La comunicación audiovisual en tiempos de pandemia: Reflexiones desde andalucía

Por Antonio Checa Godoy

El audiovisual se ha colocado en el centro de nuestra vida cotidiana, tanto en el trabajo como en el ocio, y el bienio de la pandemia desencadenada por el COVID-19 (2020-2021), ha contribuido aún más a esa primacía. Ya no solo rige el viejo triángulo radio-cine-televisión, sino que la comunicación se expande por todo tipo de pantallas y redes, se hace inmediata y masiva, se abarata y se generaliza.
Desde su experiencia al frente del Consejo Audiovisual de Andalucía, tras una trayectoria profesional dedicada sobre todo al ejercicio del periodismo y el acercamiento a la historia de la comunicación, Antonio Checa hace un recorrido por los muchos problemas e inquietudes que plantea hoy esa comunicación. Sobre todo los derivados de la red de redes, que son, en gran medida, problemas nuevos. Esos retos irrumpen poderosos en nuestro día a día, con sus inmensas posibilidades, pero también implican riesgos en un territorio donde la mentira es más fácil y disimulada, donde la intimidad se complica. Asimismo, el libro incluye reflexiones sobre los propios consejos audiovisuales y su necesidad en un panorama mediático tan convulso como el actual.

• Idioma: Español
• Editorial: ReaDuck Ediciones
• Fecha de lanzamiento: 3 jul 2023
• ISBN: 9788418406614

Vista previa del libro

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos sin el permiso y por escrito del Editor y del Autor.

Ilustración de portada e interiores: María Cobreros (@emecobreros)

Maquetación: José Antonio González Padilla

© Antonio Checa Godoy

Directora de la colección: Irene Raya Bravo

Título: La comunicación audiovisual en tiempos de pandemia. Reflexiones desde Andalucía.

Mayo de 2023. Primera edición

Impreso en España / Printed in Spain

Impresión: Podiprint

©ReaDuck Ediciones

41020-Sevilla

E-mail: [e-mail]

www.readuck.es

ISBN: 978-84-18406-60-7

ISBN (ePub): 978-84-18406-61-4

Depósito Legal: SE-922-2023

ÍNDICE

PRESENTACIÓN

Primera parte: el audiovisual

Capítulo 1. Una perspectiva general

1.1. Problemas de la comunicación audiovisual hoy

1.1.1. La urgencia de afrontar el auge del discurso de odio

1.1.2. Actuaciones contra las noticias falsas

1.1.3. La irrupción de los influyentes: entre la publicidad y la opinión

1.1.4. Un primer balance de la información audiovisual sobre la pandemia

Capítulo 2. Sobre y contra el discurso de odio

2.1. Habilidad en la lucha contra el discurso de odio

2.2. Identificar y contener el discurso de odio

Capítulo 3. La privacidad amenazada

3.1. Privacidad y comunicación audiovisual. Nuevos problemas, soluciones complejas

3.2. ¿Soluciones?

Capítulo 4. Ante una nueva ley audiovisual

4.1. La nueva Ley de Comunicación Audiovisual

Capítulo 5. La juventud y el audiovisual

5.1. Los jóvenes y las series

5.2. Los influenciadores y la nueva comunicación

5.3. Los menores e internet

5.4. La protección de menores en el entorno digital

Capítulo 6. La mujer

6.1. La mujer andaluza en la ficción audiovisual

Capítulo 7. Minorías

7.1. La comunidad gitana y la comunicación audiovisual

Capítulo 8. La voz gana primacía en el ámbito audiovisual

Capítulo 9. La publicidad vestida de información

Segunda parte: los Consejos

Capítulo 10. Sobre los consejos audiovisuales

10.1. Tareas para un Consejo nuevo

10.2. Retos para una nueva etapa del CAA

10.3. Un Consejo que se renueva y crece

10.4. Balance de quince años

Capítulo 11. La dificultad del pluralismo político en los medios

11.1. El valor del pluralismo

11.2. El pluralismo político no avanza

11.3. El pluralismo político no es una utopía, es una exigencia

Capítulo 12. La opinión pública andaluza y el audiovisual

12.1. 2019, la Andalucía audiovisual vista por la ciudadanía

12.2. 2020, un año-reto para la comunicación audiovisual

12.3. 2021, Nuevas inquietudes ciudadanas en el ámbito del audiovisual

Capítulo 13. Declaraciones institucionales

13.1. Ante el día de Andalucía (en años de pandemia)

13.2. Consideraciones del Consejo Audiovisual de Andalucía sobre el uso degradante de imágenes

13.3. El audiovisual en la escuela: Unos premios para estimular la capacidad crítica de los más jóvenes ante el mundo audiovisual

Capítulo 14. En el Parlamento andaluz

14.1. 2019, un año para el cambio

14.2. 2020, Pandemia y teletrabajo

14.3. 2021, contra las falsas noticias y por la buena utilización de las redes

Capítulo 15. Reflexiones mirando al futuro

Biografía

PRESENTACIÓN

De julio de 2019 a octubre de 2022 presidí el Consejo Audiovisual de Andalucía, creado en 2004. De los 73 a los 76 años. Fue una experiencia inesperada, pero enriquecedora, que me obligó a ponerme al día, a profundizar sobre la comunicación audiovisual en unos años de intensa y profunda transformación y expansión. Debo agradecer a Celia Díaz, ex—alumna y amiga, que me animó y despejó dudas, y a Juan Marín, ex—vicepresidente de la Junta de Andalucía, que decidió proponerme para el cargo, por su confianza en mí y porque en ese tiempo yo no recibiera ninguna presión, sugerencia, advertencia o recriminación sobre el trabajo cotidiano y las decisiones del Consejo. Los fallos o errores, que los hubo, son desde luego de mi responsabilidad.

Recién concluido el inevitable periodo de aterrizaje, llegó la pandemia, llegó el Covid-19, que impuso cambios en la forma de trabajo, pero al mismo tiempo nos cambió la agenda. El mundo del audiovisual creció y se transformó, se diversificó, se hizo mucho más decisivo si cabe en nuestras vidas y más complejo. Llenó muchas horas de dudas, de zozobra o de fiebre. El Consejo tuvo que modificar en algunos aspectos el rumbo, el propio nuevo Plan Estratégico, que elaborábamos, hubo de acusarlo. Pero fue un trabajo en equipo.

Aprendí, sobre la marcha, mucho. A la pandemia y su impacto se unía que llegó la larga elaboración y finalmente la aprobación de una nueva Ley Audiovisual para todo el territorio español, cuando aún la Ley Audiovisual de Andalucía de 2018 tenía casi todo su articulado por desarrollar y la Ley estatal precedente, de 2010, era aún joven. Pero así de rápido evoluciona el mundo audiovisual. En sus textos iniciales la ley estatal ignoraba por completo a los Consejos. Conseguimos, con actuaciones al alimón de los tres existentes en España —Andalucía, Cataluña y Valencia—, cambiar en parte esa filosofía inicial.

Comprendí en esos días que la digitalización imparable de nuestras vidas estaba teniendo una víctima inicial clara, la tercera edad, mi edad. Y a ella dirigimos la atención con iniciativas como «Mayores con Wifi», que tuvieron amplia y favorable acogida. En paralelo atendimos nuevos procesos, a menudo inquietantes, el auge de las falsas noticias —con la campaña, por ejemplo, «Pasa del bulo y navega seguro—, el de los discursos de odio, la aparición fulgurante de los influenciadores, el papel de las plataformas de intercambio de vídeos, los problemas agudos que plantean el uso intensivo y acrítico del teléfono móvil o las poderosas redes sociales, incluso la incidencia en nuestro idioma cotidiano de cuanto en la esfera del audiovisual nos llega desde fuera.

Hemos buscado siempre la colaboración, la interacción diríamos, con otras instituciones y organismos que manifiestan inquietudes similares en algún aspectos, como las diez Aulas de la Experiencia de las universidades públicas andaluzas, las televisiones locales de la comunidad en la campaña contra los bulos, la de Canal Sur, la Fundación Cajasol y el Consejo Escolar de Andalucía en el ya arraigado concurso «El Audiovisual en la Escuela», que dobló participación en estos años, jornadas y sesiones de trabajo y con instituciones muy diferentes: facultades —Comunicación, Psicología—, museos —como el de las Ciencias, de Granada o el Pompidou de Málaga—, festivales de cine —Sevilla, Tarifa, Huelva—, colegios y asociaciones profesionales —abogados, periodistas—, el Instituto Andaluz de la Mujer, la Asociación de mujeres gitanas Fakali...

Las páginas que siguen ofrecen los textos elaborados en esos tres años y tres meses ante acontecimientos y demandas muy heterogéneos. Desde los ilusionados discursos de los días iniciales, con tomas de posesión y reorganización interna, a las comparecencias en el Parlamento andaluz, pasando por una variada gama de presencias en actos. El lector encontrará aquí artículos, reflexiones, ponencias, presentaciones, discursos o introducciones con el mundo audiovisual siempre de eje. Creo que en algo ayudarán a comprender esa coyuntura difícil y compleja que vivimos, creo que intensamente, en esos años y atisbar el futuro. Se ofrecen en orden temático, en lo posible, no cronológico. Una primera parte sobre problemas actuales de la comunicación audiovisual, una segunda sobre el papel de los Consejos.

Primera parte: el audiovisual

CAPÍTULO 1

Una perspectiva general

1.1. Problemas de la comunicación audiovisual hoy

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Hasta finales del pasado siglo, los españoles se informaban a través de un trío de vehículos devenido clásico: televisión —preferentemente—, prensa y radio. El ciudadano buscaba por sí mismo la información —un periódico, un telediario— que le era facilitada por medios reconocibles y personas identificadas y profesionales dentro de un sistema con controles de calidad y veracidad, que suelen requerir su tiempo y pueden representar algún coste para el usuario. La irrupción en los inicios del actual siglo —tras hacerlo internet a finales del anterior— de las redes sociales modifica, prácticamente replantea ese esquema. Aparece una comunicación fácil, gratuita, donde no hay apenas comprobación de veracidad y donde no es sencillo, a veces simplemente imposible, identificar la procedencia, trufado todo además de una publicidad disimulada o sencillamente no advertida. En paralelo los avances tecnológicos —teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tabletas— pone a disposición de toda la sociedad medios inmediatos, donde la noticia circula con extraordinaria rapidez y multiplica sus receptores, con demasiada frecuencia sin capacidad de comprobación o valoración equilibrada.

A esa facilidad de la noticia, se une el perceptible fenómeno de la hiperinformación —muchas más noticias de muchas más procedencias, pero mucho menos contrastadas— que se instala en una sociedad que sufre profundas y sucesivas crisis —económicas, sociales, sanitarias— y que desconfía cada vez más de la clase dirigente, sea política, económica o incluso científico-académica. Tenemos, pues, servido un panorama en el que se produce un uso intensivo tanto de medios informativos —es decir, con la información como objetivo básico, como eje— o medios con información —donde la información, secundaria, en función más que nunca de la publicidad, tiene presencia, pero no suele ser objeto de controles de calidad y veracidad medianamente rigurosos—, y donde aparece asimismo como vehículo con información la simple comunicación en el ámbito del círculo de amigos o el familiar o incluso los meros conocidos, que divulgan a menudo simples rumores, pero consiguen que esa información adquiera pronto trascendencia. Aparecen además figuras nuevas, como los influenciadores, personas que utilizan con habilidad esos nuevos medios —opinan, proponen, informan, incluso engañan—, captan seguidores, a menudo obtienen audiencias masivas, y generan ingresos. Ofrecen una amplia gama, a menudo inquietante, pues son los menos los que opinan con rigor y conocimiento, con equilibrio y pluralidad y sin miras económicas —publicitarias— o ideológicas.

Una sociedad donde circula mucha información de variada procedencia y con mucho malestar interno, es, sin duda, una sociedad propicia a que prosperen no solo la noticia veraz, también la mentira o la verdad a medias, y donde también se hacen presentes fenómenos nunca ausentes en nuestras sociedades, pero ahora potenciados por medios inmediatos, gratuitos y masivos, crecen la mentira con fines específicos, los mensajes de odio, los contenidos con discriminación, de racismo a menudo. Surge lo que ya se denomina el diagonalismo, esa corriente que tiende a ver conspiraciones por todos lados². Si además esa sociedad ha de afrontar fenómenos no nuevos en la historia de la humanidad, como