SOMOS INSTRUMENTOS DEL VIENTO
De no ser por los vientos, la vida en el planeta sería imposible. Por ello hay expertos que los analizan durante décadas para saber el futuro de la Tierra. Entre ellos, César Azorín-Molina. Mientras los demás niños jugaban a ser bomberos, arquitectos o médicos y los más imaginativos aspiraban a un puesto en fábricas de plastilina o en diseño de toboganes, él lo tenía claro: quería ser cazador de vientos. Hoy este experto del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) y del Consejo Superior Investigaciones (CSIC) Espaa es una autoridad en uno de los fenómenos más elusivos del planeta: el viento. Por ello, cuando habla, hay que seguirle la corriente.
Durante décadas, la velocidad del viento en todo el planeta disminuyó en un fenómeno conocido como calma o stilling
Podríamos decir que los vientos nacen del Sol o, para ser más precisos, de la radiación solar, que se absorbe de manera distinta en la superficie de la Tierra. Nuestro planeta se calienta de forma diferente debido a variables como la cantidad y el tipo de nubes, la presencia de montañas, los cuerpos de agua, la vegetación y la presencia de tierras desérticas. Debido a este calentamiento dispar, hay zonas que, pese a encontrarse a igual latitud, varían mucho en temperatura. Y esto, en
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