Grande Reflexiones: Para La Vida En La Universidad De La Calle

Por Miguel Angel Remigio Vzquez

Cuando hablo de reflexiones, me refiero a que la mayoría de las veces que actuamos en la vida no lo hacemos de la mejor forma, por diversas razones. Una de ellas y quizás la más importante es el desconocimiento ya que en muchos casos tenemos una idea, pero lejos de la realidad. Aunque toda sociedad trata de preparar y educar a su población, no es suficiente y se hace tedioso e imposible lograr que las personas estén bien dotadas de una preparación para enfrentar la vida; es más, estoy casi seguro, que nos enfrentamos a la vida y después es que aprendemos la lección.

Este libro me llevó prácticamente 2 años concebirlo. Aquí yo trato de que con un lenguaje sencillo, moderado y fácil, hacer reflexiones sobre diversas situaciones en la vida cotidiana de cualquier persona. En cada capítulo trato que sea corto, que ilustre el mensaje que queremos dar, además de que sea algo que los motive a seguir al próximo capítulo.

Este libro es para todas las edades y estoy seguro que les gustará.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 17 dic 2019
• ISBN: 9781643342108

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CAPÍTULO 1

Entrevista que realizó un joven periodista recién graduado a Dios

Pasa— me dijo Dios, — así que quieres entrevistarme…

Bueno — le conteste, —si tienes tiempo — se sonrió por entre la barba y dice

Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todos. ¿Qué pregunta quieres hacer?

Ninguna nueva ni difícil para ti. ¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres?

— Que se aburren de ser niños, apurados por crecer y luego suspiran por regresar a ser niños, que primero pierden la salud para obtener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud, que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora de actuar, con lo que no viven el presente, ni el futuro, que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido y a pesar que yo…— Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada, dejó de hablar. Sus manos tomaron fuertemente las mías y seguimos en silencio, después de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije.

¿Me dejas hacerte otra pregunta? no me respondió con palabra, sino con la ternura de su mirada. — Como padre, ¿qué les pedirías a tus hijos?

Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame, lo que si pueden es dejarse amar, que aprendan que lleva muchos años construir una confianza y solo segundo se destruye, que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en la vida, sino a quien tienen en sus vidas, que aprendan que no es bueno compararse con los demás. Pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos, Que aprendan que rico no es quien más tenga, sino el que menos necesite, que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlaran, que basta unos segundos para construir heridas profundas en las personas que más amamos y que pueden demorar muchos años en ser sanadas, que aprendan que a perdonar se aprende perdonando, que hay gente que los quiere mucho, pero simplemente no saben cómo demostrarlo, que el dinero lo compra todo menos la felicidad; que a veces cuando están molestos tienen derecho a estarlo pero no les da el derecho a molestar a los que están a su alrededor, que aprendan que los grandes sueños no requieren grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlo, que un amigo verdadero es tan escaso que quien ha encontrado uno ha encontrado un verdadero tesoro, que no siempre es suficiente ser perdonando por otros, algunas veces debe perdonarse así mismo, que son dueños de lo que callan y esclavos de lo dicen, que de lo que siembran cosechan, si siembras chisme recogerás intrigas. Si siembras amor recogerás felicidad. Que aprendan que la verdadera felicidad, no se logra con una meta, sino aprendan a ser feliz con lo que tienen. Que aprendan que a pesar que piensan que no tienen nada más que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores. Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que amamos, las alejamos más rápido de ellos y que dejar ir las deja para siempre a su lado. Que aprendan que amar y querer no son sinónimo, sino antónimo, el querer lo exige todo y el amar lo entrega todo. Que aprendan que nunca harán nada tan grande para que dios los ame más, ni nada tan malo, para que los ame menos, simplemente los ama, a pesar de sus conductas. Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y los dos perciben algo diferente. Que aprendan que la verdadera felicidad, no es cuestión de suerte, sino producto de tus decisiones, decides ser feliz con lo que eres y tienes, o mueres de envidia y celos por lo que no tienes o te falta. Muchas personas se pasan la vida buscando ser felices y olvidan que la felicidad, no es otra cosa que la capacidad de disfrutar lo que tienes, otros se privan de disfrutar sus hijos por el afán de progresar y cuando ya lo logran, descubren que ya perdieron irremediablemente a los