UNA GATA ALUNADA: CUENTO DE UNA GATA

Por Olga Coello

Cuento narrado por la gata llamada Carolina. Caro es una gata muy sensible y observadora de su entorno, es así como esta gata nos cuenta su historia y su vida diaria, la cual está llena de aventuras, sueños y personajes que encuentra en su caminar por la vida. Además, la gata Caro nos comparte su aprendizaje del mundo que la rodea, impartiendo libremente consejos, no solo gatunos, sino también mundanales y espirituales a la vez. UNA GATA ALUNADA es un cuento dedicado a nuestra niña o niño interior, aquel que sabe que la vida se ha hecho para disfrutar cada momento y aprender de nuestras experiencias, mientras disfrutamos de la compañía de los demás y de la Naturaleza. Incluye dibujos a colores de la familia gatuna de Caro.

• Idioma: Español
• Editorial: XinXii
• Fecha de lanzamiento: 11 jun 2023
• ISBN: 9783989112766

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CAPÍTULO I

CARO NARRA

Me dicen Caro, mi nombre real es Carolina. La abuela Antiras piensa que debía llamarme Hera, como la antigua reina del cielo, por el temperamento apasionado y la resistencia a compartir con otros el cariño y la atención de mamá. Nací en la latitud 34°N y longitud 118°O, un domingo 29 de febrero. Por esa razón, me celebran el cumpleaños cada cuatro años, lo cual me hace mantenerme joven. Aunque a veces siento como si el resto del año no existiera, hasta el próximo 29 de febrero, cuando renuevo mi existencia. Desde pequeñita me crié con mucho empuje y autonomía, un poco de ayuda de mi madre biológica los primeros días, y después con mis dos madres adoptivas, que, al cruzarme en sus caminos, se prendaron de mis chillidos infantiles, mi hermoso pelaje blanco gris y mis brillantes ojitos azules.

Mi abuela Antiras habla hasta por los codos y es muy amiguera. Puede platicar con cualquier extraño que aparezca en su camino. En cualquier idioma se hace entender. Yo en cambio soy prudente y recelosa, cualquier ruido me espanta. Primero me dejo guiar por el olor y el color de quien se me acerca. Ella dice que el tiempo vuela. Yo le respondo que, si no quiere que vuele, que se tome las cosas con más calma. No hay necesidad de estar siempre buscando acción. Todo obedece al modo y la intensidad en que se percibe cada momento. Vivir el presente es la clave para no embrollarse. Claro, que la abuela tiene conceptos muy arraigados, y no escucha comentarios de quienes tienen menos edad. Porque la verdad, ella tiene muchos, muchos años. Es de huesos delgados, de piel clara como mamá. Yo heredé sus ojos azul gris.

La abuela asegura que Araña Santa es una artista innata, como yo. Araña Santa le hace compañía, y se pasa horas creando diseños que recuerdan el algodón en palitos que venden en la tierra donde nació abuela. He visto fotos de su infancia descoloridas por el tiempo. Araña Santa es pequeña y muy ágil, sus obras son de acuerdo con su tamaño y capacidad. Deja su huella en cada rincón, pero hay que admitir que los murales no son su especialidad, y que siempre usa el mismo color. Yo disfruto deshaciendo sus obras. Y es que Araña Santa tiene paciencia infinita para reconstruirlas día tras día. Así captura visitantes distraídos que osan cruzar su