2010). En términos históricos, los cambios y las tendencias en los comportamientos matrimoniales y reproductivos fueron parte de los procesos de urbanización, modernización y secularización (Jelin, 2010). La creciente heterogeneidad en las formas familiares no sólo se debe a una modernización de los vínculos sociales y de creciente autonomía individual sino que es también el resultado de las crisis, del crecimiento económico desigual, una mayor inequidad en la región (Cerruti y Binstock, 2009) y de la pérdida de un rol más protagónico por parte del Estado en favor de mecanismos redistributivos operados desde el mercado que alteran el contexto macroeconómico de las familias (Reif y Drovetta, 2019:50). Argentina al igual que otros países en América Latina no ha resultado ajena a dichas transformaciones socioculturales e identitarias (Arriagada, 2004; CEPAL, 2004; Margulis et. al., 2007; Torrado, 2007; Cerruti y Binstock, 2009; CELADE, 2014).

    El fenómeno de los hogares unipersonales implica en este contexto ser abordado desde diversas rutas teóricas. En la primera, emergen las explicaciones asociadas a la Transición Demográfica y a las mejoras en los estándares de salud, mayores expectativas de vida y descenso de la mortalidad, situación que acrecienta las probabilidades para que muchos sujetos en la vejez terminen viviendo solos, y la reducción del tamaño de las familias y el constante descenso de la tasa de fecundidad (Pantelides, 1983, 1995, 2004; Torrado, 1992, 1993; Mazzeo, 2004, 2013, 2015; Observatorio de la Deuda Social Argentina, 2014) lo cual ha llevado a una disminución en el tamaño promedio de los hogares. Si bien estas transformaciones no han ocurrido en forma homogénea por una diversidad de comportamientos entre los países del mundo y al interior de estos según áreas geográficas, grupos socioeconómicos y étnicos, comienza a producirse en los países latinoamericanos entre las décadas de 1960 y 1970, una tendencia hacia una disminución del crecimiento poblacional y un proceso de envejecimiento demográfico según el cual se advierte un descenso en la proporción de menores de 15 años y un aumento en el peso relativo de los grupos de mayor edad en el conjunto de la población (Passanante, 2019:25)².

    Por otra parte, el auge de la individualización de la sociedad y el proceso de desinstitucionalización han llevado a una pérdida gradual de los anclajes tradicionales basados en los valores y en las maneras de vivir las relaciones íntimas en la familia, la vida conyugal y roles tradicionales de género (Lipovetsky, 1986; Giddens, 1997, 1998; Sennett, 2000; Dubet y Martuccelli, 2000; Bauman, 2001, 2005; Beck y Beck-Gernsheim, 2001; Illouz, 2007)³. El aumento de los hogares unipersonales puede vincularse así con el aumento de la tasa de divorcios, una mayor edad a la que la gente decide convivir con su pareja y la creciente cantidad de personas que deciden vivir transitoria o permanentemente solas, fenómenos a menudo asociados al proceso de la Segunda Transición Demográfica y a las modificaciones que se introducen en los patrones de reproducción de las familias⁴, la nupcialidad y la fecundidad en nuestro país a partir de la década de 1980: índices de fecundidad inferiores al nivel de reemplazo, aumento del celibato y de parejas que no desean tener descendencia, retraso de la primera unión, postergación de hijos, aumento de las uniones consensuales como alternativa al matrimonio, aumento de los nacimientos y de la crianza fuera del matrimonio o familias ensambladas, mayor frecuencia de las rupturas matrimoniales (Arriagada, 2004), aumento creciente de familias monoparentales con jefatura femenina, reincidencia en la nupcialidad mayor en hombres que en mujeres y aumento de los hogares de mujeres en edad adulta o jóvenes que viven solas (Reif y Drovetta, 2019:54), entre otras. Esto no constituye específicamente la decadencia de la familia, sino más bien una adaptación por parte de esta institución a los procesos sociales (Berger y Berger, 1984; Donati, 2013), una diversificación de las modalidades de estructuración familiar (Arriagada, 2004) y una alteración de los ciclos de vida familiares lineales en las trayectorias de vida de los individuos (Observatorio de la Deuda Social Argentina, 2014; Passanante, 2019) que se producen en todo el país pero con un avance modernizador en lo que se refiere a las pautas que rigen los comportamientos sociales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA):

    El modelo del ciclo de vida familiar ideal presentaba transiciones previsibles y duraciones largas de cada etapa: infancia y adolescencia en familia nuclear completa (…) matrimonio y hogar de pareja sola hasta el nacimiento de los hijos, familia nuclear completa hasta que los hijos se casan, luego pareja sola (nido vacío) y viudez o muerte. Frente a esto, la realidad actual incluye mucha más variabilidad, imprevisibilidad y por sobre todo temporalidades más cortas (Jelin, 2010:138).

    Los cambios en las últimas tres décadas han sido muy relevantes, sobre todo en lo referido a la formación y disolución familiar, lo que ha complejizado aún más las trayectorias de los individuos, los hogares y las familias que estos forman (Binstock, 2018:422) así como las posibilidades materiales y la posición social de las personas para concretar sus conductas y preferencias en relación con el hogar. En este sentido, y sin contar con una definición unívoca, podríamos decir que las personas que viven solas no constituyen estrictamente una familia, pues la noción de familia implica su conformación por dos o más personas que viven juntas y que tienen relaciones de parentesco o de afinidad (Arriagada, 2001:24)⁵. Los hogares en cambio, se encuentran formados por una persona o un grupo de personas que viven en un mismo espacio y distribuyen las obligaciones económicas entre sus miembros. Los estudios basados en relevamientos censales y encuestas aportan una clara descripción y evolución de la estructura y características de los hogares en el país. Así, sobre la base de los datos censales, se han observado tres principales cambios durante las últimas tres décadas: un leve aumento de los hogares nucleares incompletos o monoparentales en detrimento de los hogares nucleares completos, un incremento en la jefatura femenina en especial en los hogares en que reside una pareja con hijos como cambio cultural y social sobre el rol de la mujer al interior de la familia y finalmente, un aumento de los hogares unipersonales (Binstock, 2018). En Argentina en los últimos treinta años, el porcentaje de hogares unipersonales sobre el total de hogares del país, ha crecido desde un 10,4% en 1980 a un 17,7% en 2010⁶. Según estos últimos datos censales⁷, la jurisdicción que presenta el mayor porcentaje de hogares unipersonales es la Ciudad de Buenos Aires con un 30,3%, tendencia que ha aumentado a lo largo de los años si se compara su evolución según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), junto con información obtenida de la Encuesta Anual de Hogares (EAH) respectiva a la Ciudad de Buenos Aires. La Ciudad de Buenos Aires es quien encabeza el porcentaje de este tipo de hogares en relación con otros aglomerados de 500.000 habitantes y más, con un 34,1% para la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y un 35,7% según el operativo de la Encuesta Anual de Hogares (EAH) en el año 2018. En América Latina, la Ciudad de Buenos Aires duplica también en porcentaje de hogares con una sola persona a la Ciudad de México y San Pablo, los dos aglomerados urbanos más poblados de la región al año 2018.

    Estos datos correspondientes a la Ciudad de Buenos Aires reflejan patrones socioeconómicos, demográficos y de transformaciones en las estructuras familiares que se producen con mayor rapidez en relación con otros aglomerados del país y con otras ciudades de la región; donde la disminución del tamaño del hogar como proxy de familia nos lleva entonces a preguntarnos por las pautas de interacción social y cultural relativas a esta jurisdicción y por las características de los residentes de estos hogares, sus formas de vivir en la sociedad y de desarrollar sus proyectos de vida.

    Por todo lo dicho, nos cuestionamos: ¿Cómo ingresan y viven las personas que residen solas en la Ciudad de Buenos Aires a la vez que construyen su sociabilidad y sentido de familia? ¿Quiénes son y qué características sociodemográficas poseen? ¿Qué aspectos o factores han permeado la conformación de este tipo de hogar unipersonal? ¿Cómo construyen su espacio propio y cuáles son los aspectos más valorados de vivir solo? ¿Cómo congenian sus sentimientos de soledad? ¿Cómo significan sus experiencias y relaciones sociales cotidianas, particularmente aquellas sexoafectivas? ¿Qué percepciones tienen en torno a la familia y qué motivaciones tienen en pos de construirla? ¿Qué aspectos en cambio han frustrado dichos proyectos y son percibidos por estos residentes en relación con esta forma de vida actual unipersonal? ¿Qué similitudes y diferencias se pueden detectar en estas percepciones según la edad, género y situación conyugal?

    Este estudio se propone caracterizar a las personas que viven solas en la Ciudad de Buenos Aires a partir de variables sociodemográficas tales como la edad, el sexo, la condición de actividad y la situación conyugal. Asimismo, se aspira a comprender las vivencias, las experiencias cotidianas y las percepciones de estos residentes a partir de un abordaje y una dimensión de análisis sociocultural, es decir, de aquello que es expresado con los sistemas de signos que el hombre ha creado, que median en su relación con el mundo, las acciones, los comportamientos (Geertz, 1987; Margulis y Urresti, 1996; Ford, 2002; Margulis et. al.,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1