En más de una ocasión hemos pensado que las amistades de nuestros adolescentes no son lo que esperábamos. Las expectativas sociales y culturales son responsables de esta visión un tanto anticuada.
Gracias a la evolución que hemos vivido en los últimos años podemos entender que nuestros hijos tengan amigos de otros países, con otras culturas y otros niveles socioeconómicos, y por suerte, la mayoría lo aceptamos.
Pero, ¿qué pasa cuando sus amistades practican hábitos poco saludables? Empezamos a creer que nuestros hijos acabarán haciendo lo mismo... si es no lo hacen ya... Y eso nos da miedo.
En el episodio de hoy te acompaño para buscar una solución que no demonice a los amigos de tu hijo/a y tratar de ver las dos caras de la moneda.  
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