El Esplendor del Águila: Un viaje misterioso por un espacio mágico
Por J. Del Val
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Lo que me dio inspiración para escribir esta novela fue un caluroso atardecer en las frescas aguas de las playas de un suburbio francés, la puesta del sol, los rayos del sol dardeaban la planicie de la inmensidad del océano atlántico; eso era en el poniente, del lado opuesto, la luna llena se asomaba en las altas montañas dándole un colorido y resplandor que era capaz de paralizarte por unos instantes. Atónito a lo que se apreciaba en la lejan&
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El Esplendor del Águila - J. Del Val
NABO
A las primeras luces del alba, cuando el firmamento se tiñó de rojo en singular crepúsculo y los pájaros empezaron a trinar, los rayos del sol derdeaba en la planicie del mar rumbo a la estación ferroviaria, en cada zancada que daba guiado por la luna mirando las estrellas como si hubiera bajado de ellas dolida y derrotada, con alborozo curé tus heridas, me hablaste tanto del amor que de ti me enamoré, cerré tus labios con mis besos al contacto de tu piel, en el cielo me sentí al darme cuenta, era un letargo del que odiaba regresar, los pajarillos con asiduo volaban de una rama a otra decorando el silencio con sus gorjeos, las abejas picando florecillas por doquier, de gran adulación paso lento y sin titubeos me encontraba cercano a la playa y me sentía ameno con las gaviotas que alegres revoloteaban, recordaba los adagios de mi antecesor quien era prudente y docto, hijo con gran intelecto podrá comunicarse con la flora y entenderse con los animales, alertado por sus sabias palabras, no usé ningún medio de transporte solo agilizado por mi corpulencia, era amante del ejercicio y no sentía ningún agobio, caminaba y sentía el viento que volaba al darme cuenta que eran los aires que soplaban.
A la edad de mi lactancia surgió una epidemia de gripa, contagiado con otras complicaciones estuve al borde de la muerte, mi madre en su desesperación consultó con su antecesora, ella conocedora de la medicina convencional al verme dijo, lo que necesita la criatura no es un doctor, es un cura para que le dé su bendición, con ascetismo y aconsejados por sus familiares, lo llevaron al curato a ponerlo en las manos del redentor para que se hiciera su voluntad, tal vez ahí es donde recibí el insuflo, lánguido con varias complicaciones físicas con el estomago debilitado rechazaba los alimentos, todos pensaban que morirá de hastío, lo primero que aceptó mi estomago fue te de hipasote (hierva silvestre) endulzado con miel de abeja hervida a fuego lento a dos horas distante, leche de asna, alimento cotidiano por dos meses, con alborozo me alimentaban, supliendo después la leche de asna por la de cabra, la recuperación fue lenta pero segura.
A los doce meses derrotaba la muerte, con alimentos acuosos, como la sopa de irenia tierna, los zumos de frutas, y las verduras hervidas mi cuerpecillo anteriormente debilitado se fue recuperando, a los dos años de edad fui un chaval sano y corpulento, mi antecesor con prudencia dijo, su enfermedad fue una bendición, bendito Dios, abres una herida y das la cura, quedé pues sano, fuerte y vigoroso, anteriormente vivíamos solos, una aberración y ahora tenemos un ángel que ilumina en nuestro hogar, en mi recuperación mi abuelo me paseaba en la grupa de un equino, con el movimiento del corcel como terapia para que mis órganos se rehabilitaran, al principio avieso pero seguro al sujetarme en la faja de mi antecesor, fue una terapia bien practicada para que mi debilitado intestino tuviera movimiento, pasaba el tiempo y no tenía ningún temor, mi antecesor cabalgaba su noble corcel y de un tirón me subía a la grupa, recorríamos las felposas praderas y yo alegremente cantaba, el humano que canta es libre cuando canta al son de la música.
El principio
Después de un día lluvioso
La flora embellece
Mi Corazón se alegra
Y mi alma estremece
Mis pupilas enmudecen
Empiezo a suspirar
Las lagrimas en mis ojos
De gran gozo y alegría
Con alborozo caminaba
Sin pensar en el sufrir
Si no en la belleza
En medio del dolor,
La fuerza del amor se desata
Los rayos del sol con su nueva luz
Disipa las tinieblas
Buscando el camino al cielo
Descubrí que el destino
Está en mi Corazón
Los pajarillos alegres gorjean
Todo se torna en belleza
La lluvia viene del cielo,
Es donde debemos mirar
Gratos por tan noble adulación
Por poco que sea el chubasco
Las más pequeñas gotas,
Llenen los caudalosos ríos
La vida no es cuestión
De que pase el aguacero
Dar gracias al redentor
Que dio el sol y la lluvia
Hizo que la tierra fuera fértil
Por eso tenemos pan para comer
A la edad de cuatro años correteaba las aves domesticas, en el aprisco palmeaba las cabras que alegres valaban, mi antecesora atenta comentaba, pensábamos que jugarías en el cielo, criatura que muere a corta edad, va al lugar del origen, La gloria
, y hoy alegre jugueteas en el paraíso terrenal, tendrás una larga vida, fuiste rescatado de lo malévolo, pensaban que no sobrevivirías tu cuerpecillo inerte reflejaba que en cualquier momento darías el respiro final y dejarías solo tu recuerdo, la enfermedad a mi corta edad, fue la razón de mi crianza con mis antecesores, sentí lo que es el amor incondicional y darle valor a la vida, yo era el único chaval en el hogar, alegraba el ambiente, mi abuelo decía, el ejercicio es buena terapia para que tu cuerpecillo se mantenga saludable, el chubasco alimentaba la flora y la fauna alegraba, después de un día lluvioso las plantas derraman lisura, las semillas gélidas que se encuentran en la tierra resucitan y florecen, a la puesta del sol alegremente paseaba por la flora, miraba el cielo agradeciendo a lo divino, vivía de la naturaleza y el reino animal protector de todo lo que tiene vida.
CRISTOL
Atosigado pero activo en la crianza de animales domésticos, ayudado por Nabo su hijo, periódicamente llevaban un hato de animales a las subastas, regresaban con una buena cantidad de circulante, Cristol era una persona respetada por sus semejantes por sus buenos tratos, nunca dejaba duda ni ventaja, se mostraba placentero en la compra y venta de animales domésticos, era recto y generoso decía, es mejor tener un millón de amigos y no solo un enemigo, cuando tengan un problema y no lo puedan resolver, déjenlo en las manos de Dios, era también una persona de letras gastaba su dinero en libros, pensaba que la razón de ser es comportarse como una persona prudente y docta.
En un hermoso atardecer al regreso el pastorcillo Noel notó que algo le agobiaba al abuelo, anonadado se dirigió a Cristol quien dijo, la noticia no te agradará, la cabra mayor que le apodamos la Ciquina resbalo en la cima de la montaña la Ahuja, observé que no llegó a lo profundo pero quedo inmovilizada en el ramaje de un frondoso huizache, nada pude hacer para rescatarla necesitaba un dogal y una ayuda humana.
Cristol preparó el azabache su corcel favorito, y un par de dogales para rescatar la matriarca del rebaño, lo acompañó Nabo, quien era ya un adolecente corpulento conocedor de las artimañas que surgen en las montañas, cabalgando con su corcel favorito se fueron a rescatar la Ciquina antes que adolorida pereciera, iban a galope hasta la cima de la Ahuja una frondosa montaña, a supuesta distancia escuchaban los bramidos de dolor de la cabra mayor inmovilizada porque no podía escalar ni bajar, no estaba muy lejana de la cima de la montaña, Cristol con intelecto sujetó el dogal de un grueso pinabete, con el otro extremo Nabo bajaría lentamente, con la cuerda extra armó un arnés para que la Ciquina no se lastimara, en su rápida maniobra de expertos en lo suscitado y sorprendido
a dos metros de distancia vio un nido abandonado con un huevo, era el lugar exacto para que empollara una águila.
Cualquier ave de la fauna silvestre si acontece algún incidente cerca de su nido atosiga con gran razón, pero los bramidos de la cabra agudos y con dolor la alejan y jamás regresan y buscan un lugar más seguro para empollar, son comentarios posteriores de expertos en la fauna silvestre, Nabo armó un arnés y con esmero trató de estirarlo sin lastimar, después de toda esa maniobra, Cristol daría el tirón desde arriba dócilmente para no hacerle daño al animal, después de toda esa maniobra Nabo asió el huevo con delicadeza y lo incrusto en el bolsillo de su saco, al tocarlo fresco indicaba que el águila jamás regresaría, alertó a Cristol para que le diera el tirón al dogal y que le ayudaría desde abajo asegurándose de que subiera en forma segura y en un abrir y cerrar de ojos la matriarca estaba a salvo, Cristol con alborozo la palmeaba y valaba agradeciendo las caricias, estaba de suerte no cojeaba, no tenia hinchazón o algún golpe interno, sus bramidos no eran de dolor sino de regocijo.
Nabo dijo a su padre, no hay mal que por bien no venga mire usted un huevo de águila, esta se asustó con los bramidos de la ciquina, Cristol dijo, bueno, bueno, tendremos una águila en el hogar, tenemos una gallina empollando en casa y es tiempo para ponerle el huevo en el nido y en veinte y cuatro días nacerá una hermosa águila reina de las aves que tanto adoro, de regreso avanzaron cabresteando a la Ciquina muy dócilmente, se abrió la verja del aprisco, un trago de agua fresca y a descansar, arribamos al establo aun se miraba el atisbo, Nabo con agilidad tomo en un recipiente de agua fresca cercano a la gallina que empollaba y la levantó para que se atragantase de agua, aprovechó para adherir el huevo del águila en el nido que con amor calentaba la gallina, el pastorcillo esperaba triste y cabizbajo, Cristol le dijo, no se apure hijo sea cauteloso al subir la Ahuja algún día puede resbalar y caer en la profundidad y no vivir para contarlo.
Cristol dialogaba con Nabo, su madre y yo nos casamos pasada la pubertad, el pilar de nuestra unión era simplemente el amor, pasó el tiempo sin demora, cinco años de unión y no había familia a los diez años desesperados, la mayoría de los matrimonios desean tener familia, a los doce años de casados sentimos que era una aberración, mi padre como persona endurecida notó mi agobio, yo sé lo que lo atormenta a más de una década y aun sin familia y me dijo, aniquile su matrimonio y cambié de pareja, Lucila nunca le dará familia.
Guardé silencio y medité, nuestra unión fue por amor y destruirla en un abrir y cerrar de ojos, esto el tiempo no me lo perdonará, he visto parejas terminar relaciones que hubieran sido hermosas por la necedad de tener razón o por no conectarse a la intención de escuchar su corazón y según lo que diga su voz interior, Lucila en la cocina escuchó la conversación, en su amargo silencio pedía al redentor que iluminara su matrimonio y poder embarazarse, con fe y devoción el todopoderoso escuchó sus plegarias y antes de trece años de casados se embarazó con madurez pero no vieja pues aun no cumplía treinta años.
Nabo te amamos desde el día en que fuiste concebido, Feliza la prima de Lucila le ayudaba en las labores domesticas aconsejadas por un galeno para que hiciera lo rutinario, no levantar objetos pesados con ascetismo con alimentos ricos en proteínas y vegetales, remplazar azúcar por miel de abeja, ser optimista, ayudaría a su gestación para que naciera una criatura saludable, Cristol conocedor de los buenos consejos estos se acataron con esmero y a seis meses de embarazo palmeaba su vientre y con amor cantaba para que Lucila se alegrara y que esa felicidad la irradiara a su criatura.
Dos amores
Como la flor al llegar la primavera
Floreciste en lo profundo de mi ser
Para muchos un ser desconocido
Iluminaste mi alma obscurecida
Amor, amor derramabas lisura
En cada paso que dabas
Hablaste tanto de amor que de ti me enamoré
Cerré tus labios con mis besos
Te amo no por tu cara, te amo no por cuerpo
Te amo no por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo
De edades distantes, pero el gusto y humor nos resultó
Haciendo del amor un derroche
Nuestro amor no fue mera coincidencia
Hechos del mismo barro, el todopoderoso puso la gracia
Haciendo grata nuestra existencia
Si el amarte es un delito del que nunca me arrepiento
Tu amor que mis intentos adoraba, venció lo que imposible parecía
Me siento superior a la victoria,
La adversidad podrá quitarme el triunfo pero no la Gloria
Las relaciones entre Cristol con Nabo eran excelentes, se amaban incondicionalmente, Cristol crió dos criaturas solamente, Adamary y Nabo que eran su adoración para la época en que vivían, con el respeto de padre a hijo acataban las ordenes y se tenían mutua consideración, Cristol crió su familia con buenos principios, no poseía ningún título universitario su intelecto era natural, leía buena cantidad de libros que con alborozo decía:
Como pájaro que se mueve entre la flora y vuela en el espacio
Y al atardecer alegre gorjea
En los arboles las nubes coloridas que el sol deslizó en el crepúsculo
Y destruyó en el ocaso
Miraba lo verde en el seno de la flora
Y lo azul en el ancho del infinito
Como el mar y el sol que jamás duermen ni descansan
Vida amor y belleza deben ser inseparables
La tierra goza al sentir nuestros pies descalzos
La mujer Hermosa no requiere de joyas labradas con ahínco
Para enriquecer su belleza
Levántate amada mía, con la luz de un nuevo día
La noche se alejó y con ella los temores
Cristol aconsejaba a sus hijos, ustedes son un tesoro que Dios me regalo y lo acepto con gratitud, están en edad adulta, la semana en curso Nabo cumple veinte años, para mí es un niño, aun recuerdo cuando en mis brazos lo arrullaba, era una rutina no había mecedora, mi corpulencia era su cuna, antes de nacer lo esperamos con esmero, su madre frecuentaba el curato pidiendo al redentor naciera sano y vigoroso, luego cumplió la mayoría de edad, ve a su padre como un amigo, cualquier duda o problema consúlteme ambos encontraremos la solución, si piensa en la venganza prepárese puede morir, si cree en el perdón encontrara la gloria que puede convertirse en amante de la vida, cuando tenga un problema que crea no tiene solución déjelo en las manos de Dios, no se ahogue en el mar de la amargura cuando puede nadar en el océano de la vida y la prosperidad.
EL NUEVO MUNDO
En la estación ferroviaria, escuchaba los comentarios del arribó a