Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Por una educación humanista: Un desafío contemporáneo
Por una educación humanista: Un desafío contemporáneo
Por una educación humanista: Un desafío contemporáneo
Libro electrónico288 páginas5 horas

Por una educación humanista: Un desafío contemporáneo

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La obra comprende un conjunto de análisis y reflexiones, efectuado por diferentes autores, desde ópticas complementarias que tienen en común la apuesta por una educación humanista capaz de hacer frente a los retos del presente siglo.

En los tiempos actuales la educación se halla confrontada a una encrucijada decisiva. Puede muy bien ser el instrumento de esta nueva revolución cultural en ciernes que se lleve por delante las bases de una forma de pensar y de ser ampliamente compartida, y propia de la civilización occidental; o, por el contrario, puede convertirse en el legítimo valladar de una sociedad ilustrada y liberal, y en el vehículo para una formación del individuo que, en momentos de cambio, de confusión y de creciente complejidad, le sirva de guía en el ejercicio pleno de su autonomía intelectual y moral.

Así lo desarrollan nueve académicos e intelectuales de prestigio, coordinados por Eugenio Nasarre quien, desde la introducción, ofrece argumentos fehacientes para reivindicarla. G. Luri combina la descripción crítica del proceso de deconstrucción de la tarea educativa, vivido en las últimas décadas, con la reflexión sobre sus consecuencias. M. Herrero justifica la necesidad de la formación humanística en el siglo XXI. C. Guaita analiza las claves de la relación profesor-alumno desde un enfoque profundamente humano. J.A. Gómez Trinidad reflexiona sobre la autoridad del maestro como transmisor de una herencia cultural necesaria en el ámbito escolar. A. Dosil aborda, desde la Psicología, un itinerario educativo para el desarrollo personal del alumno. A. Domingo centra sus análisis en el aprendizaje de las virtudes, y en su dimensión antropológica, como cualidades que constituyen un elemento capital en la formación de la persona. X. Pericay reflexiona sobre la posición central que ocupa el lenguaje en la experiencia educativa y se detiene en los riesgos que comporta su deterioro y su tergiversación. J.M. Martínez-Val aborda la génesis y el desarrollo de la verdad científica, el segundo de los pilares básicos de una educación genuinamente humanista. Finalmente, G. Robles y J. Moreno analizan la contraposición y complementariedad entre educación humanista y revolución tecnológica.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 mar 2023
ISBN9788427729360
Por una educación humanista: Un desafío contemporáneo

Relacionado con Por una educación humanista

Títulos en esta serie (5)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Métodos y materiales de enseñanza para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Por una educación humanista

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Por una educación humanista - Eugenio Nasarre Goicoechea

    1 La deconstrucción de la tarea educativa en las últimas décadas

    Gregorio Luri Medrano

    EL PETIRROJO QUE CANTABA EN EL ALFÉIZAR

    Comencemos por un cuento que pretende ser costumbrista.

    Había una vez un niño nueve años que intentaba seguir sin perder hilo el

    desarrollo de una clase de matemáticas. De repente un petirrojo se posó en el

    alféizar de la ventana que estaba a su izquierda y comenzó a cantar.

    El profesor seguía llenando de números la pizarra,

    insensible a la belleza del canto del avecilla.

    El petirrojo mostraba al niño espontáneamente la belleza de la vida, mientras que

    al profesor solo le interesaban las divisiones. El niño, que tenía muy desarrollada

    su emotividad, permitió que su conciencia fluyera, traspasara los vidrios de la

    ventana y se fundiera empáticamente con el canto del pájaro. Su corazón estaba

    en el alfeizar, donde estaba la vida, no en la pizarra, donde solo había letras y

    números que había que memorizar para vomitar en un examen, y

    durante unos minutos fue intensamente feliz.

    De este cuento se pueden extraer varias moralejas sobre la mentalidad pedagógica que podemos llamar New Age, tan en boga:

    No solo parece insensible a la belleza de las matemáticas sino que no tiene ningún pudor en confesarlo.

    Como su sensibilidad matemática está abotargada, no comprende que hay profesores capaces de mostrar la belleza de su asignatura y de conectar con la sensibilidad matemática de sus alumnos. Quizás sospecha que la ansiedad matemática, tan extendida entre nuestros alumnos, es el estado normal de una persona normal.

    Cree que es más educador atender al canto de un petirrojo que a las explicaciones de un profesor, sin aceptar que hay un momento para cada cosa y que las personas bien educadas saben cuándo mirar por la venta y cuando mirar a la pizarra.

    No parece preocuparle que el niño suspenda el próximo examen de matemáticas sin aprobar por ello el de ornitología. Habría que recordar lo que decía el gran Erasmo: La tortura más cruel es la del maestro que no tiene nada que enseñar.

    No parece sensible a la importancia de la autodisciplina y el control de la atención.

    Los pedagogos New Age nos aseguran con frecuencia que aprender es fácil y entretenido, porque todos nos hacemos preguntas y somos filósofos y científicos en potencia. Pero la verdad es que, si se trata de aprender cualquier cosa, se puede aprender de cualquier manera, mientras que, si se trata de adquirir conocimientos relevantes y sistemáticos, hemos de poner algo de nuestra parte. Los conocimientos no se ordenan solos. Pensar trivialidades es fácil, pero pensar rigurosamente cuesta. El pensamiento riguroso a diferencia de la mera opinión, es el fruto de un esfuerzo sostenido y de un contacto asiduo con personas que razonan bien. Millones de personas han visto caer manzanas de los árboles a lo largo de la historia, pero para ver en su caída, como vio Newton, el esbozo de una ley científica, se necesita tener educada científicamente la mirada. En una carta que escribió el 15 de febrero de 1676 al científico inglés Robert Hooke, el mismo Isaac Newton explicaba lo que había ocurrido de esta manera: Si he podido ver más lejos que los demás, solo es porque me encuentro sobre los hombros de gigantes. Antes de Newton, en 1578, nuestro Diego de Estella, había escrito: Unos pigmeos subidos a los hombros de unos gigantes verán más lejos que los mismos gigantes.

    Comprender es situar una información nueva en el contexto capaz de darle sentido. Se ha convertido en un lugar común afirmar que lo importante en la escuela no es lo que enseña el profesor, sino lo que aprende el alumno. Es cierto. Pero conviene añadir, para no crear falsas esperanzas en nadie, que es tanto más efectivo cuanto más rico es el contexto en que se integra y que, para la ampliación de contextos, un buen profesor que, para empezar, habla bien, es determinante.

    Una manzana sugiere cosas diferentes a Newton, a Adán, al frutero de la esquina, al pastelero de la plaza y al hijo de Guillermo Tell. En los cuatro casos es importante pensar bien sobre manzanas, pero solo el físico piensa rigurosamente con el lenguaje con el que habla la misma naturaleza, que es el de las matemáticas y por eso solo él entiende científicamente su caída.

    Mientras escribía las líneas precedentes, en España estábamos discutiendo sobre los currículos de la LOMLOE, a cuyos redactores no parece preocuparles en absoluto la ansiedad matemática de nuestros alumnos. En los mismos días aparecía este titular en el diario francés Le Figaro: Su nivel en matemáticas es increíble. Se refería al insolente éxito de los alumnos marroquíes en los concursos de las escuelas de ingeniería

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1