Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Actas Urbe
Actas Urbe
Actas Urbe
Libro electrónico117 páginas51 minutos

Actas Urbe

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Eran libros que se publicaron en pequeñas tiradas (50, 100, 300 ejemplares) y que hasta hoy resultaban inencontrables. Poemarios dispersos, escritos entre los 70 y los 90 principalmente, que parecían escabullirse de los lectores, aunque en realidad se escabullían de la censura, y que ahora se recopilan en Actas urbe, de Elvira Hernández (1951). Libros urgentes, que la autora de La Bandera de Chile iba escribiendo en esos años, rápido, escapando de los censores, pero también de cualquier clasificación o etiqueta, aunque sin bajar la intensidad, sin dejar de retratar la realidad que estaba ahí: la tortura, los desaparecidos, la violencia sistematizada y las políticas que intentaban armar ficciones para desviar la mirada, como lo refleja tan bien el poemario que abre el libro, ¡Arre! Halley ¡Arre! (1986) -sin duda conectado con La aparición de la virgen (1987), de Enrique Lihn-, que dice: "No vi el Halley el primer día/de su aparecida, cuando vio la luz para nosotros./ Dicen que venía con un brillo de sol/Con un brillo de sol negro en la noche/ Una cabellera afro increíble centroamericana. (…)/ Dicen que era como una cabeza degollada apareciendo/sin nunca querer desaparecer".

Hay ironía y una lucidez mayor en los poemas de Hernández, que nunca cae en el panfleto, sino que trabaja desarmando el lenguaje, quebrando las imágenes para esquivar lo evidente, a pesar de que la atmósfera de los años de dictadura está realmente viva en estos poemas. Está viva la atmósfera y también la memoria, porque como dijo ella en una entrevista: "Hay que interrogar, porque siempre hay alguien que recuerda".
IdiomaEspañol
EditorialAlquimia
Fecha de lanzamiento1 ene 2013
ISBN9789569131950
Actas Urbe

Relacionado con Actas Urbe

Libros electrónicos relacionados

Poesía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Actas Urbe

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Actas Urbe - Elvira Hernández

    Elvira Hernández

    Actas Urbe

    ISBN: 978-956-9131-95-0

    Este libro se ha creado con StreetLib Write (http://write.streetlib.com).

    Actas Urbe

    Elvira Hernández

    Edición general, notas y prólogo: Guido Arroyo González

    Actas Urbe

    © de los textos, Elvira Hernández.

    © de esta edición, Alquimia ediciones 2013.

    Colección | Calles de mano única.

    Dirección de colección y edición general |

    Guido Arroyo González.

    Diagramación | Cristián Jara Toro.

    Diseño | Estudio Navaja.

    Arte poética

    Tantear, tactar, quizás como un bardo antiguo o una machi en trance que vienen tocando por miles de años algo que pareciera seguir estando ante nuestros ojos.

    Escribir poesía no es una actividad natural y tranquila aún cuando escribir lo sea. Ni siquiera es una actividad en el sentido de lograrse como proyecto de valor para el mercado. Inconsumible, hija de su tiempo, su imperativo es alejarse de su época. Exigencia de la que desearía escapar, la poesía es para quien escribe estas líneas, un estar cautiva que compromete no sólo a la mano sino a todo el cuerpo al sometimiento de las palabras, a la aceptación de el más terrible de los bienes. Entonces, no se puede pensar, ante un vínculo tan íntimo, que el aprendizaje de técnicas poéticas puedan encaminarnos a tocar fondo, fibra humana, sentido, sinsentido, o ese mismo fondo de no se sabe qué. Es la extrañeza de las palabras y de lo que vivimos, su irrupción desconocida, ese preguntar que nos ata. Porque al final no puedo ser yo frente a las palabras aunque alguna vez haya pretendido ponerle puntos a las íes; son sólo ellas y mi sombra.

    Tan sólo sospechosa de hacer poesía en momentos de gran ruidaje. Sospechosa de estar aquí y en verdad no estarlo (¿qué puedo decir de la proximidad?) y de cargar varios nombres. Porque se está en la calle, en el mundo, en la cotidianidad como cualquiera y de pronto, cuando la hora repica, hay que retirarse como una cenicienta a la soledad intemporal, al escenario que la poesía exige: esa terrible duplicidad.

    ( Arte poética fue publicada a través de la editorial Fondo de Cultura Económica en la Antología de Poesía Chilena de Tomás Harris y Teresa y Lila Calderón).

    El ojo como una lengua elongada

    -Algunos apuntes a modo de prólogo-

    Es imposible abrazar la certeza en materia de poesía, porque su base no radica en la técnica sino en la palabra, y el lenguaje es siempre materia voluble, una serie de códigos urdiéndose como retazos de tela procurando componer una imagen. Percibir la duración del tiempo que requiere rozar un tono o que otros tonos ingresen al cauce interno es necesario. En otras palabras: desanudar la palabra, que como plantea Elvira Hernández, está censurada y para poder desmontar esa cen¬sura, uno necesita entrar a traducir. No se trata de buscar un tema, sino encontrarlo. Hay que estar con los ojos bien abiertos. (...) El artista es aquel que tiene el control de todo. Yo diría que tengo muy poco control. Soy menos artista. No soy tan moderna.

    Este último autodiagnóstico es ejemplar para resumir la trayectoria de Elvira Hernández. Una poética sólida, compuesta por variadas obras críticas y sutiles, que ha evitado reproducir itinerarios programáticos, aquellos que tan pesadamente demanda el campo cultural y que suelen transformar la escritura –y por añadidura al autor– en una figura limpia como estatua. A contrapelo de ese devenir, la producción de Elvira Hernández se basa en pulsaciones, referentes cotidianos, obsesiones temáticas y sobre todo merodeos por aquella zona difusa que existe entre el territorio y el lenguaje.

    Pero ningún recorrido personal y político es sencillo, tampoco traducir una serie de referentes cuando la palabra está censurada. Por eso la obra de Elvira Hernández se caracteriza por ritmos disonantes. No hay una regularidad en las fechas de publicación, ni menos una correspondencia entre tiempo de escritura y tiempo de publicación. Esto se debe en parte y como en muchos otros casos al descampado editorial chileno –que cada vez parece poblarse de más oasis–, pero también a que el acto de publicación para la autora demanda un sentido, que supera el radio de la mera inscripción de un compendio de poemas para estar en la palestra crítica. Más bien aspira a una conjunción entre escritura,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1