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La verdad increíble
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Libro electrónico208 páginas2 horas

La verdad increíble

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Anna es una anciana ilustradora de libros infantiles, famosa y respetada por todos. Es una de esas personas amables y abiertas, que eligen creer en los demás. Katri acaba de renunciar a su trabajo y tiene que hacerse cargo de su hermano. Es distante e incapaz de ningún tipo de cortesía. Para Katri, la adulación es una manera impune que usa la gente para sacar ventaja. Pero su hosquedad no le impedirá llevar a cabo el plan que ha diseñado durante meses. Es justamente su descarnada franqueza lo que le permitirá entrar en la vida de Anna y conseguir lo que se propone. 
En un pequeño pueblo de la costa nórdica, rodeado de bosque y completamente cubierto por la nieve, las dos mujeres pasarán el oscuro invierno sumidas en un juego que hará tambalear lo que son y en lo que creen, sus ideas sobre el mundo y aquello que se persigue y valora: el amor, el recelo, el dinero, el arte, la soledad, la búsqueda de compañía. 
Un libro sobre los matices del engaño y de la verdad, los límites de la manipulación y de la honestidad que, como en un thriller sutil y silencioso, va dejando al descubierto las corrientes, a veces feroces y peligrosas, que se forman bajo la superficie aparentemente calma de ciertas relaciones.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 mar 2023
ISBN9789874819154
La verdad increíble

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    La verdad increíble - Tove Jansson

    retiración

    Sobre La verdad increíble

    Anna es una anciana ilustradora de libros infantiles, famosa y respetada por todos. Es una de esas personas amables y abiertas, que eligen creer en los demás. Katri acaba de renunciar a su trabajo y tiene que hacerse cargo de su hermano. Es distante e incapaz de ningún tipo de cortesía. Para Katri, la adulación es una manera impune que usa la gente para sacar ventaja. Pero su hosquedad no le impedirá llevar a cabo el plan que ha diseñado durante meses. Es justamente su descarnada franqueza lo que le permitirá entrar en la vida de Anna y conseguir lo que se propone.

    En un pequeño pueblo de la costa nórdica, rodeado de bosque y completamente cubierto por la nieve, las dos mujeres pasarán el oscuro invierno sumidas en un juego que hará tambalear lo que son y en lo que creen, sus ideas sobre el mundo y aquello que se persigue y valora: el amor, el recelo, el dinero, el arte, la soledad, la búsqueda de compañía.

    Un libro sobre los matices del engaño y de la verdad, los límites de la manipulación y de la honestidad, que, como en un thriller sutil y silencioso, va dejando al descubierto las corrientes, a veces feroces y peligrosas, que se forman bajo la superficie aparentemente calma de ciertas relaciones.

    Tove Jansson

    Tove Jansson

    Escritora y artista finlandesa, alcanzó la fama como la creadora de los Mumin, personajes de fantasía de los que escribió entre 1945 y 1970 la serie de novelas e historietas que la hicieron conocida en todo el mundo y que se tradujeron a lo largo de los años a más de 50 idiomas. Pero los Mumin son solo una parte de su prodigiosa producción. Ya admirada en los círculos artísticos nórdicos como pintora, dibujante e ilustradora, escribiría en la última etapa de su vida un conjunto de libros para adultos, entre ellos, las novelas La verdad increíble (1982), hasta ahora inédita en español, y El libro del verano (1972), publicada también por Compañía Naviera Ilimitada editores, en 2019.

    Como toda su obra, La verdad increíble es una novela atravesada por su amor por la naturaleza y su insistencia en la libertad de perseguir su arte. El lema de Tove Jansson era Trabajo y amor y lo sostuvo con intransigencia y alegría hasta el final.

    Fotografía: ©Moomin Characters™

    COMPAÑÍA NAVIERA ILIMITADA es una editorial que apuesta por la buena literatura, por las buenas historias bien contadas. Con la convicción de que los libros nos vuelven mejores y nos ayudan a soñar, a ver el mundo, y todos los mundos dentro de él, de otra manera. A pensar que un mundo diferente es posible.

    Los autores, editores, diseñadores, traductores, correctores, diagramadores, programadores, imprenteros, comerciales, administrativos y todos los demás que de alguna manera colaboramos para que los libros de Naviera lleguen a los lectores de la mejor forma ponemos mucho trabajo y amor.

    Tu apoyo es imprescindible.

    Seamos compañeros de viaje.

    La verdad increíble

    Tove Jansson

    Traducción del sueco por Christian Kupchik

    Jansson, Tove

    La verdad increíble / Tove Jansson.

    1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Compañía Naviera Ilimitada, 2021.

    Libro digital, EPUB

    Archivo Digital: descarga y online

    Traducción de: Christian Kupchik.

    ISBN 978-987-48191-5-4

    1. Narrativa Finlandesa. 2. Literatura Escandinava. 3. Novelas. I. Kupchik, Christian, trad. II. Título.

    CDD 894.5413

    Título original: Den ärliga bedragaren

    © Tove Jansson, 1982, Moomin Characters™

    © Compañía Naviera Ilimitada editores, 2020, 2022

    © Christian Kupchik, de la traducción, 2020

    © Tove Jansson, de la imagen de tapa

    Diseño de tapa: Ariana Jenik

    Imagen de tapa: acuarela de Tove Jansson

    Primera edición impresa: noviembre de 2020

    Primera edición digital: marzo de 2023

    ISBN de edición impresa: 978-987-47555-5-1

    ISBN de edición digital: 978-987-48191-5-4

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización por escrito del editor.

    Compañía Naviera Ilimitada editores

    Pje. Enrique Santos Discépolo 1862, 2º A

    (C1051AAB), Ciudad de Buenos Aires, Argentina

    editorial@cianavierailimitada.com

    www.cianavierailimitada.com

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    Índice

    1.

    2.

    3.

    4.

    5.

    6.

    7.

    8.

    9.

    10.

    11.

    12.

    13.

    14.

    15.

    16.

    17.

    18.

    19.

    20.

    21.

    22.

    23.

    24.

    25.

    26.

    27.

    28.

    29.

    30.

    31.

    32.

    33.

    34.

    35.

    36.

    37.

    A Maya

    1.

    Era una oscura mañana de invierno, sin nada fuera de lo común. Todavía nevaba y aún no se veía ni una sola luz encendida en las ventanas del pueblo. Katri cubrió la lámpara para que no despertara a su hermano. Hacía mucho frío en la habitación. Preparó café y puso el termo junto a su cama. El gran perro la miraba desde la puerta, con el hocico entre las patas, esperando que salieran juntos.

    Llevaba nevando sobre la costa más de un mes. Por lo que se podía recordar, nunca hubo tanta nieve, una nieve que caía constantemente, acumulándose en puertas y ventanas, abatiendo techos, sin detenerse siquiera una hora. Apenas se despejaban los caminos, la incesante nieve volvía a bloquearlos de inmediato. El frío hacía casi imposible trabajar en los botes. La gente se despertaba tarde porque ya no existía la mañana. El pueblo permaneció sepultado en silencio bajo la implacable capa de nieve que se extendía de una granja a la otra, hasta que se les permitió salir a los niños, y comenzaron a cavar túneles y cuevas a los gritos y a inventar sus propios juegos. Se les prohibió arrojar bolas de nieve a la ventana de Katri Kling, pero igual lo hicieron. Ella vivía en el ático arriba de la tienda junto a su hermano Mats y el gran perro sin nombre. Por lo general, antes del amanecer salía con el animal y cruzaba el pueblo hacia la punta del faro. Lo hacía cada mañana y la gente, al despertarse, comentaba: Sigue nevando, y ahí va ella como siempre con su perro y ese collar de piel de lobo. No es natural no nombrar a tu perro. Todo perro debe tener un nombre.

    Se decía de Katri Kling que lo único que le importaba eran los números y su hermano. Y se preguntaban de dónde había sacado esos ojos amarillos. Los de Mats eran tan azules como los de su madre. Nadie podía recordar con exactitud cómo se veía su padre: había pasado mucho tiempo desde que salió y comenzó a caminar hacia el norte para comprar una reserva de leña y nunca regresó. Siempre tuvo algo de marginal. La gente del lugar estaba acostumbrada a que los ojos de todo el mundo fueran más o menos azules, pero los de Katri eran casi tan amarillos como los de su perro. Miraba a su alrededor entornando mucho los párpados, por lo que rara vez se podía descubrir ese color tan antinatural, más amarillo que gris. Pero su constante desconfianza, tan fácil de despertar, podía hacer que abriera los ojos en una mirada viva y penetrante que, ante ciertas luces, desnudaba el amarillo causando una fuerte sensación de incomodidad en la gente.

    Era evidente que Katri Kling no confiaba ni se preocupaba por nadie más que por ella y su hermano, a quien había criado y protegido desde que tenía seis años. Eso mantenía a la gente a distancia. Además del hecho de que jamás habían visto al perro sin nombre agitando la cola, y que ni Katri ni su perro aceptaban un gesto amable ni la amistad de nadie.

    Luego de la muerte de su madre, ella asumió su trabajo en la tienda, donde además se ocupaba de las cuentas. Era muy inteligente. Pero en octubre renunció. Todos imaginaron que el dueño de la tienda la quería fuera de la casa pero no se animaba a decirlo. El chico, Mats, no contaba. Tenía quince años, diez menos que su hermana, era alto y fuerte, aunque se lo consideraba algo tonto. Hacía algunos trabajos ocasionales en el pueblo, pero por lo general se la pasaba en el astillero de los hermanos Liljeberg, cuando el frío no obligaba a detener la construcción de botes. Los Liljeberg lo dejaban hacer pequeñas cosas sin mayor importancia.

    Hacía bastante que en Västerby ya no se pescaba. Daba igual. Había tres muelles donde se habilitaron galpones que recibían embarcaciones para su revisión y para pasar el invierno. Los mejores constructores eran los hermanos Liljeberg. Eran cuatro y todos solteros. El mayor, Edvard, estaba encargado de dibujar los planos. Además, se ocupaba de ir en coche hasta la ciudad para buscar el correo y de paso traía mercadería para la tienda. El furgón pertenecía al dueño de la tienda y era el único del pueblo.

    Los astilleros de Västerby se mostraban orgullosos de sí mismos y firmaban cada embarcación con una W, como si su pueblo fuera el más antiguo del país. Las mujeres tejían colchas siguiendo los patrones tradicionales y también ellas las firmaban con una W. Pronto ganaron una gran reputación y en junio, los ocasionales visitantes del verano llegaban y compraban botes y frazadas antes de retirarse a su apacible vida de turistas mientras durara el calor. Hacia finales de agosto todo volvía a estar en silencio y tranquilo como siempre. Entonces, poco a poco, llegaba el invierno.

    Ahora amanecía bajo un cielo azul oscuro y la nieve comenzaba a brillar. Se encendieron algunas lámparas en las cocinas y los niños salieron de las casas. Las primeras bolas de nieve comenzaron a golpear en la ventana, pero Mats siguió durmiendo profundamente.

    Yo, Katri Kling, a menudo me quedo despierta pensando durante toda la noche. Mis pensamientos son sorprendentemente concretos para tratarse de meditaciones nocturnas. Principalmente pienso en el dinero, mucho dinero, cómo obtenerlo rápidamente, reunirlo con inteligencia y honestidad. Tanto dinero que ya no necesite pensar en él. Ya van a ver, ya se van a dar cuenta. Antes que nada, Mats tendrá su bote, una embarcación grande y en condiciones para lanzarse al mar sin problemas, una con cabina y motor fuera de borda, el mejor bote que se haya construido jamás en este pueblo despreciable. Cada noche escucho la nieve contra la ventana, el suave susurro de la nieve que el viento arrastra desde el lago. Eso es bueno. Me gustaría que cubriera todo el pueblo, lo borrara hasta limpiarlo del mapa… Nada puede ser tan tranquilo e infinito como una larga noche invernal que sigue y sigue. Es como vivir en un túnel, donde la oscuridad a veces se hace más densa, más profunda en las noches, y a veces estalla la luz del alba. Estás oculto, protegido y más solo que nunca. Uno espera y se esconde como un árbol. Dicen que el dinero huele. Eso no es verdad. El dinero es tan puro como los números. Son las personas quienes huelen. Cada uno tiene su propio olor escondido y se hace más fuerte cuando están enojados, avergonzados o tienen miedo. El perro lo sabe, lo siente de inmediato. Si yo fuera un perro sabría demasiado. Solo Mats no tiene olor, es puro como la nieve. Mi perro es grande, hermoso y obediente. No le gusto. Nos respetamos mutuamente. Respeto la vida secreta de los perros, sobre todo de los perros grandes que aún conservan algo de su naturaleza salvaje, pero no confío en ellos. ¿Quién se atrevería a confiar en estos enormes animales que nos observan? Muchos les atribuyen rasgos casi humanos, les otorgan virtudes nobles, entrañables. El perro permanece mudo, sumiso, pero nos ha estado observando, conoce nuestras miserias. Debería asombrarnos, intimidarnos el hecho de que nuestros perros continúen siguiéndonos, obedeciendo. Quizás nos menosprecian. Tal vez nos perdonen. O quizás simplemente les gusta vivir sin responsabilidades. Nunca lo sabremos. Sin duda nos consideran una especie fatal, deforme y desproporcionada, como escarabajos gigantes y lentos. De ninguna manera como dioses. Los perros deben ver a través nuestro y seguramente tienen una visión devastadora que miles de años de obediencia logran mantener bajo control. ¿Por qué nadie le tiene miedo a su perro? ¿Por cuánto tiempo un animal que ha sido salvaje puede negar su naturaleza? Idealizan a sus mascotas y al mismo tiempo les repugnan sus vidas en

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