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El secreto del éxito amatorio
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Libro electrónico245 páginas3 horas

El secreto del éxito amatorio

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EL SECRETO DE ÉXITO AMATORIO, de JAMES RUTHEFFOR, está dirigido para los que anhelan ser un CAMPEÓN OLÍMPICO en el DEPORTE DE LAS SÁBANAS, es decir, para aquellos hombres y mujeres que desean agregar una gran dosis de pasión a su vida sexual y, en consecuencia, intensificar, dinamizar y mejorar la relación conyugal, con la receta que previene de la infidelidad, la separación y el divorcio, porque la insatisfacción sexual ocasiona que los amantes padezcan en silencio una terrible agonía, que se traduce en una brutal decepción. A consecuencia de la incomplacencia, llegan aquellos días en que la pareja se halla indispuesta y la inactividad sexual hace peligrar aún más la relación. Con las esperanzas perdidas y las expectativas asesinadas, la luna de miel se termina y en consecuencia surgen una serie de conflictos, como si la relación se hallase maldita. Quejas, rabietas, indiferencia y la sensación de que todo parece estar mal, son algunos síntomas de las expectativas no cumplidas.

 

El autor nos muestra una TÉCNICA DE CONTROL EYACULATORIO para definitivamente DECIR ADIÓS a todo ese universo de problemas originados por la INCOMPLACENCIA SEXUAL y transformar radicalmente su vida coital en una experiencia maravillosa e imperdible. Un proceso increíble que consiste en ejercitar con facilidad determinados músculos del periné para detener la eyaculación las veces que le plazca, y a su vez, obtener orgasmos múltiples sin eyacular. Si no hay eyaculación, no hay pérdida de la erección del pene y la actividad coital se prolonga al tiempo que desea. Recuerda que después de haber prolongado varias veces su actividad coital, usted puede decidir en qué momento eyacular.

 

Tener relaciones sexuales con frecuencia no es perjudicial si se retiene el fluido seminal. Es precisamente la pérdida constante de este sustancioso fluido, lo que desprovee al organismo de sus principales nutrientes, reduciendo de manera progresiva su rendimiento físico y mental.

 

Al retener el semen en reiteradas ocasiones, el placentero e incesante coito se prolonga, en consecuencia, usted y su pareja obtendrán una satisfacción plena en la vida sexual, fortaleciendo considerablemente los lazos afectivos.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 mar 2023
ISBN9798223366829
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    El secreto del éxito amatorio - James Rutheffor Nolasco Rodríguez

    © 2023*EL SECRETO DEL ÉXITO AMATORIO

    Autor-Editor:

    © James Rutheffor Nolasco Rodríguez

    ––––––––

    ©Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier forma o medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin previa autorización escrita del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.

    ––––––––

    ––––––––

    Advertencia

    ––––––––

    Toda frase o pensamiento que no cita la fuente, pertenece al autor de esta obra.

    El autor no se responsabiliza de las consecuencias que pueda acarrear la utilización de las ideas que se vierten en esta obra. El presente libro es tan solo una detallada y fascinante guía sexual, por lo tanto, usted debe recurrir a un gurú e instructor sexual para aplicar los ejercicios de control eyaculatorio.

    Dedicatoria

    Para el que anhela ser un campeón olímpico en el deporte de las sábanas y no formar parte de aquellas relaciones que se desintegran por falta de satisfacción sexual.

    Para aquellos hombres y mujeres que desean agregar una gran dosis de pasión a su vida sexual y, en consecuencia, intensificar, dinamizar y mejorar la relación conyugal, con la receta que previene de la infidelidad, la separación y el divorcio.

    Escribo acostado, siempre en la cama ocurre lo mejor de la vida; el nacimiento, el amor, la escritura y la muerte...

    Jaime Sabines

    Poeta

    Agradecimientos

    A mis padres, a quienes les debo tanto que jamás podré recompensarlos en vida.

    A mi esposa Diana, por ser la causante de que a veces escriba algo, aún cuando no tengo nada que decir. Ella es el gran soporte emocional que me imprime una sonrisa en épocas difíciles; la mujer, que con justa razón, deja siempre con su ausencia, revueltas mis emociones. 

    A don Dilmer Guerra Oyarzábal, por su nobleza, afecto y desbordante chispa de alegría, en él vi la inocencia del niño, el espíritu del joven y la sabiduría de un genio.

    A don Nicolás Acuña Berrospi, con quien descubrí que la diferencia de los años no es un impedimento para forjar una eterna amistad. Por las horas que compartimos teñidas de vivaces y épicas conversaciones.

    A don Gino Damas Espinoza, quien raptó el pulso del escultor para tallar las imperfecciones de esta obra. Por nuestra amistad que floreció en complicidad con la literatura.

    Y por último, pero no menos importante, a mis hermanos(as), amigos(as) y demás personas, que de una u otra forma contribuyeron a cristalizar mis ideas y lograr que esta obra vea la luz.

    ––––––––

    Y de pronto el universo vacío se hizo adolescente. Mientras dormía acostado sobre la eternidad tuvo su primera erección interestelar que terminó en un sueño húmedo y cálido. Al cabo de algunos breves calendarios, una brutal eyaculación cósmica nos dejaría el cielo manchado con la vía láctea.

    Hay tantas cosas en el universo que no podríamos explicarnos nunca si no fuera por la semejanza, por lo parecido a nuestra naturaleza personal o a las cotidianas experiencias que vivimos. Gracias a esas analogías casi perfectas entre lo inexplicable y lo que ocurre al costado de nuestras cabezas es que podemos aclarar, aunque sea medianamente, lo inexplicable. Allá lejos, en ese cielo donde ningún dios vive, allá en el cosmos donde ningún cielo, ningún paraíso, ningún infierno existen, están las demostraciones, los ejemplos, lo que en realidad somos. Por tanto, cielo y tierra son dos realidades de una sola verdad: el hombre.

    JAMES RUTHEFFOR Y SU MAGISTERIO DEL SEXO SALUDABLE Y PLACENTERO

    Visto el preludio, me complace que el autor del libro, mi amigo James Rutheffor, haya incursionado sin tapujos en una temática muy sensible pero sin abandonar su firme vocación magisterial. Precisamente en esta publicación él hace referencia a un ejercicio que potenciará la actividad sexual del hombre, proporcionándole placer y felicidad a la pareja. Enseñándole a manejar determinadas partes de su cuerpo para lograr su tan complicada realización sexual, a partir de antecedentes aprendidos en la niñez y con una lógica evidente: si tempranamente hemos logrado dominar nuestros esfínteres para controlar la salida de la orina o de las materias fecales, ¿por qué no gobernar también la expulsión del semen, de la eyaculación a través de esta interesante propuesta? Lo que traerá, reitero, es mucho placer a los amantes debido a que prolongarán el acto sexual hasta cuando ellos lo decidan, pero además lograrán ahorrar mucha energía corporal y por ende retardarán su propio envejecimiento físico.

    Merece la pena detenernos a pensar cómo es posible que podamos gobernar nuestro instinto a través de un ejercicio disciplinado consciente del músculo pubococcígeo. Esa es la idea central que desarrolla este libro.

    Por otro lado, a diferencia de lo antedicho, los científicos dicen, que casi todas las especies de animales tienen eyaculación precoz y si sumamos a esto que su actividad sexual tiene como propósito principal la reproducción, con seguridad lo que busca este mecanismo es la perpetuidad de las especies. También dicen ellos, que genéticamente los varones estamos programados para ser polígamos; sin duda este es otro mecanismo natural para conservar nuestra especie: pero ese dictado de la madre naturaleza colisiona violentamente con nuestra cultura. De modo que naturaleza y cultura están enfrentadas y nosotros, sin más remedio que ser animales o ser cultos. Otro dato interesante es que muchas especies de animales despliegan su sexualidad con fines solamente reproductivos y otras, como nosotros los humanos, lo hacen, también, buscando placer. De ahí que cualquier propuesta sobre sexualidad estará pautada por la propuesta naturalista o bien por la opción culturalista. Es decir, un sexo para el placer natural o bien un sexo que promueva la monogamia a través del aprendizaje de una serie de técnicas amatorias que practique la pareja, con miras a conservar el matrimonio. La primera se da de manera espontánea y la segunda requiere de mucha disciplina y gran determinación.

    Esta publicación, pues, nos muestra el magisterio del sexo saludable y placentero, a través de sus ciento setenta y cinco páginas, dotadas de un lenguaje oportuno y hasta festivo. El estilo didáctico, su presentación y la estructura están combinados para que el lector pueda entender el sustancioso mensaje y gradualmente alcance a comprender los distintos niveles de complejidad que tiene el libro.

    Después de estas disquisiciones, estamos convencidos que ahora sí podemos ver el cielo pensando que un cometa puede ser un esperma vagando solitario por el firmamento, buscando, tal vez, empreñar alguna fértil galaxia que dormita su eterna inquietud.

    Gino Damas Espinoza

    docente de la UNHEVAL, Huánuco

    Nosotros, los escritores amantes de las letras y pescadores de sueños inquietos, tendemos a refugiarnos en esa sana adicción llamada literatura, siempre dando un toque estilístico a las ideas que se materializan y cobran vida en las obras. Este libro es mi segunda creación, hecha para las personas que miran la sexualidad como una oportunidad para atrapar invaluables experiencias. Te hablo con la sinceridad del ingenuo, la humildad del que ara la tierra y la verdad del que ama.

    La sexualidad sin la noción del bien y del mal se pervierte y deambula sin un punto de dirección. Se asemeja al jinete que ha perdido las riendas. Ahora cabalga dependiendo de la voluntad irracional del animal. Cometería un gravísimo error mostrar desde un principio los ejercicios para tener relaciones sexuales sin eyacular. No pretendo convertirlo en una potente, duradera y exitosa máquina sexual con prejuicios, complejos, sentimientos, ideas y tratos indeseables. Una relación es exitosa en la medida que potencie todas las áreas de su vida, y no de aquella que logra desarrollarse sexualmente mientras alberga sentimientos e ideas nocivas. Como en cualquier disciplina, lo esencial se enseña cuando el postulante ha escalado los peldaños anteriores. Este libro es el fiel reflejo de que un avance progresivo en el campo sexual es lo más razonable. El lector adquiere su derecho al llegar a las últimas páginas para practicar los ejercicios sugeridos. El contenido está diseñado para que atrape al lector de principio a fin y se aventure a explorar una fascinante lectura continua. Te reto a leer las diez primeras páginas y no te culparé de haber terminado de leer el libro sin tomarte un descanso.

    No escribo con la condición de recibir honores y colmar mis bolsillos hondos y sedientos de dinero. Explorar la verdad y traducirla en palabras sencillas me satisface inmensamente; esa es mi mayor recompensa. Y si la acogida del libro se traduce en mejoras financieras, el arte de escribir seguirá siendo igual de exquisito y maravilloso que antes. Carlos Ruiz Zafón en su libro El juego del ángel dijo: Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio.

    Tengo un estilo particular de decir lo que pienso, me fascina y no deseo cambiarlo. Algunas veces te hablo de una forma metafórica y poética, otras veces, de modo sarcástico y erótico. No confunda mi forma erótica de escribir con lo vulgar; solo intento ser lo más sincero que puedo. Tampoco crea que la expresión poética carece de veracidad. Bien lo resumió Jean Cocteau en su libro Retratos para un recuerdo: El poeta es exacto. La poesía es exactitud. Desde Baudelaire se ha ido comprendiendo poco a poco que la poesía era uno de los medios más atrevidos de decir la verdad. No existe un arma de mayor precisión, (...) la gente se obstina en confundir la poesía con la mentira y la agudeza con la paradoja.

    Los ejercicios de control eyaculatorio que se enseñan en este libro son sumamente precisos, entendibles y sencillos de practicarlos, que con seguridad hará de usted un versado depredador erótico. Como resultado, usted y su pareja obtendrán una satisfacción plena en la vida sexual, fortaleciendo considerablemente los lazos afectivos.

    No hablo con un lenguaje que se escape de la comprensión humana, ni tampoco digo nada nuevo que no se halle escrito en la literatura universal. Si bien la forma como lo digo es más o menos inédita, el mensaje (fondo) es el mismo.

    Hay relaciones que comenten el error gravísimo de poner las recompensas sexuales antes que el amor. Las relaciones que sobreviven solo por la dinámica sexual carecen de solidez afectiva y por falta de ese amor, que es la columna vertebral de la relación, se desmorona como los castillos hechos de arena. El regocijo sexual no es amor; es un complemento necesario del amor, al igual que lo es el dinero, y los acontecimientos indican que la solvencia sexual y financiera, constituyen los pilares que sostienen el templo del amor en gran parte de la vida.

    Esta obra es el fruto de la inmensa insatisfacción sexual que tuve unos años atrás. Ese mismo sentimiento lo palpan hoy millones de personas. Mi solidaridad y mi compromiso es con ellos. Es bueno que el hombre en todo momento tenga hambre y sed de conquista. Ese deseo de querer devorar el éxito, debería de padecerlo todo el mundo. Es en la necesidad y en la urgencia donde se fabrican y se componen ideas trascendentales. Si más personas estuvieran condenadas a tropezarse con el éxito, sería débil el sonido de quienes solo se dedican a aplaudir. Por lo tanto, procure levantarse de una caída, porque descender es posible para quien escala, como lo es triunfar para quien persigue la grandeza. Ante esa necesidad y urgencia de encontrar una salida a la falta de capacidad sexual, un día me estrellé con la solución.

    Ahora poseo la capacidad de tener prolongadas y desenvueltas relaciones sexuales sin eyacular, por lo tanto, mi experiencia es la mayor prueba que esto funciona. No recomendaría a nadie hacer algo que no trasforme vidas, porque quien lo hace, se declara automáticamente enemigo de los demás y traficador de esperanzas falsas. Quiero que más personas mejoren sus relaciones sexuales y se beneficien de la maravillosa información que este libro brinda. 

    ––––––––

    El autor

    El sexo

    Usted existe gracias al sexo, por ende, no puede estar en contra del origen de su existencia. 

    El sexo es el detonante de la vida en el Universo; de no serlo, habría cesado toda forma de existencia viviente. Desde el principio de los tiempos la expansión de las especies fue posible gracias al sexo. El sexo es para el hombre, como lo es la respiración, una necesidad fisiológica natural, por ende, sería un crimen tildarla de tabú. Pero se ha convertido en un delito durante milenios. Los que hablaban de sexo fueron castigados. El sexo se privó a la fuerza. Esta privacidad lo pervirtió. Cuando te privan de algo que deseas saber o experimentar, la curiosidad aumenta, el deseo se intensifica y la razón deja de gobernar. La prohibición crea una demanda fuerte, tentadora, y no hay, ni habrá, mejor publicidad que la prohibición. Recuerde, la prohibición es el epicentro causal de la desobediencia.

    No se castiga al ladrón por robar, se le castiga por ser descubierto. Con el sexo sucedió lo mismo. Las personas seguían haciendo todo lo relacionado al sexo, pero a escondidas, así no serían castigados.

    Los padres se incomodan al hablar de sexo con sus hijos. Se les agudiza la voz y muestran todas las reacciones que conocemos cuando uno se siente nervioso. No tienen la madurez y el coraje de hablar un asunto tan normal y esencial y prefieren no tocar el tema. Con el bagaje de conocimientos navegando en la Internet, pronto los hijos serán quienes informen a sus padres sobre el sexo. Los pobres padres saben que se sienten dominados por el deseo sexual al ver una voluptuosa mujer. Son conscientes de que por más religiosos que sean no deja de llamarles la atención. El deseo está presente, independientemente del control y la represión que se ejerza.

    Cuando hay un gran deseo, aún durmiendo se desea. ¡Qué he dicho! Aún en el delirio de la fiebre se continúa deseando... en la agonía se desea... ¿Qué digo? Hasta los condenados a muerte desean.

    Roberto Arlt

    Novelista argentino

    Cuando era niño vivía con mi hermana en la casa de mi padre que se encontraba en la ciudad. Una noche en especial, como lo son todas las noches, había venido la vecina de al lado que tenía la misma edad que yo, ocho años para ser exacto. Estábamos a punto de cenar y nos percatamos que faltaba el pan. Tenía guardado un dinero que había perdido su valor hacía años. Las monedas tenían un parecido al nuevo sol que se encontraba circulando. Dejándome llevar por el deseo, entregué esa fortuna invaluable a mi hermana para que compre el pan que nos hacía falta en la mesa pero más por quedarme a solas por unos minutos con la visita. Pronto nos quedamos solitarios los dos, con un corto tiempo a nuestra disposición. Cerré la puerta y con una piedra que apenas pude cargar la atranqué para que cuando mi hermana abriera con su llave no pudiera empujarla. Cerré la cortina de la ventana a toda prisa. Ella creía saber lo que estaba por acontecer. Me esperaba recostada con el pecho sobre la mesa y dejándose ver sus nalgas inocentes debajo de su minifalda, que parecía un dictador que lo dirige todo desde ese lugar. Me acerqué a ella, como cuando el depredador se acerca a su presa antes de ser descubierto. Ya a su costado, levanté la falda dejando al descubierto el deslumbrante panorama al que aún no estaba preparado para explorar. En ese instante la consciencia de culpabilidad me martirizaba e invadido por la curiosidad volteé hacia la ventana y mi hermana nos estaba mirando por sobre la cortina. Fue la mirada que los padres tienen antes de castigar a su hijo. Mi hermana llegó más rápido que de costumbre. Con una mano sobre la nalga y la otra incrustada en el ano, fui sorprendido. Inexperto en el asunto no sabía ni qué buscaba allí. De un salto olímpico me alejé, tratando de disimular que no había pasado nada, no obstante, todo había quedado más claro que un cielo veraniego. Inmediatamente me subí el pantalón que un minuto antes lo había bajado. Con el pene fláccido no logré penetrarla, sin embargo, me sentí como si hubiera cometido el agravio más grande de mi vida. Este

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