Adiós procrastinación: cómo hacer hoy lo que quieres dejar para mañana

Por Nicolás Sánchez Isame

¿DEJAS PARA MAÑANA LO QUE SABES QUE TIENES QUE HACER HOY?

No te preocupes, es de lo más normal. De hecho, los seres humanos estamos biológicamente programados para procrastinar y dejar las cosas “para después”. Un después que nunca llega.

Aunque la procrastinación parece un rival duro, en realidad no lo es tanto. No si sabes cómo vencerla, y eso es lo que aprenderás en este libro. Además de muchas otras cosas:

Qué es y cómo se originó la procrastinación.
Porque la fuerza de voluntad y la motivación resultan insuficientes.
Cómo se formó el mal hábito de procrastinar.
Las razones más comunes por las que procrastinas.
Los rasgos que distinguen a una personalidad postergadora.
Los (malos) resultados de procrastinar.
Lo costoso que pueden ser las postergaciones en la vida.
Detectar cómo y dónde estás perdiendo tu tiempo.
Qué hacer y qué no hacer para vencer la procrastinación.
Cómo controlar y diseñar tu entorno para fomentar la toma de acción y evitar perder el tiempo.
Una serie de estrategias para dejar de postergar.
Un sencillo plan de acción de 4 pasos donde aprenderás cómo vencer definitivamente al mal hábito de la procrastinación.
Y mucho más.
Si sigues los pasos de Adiós procrastinación pronto podrás poner fin a este mal hábito, convertirte en una persona de acción y conseguir todas las metas que tienes en tu vida.

¡LÉELO YA Y NO TE OLVIDES DE DEJAR UN COMENTARIO!

SOBRE EL AUTOR

Mi nombre es Nicolás Sánchez Isame, arquitecto de formación pero apasionado de la productividad y el desarrollo personal.

Soy una persona hacedora por naturaleza, pero me he percatado de que la gran mayoría de personas posterga siempre sus sueños y metas para después, un después que nunca llega. Por ello, me he dedicado a estudiar el tema de la procrastinación y te ofrezco una serie de soluciones en esta obra si es que para ti representa un problema.

• Idioma: Español
• Editorial: Nicolás Sánchez Isame
• Fecha de lanzamiento: 8 sept 2023
• ISBN: 9798215910351

Nicolás Sánchez Isame

Nicolás Sánchez Isame es arquitecto de formación pero apasionado de la productividad y el desarrollo personal. A principios de 2015, siendo ya un destacado estudiante de Arquitectura y Urbanismo, sufre una de las perores crisis de su vida: comienza a padecer Cefalea Crónica Diaria. Esta patología le impide casi por completo continuar con sus estudios universitarios, y su carrera queda interrumpida por casi dos años en los que padece dicha enfermedad. No obstante, el autor aprovecha esos dos años para, en la medida de sus posibilidades, comenzar a leer libros de autoayuda y desarrollo personal. Una vez superada esta dura etapa de su vida, en 2017, retoma sus estudios universitarios y se gradúa en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad Nacional del Litoral dos años después. Luego de unos meses de duelo a principios de 2019 - ya que su padre había fallecido en noviembre de 2018 -, una vez recuperado el ánimo y el entusiasmo, toma una inesperada decisión: escribir su primer libro. Actualmente, Nicolás ya tiene cinco libros escritos, está escribiendo otro y tiene el deseo ardiente de escribir muchos más.

Vista previa del libro

ADVERTENCIA

Querido lector, siempre digo lo mismo en todos mis libros, pero, por si acaso, lo voy a volver a repetir: con solo leer no alcanza; son las acciones las que marcarán la diferencia. Me da igual lo mucho o poco que creas en la suerte, en la ley de atracción o en cualquier otro artilugio barato que las personas mediocres utilicen para justificar sus pobres resultados.

No creas que, solo con leer este libro, mágicamente vas a dejar de procrastinar y convertirte en una persona de acción masiva. Eso no es cierto. Lo que sí es cierto es que, si aplicas y ejecutas la información que te comparto en este libro, te garantizo que dejarás de procrastinar y te convertirás en una persona de acción masiva.

No te dediques solo a leer esta información; aplícala.

No esperes a que las cosas sucedan; haz que sucedan.

GRACIAS POR COMPRAR ESTE EBOOK

¡Felicidades! Al adquirir este libro, has dado el primer paso para dejar de postergar lo que sabes que tienes que hacer y convertirte en una persona de acción, en un hacedor. Me encantaría conocer tu opinión luego de que lo leas. Te invito a que me dejes un comentario en la plataforma donde lo hayas adquirido. Tu comentario me ayudará a mejorar el contenido, a darle más visibilidad dentro de la plataforma y, en definitiva, en llegar y ayudar a más personas.

Si has comprado esta obra en formato ebook y te interesa tener los ejercicios de la tercera parte, no dudes en escribirme a mailto:[e-mail] y con gusto te los enviaré en un archivo PDF listo para imprimir. Por supuesto, si tienes alguna duda, consulta o sugerencia, por favor házmela llegar a la misma dirección y estaré encantado de contestarte.

Vuelvo a agradecerte y felicitarte por dar el primer paso para eliminar de una vez por todas este tan dañino hábito de la procrastinación.

ANTES DE EMPEZAR

Una breve historia personal

Allá por 2016, mi papá notó que tenía un dolor en la garganta un poco extraño, pero, como en la mayoría de las veces, lo ignoró. Pasaron unos años y, en enero de 2018, fue junto con mi mamá a hacerse una biopsia porque volvió a acusar ciertos dolores en la garganta que hacían sospechar de alguna patología.

Todavía recuerdo aquellos días. Mi papá se había internado en un sanatorio en una ciudad vecina y ese día en la mañana fuimos a acompañarlo con mis hermanos. Llegué al sanatorio y estaban presentes algunas personas de mi familia paterna. Llegado el mediodía, al fin llamaron a mi papá para que entrara al quirófano. Él estaba un poco asustado – aunque lo disimulaba – y la enfermera le preguntó con quién quería entrar a la sala. Por supuesto, contestó que iba a entrar con su hijo favorito (quien escribe), ¿no? ¡Por supuesto que no! Entró con mi mamá, como no podía ser de otra manera.

Al otro día, papá ya estaba en casa y teníamos que esperar aproximadamente una semana para tener los resultados del estudio. Pasó la semana y nos llegó la peor noticia de nuestra historia familiar: papá tenía cáncer de ganglios.

Pasados tan solo diez meses de ese día, un domingo 25 de noviembre de 2018, mi papá falleció.

A mi mamá siempre le ronda por su cabeza qué hubiese pasado si, aquella vez en la que mi padre sintió ese dolor en su garganta, en lugar de ignorarlo, hubiese acudido al médico; ¿le hubieran hecho un diagnóstico temprano? ¿Hubiesen podido combatir el cáncer a tiempo? ¿Estaría escribiendo otro ejemplo en este momento? No lo sé. Y no lo sabré nunca, al menos en esta existencia, y tampoco me hago ese tipo de preguntas porque sé que son inútiles.

Lo que quiero poner en perspectiva es lo siguiente: ¿te das cuenta de cómo una simple decisión de procrastinar una acción puede marcar por completo el rumbo de tu vida?

INTRODUCCIÓN

Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.

CONFUCIO

¿Cuántas veces has escuchado el famoso dicho de Benjamín Franklin No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy? Seguramente muchas. Pero, y es lo más importante, ¿alguna vez lo has aplicado? Si estás leyendo este libro, me imagino que no muchas.

La procrastinación, es decir, el hecho de postergar, de dejar las cosas para después, es un problema serio. Sé que no lo parece o que dirás que en realidad no lo es tanto, pero créeme, si lo es.

Aunque procrastinar no siempre tiene graves consecuencias; cuando se hace a veces, eventualmente, sus efectos no se hacen sentir. El problema se presenta cuando se pasa de procrastinar a veces a hacerlo frecuentemente. El problema no es dejar las cosas para después de vez en cuando; el problema es tener el hábito de procrastinar, ser un procrastinador.

La procrastinación también es muy costosa, tanto en términos de salud, dinero, tiempo y oportunidades. Si hoy postergas entrenar y alimentarte saludablemente, mañana lo pagarás con enfermedad, falta de energía o ambas; si hoy no comienzas a hacer un presupuesto mensual, mañana estarás asfixiado por las deudas; si hoy desperdicias tu tiempo mirando series, en Internet, redes sociales o demás tonterías, mañana no podrás manifestar todo aquello que anhelas; y, si hoy no tomas esa oportunidad que se presenta en la puerta de tu casa, ésta se irá a la casa de otra persona que sí la aproveche y huirá de personas pasivas como tú que la desestimen.

Ahora, ¿tiene que ser siempre así? Si vuelves a leer el párrafo anterior, te darás cuenta de que todas esas consecuencias negativas dependen pura y exclusivamente de las elecciones, decisiones y acciones de una sola persona: tú mismo.

Esa es la buena noticia. Tienes el poder de elegir y decidir qué hacer y qué no hacer. ¿Por qué no ser tú la persona que hace deporte y se alimenta bien? ¿Por qué no ser tú la persona que tiene unas finanzas personales sanas? ¿Por qué no ser tú la persona que se dedica plenamente a cumplir sus sueños? ¿Por qué no ser tú la persona que aprovecha las oportunidades? ¿Por qué?

Puedes elegir levantarte de la cama o darle a la tecla de snooze. Puedes elegir ir al gimnasio o quedarte arrellanado en tu sofá. Puedes elegir mirar series o leer libros que te ayuden a conseguir tus metas. Puedes elegir ahorrar e invertir, o pagar con crédito cosas que no necesitas. Puedes elegir crear un negocio, nuevas fuentes de ingreso, o quejarte y quedarte en el mismo empleo que odias. Puedes elegir pasar tiempo con personas ambiciosas que reten tus límites o pasar el tiempo con personas mediocres mirando fútbol y bebiendo cerveza. Puedes mudarte a otro país con mayores oportunidades o quedarte en donde naciste. Puedes elegir, nadie te obliga. Pero, después de elegir, tienes que levantarte de tu sofá, arremangarte y mover tu trasero.

Ahora estás en la aldea de lo hago mañana y debes decidir si cruzar o no a la aldea de al lado, la aldea de lo hago ahora. Para hacerlo, debes cruzar el puente de la decisión.

¿Te espero del otro lado?

Primera Parte

ENTENDIENDO LA PROCRASTINACIÓN

Capítulo 1

QUÉ ES LA PROCRASTINACIÓN

Mucho más que postergar

En su elección de qué hará ahora y qué dejará para después es donde radica la procrastinación, no en la dilación en sí.

DR. PIERS STEEL

La palabra procrastinación surgió hace ya miles de años, cuando el hombre introducía en el mundo una gran innovación en su tiempo: la Agricultura. Con la invención de la agricultura, el hombre comenzó a desprenderse de las cadenas del tiempo, más concretamente de las cadenas que lo ataban a la forma de vida nómada de la caza y la recolección. En términos sencillos, el hombre reemplazo el tiempo que destinaba a cazar animales y recolectar frutos por un sistema que satisfacía una de sus necesidades básicas: la comida.

Ahora, con este sistema trabajando para él, el hombre pudo destinar este tiempo a otra cosa: pensar. Y en todas sus formas: planificar, imaginar, moldear, y sí, también procrastinar. Si el sistema que había inventado ya cubría sus necesidades ¿para qué ponerse a trabajar si podía hacerlo más tarde?

Pero no te ofusques con la invención de la agricultura, ya que fue un paso necesario para convertirnos en seres civilizados. Casi en el 100% de las veces, el universo en el que vivimos presenta ciertas paradojas, y la que te acabo de contar (la invención de la agricultura) es una de ellas. ¿Cuál? Que todo avance genera un retroceso. ¿No me crees?

Imagínate el siguiente escenario: eres un hombre primitivo, vives en una caverna y, si quieres comer, solo tienes que ir al supermercado, ¿no? ¡No! ¡Tienes que salir a cazar un mamut! Pero no te preocupes que tu esposa te va a ayudar, ¿no? ¡No! Y no porque no quiera, sino porque tiene que cuidar a tus hijos, esos que engendraste hace ya más de nueve meses en una loca noche de pasión, ¿de qué te quejas?

De modo que, viendo este panorama, mejor avancemos unos miles de años más. Un día, ya cansado de salir a cazar mamuts (son enormes), ya cansado de atrapar chitas (son muy rápidas) y ya harto de luchar con inmensos osos grizzly (son muy fuertes), se te ocurre una brillante idea: trabajar la tierra para que ella trabaje por ti. ¡Eureka! ¡Acabas de inventar la agricultura!

Por fin, ya no tienes que salir a batallar con mamuts, chitas ni osos grizzly y puedes relajarte jugando con tus hijos o yendo a pescar. Tu cuerpo, antes lleno de músculos y duro como una roca, producto de estar constantemente luchando con fuertes criaturas, comienza a cambiar: tu cintura aumenta, tus bíceps desaparecen y tus abdominales ya no existen.

Amigo, te lo voy a decir claramente: ¡te achanchaste!

Pero bueno, el plato sobre la mesa no falta. Has ganado tiempo, pero también lo has perdido; mientras hace unos años estabas cazando y te mantenías en forma, ahora estás echado en tu choza, contemplando el agua del río y viendo cómo crece tu cosecha.

El homo sapiens dio paso a una nueva especie: el homo procrastinien.

¿Qué es y qué no es procrastinar?

Procrastinación es una palabra formada por dos vocablos: pro que quiere decir hacia adelante y crastinus referente al día de mañana; en síntesis, dejar las cosas para más adelante, para después.

Pero no todo lo que se deja para después representa una postergación, sino que ésta se convierte en procrastinación cuando se hace irracionalmente, es decir, cuando actuamos en nuestro propio detrimento, cuando hacemos algo que no nos conviene, cuando sería mejor hacer eso ahora en lugar de dejarlo para mañana.

Cuando decides no ir al gimnasio y quedarte como foca en tu sofá, estás procrastinando; cuando decides aplazar ese viaje porque coincide con las semanas previas a tu examen final no estás procrastinado, estás previendo. En el primer caso, estás dando prioridad a la gratificación instantánea que te proporciona el ocio; en el segundo caso, por su parte, estás siendo precavido, estás priorizando el tiempo de estudio para que el resultado del examen sea beneficioso, en lugar del viaje que, al igual