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Conceptos y formas de la estética: Sensibilidad y conciencia estética
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Conceptos y formas de la estética: Sensibilidad y conciencia estética
Libro electrónico402 páginas6 horas

Conceptos y formas de la estética: Sensibilidad y conciencia estética

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Conceptos y formas de la estética es un libro con base en los conceptos de técnica y conformidad a fin, imaginación, sensibilidad y conciencia estética. Orientado desde la descripción y al análisis de la estética en la filosofía de Emmanuel Kant, en particular en la Crítica de la facultad de juzgar deriva hacia una reflexión estética hermenéutica y comprehensiva que comporta una teoría de la naturaleza del arte y de la creación artística. La sensibilidad y la imaginación son fundamento para la explicación de los procesos que dan origen a la realización de las acciones (y actividades) cognitivas e intelectivas, éticas y prácticas, estéticas y artísticas. La sensibilidad es principio de la imaginación reflexiva de carácter trascendental y fundamento del sujeto estético y de la conciencia estética.
La CfJ contiene en su fundamento un sistema que hace posible la construcción de una filosofía del arte. Otros conceptos constitutivos de dicha filosofía del arte, conformidad a fin, técnica, perfección e idea estética, son fundamento de la noción de autonomía estética y la comunicación de los pensamientos en cuanto formas de síntesis cognitiva o estética. El libro indaga la relación entre la imaginación y el entendimiento, la asociación de las intuiciones a los conceptos y de estos a las intuiciones al confluir en ideas de razón y en ideas estéticas. Cómo el acto de subsunción de la facultad de juzgar equivale en el arte al sentimiento interior singular y realiza un tránsito de su interés individual a un interés universal de complacencia.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 nov 2020
ISBN9789585156319
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    Conceptos y formas de la estética - William Álvarez Ramírez

    Álvarez Ramírez, William

    Conceptos y formas de la estética: sensibilidad y conciencia estética, imaginación, conformidad a fin/ William Álvarez Ramírez. -- Cali : Programa Editorial Universidad del Valle, 2020.

    356 páginas ; 21.5 cm. -- (Colección Artes y Humanidades - Filosofía)

    1. Estética - 2. Filosofía del arte - 3. Sensibilidad estética 4. Juicio - 5. Imaginación - 6. Bellas artes

    701.17 cd 22 ed.

    A473

    Universidad del Valle - Biblioteca Mario Carvajal

    Universidad del Valle

    Programa Editorial

    Título: Conceptos y formas de la estética: sensibilidad y conciencia estética, imaginación, conformidad a fin

    Autor: William Álvarez Ramírez

    ISBN: 978-958-5156-30-2

    ISBN-PDF: 978-958-5156-29-6

    ISBN-EPUB: 978-958-5156-31-9

    DOI: 10.25100/peu.451

    Colección: Artes y Humanidades-Filosofía

    Investigación

    Primera edición

    Rector de la Universidad del Valle: Édgar Varela Barrios

    Vicerrector de Investigaciones: Héctor Cadavid Ramírez

    Director del Programa Editorial: Omar J. Díaz Saldaña

    © Universidad del Valle

    © William Álvarez Ramírez

    Diseño de carátula y diagramación: Dany Stivenz Pacheco Bravo

    _______

    Este libro, o parte de él, no puede ser reproducido por ningún medio sin autorización escrita de la Universidad del Valle.

    El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión del autor y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad del Valle, ni genera responsabilidad frente a terceros. El autor es el responsable del respeto a los derechos de autor y del material contenido en la publicación, razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna responsabilidad en caso de omisiones o errores.

    Diseño epub:

    Hipertexto – Netizen Digital Solutions

    CONTENIDO

    PREFACIO

    INTRODUCCIÓN

    La actualidad de la Crítica de la facultad de juzgar: Las condiciones de posibilidad del arte

    El proyecto estético: la conformación y el giro estético de CfJ

    CAPÍTULO 1

    LA SENSIBILIDAD: EL DEVENIR EN LA CONCIENCIA ESTÉTICA COGNITIVA Y DEL SUJETO EN EL ARTE

    El devenir en la conciencia estética cognitiva y del sujeto en el arte

    Arte, idea estética y lo suprasensible

    La obra de arte como función de la sensibilidad: Las formas del juicio y el sujeto estéticos

    Razón sensible dialógica: el juicio estético y su comunicabilidad

    El juicio estético: identidad y reconocimiento

    Singularidad y peculiaridad del juicio estético

    CAPÍTULO 2

    LAS FORMAS DE LA IMAGINACIÓN

    Imaginación y representación: reflexión y objeto

    Hacer una imagen desde el múltiple de la intuición

    Imaginación: la síntesis y la subjetividad o del sentido interno

    La imaginación, el esquema, la figura y el símbolo: en el juego de las fuerzas representacionales

    La crítica de la imaginación estética

    CAPÍTULO 3

    LA CONFORMIDAD A FIN

    Las formas de la conformidad a fin

    Técnica, método, lógica y conformidad a fin

    Técnica, perfección y conformidad a fin del producto real

    Del continuum de la creación misma por el hombre

    Finalidad: el mundo desde lo singular y lo particular

    El genio: singularidad y finalidad de la naturaleza

    ACAPITE FINAL

    Ética y estética: extraposición, ejemplo y comportamiento estético

    REFERENCIAS

    NOTAS AL PIE

    PREFACIO

    CONCEPTOS Y FORMAS DE LA ESTÉTICA

    Este libro es una indagación hermeneútica de los principios y los conceptos que sustentan la filosofía estética en la obra de Immanuel Kant. El sistema de la filosofía crítica de Kant contiene un amplio conjunto de conceptos en los que se fundamentarán el desarrollo de la estética y la subjetividad moderna: sentimiento y estado estético, experiencia estética, juicios de la sensibilidad, imaginación, creatividad, talento, habilidad, aptitud, ejemplo y validez ejemplar, analogía y formas simbólicas, conformidad a fin y, estructura, proceso, forma y formación. La estética autónoma se constituirá en una disciplina con los aportes kantianos y referencia ineludible en el desarrollo de la estética moderna-contemporánea en sus diferentes modalidades de investigación. De los planteamientos de la Crítica de la facultad de juzgar se desarrollaron las estéticas idealistas, la histórico-hermenéutica en sus dos orientaciones: la ontológica y la crítica, la fenomenológica, el realismo socio-dialéctico, entre otras. La estética kantiana es además un referente de las disciplinas autónomas de las teorías del arte, en las que se inscriben los estudios sobre las formas particulares del arte y sus modos singulares de composición.

    El método que hemos seguido en este libro está demarcado por tres conceptos que son los principios fundamentales de la estética kantiana: el primero es el principio a priori de conformidad a fin, en el cual se comprende de modo eminente el principio de reflexión. La conformidad a fin (Zweckmässigkeit) constituye un principio de carácter subjetivo desde el cual se produce el sujeto estético, quien, desde la facultad de juzgar, abstrae por analogía la técnica de la naturaleza en la forma y, la hipotiposis simbólica y esquemática (presentación); conceptos que para la estética se expresa en su categoría central: las obras del arte. Con Kant ya es posible concebir el arte tanto conceptual como relacional, pues en ello consiste toda referencia de un juicio estético que tiene origen en el sujeto, para sí, sobre un objeto. Kant llama conformidad a fin a aquello cuya existencia presupone una representación de la cosa misma que se especifica en formas empíricas con su contenido supra-empírico de significación (Rüdiger, 2010, p. 371), en el objeto estético, en las formas del arte. La apercepción (sentido interno), fundamento del espíritu, establece la condición de posibilidad del sujeto y del objeto, y la condición de posibilidad del yo en cuanto sí mismo. En consecuencia, se da la posibilidad de la experiencia estética como principio de construcción inteligible del mundo. El espacio de relación abierto entre los sujetos y de estos con el objeto expresarán uno de los problemas centrales de la CfJ, en el que se definen las posibilidades y el sentido de la experiencia: las implicaciones entre libertad, naturaleza, arte y necesidad.

    Del principio de conformidad a fin se derivan conceptos ontológico-prácticos que son constitutivos de una filosofía del arte: perfección, técnica, función, obra de arte e idea estética, esta última fundamenta la noción de autonomía estética. En esta perspectiva es posible explicar los ámbitos estéticos del arte que comprenden la recepción y la producción del objeto como forma simbólica, sus relaciones con el mundo social y su génesis como síntesis del sujeto y la cultura. En términos de Kant, en los modos en que se específica la naturaleza.

    El segundo concepto es la imaginación y su función de síntesis trascendental. Este principio permite explicar las condiciones de inteligibilidad y conformación de sus objetos, de las obras, de la construcción estética del mundo; además, de la sensibilidad el principio de la imaginación reflexiva de carácter trascendental, fundamento del sujeto y su conciencia estética, en su doble condición: subjetiva reflexiva y empírica objetiva. Se comprende con esto, de una parte, la función de fuerza representacional de la imaginación y de otra parte, su relación directa con la función del juicio estético reflexivo que constituye la base del acto de juzgar y la conformación específica de los modos de pensar: lógico-estéticos. La imaginación y el juicio estético reflexionante son, por tanto, la actividad singular de la unidad sintética de apercepción (sentido interno) y de los modos de cognición. La experiencia sensible, dada por la aprehensión de la intuición y la comprehensión en la unidad de la apercepción en la conciencia, se transforma en experiencia estética absoluta (totalidad del mundo). Con esta, la insondable idea de la libertad del individuo establece en el sentimiento de gusto "la facultad de juzgar aquello que hace universalmente comunicable nuestro sentimiento a propósito de una representación dada y sin mediación de concepto" (CfJ, § 9). La comunicabilidad de este sentimiento se produce a partir del juicio estético que, en su definición general, es aquel predicado, dice Kant, que tiene como fundamento de determinación la representación de una sensación única que es meramente subjetiva, el sentimiento de placer y displacer.

    La función de la reflexión aparece aquí como un momento fundamental en sus tres modos, a saber: a) en el carácter metodológico de reflexión trascendental, b) en el modo lógico y c) en el modo de autoreflexión. En a), mediante el carácter metodológico de la reflexión trascendental se establece la aplicación empírica y trascendente del entendimiento que, en un juicio estético puro, permite que la reflexión de la facultad de juzgar estética (trascendental) logre su adecuación con la razón (y que aun sin concepto determinado) posibilita la conformación, para nuestro caso, de la conciencia estética. Se da aquí la experiencia humana del producir (poiesis y autopoiesis) intencionalmente con arreglo a fines. En las observaciones del § 29, Kant advierte que la imaginación, de acuerdo con el esquematismo de la facultad de juzgar, es un poder que afirma nuestra independencia y la propia destinación del sujeto. De forma que la "reflexión de la facultad de juzgar estética, para elevarse hasta la adecuación con la razón, representa al objeto como subjetivamente conforme a fin, para la razón (como facultad de las ideas)" (CfJ, § 29).

    b) Mediante el modo lógico la reflexión posibilita un principio por el cual la naturaleza se puede pensar según leyes empíricas como un principio para el uso lógico de la facultad de juzgar. La forma lógica general se muestra en la forma de relación recíproca entre el concepto universal y lo empírico particular, creando al tiempo una clasificación y una especificación. Esta relación contiene ya una dialéctica y una concepción metodológica plenamente moderna y será el fundamento de todo el pensamiento filosófico y científico, de la cultura en particular y del pensamiento estético posterior. La operación de la reflexión es una función para la construcción de conceptos y formas en el proceso de discernimiento, de comparación y de abstracción, que es al mismo tiempo de diferenciación. Las consecuencias de dicha operación son claves en el proceso de la producción artística al construir contenidos a modos de interpretación e interpelación del mundo. Lo que permite encontrar, además, el enlace y el rasgo común para la subsunción de lo particular en lo universal, de lo singular y de lo parcial (la parte) en la totalidad; en lo general, la unidad entre lo objetivo y lo subjetivo, lo consciente y lo inconsciente. En esta última relación se muestra la peculiaridad de la reflexión estética. El juicio estético reflexionante, al especificarse en la obra de arte como un modo de la conformidad a fin, presupone o busca mostrar una totalidad del mundo y su realidad objetiva. De ahí que la particularidad se constituye en el elemento central y decisivo en la producción o creación artística. En el § 43 Kant establece que debe llamarse arte sólo a la producción por libertad, es decir, a través de un arbitrio que pone razón en el fundamento de sus acciones. Lo que se complementa en el § 44: el arte bello tiene por medida la facultad de juzgar reflexionante y no la sensación de los sentidos. Se configura así el principio de la estructura o el sistema de la estética en general y con ello, la conformación individual de las obras del arte y la definición del arte como un momento final de determinación según sus propias reglas. La obra de arte es pues individual, única y en ella se integran, particularidad, singularidad y totalidad. En este sentido podemos leer el § 46 de la CfJ:

    todo arte supone reglas, por cuyo establecimiento viene primeramente a ser representado como un posible producto, si ha de ser llamado artístico. El concepto del bello arte no permite, sin embargo, que el juicio sobre la belleza de su producto sea derivado de regla alguna que tenga por regla de determinación un concepto. No puede el arte bello inventarse la regla según la cual deba poner en pie su producto.

    c) Finalmente podemos afirmar que el concepto de reflexión se presenta al modo de autoreflexión. Seguimos en parte la noción de Menke quien señala que "la experiencia de lo bello es el medio de una reflexión y en esta, no sucede más que una autoreflexión de las ejecuciones sensible habituales" (Menke, 2011, p. 127). Desde la autoreflexión se constituye el sujeto estético, los ámbitos de la sensibilidad y la axiología estética de configuración del mundo, al tiempo que la recepción y juicios de interpretación hermenéutica de las obras del arte. A partir de esto se deriva la relación sujeto y obra, aparece la subjetividad estética y una posibilidad de determinación que adquiere una función de intencionalidad proyectiva (teleológica). La conciencia estético-cognitiva, (la apperceptio comprehensiva) y la imaginación (Einbildungskraft), son conceptos que sirven de fundamento para la comprensión de la unidad (identidad) del sujeto y de la libertad o una cierta capacidad de propósito, en lo cual subyace el concepto de acto de espontaneidad de las facultades de conocimiento y de las fuerzas del ánimo. Esta espontaneidad es la función o la operación inherente del acto de la facultad de juzgar (discernir, comparar, especificar) y del juicio estético de reflexión que permite dar cuenta del a priori que hay, para el sujeto, en la experiencia de la belleza artística o natural. Se implica así la comprensión de la totalidad del mundo en la obra de arte, en cuanto momento objetivo o concreto de la síntesis del juego entre la imaginación y el entendimiento.

    La sensibilidad es el tercer concepto analizado en este libro, que, en su condición de fuente de conocimiento en la filosofía estética kantiana, sirve de base para la explicación de los procesos originarios de la conciencia estética en los cuales se realizan, con diferencias de grado, todas las acciones y actividades intelectivas, cognitivas, artísticas y estéticas. La sensibilidad es la capacidad de receptividad, en ella se origina la sensación, por la cual nos son dados los objetos. De esta condición se deriva el principio que dice: Sin sensibilidad no nos sería dado objeto alguno; y sin entendimiento ninguno sería pensado (CrP, B75). El sentimiento nace de la sensación de los sentidos, materia del fenómeno, cuando es acompañada de la reflexión o de una determinación de la voluntad. El sentimiento como fenómeno se constituye en un estado del ánimo. Este es un concepto y disposición que constituye el substrato de la vida subjetivo-anímica, de la cual se desprende la esfera de la existencia autoreferida. El sentimiento a priori de placer y displacer es el único que en ninguno de los momentos del sujeto, sea trascendental, empírico o psicológico, puede llegar a ser concepto de un objeto y, no obstante, será necesariamente comunicable. El sentimiento de placer y displacer contenido en esta experiencia conlleva tanto a la contemplación del objeto como a la escisión del sujeto por la finitud humana, y así, a la comprensión de la totalidad del mundo del sujeto estético.

    En este punto se busca explicar, partiendo de la formación de la conciencia estética, los aspectos de la identidad y el reconocimiento, en el contexto de las relaciones entre el sentido interno y el sujeto autoreflexivo. La comunicación de los pensamientos, en cuanto principios de las formas de síntesis cognitiva o estética, supone como condición la relación entre la imaginación y el entendimiento. Con la cual se logra la asociación de las intuiciones a los conceptos y de estos a las intuiciones de modo que confluyan en ideas de razón y en ideas estéticas. Se produce un conocimiento trascendental de tipo estético y ético, por el cual, dice Kant, el arte se constituye, por analogía con los modos del hablar de que se sirven los hombres para comunicarse unos a otros, en un modo de expresión o de lenguaje. Se produce una razón dialógico-estética y un principio subjetivo de subsunción y de reconocimiento del otro, cuyo fundamento, advierte Kant, es el juicio de gusto atribuido a todos como deber. Por ello, "la imaginación, en su libertad, despierta al entendimiento y este, sin conceptos, pone a aquella en un juego regular, comunica la representación no como pensamiento, sino como sentimiento interior de un estado de ánimo conforme a fin" (CfJ, § 40) que se objetiva en la obra artística, con referencia a la condición singular de un sujeto (particular) que sólo se comprende imaginado e inteligido en el otro. El acto de subsunción de la facultad de juzgar equivale, en este caso, al sentimiento interior particular que realiza un tránsito de su interés individual a un interés universal de complacencia o reconocimiento en el sensus communis.

    Como corolario, se busca mostrar que la Crítica de la facultad de juzgar contiene una estructura de conceptos para una estética autónoma y una filosofía de la creación artística que posibilita la explicación de formas del arte moderno-contemporáneo¹, de los modos de producción estética del mundo y su consecuente experiencia estética. En el § I de la Introducción a la CfJ, La filosofía como sistema, Kant realiza una distinción en el sistema de proposiciones, en particular de las proposiciones prácticas diferenciadas de las teóricas. Las obras del arte, de acuerdo con este sistema, en la explicación de las formas del arte moderno, responde a la idea kantiana de las proposiciones prácticas; estas conforman un modo particular y peculiar (estético), ya que al enunciar de manera inmediata la posibilidad de un objeto por medio de nuestro arbitrio, pertenecen al conocimiento de la naturaleza humana y a la parte teórica de la filosofía, la estética: solo en aquellas proposiciones prácticas que "presentan como necesaria la determinación de una acción meramente por la representación que es, a su vez, la causa de la efectividad del objeto" solo con referencia al sujeto, en cuya obra, actuación o hacer se funde un concepto de la voluntad en cuanto fin de la facultad de desear. Del sentimiento de placer y displacer. Se explican así los ámbitos estéticos, la producción y la recepción del arte; las formas simbólicas y sus relaciones con el mundo social, y su génesis como síntesis del sujeto y la cultura; los ámbitos funcionales del arte según el juego, la utilidad y lo agradable. Esto permitirá describir la vigencia y aplicación tanto estética como hermenéutica del esquema conceptual expuesto por Kant.

    Este estudio ha buscado comprender, explicar e interpretar los conceptos fundamentales del proyecto estético kantiano que permiten describir lo que denominamos: las condiciones de posibilidad del arte y de la poeisis aesthetica. También, la función, aplicación y permanencia de dichos conceptos en el desarrollo de conformación de la estética general en cuanto disciplina autónoma: una filosofía de la creación artística. Dicho estudio, en términos metodológicos, ha implicado la explicación del entramado del sistema categorial de la Crítica de la facultad de juzgar. Además requirió una indagación histórico-evolutiva de conceptos claves en el proyecto estético kantiano. Partiendo de algunas de las obras precríticas, entre estas: Observaciones acerca del sentimiento de lo bello y lo sublime, la Dissertatio: Forma y principios del mundo sensible e inteligible, hasta algunos fragmentos de las obras póstumas y la Antropología que recuperan aspectos importantes para una clara definición de las categorías y conceptos de la estética en Kant, tales como gusto, sensibilidad, forma y materia, mundo. Se realizó un seguimiento a la Correspondencia de Kant, en la edición realizada por Paul Guyer, en particular las cartas que comprende el periodo entre 1764 y 1790. Para nuestro caso tuvo un carácter general introductorio con énfasis en la evolución de los conceptos que consideramos claves en el desarrollo de la concepción y escritura de la Crítica de la facultad de juzgar. Es importante tener presente que los conceptos y el proyecto estético kantiano no se configura de manera lineal, aunque el mismo autor considere la CfJ como la culminación de su sistema de la razón pura. Se revisó sumariamente el proceso de redacción y publicación de la CfJ; de acuerdo con el seguimiento que al epistolario de Kant realizan Giorgio Tonelli y Marco Sgarbi las introducciones y algunos parágrafos de esta Crítica se integraron a la obra en un proceso de cuatro años entre 1786 y 1790.

    Si bien este trabajo no se centra en una reconstrucción de la historia del texto que conforma la CfJ, sí atiende y considera algunos de los momentos de su redacción de acuerdo con sus propias consideraciones en la Correspondencia, pero no se enfoca en las vicisitudes de la vida de Kant en cada uno de estos momentos. Hace un seguimiento estrictamente necesario a la forma y al uso de los conceptos y la variación de estos en los diferentes momentos de la redacción de la obra o respecto a otras obras anteriores, en lo que respecta a la composición teórica final de la CfJ y a la fundación de una teoría estética. Igualmente debemos advertir que este trabajo busca la concordancia con otras obras, en términos hermenéuticos, especialmente respecto a la CrP, la CrPr y la Antropología de modo tal que nos permita dar cuenta de la unidad conceptual y sistémica en el pensamiento kantiano en lo que refiere a la formación del sujeto artístico y la conciencia estética, a las condiciones de posibilidad del arte y del pensar estético y la creación estética general.

    De acuerdo con lo expresado hasta aquí, este libro comprende tres capítulos que recogen los temas planteados en el sistema categorial de la estética kantiana. Una primera parte introductoria con la exposición del esquema general de la estructura de la CfJ. En la que se da cuenta del periodo comprendido entre 1764 y 1770 donde se prefiguran conceptos claves del pensamiento crítico en la relación entre sensibilidad e inteligibilidad, esto es, entre sensibilidad y entendimiento, mundo material concreto y forma, conocimiento sensible y sentimiento estético.

    El primer capítulo se aplica a los problemas de la sensibilidad con las formas del juicio estético en general según sus tipos: teóricos, empíricos y puros, y de sus modos particulares como juicios de gusto o estéticos de los sentidos, de reflexión y teleológicos. En esta parte se indaga como tema de fondo los problemas del gusto y la deducción de los juicios respectivos tanto en sus condiciones a priori como empírica, a partir de lo cual se estudian los principios del sentimiento de placer y displacer en la conformación del mundo de la vida del sujeto, de su experiencia estética y su inclinación a la complacencia en concordancia directa con el sentido de la experiencia de lo agradable y de lo bello artístico. Esta relación de complacencia con su sentido experiencial comprende una relación analítica entre el sujeto y el objeto. En el capítulo se introducen también las relaciones entre las fuerzas representacionales del conocimiento: la imaginación en su aprehensión espontánea de los objetos y del entendimiento que brinda los principios lógicos por los cuales se orienta la imaginación para la producción de objetos en general y de experiencia, además del mundo de la vida.

    En el segundo capítulo se presenta el concepto de imaginación y las formas de la síntesis. Capacidad y fuerza anímica que están en el fundamento de la constitución de los juicios estético y de reflexión, de las obras del hacer artístico y de la especificación de la naturaleza en cuanto realidad social: la cultura, el trabajo y las formas de la socialidad (civilidad. Ha sido necesario recabar en este punto el cambio que Kant realiza del concepto de imaginación y síntesis de la edición A y la edición B de la CrP. El concepto acto de síntesis de la imaginación se presenta en la edición A en diferentes enunciados: síntesis de la aprehensión, síntesis reproductiva de la imaginación, síntesis del reconocimiento en el concepto (como condición de identidad necesaria del objeto). En la edición B, la forma de la triple síntesis de la imaginación quedará subordinada a la unidad originario-sintética de la apercepción, principio supremo de todo uso del entendimiento: el Yo pienso. Retoma de la primera síntesis de la aprehensión la relación entre los conceptos de determinación, espontaneidad e imaginación. La síntesis de lo múltiple de la sensibilidad se comprende en dos formas: la figurativa, que se refiere a la intuición sensible y que se caracteriza por ser posible y necesaria, y la síntesis intelectual, que corresponde al enlace del entendimiento. La diferencia entre ambas se específica en que esta última corresponde solo al entendimiento sin acción de la imaginación. Desde aquí y, en su relación con el estudio de la imaginación y la sensibilidad, se podrán indagar los aspectos del sentido interno y la formación de la subjetividad y su valor como conciencia estética. Relaciones desde las cuales, con base en la CfJ, se obtiene la experiencia de la validez intersubjetiva de los hechos estéticos mediante los cuales se dará paso a la comprensión del otro y de su reconocimiento tanto subjetivo como objetivo.

    Finalmente, el tercer capítulo comprende los aspectos subjetivos del uso lógico y del uso real de la conformidad a fin de la naturaleza y su analogía, en la consecuente fundamentación del proceso de conformidad a fin de la creación o producción artística. El concepto de conformidad a fin es transversal a la obra Crítica, en particular en la CrP, y Los progresos de la metafísica. En lo que respecta a la CfJ, se hace énfasis en el carácter nuclear que presenta en dicha obra; en particular en las Introducciones y en el tercer momento de la deducción del juicio de gusto en la Analítica de lo bello. El concepto de conformidad a fin es además, en toda la segunda parte, la Crítica de la facultad de juzgar teleológica, el fundamento del método, mediante el cual Kant le atribuye el orden del mundo al sujeto, al tiempo que sirve de raíz común para explicar, tanto el principio racional de autorepresentación de todo fin práctico del hombre y el carácter óntico de toda creación artística como la construcción epistemológica del mundo en cuanto orientada a una función y un fin determinados.

    Esta vuelta al pensamiento estético kantiano a partir de las nociones de los juicios estéticos, permitió explicar los juicios de valoración de los objetos estéticos y artísticos tanto dentro del arte como fuera de él, y realizar juicios de valoración de tipo analítico y hermenéutico para la comprensión del mundo, y en particular, los lenguajes y el mundo del arte contemporáneo.

    Finalmente quiero agradecer al profesor y colega Mauricio Zuluaga, quien con su diligente lectura y sus valiosos comentarios y observaciones me permitió dar forma decente y alguna coherencia a las ideas aquí expresadas. También agradezco al profesor Omar Diaz, director del Programa Editorial por hacer posible este proyecto; igualmente a los profesionales de la Editorial, cuyo oficio da forma tangible a las ideas, mi sincera gratitud.

    Abreviaturas

    INTRODUCCIÓN

    LA ACTUALIDAD DE LA CRÍTICA DE LA FACULTAD DE JUZGAR: LAS CONDICIONES DE POSIBILIDAD DEL ARTE

    La Crítica del juicio es la coronación del edificio del pensamiento kantiano. Lo que Kant expuso en ella conceptualmente hubo de actuar en el presente inmediato como fuerza viva. Contiene en sí el elemento más grande y más influyente de la historia de nuestra cultura: el gran filósofo piensa al gran artista: Kant construye el concepto de la poesía de Goethe.

    Historia de la filosofía moderna

    W. WINDELBAND

    La Crítica de la facultad de juzgar es la teoría más radical del sujeto moderno que para la cultura estética nos propone Immanuel Kant. Es la crítica de una razón estética reflexiva-teleológica y una teoría de las condiciones trascendentales y empíricas de posibilidad del arte: de producción del mundo a través del arte. Es también la analítica del sentimiento, de un estado estético y de sus categorías a priori. Es el fundamento de una analítica y el método de los juicios para la validez e inteligibilidad del arte y de sus obras con referencia a un sujeto y al mundo de la cultura en que se realizan y se comprenden. La CfJ, en palabras de su autor, completa el sistema filosófico de la Crítica de la razón pura. En ella se expone un giro estético frente a la clásica explicación, interpretación y determinación del concepto de lo bello, de las propiedades de la belleza como también de los juicios posibles al respecto. Contiene también los diferentes aspectos antropológicos y ontológicos que hacen de fundamento de los mismos: el sentimiento de placer, el gusto, la imaginación, las ideas estéticas, la comunicabilidad del sentimiento interior o estado del ánimo y la singularidad del sujeto artístico, entre otros. El giro estético, que es un desarrollo cualitativo, se puede advertir en la crítica y ruptura con las teorías del arte, de la belleza y de lo sublime que le son precedentes. Kant se propone además una redefinición del juicio de gusto y una reordenación de la relación entre el objeto y el sujeto. Respecto al sujeto, replantea el sentimiento de placer y displacer en tanto segunda facultad o capacidad del alma, mediadora entre la facultad de conocimiento y la facultad de desear. Este sentimiento está necesariamente enlazado con la facultad de juzgar que, siendo facultad superior del conocimiento, está a su vez contenida entre el entendimiento y la razón. El giro estético se expresa con el cambio de interpretación de la estética: de doctrina de los sentidos en la CrP al de Crítica de la facultad de juzgar estética. En esta interpretación se explica la transformación tanto en la comprensión de la materia de la sensación como de la experiencia perceptiva y del sentimiento hacia el objeto que las genera². Kant debate y replantea de modo riguroso la diversidad de problemas que se presentarán a la estética o los modos del conocimiento sensible y, en consecuencia, las cuestiones del arte propuestas por diversos filósofos y artistas durante todo el siglo XVIII. Sus reflexiones referidas a los problemas de la imaginación, a las ideas estéticas, a la sensibilidad frente a la certeza de la percepción, a los asuntos de la valoración moral, a las cuestiones relativas al placer, al gusto y al sentimiento, a la belleza y la forma, a la explicación ontológica de la técnica y el juicio, constituyen puntos centrales de la crítica respecto de algunos de sus predecesores y contemporáneos como Baumgarten, Burke, Hutcheson, Diderot, Voltaire, Hume, Lessing, entre otros.

    En esta discusión es especialmente significativo el carácter comunicacional y dialógico de los modos de representación y expresión del arte. En la "expresión de ideas estéticas, afirma Kant, se presenta la analogía del arte con el modo de expresión de que se sirven los hombres para comunicarse unos a otros tan perfectamente como sea posible, o sea, no solo sus conceptos, sino también sus sensaciones".

    La palabra, el gesto, y el tono (articulación, gesticulación, modulación y sonido) son, en su combinación, los tres modos de la expresión que constituye la completa comunicación del hablante. Pues por este medio son transmitidos al otro, a la vez y conjuntamente pensamiento, intuición y sensación.

    Con estas formas de expresión hay "tres especies de bellas artes: las de la palabra, las plásticas y el arte del juego de las sensaciones" (CfJ, § 51). Con la Crítica de la facultad de juzgar el arte ya no se interpreta para comprender el arte y su historia, como lo hacían Diderot y Winckelmann, sino para comprender el mundo. Con Kant, la estética pasa a ser filosofía fundamental autonóma en sus diferentes acepciones de fenomenología y hermenéutica (Sgarbi, 2011, p. 181). Según Georg Lukács,

    la Crítica de la facultad de juzgar contiene los elementos para una respuesta a la esencia y los aspectos de los problemas de la estructura de la esfera estética. Por lo tanto, la estética no ha tenido más que explicitar y pensar, desde entonces, hasta el final lo que se encuentra implícito allí. (Lukács, 1969)

    La Crítica de la facultad de juzgar contiene la presentación y explicación del sentimiento y el juicio estético como el fundamento a priori que da significado estético al hombre. La representación indirecta de la totalidad y del sentimiento de lo absoluto: la expresión de formas simbólicas singulares cuya realidad subjetiva es el apoyo vital en la imposibilidad para superar las limitaciones y el sentimiento trágico de la finitud del hombre. Éste a quien, como escribe Goethe en Fausto, sólo se le concedió el dia y la noche³.

    El concepto de estética presenta una doble significación en la filosofía crítica kantiana. En la CrP

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