El final de la Elegía: Lectura de Rilke
Por Vega Amador
()
Información de este libro electrónico
AR-SA">Comentario e interpretación de la obra poética de Rilke a partir de su
obra de madurez y aproximación al t
Vega Amador
Amador Vega es Doctor en filosofía por la Universidad de Freiburg im Breisgau y catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona).
Relacionado con El final de la Elegía
Libros electrónicos relacionados
La novena elegía: Lo decible y lo indecible en Rilke Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía continua & Deber de urbanidad: (Antología 1965-2001) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOlvidar es morir: Nuevos encuentros con Vicente Aleixandre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIluminado artificio: Ensayos sobre la obra de Mercedes Roffé Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNoticias de Pedro Lastra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayo de una cosmogonía en diez lecciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTexto y deconstrucción en la literatura norteamericana postmoderna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAvatares de lo invisible: Espacio y subjetividad en los Siglos de Oro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ángel de la creación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPara ser estrella a medianoche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAriadna: Una interpretación queer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOtras sílabas sobre Gonzálo Rojas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre la eternidad del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl peor de los dragones: Antología poética 1943-1973 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesía completa: Tomo I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFiguras del destino: Mitos y símbolos en la novela artúrica medieval Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVueltas a la historia desde la ficción: Las novelas históricas de Germán Espinosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEntre lo fijo y lo mudable Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cantidad hechizada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos centauros: En los orígenes de la violencia masculina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdad poética de José Ángel Valente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuartetas persas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSuite romántica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsch o la anarquia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesValència: Patrimonio cultural y objetivos de desarrollo sostenible Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVisión en rojo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFunámbulos, vampiros y estadistas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos fatales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa otra cara de la Luna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Crítica literaria para usted
Hogar Feliz: Claves Milenarias de la Tradición Judía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manipulación: Guía para el Dominio de la Manipulación Usando Técnicas de PNL, Persuasión y Control Mental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una Pena en Observacion Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El evangelio de Tomás: Controversias sobre la infancia de Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poder del mito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Alquimista de Paulo Coelho (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Breve historia de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManual de escritura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para Demián: Los cuentos que contaba mi analista Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La insoportable levedad del ser de Milan Kundera (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Leer o Morir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La muerte: Siete visiones, una realidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Gabriel García Márquez. Nuevas lecturas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl banquete o del amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDragon Ball Cultura Volumen 1: Origen Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La utilidad de leer: Ensayos escogidos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escribir por ejemplo: De los inventores de la tradición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5García Márquez en 90 minutos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Magia universal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Albert Camus: Del ciclo de lo absurdo a la rebeldía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El universo de los superhéroes: Historia, cine, música, series y videojuegos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mente alerta: Usa tus primeros pesamientos para conquistar tu día y mejorar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Borges en 90 minutos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mitología: Relatos atemporales de dioses y héroes griegos, latinos y nórdicos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de los Buendía: Sobre Cien años de soledad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para El final de la Elegía
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El final de la Elegía - Vega Amador
El final de la Elegía
El final de la Elegía
Lectura de Rilke
Amador Vega
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO
BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO
Vega, Amador
El final de la Elegía: lectura de Rilke / Amador Vega. – México: Universidad Iberoamericana Ciudad de México, 2021 – Publicación electrónica.
ISBN: 978-607-417-812-8
1. Rilke, Rainer Maria, 1875-1926. Duineser Elegien. 2. Rilke, Rainer Maria, 1875-1926 – Crítica e interpretación. I. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Departamento de Ciencias Religiosas.
D.R. © 2021 Universidad Iberoamericana, A.C.
Prol. Paseo de la Reforma 880
Col. Lomas de Santa Fe
Ciudad de México
01219
publica@ibero.mx
Primera edición: 2021
ISBN: 978-607-417-812-8
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Hecho en México.
Digitalización: Proyecto451
Índice
Portada
Portadilla
Legales
Prólogo
Introducción
La Novena Elegía de Duino: lo que en el silencio no calla
Las redes de lo indecible: el acallamiento de lo divino
Excesos de silencio: el momento hermenéutico
Bibliografía
PRÓLOGO
Si es cierto que, ya desde la Antigüedad, el poema elegíaco se erige como expresión clásica del lamento por una pérdida o canto fúnebre, las Elegías de Duino de Rainer Maria Rilke, una de las creaciones poéticas más seductoras e inquietantes de la primera mitad de siglo XX, apuntan a un tipo de emoción intratextual, que no busca derramarse en una cadena de significados trascendentes o referenciales. Con ello no quiero decir que la emoción transmitida por el alto lirismo de aquellos diez largos poemas, que tanta desolación como plenitud provocaron en su creador, no sean testimonio de las más intensas ambigüedades que puede alcanzar el alma humana, sino más bien que la sola experiencia de lectura habría de bastar para vislumbrar hasta qué punto el poema constituye por sí mismo una unidad, cuya íntima trama significativa nos previene de cualquier precipitada transferencia a la existencia individual del lector. De este modo, sin excluir su indudable dimensión metafísica, la lectura de las Elegías de Rilke podría ofrecernos un nuevo modo de comprensión de los altos contenidos que las figuras del poema nos transmiten. Allí donde los versos de un poema nos llevan a dialogar con otros tantos de esa misma composición, allí donde un poema nos lleva a otro, aun habiendo sido compuesto en condiciones y situaciones distintas, el acto de lectura, en el único límite de su duración, se nos presenta como el primer y último horizonte de significación en el que nacen y mueren cada una de las figuras que se han dado cita en sus versos. Con ello, el poema expresa un mundo único, singular, y también un final, un punto de no retorno, un punto que excluirá ya cualquier otra lectura e interpretación. El final del poema es su límite último, el cual no permite más salida que su misma entrada en la lectura, en una continuada y repetida lectura que quisiera captar su contenido a través de la sola voz que recita. El final señala el límite de la experiencia y también el final de toda interpretación dada en el tiempo de la lectura. Esa imposibilidad de transgredir los límites del poema nos proporciona, sin embargo, una libertad y una apertura existenciales que dan comienzo, justamente, allí donde el poema y su lectura han terminado. El final de la Elegía, título de mi lectura de Rilke, es también el final del lamento y la pérdida o, si empleamos una de las mayores constantes de la poesía de Rilke, de la despedida.
El texto que aquí se publica tuvo su origen en las Lecciones Kino
, impartidas entre octubre y noviembre de 2011 en la Universidad Iberoamericana, en las sedes de Puebla y Santa Fe. Durante aquellos días pude compartir mi lectura de Rilke con la de los asistentes, y ello me animó a redactar un texto más extenso. En los años siguientes he impartido diversos cursos sobre la poesía de Rilke en la Universitat Pompeu Fabra, lo que me ha permitido ir madurando las ideas que aquí se presentan. Una primera versión del primer parágrafo del libro apareció con motivo de un coloquio en la Universidad de Zúrich (Vega, 2017) y ya en su redacción completa (con el título: Lógica del silencio
) en el volumen La Novena Elegía. Lo decible y lo indecible en Rilke (Cuesta Abad y Vega, 2018).
Deseo expresar mi agradecimiento a mi colega y amigo el profesor Carlos Mendoza Álvarez, de la Universidad Iberoamericana, responsable de aquella ya lejana invitación a impartir las Lecciones Kino
, que ha tenido la paciencia de esperar esta publicación que tanto me place entregar ahora como texto definitivo. Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a Isidoro Reguera por su atenta y precisa lectura de mi texto. Agradezco también a Sergi Castellà Martínez, de la Universitat Pompeu Fabra, la cuidada revisión del texto final, así como de la bibliografía. Vaya también mi agradecimiento a Elizabeth Sarah Coles, a quien debo una importante sugerencia acerca del título de este libro. Entre las personas queridas de México deseo recordar muy especialmente a Edith Mendoza Bolio, ella misma poeta, a quien conocí en unos ya lejanos cursos de doctorado que impartí en Barcelona, que después fue profesora muy apreciada en el Tecnológico de Monterrey y que, tristemente, nos dejó demasiado pronto. Quede esta lectura mía de la poesía de Rilke como recuerdo emocionado.
INTRODUCCIÓN
La vocación poética de Rilke no se funda en un imperativo artístico. Y sin embargo hay necesidad, hay destino de la necesidad en quien rechaza continuamente todo bálsamo frente al dolor de lo inevitablemente contingente. Rilke no quiere ser un autor de libros, no produce versos y tampoco le pertenecen: los recibe como un don y los pone en manos de otros para que los tengan, los acojan y distingan en ellos esa extraña gratuidad que los contiene. La poesía de Rilke se nos presenta como un acto de fidelidad único a la vida de poeta, a la única vida que Rilke concibió para sí mismo desde los primeros versos hacia 1895.(1) Desde aquel momento todo quedaría trazado, faltando su despliegue en el tiempo. Será la larga marcha hacia su poesía tardía la que dejará señales de los abismos por los que el alma del poeta se asomó: esas profundidades únicamente penetradas por quienes, como ha dicho Heidegger, se atreven en pos de lo sagrado, aun no sabiendo si se trata de la dirección a un lugar o tan solo de un rastro sin destino. Es la necesidad de cumplimiento del propio destino la que tensa los versos de este poeta, también él tardío, que exigió el lento y, en ocasiones, desesperante ejercicio de atender al dictado de los ángeles: compañía inquietante de Rilke a cada paso en el peregrinar hacia su irrenunciable y voluntaria expatriación.
La vocación poética de Rilke es la respuesta al silencio que el lenguaje alberga. Es la respuesta al ímpetu de la vida, que acelera aquel destino humano con capacidad para oír la voz que llama en la forma del silencio. De ahí su pasión por la despedida, consciente de la premura escatológica que urge a que todo se cumpla. Como si el ser que se halla siempre en actitud de despedida fuera la imagen terrenal del ángel que pasa. No hay un sentimiento real de nostalgia en la poesía de Rilke, pues todo en ella indica un avanzar, un adelantarse no solo a las despedidas, sino también al sufrimiento y al dolor que estas nos causan. El objeto de una tal vocación de poeta es, pues, la vida misma y su expresión son los versos, cuyo reverso silencioso es la otra percepción
[der andere Bezug], a la que todo lo visible en esta vida tiene que dirigirse, una vez que ha sido transformado en invisible. Y si los versos llaman nuestra atención acerca de las cosas que nos rodean —debido a las múltiples existencias que arrastran y nos transmiten al nombrarlas y enumerarlas, al llenar nuestras horas de su presencia, mucho más extensa en la tierra que la nuestra—, es porque en ellas apercibimos el fondo de realidad sobre el que se sostienen, mientras que en su estatismo proyectan sobre nosotros su aparente banalidad, su inútil autonomía.
La poesía de Rilke da comienzo con el mundo cotidiano, quiere atravesarlo y revertirlo, para conducirlo a su pura invisibilidad, y gracias a ese proceso de transformación de lo visible en invisible esa misma poesía logra encumbrar al espíritu hasta los órdenes más altos de la conciencia, que se reconoce pobre creatura. Una criatura, es cierto, limitada por un mundo interpretado, repleto de sentidos, y separado de aquel natural en el que vive el animal de modo libre. Pero el misterio de la poesía de Rilke no se alimenta del sentimiento de criatura característico de un Schleiemacher, el cual participa en cierto modo de un orden divino que todo lo envuelve, aunque sea en la fría niebla de la religión romántica. Rilke habla con Dios con la misma confianza con la que nombra las cosas, convencido de que ambos órdenes, aparentemente tan distantes, constituyen un sentido único y unificado. Rilke sitúa las cosas y a Dios en un mismo plano, cuya extensión sobrepasa cualquier límite de diferenciación en el tiempo. La condición intemporal de las cosas resulta altamente significativa, ya que pueden llegar a transformar en nosotros una mirada que atraviese su tosca visibilidad, sacándonos así del torpor de la contingencia.
El Dios de Rilke, sea lo que sean esos rumores
que circulan por nuestra oscura sangre
, ya desde los comienzos de su poesía, nos lleva a tener que hacer un ejercicio de lectura, de modo que sea el mismo poema, alejado de cualquier intención programática, el que describa los límites de dicha palabra sobre lo divino, esa referencia al misterio último para el cual también se conocen otros nombres (Panikkar, 2012: 291). El proyecto de una tal hermenéutica, que diera cuenta de dicho logos, en su condición de principio oculto o desconocido, podría servir como vía de aproximación a lo indecible
[das Unsägliche], en tanto que expresión del concepto poetológico más importante de Rilke
(KA, 1, Engel y Fülleborn, 1996: 597). Una lectura como la que aquí se propone, al querer ofrecer una visión de conjunto, precisa un ejercicio de exposición y análisis no solo de los núcleos temáticos de la poesía, los escritos en prosa y la rica correspondencia del poeta, pues en ellos las sugerencias del autor acerca de los fulgores de su pensamiento podrían llevarnos de inmediato a un ensayo de interpretación precipitado, debido a las cuestiones fundamentales que contienen. Convendría también, en primer lugar, y en virtud de dichas características sugestivas, un intento descriptivo de las constantes poetológicas en el momento y lugar que acceden a su expresión. Con ello, en modo alguno se quiere soslayar la aparente dimensión metafísica de esta poesía sublime, sino precisamente empezar por destacar el solo efecto de las palabras en su statu nascendi, para percibirlas en el momento de su emergencia, en su contexto inmediato de lectura, y así conseguir trazar el entramado de sentido que pueda desprenderse de ellas y, solo entonces, configurar las secuencias temáticas, en virtud de los