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El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño: La Naturaleza
El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño: La Naturaleza
El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño: La Naturaleza
Libro electrónico164 páginas1 hora

El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño: La Naturaleza

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El libro es un relato donde se exalta al Creador Dios, con sus máximas creaciones, el hombre primeramente y después con esta bestia que ronda los mares, en este relato Dios, muestra la grandeza y destreza de esta bestia a su siervo Job, lógico no es animal común y corriente como los que estamos acostumbrados a mirar, esta es una bestia simbólica con una característica de destrucción, pues es un sistema de calentamiento de agua para el bienestar del humano, porque de lo contrario todo fuera un glacial, y si no tenemos cuidado un día el planeta tierra puede llegar a ser una olla hirviendo y este planeta quedaría como los demás planetas solos y vacíos.

La bestia se llama Leviatán, uno de los puntos principales de este libro es hacer al humano a tener conciencia de cuidar el medio ambiente, la fauna para un mejor clima a nivel local y mundial como administradores que somos del planeta tierra.

Ya sabemos todo está en un desorden del clima a nivel mundial, esto es un caos y puede ser que esta bestia pueda destruirnos, no debemos bajar la guardia debemos trabajar con fines de cuidar la naturaleza, como sembrar árboles y contaminar menos.

Aunque es un gran reto delante de este Sistema “llamado El Niño” su verdadero nombre es Leviatán y su destreza está en sus miembros, huracanes, tornados, incendios forestales y más.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 jul 2020
ISBN9781643345239
El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño: La Naturaleza

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    El Misterio del Monstruo Disfrazado de Niño - Joel Romero Pérez

    Climatología

    ¡La gran revelación del calentamiento global!

    No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición. (RVR1960 Job 41:12).

    Dios, nunca se iba a quedar con esta enorme y gran profecía, referente a este misterio para siempre, prometió que un día, no guardaría silencio y lo revelaría de este silencio me habló Dios, para cumplir su gran profecía y misterio en esta revelación.

    En climatología se denomina (El Niño) a un síndrome climático, erráticamente cíclico, que consiste en un cambio en los patrones de movimientos de las masas de aire provocando en consecuencia, un retardo en la cinética de las corrientes marinas normales desencadenando el calentamiento de las aguas suramericanas. Provoca estragos a escala mundial, afectando a América del Sur, Indonesia y Australia.

    El nombre de El Niño se debe a pescadores del puerto de Paita al norte de Perú, que observaron que las aguas de la corriente peruana o Corriente de Humboldt que corre de sur a norte frente a la costa peruana, se calentaban en la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes, o banco de peces huían hacia el sur, debido a una corriente caliente procedente del Golfo de Guayaquil (Ecuador). A este fenómeno le dieron el nombre, de Corriente del Niño, a causa del niño Jesús.

    El nombre científico del fenómeno es Oscilación del Sur El Niño (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés). Es un fenómeno con más de once milenios de historia climática.

    Últimas noticias

    El más reciente episodio de El Niño arrancó en septiembre, de 2,006 y finalizó hacia marzo, de 2,007. Desde abril de 2,007, se está desarrollando un evento La Niña débil, con temperaturas superficiales del no superiores a -1,5 ºC del promedio.

    Desarrollo del síndrome

    El episodio prodrómico se inicia en el océano Pacífico tropical, cerca de Australia e Indonesia, y con él se altera la presión atmosférica, en zonas muy distantes entre sí, se producen cambios en la dirección y en la velocidad de los vientos y se desplazan las zonas de lluvia en la región tropical. El estudio de las capas de hielos antiguos y de glaciares tropicales, de la composición isotópica del aire y la de los pólenes que quedaron prisioneros, permiten conocer las condiciones atmosféricas pasadas (la temperatura del aire, importancia de las precipitaciones, etc.). (La dendroclimatología, estudio de los anillos de crecimiento de los árboles) proporciona informaciones sobre las precipitaciones y las temperaturas del pasado.

    Todo esto debe ser comparado a otros estudios utilizados por los paleo climatólogos como el estudio del crecimiento de arrecifes tropicales, o las huellas dejadas por una fuerte explosión volcánica.

    Estas técnicas son a menudo indirectas o subjetivas y solo se dispone de consecuencias o efectos indirectos de lo que se quiere medir.

    Primeramente, se debe verificar y confirmar lo que han querido decir los historiadores. Por ejemplo, las destrucciones ocasionadas por el río Rímac son mucho más numerosas en los dos primeros siglos de la colonia. Puede ser que algunos barrios de Lima estaban más cerca del río en esa época. En otros casos algunas construcciones que se encuentran actualmente en zonas inundables, hacen que las crecidas que inundaban antaño praderas sin que nadie se preocupara, destruyen actualmente las siembras y cosechas locales.

    En América del Sur

    Las consecuencias de este fenómeno climático llevan a regiones aleatorias de América del Sur a:

    Lluvias intensas.

    Disminución de la intensidad de la Corriente de Humboldt.

    Pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras.

    Intensa formación de nubes generadas en la Zona de Convergencia Intertropical.

    Períodos muy húmedos.

    Baja presión atmosférica.

    En el Sudeste de Asia

    En determinadas regiones aleatorias (desconocidas) del Sudeste Asiático provoca:

    Lluvias escasas.

    Enfriamiento del océano.

    Baja formación de nubes.

    Períodos muy secos.

    Alta presión atmosférica.

    En el mundo

    Consecuencias globales:

    Cambio de circulación atmosférica.

    Cambio de la temperatura oceánica.

    Pérdida económica en actividades primarias.

    Pérdidas de hogares.

    A finales del 2,006 en cantábrico oriental hubo escasas precipitaciones provocando así sequías.

    El síndrome El Niño en la historia y en la prehistoria de Perú

    Técnicas de identificación existentes:

    Contrariamente a las medidas regulares y precisas de parámetros como la precipitación, la temperatura del aire o del mar, efectuadas muy precariamente desde 1,930, para períodos más antiguos solo se dispone de narraciones o descripciones de las consecuencias de las anomalías climáticas refiriéndose, por ejemplo, a las cosechas, a las condiciones de navegación y a la aparición de fenómenos meteorológicos no habituales como truenos, inundaciones, desastres por temporales, etc.

    Para identificar fenómenos meteorológicos, en paleoclimas, se dispone de los estudios geológicos de capas de sedimentos, fechables por estratigrafía (las capas más antiguas están por debajo), por datación al carbono 14, que indica el período en el cual se han formado los componentes orgánicos prisioneros (polen, etc.) en los depósitos o por los restos arqueológicos que se mezclan.

    Todas estas observaciones deben ser verificadas, comparadas y recortadas con el mayor número de informaciones proveniente de diversas disciplinas. Toda incoherencia debe ser explicada. Por ejemplo, se sabe que:

    −El nivel de los océanos ha variado varias decenas de metros, provocando variaciones del nivel de base y, por lo tanto, la erosión cerca de las desembocaduras.

    −La forma de algunos cordones litorales fósiles indica la dirección de las corrientes y de las olas dominantes.

    −Las dunas fósiles corresponde a períodos áridos e indica cuáles eran los vientos dominantes.

    −Los fósiles (díatomados, foraminíferos), como también el crecimiento de los arrecifes de corales, dan indicaciones sobre la temperatura y la salinidad del agua de mar.

    −Unas dunas han podido bloquear la desembocadura de un río y hacer pensar en una elevación del nivel de base (nivel del mar) o inclusive crear un medio marino confinado cuyas características (fósiles) ya no eran más representativas que las del mar.

    −Fuertes crecidas pueden destruir (parcial o por partes) huellas de crecidas más antiguas.

    También hay que tener presente que las condiciones climáticas promedio han podido variar con el transcurrir de los siglos.

    En breve, la mayor vigilancia y un sentido crítico agudo siempre son necesarios ante todo un abanico de posibles errores.

    Los Niños prehispánicos

    Resumiendo las conclusiones de quienes han estudiado las huellas dejadas desde hace algunos milenios por eventos climáticos excepcionales en varias zonas situadas entre la desembocadura del río Piura, al Norte y la de la Quebrada de los Burros cerca de Tacna, al extremo Sur de Perú.

    No se sabe bien cuáles eran las condiciones climáticas que reinaban en la costa Peruana antes de la era interglacial actual, llamada holoceno (que se estableció desde hace 10 a 15 milenios).

    El nivel viviendas para que aparezcan como noticia de primera plana en los diarios. Este es el caso de las inundaciones en la ciudad de Ica cuya población ha pasado de 50,000 a 300,000 habitantes entre 1,963 y 1,998, años de las dos últimas inundaciones. Enseguida, todas las inundaciones o fuertes lluvias no son necesariamente provocadas por el fenómeno El Niño.

    La zona costera del norte de Perú es la única parte de Perú en la que las precipitaciones muy fuertes y las inundaciones están ligadas indiscutiblemente a El Niño. Tanto en el Sur de Perú como en el Altiplano Boliviano El Niño provocaría sequías, mientras que La Niña correspondería a excesos pluviométricos, que ya no serían provocados por un aumento de las temperaturas de superficie del océano, pero por influencias más fuertes de los sistemas frontales del Sur (aire polar).

    Además, no se dispone de información directa sobre los mecanismos del clima durante los Mega-Niños. Solo podemos constatar que los dos Niños muy fuertes de 1,982–83 y de 1,997–98 han tenido comportamientos diferentes en el Sur. En 1,983 correspondió a una sequía, mientras que en el 97–98 la precipitación fue superior al promedio. No se sabe cómo se comportará el próximo muy fuerte Niño y menos aún el próximo mega niño.

    Los huaicos, avalanchas y aluviones

    La mayor parte de las cuencas de la vertiente del Pacífico del Perú, adosadas a los Andes, puede ser golpeada por fenómenos catastróficos llamados Huaicos. Estos Huaicos pueden corresponder a crecidas muy fuertes, acompañadas de aluviones que provocan a menudo daños considerables. Generalmente, los valles escarpados en las partes altas o medias son bloqueadas por derrumbes que a veces pueden retener un volumen grande de agua. La ruptura de estas presas es a menudo muy rápida con un gran volumen de agua y de sedimentos (rocas) escurriéndose bruscamente con fuertes velocidades en el valle.

    Estos huaicos también pueden ser generados por un accidente provocado por un glaciar: caída de un gran volumen de hielo en un lago moraínico provocando su desborde, o bien el rebalse (ruptura) de un lago o de una laguna contenida por el glacial o incluso un accidente como el que se produjo en 1,970 en el Huascarán en la cuenca del río Santa. Una avalancha de hielo de un volumen de 50 a 100 millones de m³ se desprendió del glaciar de la cima del nevado Huascarán, destruyendo la ciudad de Yungay y provocando la muerte de 18,000 personas. Se estima que la crecida alcanzó una altura de 80 m en las quebradas del río Santa (Cañón del Pato) donde la velocidad del flujo de agua y de sedimentos ha sobrepasado probablemente los 100 km/h, destruyendo una central hidroeléctrica. Se ha encontrado una capa de sedimentos sobre toda la llanura aluvial del río Santa, cerca del Océano, sobre varios kilómetros de ancho. Esta inundación

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